JUSTICIA Y PAZ: Hospitalidad, dignidad y derechos: claves del marco común de trabajo con refugiados y migrantes de las entidades de acción social de la Iglesia en España

Con este documento, las entidades promotoras de la citada Red —Cáritas Española, la Comisión Episcopal de Migraciones, CONFER, el Sector Social de la Compañía de Jesús y Justicia y Paz— pretenden consolidar la estrategia estatal conjunta que vienen impulsando para organizar, a la luz del Jubileo de la Misericordia convocado por el Papa Francisco en 2016 para conmemorar el 50 aniversario del Concilio Vaticano II, una respuesta global y coordinada a la realidad de las migraciones en nuestro país, que se ha visto agudizado en los últimos meses con la aparición de nuevos escenarios en el seno de la Unión Europea.

Objetivo

Según se señala en la introducción, “el objetivo de este Marco Común no es otro que el de continuar con nuestra línea de trabajo conjunta, articulada a través de esta Red Intraeclesial desde la voluntad de impulsar una presencia coordinada de Iglesia y de compartir el núcleo de esta reflexión, que luego alimentará los distintos espacios de cada una de nuestras entidades, según su misión y carisma”.

Las entidades pretenden “sostener públicamente un discurso común y una mirada compartida sobre el hecho migratorio en todas sus vertientes, así como la convicción sobre la necesidad de sensibilizar a las propias comunidades cristianas en la defensa de los derechos de las personas migrantes y refugiadas, en el cultivo y desarrollo de una cultura de la acogida del diferente inspirada en la hospitalidad”.

Valoran, además, como una gran oportunidad la corriente de sensibilidad social y comunitaria expresada en múltiples formas hacia las personas en busca de protección internacional. Y señalan, al mismo tiempo, ciertas sombras del actual horizonte político y mediático “al establecer categorías sobre las personas que se encuentran en situación de movilidad, al situar en lugar preferente los derechos de unas personas solicitantes de asilo —que proceden de un determinado conflicto o de un determinado país— ante los de otros solicitantes de asilo y los de otras personas migrantes”.

Cuatro constataciones

En el documento se recogen cuatro constataciones. Primero: la actual situación no es solo una emergencia, sino el resultado de una política orientada exclusivamente al control de flujos. Segundo: estamos ante una situación que no afecta solamente a las personas en busca de protección internacional, sino a la dignidad y a los derechos de todos los migrantes. Tercero: es imprescindible activar en Europa una mirada larga que aborde las causas de las migraciones forzadas. Y cuarto: es urgente transformar el reto en oportunidad, ya que las migraciones son una oportunidad para el desarrollo de los pueblos.

Una mirada que aborda las causas de las migraciones forzadas

Cáritas, la Comisión Episcopal de Migraciones, CONFER, el Sector Social de la Compañía de Jesús, y Justicia y Paz proponen, junto a la puesta en marcha en Europa de un plan urgente de acogida humanitaria e integración, articular en paralelo medidas que incidan en las causas de los desplazamientos:

–        Asegurar la paz y el desarrollo tanto en los países de origen como de tránsito hacia Europa es una pieza clave de nuestro futuro común.

–        Atajar las causas de la migración involuntaria, como son los conflictos armados, la pobreza y la desigualdad, el cambio climático, la competencia por los recursos naturales, la corrupción y el comercio de armas.

–        Aumentar la Ayuda Oficial al Desarrollo de los países de la UE hasta alcanzar el prometido 0,7 % del PIB. Esta ayuda debe prestar atención prioritaria a los Estados más frágiles y a los países menos desarrollados.

–        Exigir a la ONU su apoyo a aquellas acciones que aseguren la paz en zonas de conflicto.

–        Abordar de raíz las causas de la trata de personas. Esto pasa por considerar a las víctimas de trata no como infractores, sino como víctimas de un delito, y proporcionar respuestas eficaces de apoyo y tratamiento a las víctimas de trata.

Una mirada inclusiva sobre la acogida, la integración y la interculturalidad

La Red Intraeclesial ha acordado trabajar de forma conjunta y coordinada tanto a nivel interno como ante a los poderes públicos, en defensa de unas políticas de acogida e integración que incidan en el cambio de estereotipos y en combatir, a través de una mirada inclusiva, los discursos racistas y xenófobos en nuestra sociedad.

Las entidades muestran su convicción de que “las migraciones son una oportunidad para el desarrollo de los pueblos, no solo para las sociedades de origen y tránsito, sino también para nuestras propias sociedades que hoy se configuran ya como espacios de mestizaje, que se enriquecen en la convivencia con los otros”.

El Buen Samaritano, fuente de inspiración

El Marco Común lanza una invitación a encontrar “inspiración en la parábola del Buen Samaritano” y “a superar el miedo para ir al encuentro del otro, del extraño, del extranjero y reconocerlo como ser humano”. “Este encuentro –se recuerda— nos cuestionará, nos hará cambiar los planes y tomar una dirección distinta, como hizo el Buen Samaritano al ver al hombre apaleado al borde del camino. Pero nos llevará también a descubrir riquezas humanas insospechadas, allí donde el miedo nos hacía ver sólo riesgos y peligros”.

En definitiva, con esta iniciativa las organizaciones que integran la Red quieren responder a la pregunta del Papa en su mensaje para la Jornada Mundial del Emigrante y Refugiado 2016: “¿Cómo hacer de modo que la integración sea una experiencia enriquecedora para ambos, que abra caminos positivos a las comunidades y prevenga el riesgo de la discriminación, del racismo, del nacionalismo extremo o de la xenofobia?”.

Extraído de: https://www.juspax-es.org/news/nota-de-prensa-la-iglesia-ante-el-reto-de-las-migraciones/

Acogida a los refugiados

Madrid, 8 de septiembre de 2015.- En una reunión celebrada ayer en Madrid, Cáritas Española, la Comisión Episcopal de Migraciones, CONFER, el Sector Social de la Compañía de Jesús y Justicia y Paz han acordado desarrollar una estrategia estatal conjunta como entidades de acción social de la Iglesia católica en España para organizar una respuesta generosa y coordinada al llamamiento que el Papa Francisco ha dirigido este domingo a las “parroquias, las comunidades religiosas, los monasterios y los santuarios de toda Europa” para acoger a los refugiados.

Propuesta conjunta de acogida

En ese encuentro, las entidades de iglesia han acordado ir de la mano en cada una de las respuestas que se vayan articulando para organizar la acogida en el marco del compromiso de protección internacional que asuma finalmente el Estado español. Para ello, se ha decidido poner a punto una propuesta conjunta cuando el proceso de acogida de refugiados en nuestro país esté definido en el seno de la Unión Europea. Esta propuesta tomará en consideración los generosos ofrecimientos que desde las distintas Diócesis, Parroquias, congregaciones religiosas y comunidades están llegando a cada una de nuestras entidades. Invitamos, en este sentido, a que en los diferentes espacios de la Iglesia se participe en este proceso de acogida a los refugiados de forma tranquila para garantizar una respuesta coordinada y común.

Nuestras entidades cuentan con una larga experiencia de trabajo sobre la realidad de la migración y el refugio, tanto en las regiones de origen como en los países de tránsito y de acogida. Conocemos tanto sus causas como las necesidades de acompañamiento y protección de cada una de las personas que abandonan sus hogares en busca de justicia, libertad y dignidad.

Cáritas Española, Comisión Episcopal de Migraciones, CONFER, Sector Social de la Compañía de Jesús y Justicia y Paz seremos generosos en la respuesta fraterna que articulemos a nivel estatal. Como entidades de Iglesia ofrecemos nuestra colaboración a los poderes públicos en aquellos aspectos de la acogida y el acompañamiento a los refugiados donde el Estado, como máximo garante de la protección de estas personas, no pueda asumir. Una vez definido cuál va a ser el itinerario de colaboración podremos concretar, con la mayor urgencia posible, el plan de actuación común que como Iglesia deberemos desarrollar a medio y largo plazo en cada uno de los ámbitos diocesanos.

No es sólo una crisis de refugiados

Como hemos señalado en nuestra nota de prensa del pasado 2 de septiembre, no estamos sólo ante una crisis humana, sino ante la evidencia de un fracaso absoluto de las políticas europeas de migración y de cooperación, que han estado más preocupadas en cerrar las fronteras a cualquier precio antes que ocuparse de la desesperada situación de miles de seres humanos o de la obligada protección de sus derechos humanos.

No se trata únicamente de una crisis de refugiados. Y no podemos ni debemos quedarnos sólo en una respuesta de emergencia a todas esas personas que, efectivamente, necesitan de nuestra protección.

Nos preocupa, en ese sentido, el riesgo para la convivencia que supone la consolidación del mensaje que se escucha estos días de “refugiados sí, migrantes no”. Debemos ser capaces de romper ese mensaje, trasladando a toda la opinión pública y a nuestros espacios y comunidades eclesiales la complejidad de las causas comunes que motivan la movilidad humana, ya se trata de refugio o de migración, como ámbitos inseparables e íntimamente relacionados. Urge, por ello, recordar la inspiración evangélica de nuestro compromiso, que ante la pregunta «Señor, ¿cuándo te vimos forastero, y te acogimos?», Dios Padre nos responde: «En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis» (Mt 25,31-46).
Contactos

Contactos para MCS

Cáritas: Angel Arriví comunicacion.ssgg@caritas.es (91.444.10.16 – 619.04.53.81)

CONFER: Eduardo García mcs@confer.es (651.58.96.18)

Justicia y Paz: Emilio Gómez Ciriano (610.78.20.69)

Sector Social Compañía de Jesús: Elena Rodríguez-Avial prensa@jesuitas.es (653 86 28 10)

Declaración final de la Jornada 2015 “Por el derecho a un trabajo decente”

Los días 10, 11 y 12 de abril se celebraron en la ciudad de Lleida las Jornadas anuales de Justicia y Paz bajo el título Por el derecho a un trabajo decente.

En primer lugar, queremos agradecer el apoyo de la Universitat de Lleida y del Obispado de la diócesis de Lleida en la organización y realización de las jornadas, así como la participación de los ponentes de las conferencias y de las mesas redondas, personas pertenecientes a organismos internacionales (OIT), universidades (Universidad de Salamanca), sindicatos (CCOO y UGT) y patronal (COELL) y a movimientos mundiales, estatales y locales de trabajadores cristianos (MMTC, HOAC y ACO).

De las ideas y reflexiones que han surgido, queremos destacar las siguientes:

​ – ​La reivindicación a un trabajo decente es una necesidad imperiosa en estos momentos dadas las circunstancias de desempleo y precariedad laboral dominantes en el llamado “mercado de trabajo” mundial y especialmente en el español.

​ – ​Que a la hora de valorar el empleo hay que tener en cuenta tanto la cantidad (número de empleos) como la calidad (estabilidad, salarios, ambiente laboral, etc.) del mismo porque ambas perspectivas son igual de importantes para garantizar el bienestar óptimo de la ciudadanía.

​​- ​Que la recuperación económica que se está anunciando no viene acompañada por la creación de empleo suficiente y que por este motivo corremos el riesgo de entrar en un período de crecimiento sin empleo no visto en anteriores fases del ciclo económico.
​​​ – ​Que la recuperación económica será muy lenta, por lo que esta crisis llevará a consecuencias estructurales graves como la exclusión social de colectivos de población, como los parados de larga duración, que difícilmente volverán a trabajar y, por consiguiente, a recibir rentas del trabajo, lo que les llevará a perder capacidades profesionales adquiridas y perspectivas laborales futuras.

​ – ​Que la mayor parte del empleo temporal y a tiempo parcial, que está siendo la base del empleo que se va generando, es involuntario, por lo que muchas y muchos trabajadores no verán satisfechas sus necesidades básicas de subsistencia con dignidad, aun disponiendo de un puesto de trabajo.

​ – ​Que todo lo anterior lleva a un desafío al sistema de protección social, porque el porcentaje de población en riesgo de pobreza y exclusión social es elevado. El número de hogares sin ocupados y sin ingresos laborales ha ido aumentando de forma ininterrumpida.

​ – ​Que las políticas de estímulo han sido insuficientes y poco eficaces y que las de austeridad se han basado en ajustes que han recaído de forma sistemática, y casi exclusiva, en el mercado de trabajo y en las condiciones laborales.

​ – ​Que las políticas activas de empleo aplicadas no se han adaptado a las necesidades que los cambios económicos y sociales acaecidos en las últimas décadas y la crisis profunda económica que aún padecemos ha ido surgiendo. Es necesaria una modernización, una nueva perspectiva y una adaptación de las mismas, con el objetivo de mejorar las posibilidades de inserción laboral de los trabajadores que en estos momentos se encuentran sin empleo.
Todas estas situaciones destacadas nos llevan a una reflexión profunda sobre la orientación de las políticas económicas y sociales y sobre las acciones que las trabajadoras y trabajadores del mundo hemos de llevar a cabo. Para ello es necesario:

​ – ​Que las políticas activas de empleo eviten la salida del mercado de trabajo y aumenten las competencias de las trabajadoras y trabajadores, por lo que sus programas deben estar bien orientados.

​ – ​La colaboración de los agentes sociales, una rigurosa evaluación de estas políticas y una dotación suficiente de recursos económicos para las agencias de intermediación, preferentemente públicas.

​ – ​Un sistema de protección social que esté bien diseñado con el objetivo de reducir la pobreza y las desigualdades sociales, de estabilizar la demanda de empleo y de reducir el desempleo.

​ – ​El diálogo social y negociación colectiva como instrumentos imprescindibles para la cohesión social.

Como organización de iglesia valoramos la aportación que la Doctrina Social de la Iglesia en la que se nos indica que el trabajo:

​ – ​Ha de ser expresión de la dignidad esencial de todo hombre y de toda mujer, es decir, un trabajo libremente elegido y vinculado al desarrollo de su comunidad, en el que todos los trabajadores sean respetados y que sirva para la satisfacción de las necesidades propias y de sus familias.

​ – ​Debe contribuir a la plena realización de las personas en sus ámbitos social, personal, familiar y espiritual.

​ – ​Debe asegurar una condición digna a los trabajadores que llegan a la jubilación.

Y que así mismo se debe garantizar:
​ – ​La organización libre de los trabajadores para poder oír su voz y el respeto al derecho de reunión y de asociación.

​ – ​El cumplimiento de los derechos más elementales de los trabajadores en el sentido de disponer de una remuneración justa, de descanso, de ambientes de trabajo y de procesos productivos que no comporten perjuicio a su salud física y que no dañen su integridad moral.

​ – ​El derecho a subsidios adecuados indispensables para la subsistencia de los trabajadores en paro y de sus familias, a pensiones y a una seguridad social para la vejez, la enfermedad y la siniestralidad laboral.

En palabras del papa Francisco: “es necesario sobre todo volver a dar dignidad al trabajo”.

Además, en estas jornadas hemos conocido las acciones y actividades que llevan a cabo movimientos de trabajadores cristianos en su compromiso evangélico en el mundo del trabajo: el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC) y la Acción Católica Obrera (ACO) de Catalunya. A través de su ejemplo hemos aprendido cómo se puede profundizar en la fe bajo este compromiso y cómo llevando cabo actuaciones en favor de la defensa de los derechos de los trabajadores se pueden mejorar las condiciones de trabajo y de vida de aquellos colectivos de población más desfavorecidos, víctimas de las políticas más agresivas de la lógica neoliberal. En este sentido nos adherimos a la reclamación del MMTC (y otras organizaciones) para que el trabajo decente sea recogido como como una prioridad específica básica y elemental en la agenda de desarrollo post-2015 de las Naciones Unidas.
Por todo ello, ponemos de manifiesto la necesidad de que la ciudadanía, los agentes sociales y los representantes de las instituciones públicas, debemos tomar consciencia, responsabilizarnos y actuar, cada uno dentro de sus posibilidades, ante las necesidades de cambio en las estructuras del mercado de trabajo. Creemos que es necesaria una reorientación en las políticas sociales y laborales que se están aplicando. Tenemos la obligación de hacer lo posible para mejorar las condiciones laborales, en su conjunto, y hacer del trabajo una actividad que dignifique a las personas y les permita vivir una vida más decente.

Rafael Allepuz Capdevilla

Justicia y Paz

 

Comunicado de Justicia y Paz sobre las nuevas muertes de inmigrantes en el Mediterráneo

Ante las nuevas y alarmantes noticias de muertes por naufragio en el Mediterráneo de personas que intentaban entra en Europa, las entidades firmantes queremos expresar nuevamente nuestro dolor e indignación ante esta continua e inaceptable tragedia.

Creemos que esta terrible situación requiere una intervención internacional inmediata, organizando un sistema de auxilio en aguas del Mediterráneo para salvar vidas. A la vez, es necesario crear un sistema regular y controlado que permita la entrada a Europa por motivos humanitarios. Y si Europa no está a la altura de poner fin a las inaceptables muertes en el mar, las Naciones Unidas han de entrar en acción utilizando todos los medios disponibles, incluyendo la convocatoria del Consejo de Seguridad.

Así mismo, nos unimos a la sentida oración que el Papa Francisco ha hecho este martes en el Ángelus por aquellas personas “que buscaban felicidad, pero han acabado encontrando la muerte”, y nos adherimos también a su petición de una movilización de la Comunidad Internacional.

Finalmente, queremos una vez más pedir públicamente lo que ya hemos dicho recientemente en anteriores comunicados: es necesaria y urgente una nueva política europea que, en lugar de controles, vigilancia y barreras fronterizas, priorice verdaderamente la protección de la vida y los derechos humanos de las personas migrantes, que garantice y respete realmente el derecho de asilo, que abra vías realistas a la migración laboral y que favorezca eficazmente la paz, la estabilidad y el desarrollo humano en el entorno europeo y en todo el mundo.

Madrid, 22 de abril de 2015

 

La Conferencia Española de Religiosos (CONFER), es un organismo constituido por los Superiores Mayores de los Institutos Religiosos y Sociedades de Vida Apostólica establecidos en España. Para realizar un mayor servicio a la vida religiosa en cada lugar, la CONFER establece Delegaciones Regionales y Diocesanas. Teléfono: 915193635. Contacto: sec.social@confer.es

Justicia y Paz – Comisión General de España, es miembro de la Conferencia de Comisiones Justicia y Paz de Europa (con estatuto consultivo ante el Consejo de Europa); el Foro de Laicos; la Federación de Asociaciones de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos – España (con estatuto consultivo especial ante el Comité Económico y Social de la Organización de las Naciones Unidas); la Coordinadora de Organizaciones No Gubernamentales de Desarrollo – España; y la Plataforma de Cooperación Internacional para los Inmigrantes Indocumentados (PICUM). Teléfono: 915061828. Contacto: juspax@juspax-es.org

 

La Jornada anual de la Comisión General de Justicia y Paz

 

La Jornada anual de la Comisión General de Justicia y Paz este año se celebrará en Lleida, entre los días 10 y 12 de abril.

Continuando con el trienio, estas jornadas son las últimas de las tres previstas por Justicia y Paz sobre el mercado de trabajo y las condiciones laborales.  Tendrán como lema “Por el derecho a un trabajo decente”. Este año se ha procurado contar con la visión internacional, desde de la Organización Internacional del Trabajo, que se centrará en la calidad del empleo en España desde una perspectiva comparada y de futuro. Pueden consultar el programa aquí.

Para compartir estas reflexiones y tener un tiempo de convivencia, tienen la posibilidad de asistir, rellenando la inscripción en su web: www.juspax-es.org.

Justicia y Paz: Campaña : ¡En 2015, exijamos del Parlamento Europeo una legislación ambiciosa para erradicar los minerales de conflicto!

En muchas zonas del mundo marcadas por conflictos, la explotación y el comercio de los recursos naturales permite a los grupos armados, culpables de graves abusos contra la población, el obtener financiación. Al abastecerse en recursos naturales extraídos de zonas de conflicto o de alto riesgo, las empresas europeas pueden alimentar la violencia en perjuicio de los derechos humanos, de la paz y del desarrollo. Por ello, los minerales de conflicto o minerales de sangre se pueden encontrar en nuestras computadoras, nuestros teléfonos, nuestros automóviles…

 El 18 y 19 de marzo de 2015, los miembros del Parlamento Europeo que asisten al Comité Internacional de Comercio (INTA) votarán sobre el abastecimiento mineral responsable (la regulación llamado “minerales de conflicto”). Posteriormente se realizará una votación en una sesión plenaria del Parlamento Europeo del 18 al 21 de mayo (el día exacto está por confirmar). Estos votos serán cruciales para el resultado de una legislación que tiene un gran impacto en el bienestar de muchas comunidades del Sur.

Enlace a la campaña

Firma por una regulación eficaz

Más de 130 dignatarios de la Iglesia apoyan su demanda para una legislación más ambiciosa

Le​gislación​ ​para los minerales de conflicto

Nota de prensa conjunta de las entidades católicas de la Iglesia de España y Marruecos que trabajan con migrantes

Madrid, 13 de febrero de 2015.- Las organizaciones de la Iglesia católica en España y en Marruecos involucradas en la acogida, acompañamiento y defensa de los derechos y la dignidad de los personas migrantes queremos expresar una vez más nuestra grave preocupación y dolor ante los lamentables sucesos que se agolpan en los últimos días, donde son de nuevo triste motivo de actualidad informativa la muerte y el sufrimiento de miles de hombres y mujeres que huyen de las guerras, el hambre y la pobreza de sus países de origen.

A todos ellos les transmitimos nuestra solidaridad y cercanía fraterna.

No queremos acostumbrarnos a la repetición de sucesos como estos, que nos hablan de historias de desesperación encarnadas en personas que, por falta de medios en las unidades de socorro, mueren ateridas de frío tras ser rescatados; de desalojos violentos de cientos de subsaharianos en los montes próximos a Melilla para ser objeto de traslados forzosos y abandonados luego a su suerte; de prácticas ilegales en las fronteras, que lesionan derechos y que son cuestionadas por instancias de la Unión Europea; de la escasa voluntad política por esclarecer sucesos, como el caso de El Tarajal, en los que han perdido su vida seres humanos que escapaban de la violencia o las condiciones de miseria; y de la puesta en práctica de extrañas figuras jurídicas que intentan defender expulsiones injustificables, como la disposición adicional introducida en el Proyecto de Ley de Seguridad Ciudadana que pretende legalizar las expulsiones sumarias.

En este sentido, los obispos españoles, en su mensaje para la Jornada Mundial de Migraciones de este año señalan: “Nos adherimos a la denuncia contra cualquier actuación en que no se tengan en cuenta los derechos humanos. Pedimos que se cumplan los tratados internacionales y se verifique, al menos, si las personas pudieran ser acreedoras del asilo político, ser víctimas de la ´trata´ o necesitadas de asistencia sanitaria urgente”.

Y como no queremos acostumbrarnos a esta indigna respuesta que desde el Norte nuestros Estados vienen dando al drama y las injusticias que provocan el éxodo de todas estas personas del Sur, una vez más levantamos nuestras voces para lanzar un grito urgente a nuestras comunidades cristianas y a toda la sociedad para que no nos habituemos a asumir esa realidad como algo inevitable.

Nos sentimos interpelados a insistir en la denuncia de Francisco sobre la “globalización de la indiferencia”, porque estamos convencidos de que ninguna gestión de las fronteras nacionales puede justificar el desprecio hacia la dignidad de la personas. “Que a nadie le falte el socorro necesario”, ha afirmado el Papa estos días, tras la muerte en aguas del Mediterráneo de más de 200 personas que intentaban atravesar el Canal de Sicilia.

Queremos alertar a toda la ciudadanía, y especialmente a la comunidad cristiana, para que, a la luz de estos hechos, nos preguntemos por la fidelidad a nuestros valores más profundos y a recordar que quienes vemos en las noticias son hermanos nuestros: hombres y mujeres, padres y madres de familia, jóvenes estudiantes, menores incluso. No podemos ignorar que el dolor que vemos lo provocan en gran medida la pobreza y el mundo injusto que tenemos, y las decisiones que se toman, en el marco de unas políticas migratorias que olvidan la dignidad humana, tanto en los ámbitos nacional y europeo como en países de tránsito con quienes presumimos de mantener unas estrechas relaciones de hermandad y cooperación.

Estamos firmemente convencidos en que todo este sufrimiento es evitable. Por ello, exigimos a los responsables de la toma de decisiones ejecutivas, legislativas y judiciales la debida coherencia y respeto con los derechos humanos y con la más elemental dignidad que merece toda persona.

Y como no queremos acostumbrarnos, no podemos permanecer indiferentes ante la indignidad que supone este goteo incesante de dolor e injusticia. Alentamos a todos a sumarse a esta actitud de indignación cívica y a seguir manteniendo viva la llama de la acogida y la hospitalidad para todos esos hermanos y hermanas que huyen en busca de un mejor futuro, y que nos preguntan “¿qué has hecho con tu hermano?”.

Extraído de: https://www.juspax-es.org/products/nota-de-prensa-conjunta-no-queremos-acostumbrarnos-/

Justicia y Paz: Seminario Empresas y derechos humanos

El Plan Nacional de Empresas y Derechos Humanos establece un marco de respeto sobre la base de los Derechos Humanos por parte de las empresas que operan, tanto en el ámbito transnacional como en el ámbito nacional y en toda la cadena de comercialización hasta el consumidor.
El seminario que se presenta tiene como objetivo promover la reflexión acerca del papel de los ciudadanos como consumidores responsables  con perspectiva de derechos humanos a la hora de tomar decisiones cotidianas que afectan a su poder de compra.  Justicia y Paz tiene una trayectoria en este ámbito. Ha contribuido  a la reflexión en la configuración del Plan Nacional de Empresas y Derechos Humanos y tiene varias publicaciones en este sentido; entre ellas destaca la publicación: “Podemos ser consumidores más responsables” de la que pretende realizar una actualización con el marco Rugiie y los nuevos contenidos del Plan Nacional de Empresas y Derechos Humanos para presentarla en el Seminario.

Fecha: Viernes, 20 de febrero

Lugar: Sala de Grados de la Fundación Pablo VI (Paseo Juan XXIII, 3) de Madrid.

PROGRAMA

Mañana

10:15 h. Acogida y presentación del Seminario.

  • Eduard Ibáñez, presidente de la CG de Justicia y Paz

 10:30 h. Conferencia inaugural: El Marco Rugiie y el plan español sobre empresas y derechos humanos  

  • Pedro Ramiro, profesor UCM y coordinador del observatorio sobre multinacionales de América Latina.

Pausa-café

12:15 h. Miradas cruzadas (preguntas y diálogo)

  • Pablo J. Martínez Osés, responsable de la Plataforma 2015 y +
  • Representante de Acción Social Empresarial.

Modera: Emilio José Gómez Ciriano, profesor UCLM, responsable de derechos humanos de Justicia y Paz.

Tarde

16:00 h. Ponencia marco: Derecho humano al agua

  • Aniza García. Colaboradora honorífica del Departamento de Derecho Constitucional de la Facultad de Derecho (UCM).

Pausa

17:30 h. Mesa redonda: Experiencias responsables de consumo

  • Banca ética: Joan Antoni Melé, conferenciante, autor del libro Dinero y conciencia. ¿A quién sirve mi dinero?
  • Agua: Representante de la Alianza por el Agua.
  • Transgénicos: Luis Ferreirín, representante de Greenpeace.
  • Comercio justo y responsable: Elena de Luis, representante de Cáritas española.

‘Modera: Isabel Cuenca Anaya, secretaria general de Justicia y Paz.

19:00 h. Actualización publicación y conclusiones: Podemos ser consumidores + responsables

Isabel Cuenca y Emilio José Gómez, CG de Justicia y Paz.

Extraído de: https://www.juspax-es.org/products/empresas-y-derechos-humanos/

Declaración de la Coordinadora de las Conferencias Episcopales en apoyo de la Iglesia en Tierra Santa

Hemos venido a rezar y apoyar a la comunidad cristiana, para promover la paz y la dignidad humana en esta tierra dividida.

Hemos visto las trágicas consecuencias del fracaso de la política nacional e internacional para lograr la paz. La dignidad humana viene dada por Dios y es absoluta. El actual conflicto amenaza la dignidad de los Palestinos y de los Israelíes, pero sobre todo nuestro compromiso con los pobres nos urge a apoyar a las personas que sufren en Gaza. Hace un año, definimos la situación de Gaza como “un desastre realizado por el hombre, un escándalo desconcertante, una injusticia que pide a la humanidad una solución”. A raíz de la terrible destrucción causada por la guerra del pasado año, nuestra presencia recordó a la pequeña comunidad cristiana de Gaza que no ha sido olvidada.

Decenas de miles de familias de Gaza no tienen una vivienda adecuada. En este último período de frío polar, al menos dos niños murieron de hipotermia. El bloqueo continuo impide la reconstrucción y contribuye dramáticamente a la desesperación que mina la legítima esperanza de los Israelíes por su seguridad. Pero también crea niveles intolerables de desempleo y empuja a las personas sencillas hacia la pobreza más extrema.

A pesar de la devastación, las aterradoras escenas de destrucción que hemos visto, y los temores de otra guerra que hemos podido escuchar, la esperanza está viva en Gaza. Hemos visto familias que reconstruyen sus vidas con determinación. Hemos visto una pequeña comunidad cristiana con una fe enorme. Hemos admirado la tenacidad de muchos voluntarios. Hemos visitado la escuela “Sagrada Familia”, donde Musulmanes y Cristianos estudian y juegan juntos en armonía. Nos hemos reunido con las Hermanas del Santo Rosario, que fieles a su cofundadora, la beata Marie-Alphonsine, que este año será canonizada por el Papa Francisco, realizan un ministerio profético de educación. Hemos celebrado la misa con las Hermanas Carmelitas del Carmelo de Belén. Su fundadora la beata Mariam Baouardy, es otra cristiana Palestina cuya vida da testimonio de la santidad que aún emana de esta tierra, y también ella será canonizada.

Los líderes políticos deben defender la dignidad humana de la población de Gaza. Un estudiante nos dijo, de modo punzante, que había recibido un e-mail durante la guerra en el que le preguntaban si necesitaba comida, ropa o vivienda. Sin amargura, respondió que lo que necesitaba era dignidad. Las personas de buena voluntad de ambas partes del conflicto quieren lo mismo, una vida digna de la persona humana.

En los próximos meses vamos a seguir oponiéndonos al proyecto de la construcción del muro en el valle de Cremisán, ya que esto significaría la pérdida de las tierras y del sustento de muchas familias cristianas. Esta situación es trágicamente un microcosmos respecto a la cuestión de la tierra. Seguiremos también oponiéndonos a la expansión del programa de los asentamientos, ilegales según el derecho internacional, de la que hemos sido testigos directos en Hebrón. Su impacto en la libertad de circulación de los Palestinos y en la confiscación de tierras es simplemente injusto.

Tras el fracaso de las negociaciones y la consiguiente violencia del 2014, invitamos urgentemente a los poderes públicos a ser creativos, a encontrar nuevos enfoques, para construir puentes, no muros. Tenemos que humanizar el conflicto favoreciendo una mayor interacción entre Israelíes y Palestinos. La paz sólo llegará cuando todas las partes respeten el hecho de que la Tierra Santa es sagrada para las tres religiones y es el hogar de dos pueblos.

Conscientes de que este año hemos caminado siguiendo las huellas del Papa Francisco, hacemos nuestro su reciente Discurso realizado ante el Cuerpo Diplomático:

«Mi pensamiento se dirige, sobre todo, a Oriente Medio, comenzando por la amada tierra de Jesús, que he tenido la alegría de visitar el pasado mes de mayo y a la que no nos cansaremos nunca de desear la paz. Así lo hicimos, con extraordinaria intensidad, junto al entonces Presidente israelí, Shimon Peres, y al Presidente palestino, Mahmud Abbas, con la esperanza firme de que se puedan retomar las negociaciones entre las dos partes, para que cese la violencia y se alcance una solución que permita, tanto al pueblo Palestino como al Israelí, vivir finalmente en paz, dentro de unas fronteras claramente establecidas y reconocidas internacionalmente, de modo que “la solución de dos Estados” se haga efectiva.»

El camino de la paz exige el respeto de los derechos humanos de Israelíes y Palestinos. Nuestra oración alimenta la esperanza que hace posible la paz. Pedimos a todos los cristianos que recen  por los Judíos, los Cristianos y los Musulmanes de esta tierra que llamamos Santa.

Obispo Stephen Ackermann, Alemania; Arzobispo Stephen Brislin, Sudáfrica; Obispo Raymond Browne, Irlanda; Obispo Peter Bürcher, Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega, Suecia; Obispo Oscar Cantú, EE.UU.; Obispo Christopher Chessun, Iglesia de Inglaterra; Obispo Michel Dubost, Francia; Arzobispo Ricardo Fontana, Italia; Obispo Lionel Gendron, Canadá; Obispo Felix Gmur, Suiza; Arzobispo Patrick Kelly, Inglaterra y Gales; Obispo William Kenney, Inglaterra y Gales, COMECE; Obispo Declan Lang, Inglaterra y Gales; Obispo Kieran O’Reilly, Irlanda; Obispo Thomas Maria Renz, Alemania; Arzobispo Joan-Enric Vives, España.

Nota:

Desde 1998, la Coordinadora de las Conferencias Episcopales en apoyo de la Iglesia en Tierra Santa se viene reuniendo por invitación de la Asamblea de Ordinarios Católicos en Tierra Santa. Por un mandato expreso de la Santa Sede, la Coordinadora de Tierra Santa se reúne cada mes de enero en Tierra Santa, concentrándose en la oración, la peregrinación y la persuasión, con el objetivo de actuar en solidaridad con la comunidad cristiana, ya que ésta experimenta fuertes presiones políticas y socioeconómicas.
Extraído de:  https://www.juspax-es.org/news/llamamiento-de-los-obispos-la-dignidad-humana-como-fundamento-de-la-paz/

MENSAJE CONJUNTO DE CÁRITAS, CONFER, JUSTICIA Y PAZ, MANOS UNIDAS Y REDES CON MOTIVO DEL DÍA INTERNACIONAL DE LA SOLIDARIDAD HUMANA

Estas organizaciones, integradas en la iniciativa “Enlázate por la Justicia”, denuncian
el modelo de desarrollo y la cultura del descarte que provoca una desigualdad creciente

 En este tiempo litúrgico del Adviento y con motivo de la celebración, el 20 de diciembre, del Día Internacional de la Solidaridad Humana, queremos compartir con las comunidades cristianas y con toda la sociedad el deseo de “anunciar la buena noticia a los que sufren, proclamar la liberación a los cautivos y a los prisioneros la libertad, y proclamar el año de gracia del Señor” (Isaías, 61, I-2ª, 10-11).

Las organizaciones que desde 2013 sumamos nuestros esfuerzos en el marco de la iniciativa Enlázate por la Justicia (Cáritas, Confer, Justicia y Paz, Manos Unidas y REDES) para dar cuenta y razón de nuestra visión fraterna de la cooperación al desarrollo desde un Cristo comprometido con los pobres, y movilizar a todos en la defensa de la justicia global, los derechos humanos y la dignidad de las personas más vulnerables, dirigimos nuestra mirada sobre la escandalosa realidad de desigualdad y pobreza que sigue afectando a los numerosos países y regiones de todo el mundo donde estamos presentes.

A la puertas de la Navidad y ante el inicio de un nuevo año, llamamos la atención sobre el significado decisivo que 2015 tiene para todos nosotros.

En primer lugar, se cumplirán dos décadas desde que la sociedad española empezara a exigir la inversión del 0,7% del Producto Interior Bruto (PIB) en programas de ayuda al desarrollo, un objetivo que si entonces aún era viable, hoy se dedica tan solo un 0,16% y es víctima del brutal desplome presupuestario que afecta a la cooperación internacional de nuestro país,  sin parangón en ningún otro país donante.

Y, segundo, en 2015 expira el plazo que las naciones miembros de la ONU acordaron en el año 2000 para alcanzar los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM): erradicar la pobreza extrema y el hambre; lograr la enseñanza primaria universal; promover la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de la mujer; reducir la mortalidad infantil; mejorar la salud materna; combatir el VIH/sida, la malaria y otras enfermedades; garantizar la sostenibilidad del medio; y fomentar una alianza mundial para el desarrollo.

Nuestras entidades y comunidades de Iglesia han aportado toda su rica experiencia, recursos y capacidades para progresar en ese compromiso. Y aunque ha habido algunos avances, son todavía legión los hermanos nuestros que siguen al margen de esos Objetivos. Es más, en los últimos años se ha consolidado un modelo global de desarrollo que genera lo que el Papa Francisco define como “cultura del descarte”, que expulsa a miles de millones de seres humanos hacia unas condiciones de desigualdad creciente y de negación de derechos sociales básicos. Mientras, quienes más tienen siguen acumulando cada vez más riqueza, y la exhiben.

Desde nuestra identidad cristiana y como miembros de una Iglesia que “guiada por el Evangelio de la misericordia y por el amor al hombre, escucha el clamor por la justicia y quiere responder a él con todas sus fuerzas” (Evangelii gaudium, 188), queremos compartir con nuestros hermanos, miembros de una sola familia humana, nuestra respuesta renovada a la pregunta que Dios Padre nos lanza: “¿Dónde está tu hermano?” (Gen, 3:9).

Os proponemos, para ello, seguir compartiendo la tarea inaplazable de acompañar a los más vulnerables, a todos esos hermanos descartados en la carrera del desarrollo que van a quedar de nuevo al margen de los objetivos de crecimiento identificados en la agenda con la que la comunidad internacional prepara el post-2015.

Os convocamos también a participar en una tarea colectiva de responsabilidad para seguir denunciando las condiciones de desigualdad e injusticia que afectan a las personas que acompañamos, y a combatir un modelo deshumanizado de economía basada en la exclusión y el máximo beneficio, donde los niños, los ancianos, las mujeres, los migrantes, los enfermos, y las minorías étnicas o religiosas quedan abandonadas a su suerte.

Os animamos a actuar dentro de vuestros espacios vitales y comunitarios para transformar esta realidad dominada por el consumo, la acumulación de bienes y el individualismo mediante un cambio de estilos de vida que los haga más austeros, y más abiertos a la solidaridad y la fraternidad con los derechos y la dignidad de los empobrecidos.

Y os proponemos seguir trabajando de manera activa durante 2015 en todos los ámbitos públicos de participación para reclamar a los responsables políticos y agentes sociales -nacionales e internacionales- una gestión austera, transparente, eficaz y valiente a favor de las auténticas prioridades de un proyecto de desarrollo social realmente humano: la lucha contra la desigualdad y la injusticia, y la promoción y protección de los derechos humanos de los más vulnerables.

Por todo lo anterior, es nuestro deber exigir a las Administraciones Públicas que cumplan con lo comprometido en el Pacto de Estado, firmado por todos los partidos políticos en diciembre de 2007, y recuperen la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) que ha sido desmantelada como política pública y representa niveles de solidaridad inferiores a los que había hace 20 años.

Renovamos nuestra apuesta por una nueva narrativa de desarrollo escrita desde la reciprocidad y corresponsabilidad, en la que los empobrecidos sean los protagonistas. Y recordamos que todos somos una sola familia humana: nuestros rostros reflejan la diversidad del mundo, pero también una idéntica esperanza en el futuro y una sólida firmeza en la defensa de nuestra dignidad y la de nuestras familias.

Firmado:

Rafael del Río, presidente de Cáritas Española
Luis Angel de las Heras, cmf, presidente de CONFER
Eduard Ibáñez, presidente de Justicia y Paz
Soledad Suárez, presidenta de Manos Unidas
Javier Sánchez, coordinador de Redes

Extraído de: https://www.juspax-es.org/news/mensaje-con-motivo-del-dia-internacional-de-la-solidaridad-humana/