JUSTICIA Y PAZ: Declaración Conjunta Ortodoxo-Católico Romana sobre ecología

DECLARACIÓN CONJUNTA

DE LA ASAMBLEA EPISCOPAL ORTODOXA DE ESPAÑA Y PORTUGAL Y EL ARZOBISPADO CATÓLICO–ROMANO DE MADRID, POR LA JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR EL CUIDADO DE LA CREACIÓN

Madrid, 3 de septiembre de 2016

Nos encontramos reunidos esta tarde y en este hermoso lugar, para sumarnos a una iniciativa global, para celebrar la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación. Hoy nos congregamos hermanos de distintas tradiciones cristianas junto a gentes de buena voluntad, para orar en acción de gracias, por las maravillas que Dios nos ha dejado en heredad, a través de su Creación. Una inmensa biodiversidad que expresa de forma velada la gran sabiduría del Creador y la necesidad que tenemos de estudiarla y gestionarla para que aumente su riqueza y sirva al Bien Común de las generaciones actuales y venideras, y para dar a Dios la gloria que le es debida.
Pero también nos reunimos para reconocer, junto a la mayoría de la comunidad científica internacional, que nuestro planeta está siendo sometido a un cambio climático sin precedentes causado por la intervención del ser humano, que está poniendo en serio peligro los ecosistemas y causando la destrucción del legado de Dios: su presencia y su sabiduría manifestada en la biodiversidad. Al mismo tiempo, se nos conmueven las entrañas ante el sufrimiento de tantos millones de hermanos nuestros que soportan exclusión, miseria, hambre y violencia de todo tipo, muchas veces por guerras para obtener y monopolizar recursos naturales o por desastres naturales, frutos del cambio climático. Nos duele como propio este sufrimiento, pues nos sabemos hermanados con todas las personas y criaturas, como miembros de una misma Creación, del designio de Dios para la humanidad. Como creyentes, reconocemos que este crimen contra la naturaleza y contra nuestros hermanos es un despropósito ante nuestra propia dignidad humana y un pecado contra Dios.
Manifestamos que en el origen de estos sufrimientos hay una concepción desviada de la tarea que tenemos en el mundo. Dios, que planeó un mundo de belleza y armonía, confió la custodia de su Creación a los seres humanos, a quienes configuró a su imagen y semejanza. Pero los humanos nos hemos apartado de este designio original y nos hemos considerado dueños y señores en lugar de administradores y colaboradores de Dios en la realización cada vez más plena de su Creación.
Admitimos que necesitamos convertir nuestros corazones, cambiar nuestra manera de pensar, cultivar nuevas actitudes y comportarnos de manera acorde con nuestra dignidad. Necesitamos aprender a vivir de manera respetuosa con todas las formas de vida, especialmente con nuestros hermanos sufrientes a causa de un sistema económico depredador y excluyente que pone en el centro el beneficio económico antes que la defensa de la vida.
 
Nos enfrentamos como humanidad a un reto enorme. Pero sabemos que nunca es demasiado tarde. El mundo creado por Dios posee poderes increíbles de curación. El ser humano todavía es capaz de intervenir positivamente, pues como ha sido creado para amar, en medio de sus límites brotan inevitablemente gestos de generosidad, solidaridad y cuidado.
 
Hoy las comunidades Católico-Romana y Ortodoxa, invitamos a todos los cristianos y gentes de buena voluntad en Madrid, a unirse a esta iniciativa global, con la esperanza de que todos los años venideros podamos seguir encontrándonos en estas jornadas, para orar y colaborar juntos por el cuidado de la Creación.
 
Como cristianos, nos alegramos del inmenso tesoro que es nuestra fe, iluminada con la experiencia espiritual de millones de creyentes que han pasado por esta tierra antes que nosotros. Nos asombramos ante el misterio de un mundo que es una trama de relaciones porque ha sido creado según el modelo divino de Dios trinitario. Alabamos al Padre, fuente última de todo y fundamento amoroso y comunicativo de cuanto existe. Nos reconocemos hermanos y discípulos de Jesús de Nazaret, Hijo de Dios hecho hombre, en quien encontramos un modelo humano de comportamiento según la voluntad del Padre. Y nos abrimos a la acción del Espíritu Santo vivificador, que habita en las criaturas y en cada uno de nosotros y nos impulsa a vivir conforme a nuestra dignidad de hijos de Dios.
 
Alabado sea el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén.
 
+ Carlos Osoro Sierra
Arzobispo de Madrid. Iglesia Católica Romana
+ Policarpo
Metropolita Ortodoxo de España y Portugal
+ Timotei
Obispo Ortodoxo Rumano de España y Portugal
 
SE ADHIEREN A LA DECLARACIÓN:

  • Nicolaos Matti Abd Alahad, Arzobispo y Vicario Patriarcal para España de la Iglesia Siro-Ortodoxa de Antioquía
  • Andrey Kordochkin, Párroco de Santa María Magdalena. Iglesia Ortodoxa Rusa – Patriarcado de Moscú
  • Eduard Ibáñez Pulido, Presidente de la Comisión General de Justicia y Paz de España
  • Julia García-Monge, Secretaria General. CONFER (Conferencia Española de Religiosos).
  • Tíscar Espigares, Responsable en Madrid de la Comunidad de Sant’ Egidio
  • Inmaculada González Villa, Pesidenta de la Asociación Ecuménica Internacional en España
  • José Luis Saborido Cursachj, S.J. Director del Centro Pignatelli de Zaragoza
  • Jesús Ferreiro Hergueta, Delegado Scouts de Madrid – Movimiento Scout Católico
  • José Miguel de Haro Sánchez, Presidente de la Asociación Acoger y Compartir.
  • Francisco Brändle Matesanz, Carmelita Descalzo y representante del Carmelo Ecuménico e Interreligioso.
  • Mª Antonia Ercilla Lillo, Coordinadora GRUPO ECUDIR de la Institución Teresiana
  • Hna. Milagrosa Bazán Ocón, Superiora General de las “Hermanas Servidoras de Jesús del Cottolengo del Padre Alegre”
  • Blanca Esther Iriarte, Superiora de la comunidad “Hijas de Jesús” de Gipuzkoa.
  • Vicente Bazán,ofm, Franciscano y Guardián y párroco en S. Francisco de Asís, Alcalá de Henares
  • Mª Rosario González Domínguez, Superiora General de la Congregación de Hermanas Carmelitas del Sagrado Corazón de Jesús
  • Benjamín Echeverría Martínez, Provincial de los Capuchinos de España y presidente de la federación Interfranciscana de España
  • José Luis Munilla Martínez, Superior provincial de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús
  • Mª Arántzazu Sanz Erice, Priora General Entidad de la Congregación Dominicas de la Enseñanza de la Inmaculada Concepción.
  • María Pilar NAVARRO LANDIVAR. Provincial en España de las Hermanas Misioneras de Nuestra Señora de África, (Hermanas Blancas).
  • Amelia Encarnación, Superiora General de la Congregación de Religiosas del Apostolado del Sagrado Corazón de Jesús
  • Clara Pardo Gil, Presidenta de Manos Unidas Campaña contra el Hambre.
  • Dolores García Pi y José Maria Quintas Ripoll, Responsables del Movimiento de los Focolares u Obra de María en Madrid
  • Javier Salazar Celis, Director General de la ONGD “SED Solidaridad, Educación, Desarrollo”
  • Pedro Belderrain Belderrain, Superior Provincial. Provincia de Santiago de la Congregación de los Misioneros Claretianos (Hijos del Inmaculado Corazón de María)
  • Mª Ángeles Aliño Pellicer, Superiora Provincial de la Congregación de las Religiosas de Jesús-María
  • Alexia Gordillo Manzano, Presidenta de la Red de Entidades para el Desarrollo Solidario – REDES
  • Lourdes Gorostola Arrieta, Superiora Provincial de las Mercedarias Misioneras de Berriz.-España

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HOAC, JUSTICIA Y PAZ, JEC Y JOC: Organizaciones de la Iglesia convocan actos en 40 ciudades para reivindicar la necesidad de un trabajo decente

Con motivo de la celebración de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, el próximo 7 de octubre, las organizaciones de Iglesia que impulsan la iniciativa #IglesiaporelTrabajoDecenteCáritas, CONFER, HOAC, Justicia y Paz, Juventud Estudiante Católica y Juventud Obrera Cristinaconvocan por segundo año consecutivo diversos actos públicos en las distintas diócesis del país.
Las plazas e iglesias de 40 ciudades españolas serán el escenario de las actividades programadas por estas entidades, para renovar su compromiso de seguir construyendo y exigiendo una sociedad que defiende el trabajo decente. El trabajo decente refleja las prioridades de la agenda social, económica y política de los países y del sistema internacional. Es, además, un elemento fundamental para alcanzar una globalización justa, reducir de la pobreza y obtener desarrollo equitativo, inclusivo y sostenible.
Hoy es esencial defender el trabajo decente, el derecho a trabajar de toda persona capaz de ello (tanto el trabajo que genera ingresos –empleo— como el que no). Para ello, es necesario amparar un trabajo realizado bajo condiciones dignas para la persona, que se ve seriamente dificultado por el actual modelo socioeconómico.
Para las entidades convocantes, la defensa del trabajo decente implica:
 Poner en el centro a la persona y romper la actual lógica de pensar y organizar el trabajo desde lo económico y los intereses de unos pocos.
 Plantear el sentido y el valor del trabajo más allá del empleo.
 Luchar por unas condiciones dignas de empleo.
 Articular el trabajo y el descanso de forma humanizadora.
 Luchar para que el acceso a derechos humanos como la sanidad, la vivienda o la educación no esté condicionado a tener un empleo.
Ante la celebración de este 7 de octubre, Jornada Mundial por el Trabajo Decente, las entidades de Iglesia, a través de una actuación en red, han organizado un amplio programa de iniciativas conjuntas a escala tanto estatal como diocesana y local para informar, sensibilizar e involucrar a toda la sociedad en la defensa y protección activa de este derecho.
Cáritas, CONFER, HOAC, Justicia y Paz, Juventud Estudiante Católica y Juventud Obrera Cristiana lanzan una invitación a toda la ciudadanía a unirse a esta Jornada y a sumarse a las diferentes acciones que se van a llevar a cabo en todo el país.
Información obtenida en: https://www.hoac.es/2016/10/04/organizaciones-de-la-iglesia-convocan-actos-en-mas-de-40-ciudades-para-reivindicar-la-necesidad-de-un-trabajo-decente/

JUSTICIA Y PAZ: Sí a la paz en Colombia, sí al acuerdo de paz

Después de 52 años de guerra, este 26 de septiembre de 2016 el gobierno de Colombia y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) firman un acuerdo de paz. Este acuerdo debe ser ratificado en referéndum por todo el pueblo de Colombia, el próximo 2 de octubre.
Desde Justicia y Paz queremos expresar nuestra alegría por el hecho de que en un conflicto tan largo, duro y complejo, prevalezcan el diálogo y el compromiso.
Con este acuerdo, comenzará el final del último gran conflicto de grupos armados existente en América Latina, iniciado en la década de los años 20 del siglo pasado por la posesión y desposesión de tierras y que ha ocasionado mucho sufrimiento y dolor. Todas las familias en Colombia han estado inmersas. Debido a esta guerra hay millones de personas colombianas víctimas de desplazamientos forzados; cientos de miles de muertos; decenas de miles de desaparecidos y ha sido afectado un amplio número de colectivos y poblaciones, las comunidades campesinas, la población indígena, la afrocolombiana, etc.
Han sido cuatro años de diálogo difícil desde que en 2012 comenzó en La Habana el encuentro entre delegados del Gobierno y de las FARC, a cargo del presidente Juan Manuel Santos, hasta la firma de estos acuerdos. Hay que tener presente que, en el pasado, se produjeron diferentes intentos de desmilitarizar otros grupos armados y de incorporar también a la vida civil y política a personas y grupos que habían quedado al margen, pero finalmente no lo pudieron hacer, al sufrir la violencia y la eliminación física.
Por eso tiene tanto valor este proceso de paz que ahora se inicia, que debe conllevar el cese de la violencia y la incorporación a la sociedad de miles de personas que dejan la lucha armada. El esfuerzo que se ha hecho para llegar hasta aquí es extraordinario, si tenemos en cuenta no solo la complejidad del conflicto, sino también que las partes negociadoras partían de visiones de la sociedad y de la política enormemente diferentes y en cierto sentido casi antagónicas.
Este trabajo, liderado por el actual presidente colombiano, que ha hecho una apuesta firme por la paz, ha tenido un acompañamiento muy amplio de la sociedad civil, de las organizaciones sociales y de muchas comunidades cristianas. En estos momentos es importante recordar el sufrimiento y el trabajo realizado durante años por nuestros hermanos de la Comisión Intereclesial Justicia y Paz de Colombia, así como muchas otras entidades y colectivos cristianos. Han trabajado duramente junto a las poblaciones más vulnerables, a favor de una paz en el país con justicia social y ofreciendo un testimonio que, en algunos casos, les ha costado la vida. También los obispos colombianos y el papa Francisco han dado un apoyo firme y explícito a este proceso de paz y han hecho un llamamiento a todos los cristianos a sumarse a los esfuerzos para erradicar la violencia y caminar hacia la reconciliación en una Colombia nueva y en paz.
El acuerdo de paz que debe refrendar se basa en 6 puntos, y tiene como eje central el reconocimiento del sufrimiento de todas las víctimas del conflicto, a fin de acabar con la impunidad. Se orienta a establecer la verdad, la justicia, la reparación y evitar la no repetición de los hechos, a partir de mecanismos judiciales que permitan la investigación y sanción de las violaciones de los derechos humanos y la asunción de responsabilidades. Y prevé una búsqueda específica para encontrar a todas las personas desaparecidas.
Los acuerdos contienen el cese de las hostilidades, pero también garantías de seguridad contra las organizaciones criminales responsables de masacres y actos contra las personas defensoras de los derechos humanos. Se garantiza la participación política de los que dejan las armas a través de un mecanismo de representación mínima en el parlamento. Asimismo, se propone una reforma rural integral para mejorar las condiciones de bienestar de la población rural y para encontrar una solución al problema del cultivo, la producción y la comercialización de drogas ilícitas. Para la correcta aplicación del Acuerdo, se crea la “Comisión de implementación, Seguimiento y Verificación del Acuerdo Final de Paz y de resolución de diferencias” formado por representantes de las partes, que velará por su desarrollo.
En definitiva, se trata de un acuerdo ambicioso y que exigirá un largo camino hacia la paz, donde seguramente no faltarán las dificultades y los momentos de tensión. Además, en el camino hacia la finalización del conflicto armado queda pendiente que se incorpore al acuerdo el denominado ELN- Ejército de Liberación Nacional.
Por todo ello, creemos que es importante acompañar desde España este proceso y animar a todos los colombianos, tanto los que viven en el país como los que, por diferentes motivos, están en la diáspora, a dar su voto informado y responsable en favor del SI en el referéndum.
Finalmente, creemos que el proceso colombiano debe reforzar la convicción de que todo conflicto político puede y debe encontrar vías dialogadas para alcanzar la justicia y la paz.
Comisión General Justicia y Paz de España
Madrid, 26 de septiembre de 2016
Resumen Comunicado sobre el Acuerdo de Paz en Colombia
Comunicado sobre el Acuerdo de Paz en Colombia
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JUSTICIA Y PAZ: Algunos apuntes a Educación y Laudato Si'

Contra la obligación del (falso) optimismo

De un tiempo a esta parte, da la sensación de que en determinados círculos de pensamiento vinculados a la pedagogía (marketing educativo, lo llaman algunos)  y a la divulgación más o menos “científica”, uno debe ser obligatoria y falsamente optimista, de tal manera que hasta se han creado una serie de líneas de productos y eslóganes que aparecen en objetos de consumo cotidiano e incluso forman parte del material escolar de nuestros alumnos. Para muestra, algunas de las frases que se pueden leer en las portadas de sus cuadernos: “Pon de moda la felicidad”, “Piensa en positivo”, “Con esta carpeta seguro que lo petas”, “En la vida como en la fotografía hay que cambiar los negativos a positivos”, “Cambia tu forma de ver las cosas y las cosas cambiarán”…
Se trata de una serie de mensajes que rezuman un “optimismo” realmente engañoso que, por un lado, además de culpabilizar a la persona (porque si las cosas van mal no es porque estén mal y haya personas concretas y “estructuras de pecado” que hacen que sean así, sino porque tú no eres capaz de verlas bien) y por otro, también generan una cierta sensación de que los problemas se arreglarán por sí mismos, independientemente del trabajo y esfuerzo personal y comunitario que requieren.
Y, quizá, conviene hacer notar este primer aspecto porque esa mentalidad del “buenismo” y del optimismo siempre alegre, que anida en la nebulosa de la palabrería y las “buenas intenciones”, está bastante lejos de lo que Francisco nos plantea en este apartado de Laudato si’ relacionado con la educación.
Así que no caigamos en la tentación del optimismo por el optimismo (o su contrario). Al fin y al cabo, “el pesimista no cree que cambie el viento; el optimista espera que cambie y el realista ajusta las velas” y, al parecer, el papa Francisco en este como en otros asuntos, no es mal navegante.
 

Laudato si’; ¿Salvar pajaritos y florecillas?

No insistiremos en este punto. Otros lo han hecho con enorme acierto y profundidad. Pero recordar que la encíclica Laudato si’ no es una carta solamente “ecológica” o “medioambiental” dirigida a los amantes de la naturaleza, es otro de los puntos de partida fundamentales.
    “Paz, justicia y conservación de la creación son tres temas absolutamente ligados, que no podrán apartarse para ser tratados individualmente…” (LS, 92). Esta es la clave. No se trata de hablar de flora, fauna, biodiversidad o cambio climático… desligando estos y otros aspectos de los pobres, la justicia y la paz. Se trata por tanto un problema ecológico, sí, pero ligado e inseparable de la antropología, del ser humano, de sus relaciones con los demás, con la creación y, para aquellos que así lo creemos, con el Creador.
Por eso, si queremos abordar este tema desde el punto de vista de la educación, no podemos olvidar este enfoque, porque si no, podríamos llegar a la falsa conclusión de que si ponemos en los colegios un poco más de énfasis en la asignatura de ciencias naturales o en la de biología, el asunto estaría bastante resuelto.
 

Al fin: El capítulo final

Es curioso que el papa Francisco (y el equipo de personas que han colaborado en la elaboración de la encíclica, cosa que a veces se olvida) haya unido en un mismo capítulo, y precisamente en el capítulo final, la educación y la espiritualidad. Seguramente no es algo que haya sucedido al azar, sobre todo si forzamos un poco el esquema de la encíclica bajo el modelo del ver, juzgar y, finalmente, actuar.
Los puntos específicamente bajo el epígrafe de la educación abarcan desde el nº 209 al 215. No son muchos pero sí interesantes, en los que hay varios “hilos musicales de fondo” que son comunes a ellos. Uno sería el que plantea la educación como necesidad porque urgen “nuevos hábitos”. Otro, el que anima a realizar “pequeñas acciones cotidianas”. Y al menos un tercero está referido a los ámbitos educativos para “difundir un nuevo paradigma acerca del ser humano, la vida, la sociedad y la relación con la naturaleza.” (LS, 215). Casi nada.
 

Todos los caminos llevan a… la educación

Llama la atención que después del análisis que se hace en la encíclica de la crítica situación actual, tan certera que ha conseguido el apoyo y reconocimiento de tantas personas y colectivos no solo de círculos religiosos o académicos sino de los más variopintos entornos, no haya concluido, por ejemplo, que el ámbito de actuación y solución ante tanto problema sea el científico, o el tecnológico, o la economía… (materias que también tendrán mucho que hacer y decir) sino la educación.
Porque, como apunta la encíclica y una vez vistas cómo van las cosas, de lo que se trata no es de tapar baches o corregir algunos errores, sino de crear “nuevos hábitos” y posicionarse de una manera nueva (¿vieja?) ante la vida, los demás y nuestro entorno, y eso es difícil de conseguir solo con más dinero, nuevos inventos, o más cacharros electrónicos…
Un nuevo posicionamiento que pasaría, según la terminología de Kohlberg, por transitar del “nivel preconvencional” (que afirma que algo es bueno cuando “me beneficia”) al “nivel convencional” (que sostiene que es justo lo que beneficia “a los míos”) al “nivel posconvencional” (que busca la universalización, sosteniendo que algo es bueno si es bueno para todos y por mucho tiempo).
Y esto, no se puede conseguir sólo “por la fuerza” como recuerda Francisco; “leyes y normas no es suficiente a largo plazo para limitar los malos comportamientos” (LS, 211), aunque también son necesarias, bajo mi particular punto de vista, porque; ¿qué hubiese pasado, por ejemplo, con la ley anti-tabaco en España si no hubiera habido sanciones y hubiésemos tenido que esperar a que cada fumador estuviese persuadido y convencido de que no se debe fumar en determinados espacios? Pues, si no somos ingenuos, la respuesta es obvia. Por eso, además de algunas normas que nos faciliten la vida comunitaria, la educación necesariamente entra en escena.
 

La educación… ¿eso es cosa de la escuela?

La educación, como concepto, se ha vuelto una de esas “palabras comodín” que intuimos que significan “mucho”, pero que según quien la utilice puede significar cosas muy diferentes. Raro es el político, tertuliano o vecino de la comunidad que no termine algún argumentario diciendo que la solución a tal problema es “la educación”. Acto seguido, y como respirando de alivio por sacudirse cierta responsabilidad, se mira de reojo a la escuela y los maestros, aconsejándonos además “que se haga desde bien pequeñitos, porque luego ya se sabe…”
De esta forma, ya se ha podido escuchar en diferentes contextos que la escuela debe encargarse; de la educación formal (mates, lengua, ciencias… lo de siempre), la integración de extranjeros, de personas con discapacidad…, la formación en las nuevas tecnologías, la erradicación de la violencia de género, la educación en valores, la educación sexual, la educación para el consumo, la educación emocional y de la interioridad, la educación vial, la educación en la ciudadanía, cuidar y potenciar la disciplina y las normas básicas de convivencia, educar para una alimentación sana… Asimismo, la escuela debe ofrecer, también, servicios de calidad (comedor, madrugadores…), actividades extraescolares y complementarias, y si se puede, un viajecito de fin de curso…
Además, esto lo tiene que llevar a cabo “el maestro”, que debe ser (y prometo que no son todos los adjetivos que he encontrado en libros de la profesión); dinámico, creativo, “con carisma”, culto, actualizado, buen pedagogo, amable, inteligente, cercano pero con autoridad, comprometido, vocacionado, coherente, buen comunicador, participativo, innovador, motivador, entregado, optimista, exigente… y, para rematar, uno de los últimos que he visto; amigo. ¿Alguien conoce no ya a un maestro, sino a una persona de cualquier ámbito que cumpla al menos una quinta o sexta parte de este último párrafo?
    No pidamos a la escuela lo que esta no puede dar, ni la responsabilicemos de aquello que la sobrepasa con mucho y de manera considerable. Ciertamente que la escuela entendida en su sentido amplio, abarcando desde los primeros años hasta la universidad y más allá, es un ámbito educativo primordial, básico y, si se quiere, necesario con sus virtudes y sus defectos, pero no es la solución a todos los problemas, entre otras razones porque como recuerda J. L. Corzo: “el proceso educativo es múltiple y no educan más los que más se lo proponen”, y si no, que se lo pregunten a muchos padres. Por eso, en uno de los últimos libros de J. A. Marina donde plantea el cambio educativo que quiere promover en nuestro país, dedica varios capítulos monográficos a: la escuela, la familia, la ciudad, la empresa y el Estado. Por eso, el papa Francisco recuerda en su encíclica que los ámbitos educativos deben ser; la escuela, la familia, los medios de comunicación, la catequesis, la política, las asociaciones, la Iglesia…
Así pues, que cada uno (porque todos educamos de manera directa o indirecta, incluso aunque no nos lo propongamos) asuma su trocito de tarta en este pastel.
 

Y, ¿esto cómo se hace?

¿La solución? Pues ya se sabe que en la cocina de la educación no se admite la prisa del microondas. Todo es más lento y paciente, aunque es seguro que a todos nos gustaría ir más rápido. Dice Francisco: “Es muy noble asumir el deber de cuidar la creación con pequeñas acciones cotidianas, y es maravilloso que la educación sea capaz de motivarlas hasta conformar un estilo de vida(LS, 211). “No hay que pensar que esos esfuerzos no van a cambiar el mundo. Esas acciones derraman un bien en la sociedad que siempre produce frutos más allá de lo que se pueda constatar, porque provocan en el seno de esta tierra un bien que siempre tiende a difundirse, a veces invisiblemente” (LS, 212). Así pues, parece que no se admite mucha “alfombra roja” ni muchos atajos en esta carrera de fondo.
La tarea está por delante y ya hay gente que personal y comunitariamente está ya involucrada en ella. Habrá que intentar potenciar entre todos y desde diferentes ámbitos (cada uno donde pueda) lo que propone el papa Francisco: “una ética ecológica”, que ayude “efectivamente a crecer en la solidaridad, la responsabilidad y el cuidado basado en la compasión.(LS, 210).
Luis Carlos Sanz, profesor
Justicia y Paz de Burgos

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JUSTICIA Y PAZ: Cáritas, CONFER y Justicia y Paz instan a la comunidad internacional a proteger a las personas migrantes y refugiadas

Jueves, 15 de septiembre 2016.- Las entidades de acción social de la iglesia en España —Cáritas, CONFER y Justicia y Paz— se suman al llamamiento conjunto que Cáritas Internationalis y el Servicio Jesuita a Refugiados han hecho público ante la celebración, el 19 de septiembre en Nueva York, de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre Refugiados y Migrantes. Este es el texto del llamamiento:
Una llamada urgente a la comunidad internacional
para proteger a las personas migrantes y refugiadas
Cáritas Internationalis y el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) urgen a abordar cambios concretos en el Sistema de Naciones Unidas así como un claro compromiso por parte de los Gobiernos y los actores clave tanto en el sector público como en el privado para asegurar la protección de las personas migrantes y refugiadas.
En una declaración conjunta [VER AQUÍ] ante la cumbre sin precedentes sobre las personas migrantes y refugiadas que organiza las Naciones Unidas en Nueva York el próximo 19 de septiembre, las dos redes mundiales de Cáritas y JRS reclaman la máxima prioridad para satisfacer las necesidades de protección, particularmente de mujeres y niños. Esto significa, en respuesta a las necesidades de las personas migrantes y refugiadas, garantizar sus Derechos Humanos así como el pleno respeto del derecho internacional sobre  personas refugiadas.
El secretario general de Cáritas Internationalis, Michel Roy, asegura que “el desafío que plantea la crisis de solidaridad en respuesta a los movimientos de la migración es masivo y la comunidad internacional se está esforzando para encontrar una respuesta a largo plazo. Pero este reto supone una oportunidad única para revisar el sistema y elaborar un plan para mejorar la respuesta internacional”.
La Guerra, la desigualdad, la pobreza, el cambio climático… han expulsado de sus hogares, a fecha de hoy, a más gente que nunca antes desde la fundación de la ONU: son más 65 millones de desplazados forzosos en todo el mundo, incluyendo más 21 millones de refugiados, 3 millones de solicitantes de asilo y más de 40 millones de desplazados internos.
Todos los Estados miembros  de Naciones Unidas deben adoptar compromisos claros para proteger y garantizar esos derechos y que esos compromisos se traduzcan rápidamente en políticas que corrijan las existentes y que son incapaces de proteger a las personas. Que la migración sea una opción y no una necesidad debe asegurarse mediante políticas migratorias responsables dentro del marco acordado previamente de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Los Estados deben dar cobertura tanto a las necesidades básicas de las personas migrantes y refugiadas que viven fuera de los campamentos como a sus necesidades a largo plazo apoyando procesos de formación y empleo para acceder a medios de vida sostenibles
A nivel local e internacional, la lucha contra la trata de seres humanos deber ser una prioridad  tanto en los programas de emergencia como en la acción a largo plazo.
Instamos a las Naciones Unidas a revisar sus estructuras actuales, evaluar las ventajas comparativas de todos los actores, y definir más claramente  su papel de coordinación y el de la sociedad civil como actores de desarrollo. También llamamos a la transparencia de las prácticas de financiación.
Además, queremos realizar un llamamiento a los países desarrollados para que no usen la ayuda al desarrollo para financiar los costes de la acogida a las personas refugiadas dentro de sus fronteras. Pedimos a todos los países que dejen de condicionar la cooperación al Desarrollo al control de flujos migratorios.
Denunciamos públicamente nuestro rechazo a las expulsiones y devoluciones forzosas de personas, así como la reformulación o reinterpretación del derecho humanitario internacional sobre refugiados para evitar que las personas soliciten refugio o para facilitar que sean retornadas.
Hacemos un llamado a la comunidad internacional a compartir la responsabilidad de proporcionar protección a las personas que huyen de sus hogares evitando que algunos países carguen sobre sus  hombros todo este peso por su propia cuenta.
Consideramos la Cumbre de Jefes de Estado del 19 de septiembre como una oportunidad histórica para fortalecer la respuesta a las migraciones internacionales creando un sistema capaz de proteger los derechos y responder a las necesidades de los grandes movimientos de refugiados y migrantes.
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JUSTICIA Y PAZ: 50ª Jornada Mundial de la Paz (1 de enero de 2017): «La No-Violencia: un estilo de política para la paz»

La No-Violencia: un estilo de política para la paz». Es este el título del Mensaje para la 50ª Jornada Mundial de la Paz, la cuarta del Papa Francisco.
La violencia y la paz están en el origen de dos maneras opuestas de construir la sociedad.
La proliferación de brotes de violencia da origen a gravísimas y negativas consecuencias sociales. El Santo Padre refleja esta situación con la expresión de la “tercera guerra mundial por partes”. Al contrario, la paz tiene consecuencias sociales positivas y permite realizar un verdadero progreso. Por lo tanto, debemos movernos en los espacios de lo que es posible, negociando vías de paz, incluso ahí donde las dichas vías parecen ambiguas e impracticables. De esta manera, la no-violencia podrá adquirir un significado más amplio y nuevo: no solo como aspiración, deseo, rechazo moral de la violencia, de las barreras, de los impulsos destructivos, sino como enfoque político realístico, abierto a la esperanza.
Se trata de un método político fundado en la primacía de la ley. Si se salvaguardan los derechos de cada persona y la igual dignidad de cada uno sin discriminación ni distinción, la no-violencia, entendida como método político, puede constituir una vía realista y llena de esperanza para superar los conflictos armados. En esta perspectiva, es importante que siempre se reconozca la fuerza del derecho, en vez, del derecho de la fuerza.
Con este Mensaje, el Papa Francisco desea indicar un ulterior paso, un camino de esperanza conforme a las presentes circunstancias históricas: para obtener la resolución de las controversias a través de la negociación, evitando que se degeneren en conflictos armados. Dentro de esta perspectiva encontramos el respeto por la historia y la identidad de todos los Pueblos, y la idea de la superioridad moral de una parte sobre la otra sería derrotada. Al mismo tiempo, sin embargo, esto no significa que una Nación pueda permanecer indiferente hacia las tragedias de otra. En cambio, significa reconocer el primado de la diplomacia sobre el fragor de las armas. El comercio mundial de las armas es de tal magnitud que en general es subestimado. El tráfico ilícito de las armas con frecuencia sostiene la mayor parte de los conflictos en el mundo. La no-violencia como un táctica política puede hacer mucho para combatir este flagelo.
***
La Jornada Mundial de la Paz, ha sido instituida por el Papa Pablo VI y se celebra cada año el primero de enero. El Mensaje del Papa es enviado a las Cancillerías de todo el mundo y, también, señala la línea diplomática de la Santa Sede para el año que inicia.
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Justicia y Paz:Proteger los derechos de las víctimas de trata de seres humanos

En 2013, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 30 de julio como el Día Mundial contra la Trata. Según su comunicado, un día necesario para «concienciar sobre la situación de las víctimas del tráfico humano y para promocionar y proteger sus derechos».
Según la Organización Internacional de Trabajo hay 21 millones de personas víctimas del trabajo forzoso en el mundo. Casi 5 millones de ellas, víctimas de trata con fines de explotación sexual.
La trata de seres humanos es la expresión cruel y moderna de la esclavitud y una de las peores violaciones posibles de los derechos humanos. Todos los países están afectados por la trata, ya sea como país de origen, tránsito o destino de las víctimas. No podemos cerrar los ojos ante
una realidad que mueve miles de millones de euros en forma de negocio (delito) muy lucrativo en el que están implicadas muchas más personas de lo que creemos bajo una apariencia de normalidad.
La trata es una realidad invisible pero entra en nuestra vida cotidiana. Detrás de las personas que piden una limosna en el supermercado de nuestro barrio, hay un posible caso de trata. Detrás del mundo oculto y ocultado de la prostitución hay mujeres que son explotadas. Detrás de la ropa que llevamos, o la fruta o verdura que comemos, puede haber sufrimiento de personas que, víctimas de la cultura del descarte a la que alude el papa Francisco, son explotadas por interés económico; personas consideradas como mercancía, como instrumento de enriquecimiento.

Se ha avanzado mucho en los últimos años para perseguir el delito. Los casos de trata con fines de explotación sexual, especialmente, han recibido más visibilidad, pero no podemos olvidar y pasar por alto otras formas de trata como son la mendicidad, los matrimonios forzados, la explotación laboral o el tráfico de órganos. En España todavía no existe una ley integral que aborde todas estas formas de trata, una condición que permitiría una coordinación de manera efectiva para luchar contra la trata, identificar y proteger las víctimas y asegurar sus derechos humanos.
Como entidades de Iglesia denunciamos políticas que aumentan la vulnerabilidad de las personas y el riesgo de ser sometidas a trata, algo que estamos comprobando en las actuales políticas migratorias. Políticas que fracasan al poner en peligro a las personas, empujándolas
a manos de redes de traficantes y tratantes por la falta de vías legales para conseguir un destino mejor. Cada persona tiene el derecho a buscarse una vida digna para sí misma, para sus hijos e hijas, para su familia. No podemos crear un mundo de diferentes velocidades y después simplemente paliar el sufrimiento de las personas en nuestros recursos de atención, cuando ese sufrimiento podría haber sido evitado.
Como entidades de Iglesia, respaldadas en nuestras acciones por la Sección de Trata de la Conferencia Episcopal Española, pedimos que se ponga siempre el interés de las víctimas en el centro, estén o no identificadas como tales, asegurando sus derechos en todas las fases de la lucha contra la trata. Pedimos evitar la revictimización, habilitando mecanismos para que la investigación de los delitos no implique más sufrimiento para las personas.
A la comunidad cristiana apelamos para que no cerremos los ojos ante esta forma tan grave de moderna esclavitud: “¿Dónde está tu hermano? ¿Dónde está tu hermano esclavo?” (Gn. 4,9)

Extraído de: https://www.juspax-es.org/news/proteger-los-derechos-de-las-victimas-de-trata-de-seres-humanos/

JUSTICIA Y PAZ: Entidades sociales reclaman a todos los partidos un compromiso firme y concreto con las personas

Las entidades sociales piden la puesta en marcha de 11 medidas durante los primeros 100 días desde la configuración del nuevo Gobierno

 
 
Casi una quincena de las principales organizaciones sociales españolas de defensa de los derechos humanos y de cooperación al desarrollo han reclamado hoy un compromiso firme, concreto e inequívoco de todos los partidos políticos con las personas refugiadas.
 
En un acto cargado de simbolismo y coincidiendo con el Día Mundial de las Personas Refugiadas, las 14 entidades han presentado 11 medidas urgentes y realizables delante del Congreso, que en apenas seis días conocerá a los diputados y diputadas llamados a investir un nuevo gobierno para la próxima legislatura.
 
Como símbolo, un sobre de votaciones gigante en el que aparecía estampada la frase #RefugioYA. Y un objetivo claro: pedir a los líderes de los partidos que concurren a las elecciones generales del próximo 26J que se comprometan con una política de asilo y refugio que proteja a quienes huyen de la guerra o la persecución.
 
Las 14 entidades reclaman que las medidas se pongan en marcha durante los primeros 100 de días desde la configuración del nuevo Gobierno. Son medidas urgentes ante una realidad insoportable, en la que las muertes en el Mediterráneo se cuentan por miles (casi 3.000 sólo en lo que va de año). Ha habido semanas en las que han perdido la vida más personas en el mar Mediterráneo que en el interior de Siria. Las que consiguen llegar no tienen tampoco muchas opciones: más de 52.000 personas permanecen atrapadas en Grecia.
 
Las 11 medidas
Siete de las medidas puede aplicarlas directamente el Gobierno que salga de las elecciones. Se le pide que cumpla los compromisos asumidos por España, que en una primera fase sólo ha acogido a poco más de 100 personas de las cerca de 18.000 previstas desde 2015. Se le pide que apruebe de una vez un Reglamento de Asilo que lleva siete años de retraso. Se le pide que habilite vías seguras y legales para que las personas refugiadas accedan a territorio europeo sin tener que arriesgar sus vidas (visados humanitarios, posibilidad de solicitar asilo en consulados y embajadas, agilizar las reunificaciones familiares e incentivar programas de reasentamiento).  Se les pide que no demoren eternamente la resolución de las solicitudes de asilo, -en algunos casos la espera supera los dos años cuando la ley establece 6 meses máximo-. Y se les pide que miren a lo que ocurre en Grecia e Italia, pero también en suelo español, en concreto en Ceuta y Melilla, donde a menudo se impide que personas susceptibles de solicitar protección internacional puedan hacerlo.
 
Por supuesto, la Unión Europea juega un papel central en esta situación. La UE tiene la obligación de respetar los derechos humanos de las personas refugiadas -por los convenios que ha firmado- y además tiene la capacidad de acogerlas, puesto que el millón de personas que llegaron el año pasado apenas supone el 2% de la población europea.
 
Sin embargo, Europa está fallando y España debe empujar un cambio radical. En este sentido, las entidades han reclamado a los partidos políticos y al nuevo Parlamento que impulsen la activación de la Directiva de Protección Temporal, que establece un dispositivo excepcional en el caso de amplias llegadas a la UE y que no se comprende por qué no se está utilizando.  Las entidades promotoras exigen a la UE que proteja a las personas más vulnerables, como menores, mujeres o aquellas que padecen enfermedades, y que no firme acuerdos con terceros países que desprotejan a las personas migrantes y refugiadas, siguiendo el modelo suscrito con Turquía el pasado mes de marzo. Y por supuesto, que fomente relaciones internacionales que combatan las causas que provocan las migraciones forzadas y respeten los derechos humanos de manera universal.
 

Leer más: https://www.juspax-es.org/news/las-ong-reclaman-a-todos-los-partidos-un-compromiso-firme-y-concreto-con-las-personas-refugiadas/

HOAC, JEC, JOC, JUSTICIA Y PAZ: Iglesia por el Trabajo Decente

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Desde Iglesia por el Trabajo Decente queremos invitaros a participar en las acciones diocesanas que, con motivo del día 7 de octubre, Jornada Mundial por el Trabajo Decente, queremos impulsar en las diócesis con el objetivo de difundir este concepto acuñado por la sociedad civil y el magisterio de la Iglesia católica, para reivindicarlo y ponerlo en primera línea de la agenda política, social y eclesial.
Como decíamos en el díptico que os remitimos a primeros de mayo y que os volvemos a enviar ahora, “toda la comunidad cristiana está llamada a visibilizar y denunciar la situación de desigualdad en el acceso al trabajo decente y la negación de dignidad que esto supone. Todos y todas podemos hacer algo desde nuestras organizaciones, parroquias o lugares de compromiso. La defensa del trabajo decente es esencial para la realización de las personas y de las familias.”
Para esta ocasión, ofrecemos una serie de materiales que pueden ser usados adaptándose a la realidad de cada lugar, pero que quieren servir para generar una experiencia de coordinación y comunión entre distintas organizaciones de Iglesia, como ocurrió con la exitosa campaña del pasado año, y despertar la sensibilidad de todos los sectores de la sociedad. Los materiales que os enviamos adjuntos son los siguientes:

  1. Propuestas de diferentes actos públicos: actos de calle, mesas y foros de reflexión,…
  2. Un esquema para la celebración de una vigilia de oración.
  3. Un cartel para facilitar la convocatoria (personalizándolo en cada caso con los actos que se programen y las organizaciones que convoquen) y para la visibilización de la iniciativa en diversos espacios.
  4. Finalmente, el díptico sobre el trabajo decente que ya enviamos a primeros de mayo, así como la presentación de la Iniciativa y lo que pretendemos con ella

En todo caso, nos parece muy importante que, en lo que se pueda organizar de cara al 7 de octubre, estén presentes acciones tanto de oración-celebración como de manifestación pública de lo que como Iglesia defendemos en este campo.
Para más información, podéis dirigidos a la dirección de correo info@iglesiaporeltrabajodecente.org  y/o a la página web www.iglesiaporeltrabajodecente.org
 
Presentación_Qué es el Trabajo decente_ITD
Propuesta acciones 7 octubre 2016
Propuesta Vigilia 7 octubre 2016
Díptico Qué es el Trabajo Decente

JUSTICIA Y PAZ: El acuerdo UE-Turquía supone «un cambio monumental en la protección internacional de la Unión europea»

Dentro de una acción coordinada con otras redes católicas de la UE, las entidades de la Iglesia católica en España que trabajan con migrantes y refugiados –Cáritas, CONFER (Conferencia Española de Religiosos), el Sector Social de la Compañía de Jesús y Justicia y Paz— han remitido una carta a los europarlamentarios españoles en la que manifiestan que “el reciente acuerdo de la Unión Europea con Turquía constituye un cambio monumental en la política de protección internacional de la UE”.
En la misiva se afirma con rotundidad que “por primera vez en la historia, se ha celebrado un acuerdo entre la UE y un país tercero que se dirige, expresamente, a impedir que las personas que buscan protección accedan a las fronteras exteriores de la UE”.
Se trata de una denuncia compartida también por la Conferencia Episcopal Española, que recientemente ha calificado el Acuerdo con Turquía como “injusto con todas las de la ley”.
La carta ha sido remitida a los eurodiputados españoles que forman parte de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior, la Comisión de Asuntos Constitucionales, la Comisión de Asuntos Jurídicos y la Subcomisión de Derechos Humanos. En el envío se han incluido también las embajadas en España de los Países Bajos, país que ostenta la presidencia semestral de la Unión Europea, y de Eslovaquia, que asumirá la presidencia el próximo semestre.
Elementos de mayor preocupación
La carta enumera los elementos claves del Acuerdo que más preocupan a las instituciones firmantes, como son:
–          El retorno a Turquía de todas las personas que llegan irregularmente desde Turquía a las islas griegas.
–          El uso de la detención indiscriminada en ‘hotspots’ en las islas griegas, particularmente dañino para un número creciente de mujeres y niños que llegan desde Turquía.
–          El riesgo de separación de familias y de añadir experiencias traumáticas adicionales a personas vulnerables que huyen de la violencia, la guerra y la persecución.
–          El esquema de “uno por uno” para  reasentar a refugiados sirios sólo desde Turquía a la UE.
Cáritas, CONFER, el Sector Social de la Compañía de Jesús y Justicia y Paz recuerdan a los europarlamentarios españoles que “las negociaciones y la conclusión del acuerdo han tenido lugar sin ninguna consulta al Parlamento Europeo”. “En su lugar, las representaciones democráticas del pueblo en Europa han sido deliberadamente excluidas del proceso”, añaden.
Vulneración de derechos
Señalan, además, que “las medidas estipuladas en el acuerdo son ilegales porque vulneran normas internacionales de derechos humanos así como el derecho de la Unión Europea”. En concreto:
–          El retorno indiscriminado a Turquía de todos los migrantes que crucen irregularmente el Mar Egeo hasta Grecia constituye, “de facto”, una expulsión colectiva.
–          Turquía está lejos de ser capaz de proporcionar suficiente seguridad y el cumplimiento del conjunto de derechos de los que gozan los refugiados bajo derecho internacional, en particular la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951. Por tanto, Turquía no cumple los criterios de tercer país seguro o de país de primer asilo seguro bajo el derecho de la UE.
–          Hay informes de las deportaciones de refugiados (sirios) desde Turquía a Siria. Una expulsión del territorio de la UE a Turquía puede, por lo tanto, derivar en una deportación en cadena de un refugiado al país de persecución y constituye una violación del principio de no devolución.
Posibles alternativas
En otro párrafo de la misiva se afirma que “la detención indiscriminada de solicitantes de protección también es ilegal, ilegalidad acentuada por el número significativo de familias, mujeres y niños que hacen el viaje desde Turquía a las islas griegas”. Se recuerda, a este respecto, que “existen alternativas razonables y eficaces al acuerdo UE-Turquía”.
Ya como Cáritas Europa, el Servicio Jesuita a Refugiados Europa y otras organizaciones religiosas propusieron en noviembre de 2014 para abrir nuevas vías legales y seguras de acceso a la protección en Europa medidas como la emisión de “visados humanitarios” o la retirada de la exigencia de visado a colectivos como los que huyen de la guerra en Siria. “Tales medidas –se indica en la carta– no requieren grandes cambios legales, sino más bien ser implementadas como parte de una política coherente”.
Cáritas, CONFER, el Sector Social de la Compañía de Jesús y Justicia y Paz concluyen con una petición a los europarlamentarios españoles para que “expresen su indignación por no haberse tenido en cuenta al Parlamento Europeo en el acuerdo UE-Turquía, adopten una postura firme sobre este tema, pidan la anulación del citado acuerdo y presionen para que se desarrollen vías de acceso legal y seguro a protección”.
La carta va firmada por Sebastián Mora, Julia García Monge e Isabel Cuenca, secretarios generales de Cáritas, CONFER y Justicia y Paz, respectivamente; y por Alberto Ares, delegado del Sector Social de la Compañía de Jesús.
Nota MigrantesConDerechos Parlamento EuropeoFin