JUSTICIA Y PAZ: Declaración sobre la UE

Por la Asamblea General de la Conferencia de Comisiones de Justicia y Paz de Europa

La cumbre informal de la UE en Bratislava el 16 de septiembre fue la primera ocasión después del referéndum de Reino Unido en la que los 27 Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea se reunieron sin el primer ministro del Reino Unido. El resultado fue la adopción de la Declaración y el Plan de trabajo de Bratislava. Este último contiene una serie de propuestas políticas concretas y un calendario para su aplicación en el ámbito de la migración, la seguridad interior y exterior, la defensa, el desarrollo económico y social y la juventud. Unos días antes, en su discurso sobre el estado de la Unión Europea, Jean Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, presentó su hoja de ruta de cinco puntos para la inversión, el mercado único digital, la seguridad, la defensa y la juventud.
Tomando nota de estas iniciativas, pero también de la continua controversia y desacuerdo entre los Estados miembros después de la votación del Brexit, la Conferencia de Comisiones de  Justicia y Paz de Europa (Justicia y Paz Europa) se reunió el lunes, 3 de octubre de 2016, en Luxemburgo para su Asamblea General anual y aprobó la siguiente declaración:
 
1. La Unión Europea está en mal estado. Un importante Estado miembro ha decidido abandonarla. Muchos otros ignoran o desafían abiertamente las normas y decisiones adoptadas previamente juntos. Algunos están luchando ellos mismos por la unidad. Es necesario sobre todo restaurar la confianza para reunir las cosas de nuevo, tanto la confianza entre los Estados miembros como la confianza de la ciudadanía en la política en general y en las instituciones europeas, en particular. La confianza en la Unión Europea sigue siendo una respuesta válida a la aterradora guerra y violencia del siglo XX y a los desafíos de la globalización del siglo XXI.
 
2. La confianza en Europa no será el resultado de declaraciones, planes de trabajo y discursos, y ciertamente no lo será en el corto plazo. Se necesitarán años para reconstruir lo que se perdió y se necesitarán resultados sustanciales en términos de empleos de calidad para los jóvenes, nuevas oportunidades para los más pobres, más seguridad para todos y la protección del medio ambiente. Se requerirán procedimientos más transparentes y democráticos, así como un mayor respeto por las tradiciones nacionales, regionales y locales, que están amenazados por las fuerzas del mercado mundial, junto a una mayor justicia social en términos de impuestos y oportunidades para las personas más pobres en Europa y en todo el mundo.
 
3. La Unión Europea reúne a los Estados-nación democráticos. No los sustituye y su supervivencia depende de mayorías estables y claras en favor de la UE dentro de ellos. Teniendo esto en cuenta, los siguientes doce meses presentarán una serie de desafíos electorales. Varias elecciones y referendos pueden debilitar aún más el apoyo popular a la UE. Los gobiernos son por lo general menos proclives a tomar medidas políticas audaces justo antes de elecciones importantes. Por lo tanto, los próximos meses son también en gran medida el momento para que la sociedad civil tome la iniciativa y promueva la Unión Europea. Las Iglesias cristianas desempeñarán también su papel en esta línea.
 
4. Estamos de acuerdo con el proceso de consulta entre la Conferencia de Iglesias Europeas (CEC) y sus miembros para la próxima Asamblea General de la CEC en 2018, lanzado el pasado mes de junio. Durante los próximos doce meses, los obispos católicos de los países de la UE (COMECE) prepararán de forma activa su importante Congreso sobre el futuro de Europa, en Roma en 2017. Las iniciativas nacionales como las Semanas Sociales de Francia van a dedicar su reunión anual en 2017 a la cuestión europea. Asimismo, agradecemos al papa Francisco su comprometido interés en Europa y los influyentes discursos de 2015 en el Parlamento Europeo y en la atribución del Premio Carlomagno en 2016.
 
5. Justicia y Paz de Europa, nuestra red, está dedicada a la paz y la justicia social en el mundo y hemos decidido dedicar nuestra próxima acción concertada anual al tema “Europa en la encrucijada”. El documento guía para la acción concertada se publicará al inicio de la Cuaresma de 2017 e incluirá diez propuestas concretas de política. Las comisiones nacionales iniciarán actividades locales sobre la base del documento y las propuestas.
 
6. Mientras tanto, deseamos manifestar nuestro firme compromiso con la Unión Europea. Esperamos que los pueblos y naciones de nuestro continente sigan el camino de la estrecha cooperación y superen las dificultades actuales. Profecías sombrías predicen a menudo el declive económico y demográfico de Europa en el curso del siglo XXI. Una posible ruptura de la Unión Europea, sin duda, aceleraría este proceso. Mejorar la Unión Europea y acercarla cada vez más a sus ciudadanos es la mejor forma de prevenirla. El cristianismo no es una religión en declive sino inspiradora. Es una religión de esperanza. Como personas cristianas en Europa, hacemos un llamamiento a toda la ciudadanía y sobre todo quienes tienen responsabilidades políticas para contribuir a una Europa de la responsabilidad y la solidaridad.
 

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