MOVIMIENTO DE LOS FOCOLARES: "Declaración de Ottmaring"

Con ella, el Movimiento de los Focolares se compromete a concretar el espíritu ecuménico de Lund, que comenzó con la conmemoración de los quinientos años de la Reforma en esta ciudad.
CG_Augsburg_D_OttmaringEl 21 de febrero se hacía pública la Declaración de Ottmaring, en el contexto del retiro anual que el Consejo General del Movimiento de los Focolares lleva a cabo en el Centro Ecuménico Nueva Ley, sito en Ottmaring (Alemania).
Dicha declaración recoge un nuevo compromiso ecuménico de los Focolares. Lo explica Maria Voce en la siguiente entrevista:
¿Por qué la exigencia de una Declaración así?
Es una exigencia que nace desde dentro, porque el hecho de encontrarnos aquí en Ottmaring, donde existe un testimonio ecuménico evidente –el de dos comunidades que conviven en forma estable, una nacida en la  Iglesia católica y la otra en el ámbito evangélico, ambas con miembros de varias Iglesias-, nos impulsa también a un compromiso concreto del Movimiento que ha de llegar a todo el mundo, que no debe quedarse aquí detenido. Esta Declaración quiere despertar en todos la conciencia de que el ecumenismo es realmente una de nuestras finalidades y que es necesario trabajar por esto.
¿A quién va dirigida la Declaración?
Es un compromiso asumido en nombre del Movimiento y por lo tanto está dirigido en primera instancia a éste, para volver a darle la conciencia del valor del ecumenismo, es decir: del valor de dar testimonio juntos de lo que ya nos une para acelerar el camino y superar los obstáculos. En el Movimiento todos estamos llamados a vivir esto y ahora lo asumimos con una mayor responsabilidad. No puede haber una persona de los Focolares que, desde el momento en que conozca esta Declaración, piense, en conciencia, que el compromiso con el ecumenismo se refiera solo a esos países donde hay cristianos de varias Iglesias y no se refiere a su nación, que no lo involucra personalmente, porque está bien en su Iglesia y no le interesan estos problemas.
A partir de mañana, ¿qué debería cambiar en el Movimiento?
Creo que es necesaria una conversión del corazón, es decir empezar a pensar ecuménicamente. Empezar a pensar que cualquier hermano que encuentro, ya sea de mi Iglesia que de otra Iglesia, pertenece al Cuerpo de Cristo, al cuerpo por el cual Cristo dio la vida. Es por lo tanto mi hermano de sangre, por lo tanto lo que le interesa a él me interesa a mí, lo que lo hace sufrir me hace sufrir a mí. Quizás se tratará solamente de rezar por este fin, donde no se puede hacer otra cosa. Pero solo rezar no basta. Es necesario interesarse por todos los hermanos cristianos. Con todas las posibilidades de contacto que existen hoy, será cada vez más fácil encontrarse y hablar, acoger personas que no son de nuestra Iglesia. Y no podemos acogernos de otra forma sino como a hermanos pertenecientes al cuerpo de Cristo. Sólo si nos acogemos así, tendremos la posibilidad de acoger a quienes no pertenecen al cuerpo de Cristo en sentido estricto, porque no han recibido el bautismo que une a los cristianos.
¿Un compromiso del corazón que conlleva un testimonio público?
Hoy ya no tiene sentido que los cristianos se presenten fragmentados. Ya inciden poco, e incidirán cada vez menos si no están unidos dando testimonio del único Evangelio, del mandamiento del amor recíproco. Y si nosotros cristianos no sabemos dar este testimonio, el mundo no podrá encontrar a Dios, porque no podrá encontrar ese Jesús que está presente donde hay cristianos unidos en el amor recíproco. Si lo encuentran, nacerá en ellos la fe, cambiará su actitud, la forma de comportarse, cambiará la forma de buscar la paz y las soluciones a favor de la justicia, el compromiso solidario entre los pueblos.
StefanKiefer_D_Ottmaring¿Cuál es el punto central de la Declaración de Ottmaring?
La Declaración gira en torno al encuentro de Lund, Suecia, que tuvo lugar el 31 de octubre pasado, porque fue un evento extraordinario, del cual –quizás- no se ha tomado suficiente conciencia. Como Movimiento, notamos la necesidad de mantener el espíritu del Lund, sintetizado en la Declaración Conjunta que pide que crezcamos en la confianza recíproca y en el testimonio común del mensaje del Evangelio para testimoniar a los hombres el amor de Dios. Éste es el compromiso absoluto que asumimos. En Lund asistimos a un gesto importante realizado por los responsables de la Iglesia católica y de la Federación luterana mundial, y por lo tanto de máximo nivel. Pero si queda sólo en el más alto nivel y no baja a lo concreto de la vida de las comunidades, queda sólo como un bonito recuerdo histórico, pero no podrá incidir en la realidad de hoy.
¿Por lo tanto el Movimiento se compromete a recoger la herencia de Lund y a difundir su espíritu?
Ciertamente. Y después queremos que nuestra Declaración llegue también a los responsables de las Iglesias, para darles un motivo de esperanza más, haciendo saber que en el mundo hay personas que quieren vivir de este modo. El ecumenismo es una necesidad de los tiempos. No podemos preguntarnos si va adelante o no. Tiene que ir adelante. Porque responde a la necesidad de Dios que tienen las personas, aunque no lo sepan. Una respuesta eficaz es estar unidos, por lo menos entre cristianos. De lo contrario es una grave omisión.
Usted se puso enseguida en acción, entregando la Declaración al alcalde de Augsburg y a la responsable de la iglesia luterana de la ciudad.
Empezamos por lo local. Lund fue de altísimo nivel, con los responsables mayores. Nosotros podemos hacer bajar el espíritu de la Declaración de Ottmaring a la dimensión local, de hoy, de lo que se puede hacer enseguida.
Texto de la Declaración de Ottmaring (en italiano)
Leer más: https://www.focolare.org/espana/es/news/2017/02/23/declaracion-de-ottmaring/

ACDP: Sevilla acoge las X Jornadas de Católicos y Vida Pública bajo el lema "Soy cristiano: hechos y razones"

El arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, inauguró el pasado viernes 17 de febrero las X Jornadas Católicos y Vida Pública de Sevilla, que se celebraron hasta el sábado 18 en el campus universitario de la Fundación CEU Andalucía, bajo el lema ‘Soy cristiano: hechos y razones’. El acto inicial contó con la presencia del director de Jornadas y del Congreso Católicos y Vida Pública, Rafael Ortega Benito, el director general de la Fundación San Pablo Andalucía CEU, Juan Carlos Hernández Buades, y el secretario de la ACdP de Sevilla, Julio Álvarez de Toledo y Liñán.

El arzobispo de Sevilla incidió en su preocupación por el fenómeno de la secularización que vive España, algo que “sorprende a los propios sociólogos, y parece no tener fin. Es desalentador ver el escaso número de jóvenes que frecuentan las parroquias”, señaló. “Yo me pregunto, ¿qué será de estas comunidades dentro de 15 años? ¿Qué nos ha pasado? Es evidente que existen poderosas fuerzas  interesadas en arrinconar el nombre de Dios, eliminando de la sociedad las raíces cristianas de Europa. Este nuevo clima cultural ha influido en los más débiles, especialmente entre los más jóvenes”, subrayó monseñor Asenjo.

Monseñor mostró su preocupación por “la secularización interna de la Iglesia, que debe ser superada mediante la necesaria conducción pastoral y conversión personal, que unido a la pérdida del fuelle evangelizador y misionero,  y los escándalos que han aflorado, han afectado a la imagen de la Iglesia”. Para finalizar su intervención declaró que “la renovación de la Iglesia no será posible sin los laicos que sirven y viven la comunión, que tienen corazón de apóstol y aspiran a la santidad. Así nos lo han dicho insistentemente los papas Benedicto XVI y Francisco”.

Familia como principio de la sociedad

La primera conferencia titulada ‘La familia: transmisora de fe y cultura’ fue presentada por el propagandista Francisco Javier Ruiz Bursón. En ella intervino como ponente el director de Pastoral de la Fundación San Pablo Andalucía CEU y director del programa “Palabra y Vida” de Radio María, Manuel Orta Gotor.

Francisco Javier Ruiz Bursón introdujo el tema señalando que “la familia es el principio de la sociedad y origen del Estado, un reconocimiento milenario, tal y como muestran numerosas encuestas, que indican la opinión favorable que tiene la sociedad española a ella, por encima del trabajo y la salud”.

El sacerdote Manuel Orta comenzó su alocución indicando que “la familia es la piedra angular de sociedad. La familia no es únicamente un esapcio funcional para la convivencia de un grupo de personas”. El religioso se refirió al documento ‘Siempre adelante’, el cual realiza “un análisis de la situación y el cual nos dice que la fe tiene que hacerse cultura con el objetivo de ayudar a organizar la vida personal y social de la comunidad”. Incidiendo en esto último, señaló que “hoy en día, la familia cristiana tiene la misión de ser transmisora de fe, además de crear cultura cristiana”.

Para conseguir esto, el ponente incidió en la importancia de la educación de los más pequeños, destacando que “en ocasiones la escuela, incluso la católica, se limita a un adiestramiento en los saberes y técnicas para que los estudiantes encuentren un puesto de relevancia en la sociedad. Esto no es una auténtica educación, por ellos la familia como escuela, tiene que servir como contrapeso de esta educación técnica”.

Concepción de familia

El catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de Sevilla y socio de la ACdP, Francisco José Contreras Peláez, la profesora adjunta de Teoría y Filosofía del Derecho y secretaria académica del Instituto CEU de Estudios de la Familia, Carmen Sánchez Maillo, junto a la profesora de Filosofía del Derecho de la Universidad Rey Juan Carlos, Carmen Albert Márquez, fueron los ponentes de la primera mesa redonda titulada ‘Matrimonio, cultura de género y vientres de alquiler’, que contó con la presentación como moderador del director regional de COPE, Joaquín Sáez Rodríguez-Piñero.

Rodríguez-Piñero destacó en la presentación de la mesa que “desde hace unas décadas se está intentando cambiar la concepción de la familia. Todo ello se concreta en la persecución que sufrimos en nuestros días aquellos que no aceptamos los dogmas actuales. Tanto la Iglesia como la mayoría de los católicos no discriminamos absolutamente a nadie, pero esto no significa que haya que aceptar la imposición de la ideología de género”.

En su intervención Contreras Peláez se dirigió a los presentes señalando que “el ocaso del matrimonio en occidente es algo evidente. Esto se ha acelerado por las reformas legislativas en materia de familia como la ley de divorcio exprés, la concesión de efectos jurídicos a la mera convivencia o el matrimonio homosexual, las cuales han tenido un impacto pedagógico en la sociedad.”

La profesora  Sánchez Maillo mostró su preocupación poniendo de relieve que “la ideología de género ha saltado a la vida pública intentando provocar un cambio de mentalidad brutal porque es una ideología que tiene pretensión de ser científica y no lo es, va contra los cimientos fundamentales de nuestra antropología. Es una ideología política que pretende eliminar las diferencias entre hombre y mujer. No conozco ideología de mayor corte totalitario. La ideología de género postula que las diferencias entre hombre y mujer no existen, que las diferencias han sido culturales y no naturales, que las personas nos podemos orientar hacia cualquier sexo o incluso cambiarlo”.

En cuanto a la maternidad subrogada, Carmen Albert destacó que este tipo de gestación “es un contrato que simboliza lo contario a la familia. Dentro de una autentica familia nadie tiene un precio, pero si una dignidad. El contrato de subrogación se pone precio a los seres humanos: el hijo objeto de contrato y la mujer que lo gesta”.

Mantener viva las raíces del cristianismo

El catedrático de Filosofía de la Universidad de Sevilla, Javier Hernández-Pacheco Sanz, fue el encargado de presentar el tema ‘Razones para creer, razones para vivir’ en la segunda jornada de este encuentro. El ponente realizó un análisis de la fe en la cultura post-cristiana desde un punto de vista histórico, filosófico y religioso, declarando que “el post-cristianismo significa una progresiva realización secular del Reino de Dios, en este mundo en el que estamos llamados a ser minoría en un mundo descristianizado” pero recalcando que “no hay que confundir minoría con marginalismo”.

Siempre dispuestos a la evangelización

La segunda mesa redonda de las X Jornadas de Católicos y Vida Publicas celebradas en Sevilla, tuvo el título de ‘Ser cristianos: hechos’, y contó con la participación de los representantes de Cursillos de Cristiandad, María Luisa Fernández-Cotta, de Seglares Claretianos, Constantino Rodríguez Méndez, de Seglares Claretianos, y de Equipos de Nuestra Señora, Pedro Ruíz-Berdejo Ferrari y Rocío Yñigez Ovando. Fue el economista y miembro de la ACdP, Juan Jurado el encargado de moderar el coloquio. Los participantes compartieron sus funciones, experiencia como cristianos, así como sus actividades.

Homilía en recuerdo a los primeros cristianos

La secretaria general de la ACdP, Sirga de la Pisa, participó en la clausura de las X Jornadas de Católicos y Vida Pública de Sevilla, junto al director de Jornadas y del Congreso Católicos y Vida Pública, Rafael Ortega Benito, el cual pidió a los católicos “no ser tibios y estar presentes en la vida pública”. También participaron el director general de la Fundación San Pablo Andalucía CEU, Juan Carlos Hernández Buades, el delegado de Apostolado Seglar de la Archidiócesis de Sevilla, Enrique Belloso Pérez, y el secretario de la ACdP de Sevilla, Julio Álvarez de Toledo y Liñán. Todos ellos  quisieron agradecer la presencia tanto al público como a los colaboradores de las Jornadas, así como a los representantes de los diferentes movimientos.

Las Jornadas se clausuraron con la Eucaristía oficiada por Manuel Orta Gotor, que en su homilía recordó el papel de los primeros cristianos, las primeras comunidades misioneras, la evolución que ha sufrido el concepto de familia, y el reto apostólico que hoy se nos plantea a cada uno de los cristianos.

Leer más: https://www.acdp.es/sevilla-acoge-las-x-jornadas-de-catolicos-y-vida-publica-bajo-el-lema-soy-cristiano-hechos-y-razones/

 

MANOS UNIDAS: “El mundo no necesita más comida. Necesita más gente comprometida”

 
Manos Unidas lanza su nueva Campaña anual con el lema “EL MUNDO NO NECESITA MÁS COMIDA. NECESITA MÁS GENTE COMPROMETIDA” (#ComprométeteconManosUnidas) y, para ello, celebrará numerosos eventos en toda España desde el próximo 31 de enero y hasta el domingo 12 de febrero, día en el que se celebrará la Jornada Nacional de Manos Unidas.
Ruth Chaparro Gómez, subdirectora de FUCAI (Fundación Caminos de Identidad) de Colombia y Eugenio López García, misionero Paúl y director de la Escuela de Agricultura de Nacuxa de Mozambique, son los invitados especiales para el lanzamiento nacional de la Campaña. Otros 27 misioneros y expertos en desarrollo y lucha contra la pobreza, recorrerán estos días 51 ciudades españolas para compartir su experiencia de lucha contra el hambre a través de proyectos de desarrollo en algunos de los países más pobres del planeta
Durante todo el año 2017, Manos Unidas hará hincapié en tres cuestiones esenciales y urgentes para acabar con la pobreza y el hambre en el mundo como son el desperdicio de alimentos, la lucha contra la especulación alimentaria y el compromiso con una agricultura respetuosa con el medio ambiente que asegure el consumo local.
CONTINÚA EL TRIENIO DE LUCHA CONTRA EL HAMBRE
Esta Campaña se enmarca dentro del Trienio de Lucha contra el Hambre (2016-2018) en el que Manos Unidas está trabajando para dar respuesta a las causas y problemas que provocan el hambre en el mundo. Para Manos Unidas, solucionar esta lacra pasa por acompañar a los más pobres, reforzar el derecho a la alimentación de los pequeños productores, contribuir al cambio hacia unos sistemas alimentarios más justos y educar para una vida solidaria y sostenible.
 

UNA SEMANA ESPECIAL CON VARIAS CITAS IMPORTANTES

  • MIÉRCOLES 8 DE FEBRERO a las 11 h.: RUEDA DE PRENSA de presentación NACIONAL DE LA CAMPAÑA DE MANOS UNIDAS: Ruth Chaparro Gómez, subdirectora de FUCAI (Fundación Caminos de Identidad) de Colombia y Eugenio López García, misionero Paúl y director de la Escuela de Agricultura de Nacuxa de Mozambique, compartirán con los periodistas su trabajo en lucha contra el hambre. Ambos estarán compañados por Clara Pardo, Presidenta de Manos Unidas. La Rueda de Prensa tendrá lugar en los Servicios Centrales de Manos Unidas (Barquillo 38, 3ª, Madrid).
  • JUEVES 9 DE FEBRERO a las 19 h.: en el Auditorio de la Mutua Madrileña (Pº de la Castellana 33, Madrid) tendrá lugar el Acto Institucional de Lanzamiento de la Campaña, en el que los dos invitados contarán sus experiencias a los socios, donantes, voluntarios y colaboradores de la Organización y a todas aquellas personas que quieran asistir. El Acto estará presentado por la periodista de Telecinco, Laura Madrueño y el cierre del acto correrá a cargo de Didi Rodan, Arte con arena.
  • VIERNES 10 DE FEBRERO: como gesto de apoyo a los casi 800 millones de personas que sufren, cada día, el hambre en el mundo, Manos Unidas celebra el Día del Ayuno Voluntario con eventos en toda España y propone donar el importe de nuestra comida de ese día a los proyectos de desarrollo que realiza la ONG en 60 países.
  • DOMINGO 12 DE FEBRERO: en las parroquias de toda España se celebrará la Jornada Nacional de Manos Unidas con una colecta única especial en la que se invitará a todos los asistentes a aportar su colaboración a la Organización.

Invitación al Acto de Lanzamiento de Campaña

Leer más: https://www.manosunidas.org/noticia/el-mundo-no-necesita-mas-comida-necesita-mas-gente-comprometida

HOAC: La HOAC se adhiere al llamamiento Para que no se mueran de frío

19 ENERO 2017 | POR

La HOAC se adhiere al llamamiento <i>Para que no se mueran de frío</i>
 
 
 
 
 
 
 
 
 
430 organizaciones de la sociedad civil reclaman al Gobierno de España y a la Unión Europea el deber de socorro y que activen urgentemente el Mecanismo Europeo de Protección Civil.
La Comisión Permanente de la Hermandad Obrera de Acción Católica, en continuidad con las distintas declaraciones realizadas en este ya largo proceso de inacción política y de continuo drama de las personas refugiadas (#SOSRefugiados, #SuGritoElNuestro), se suma a la denuncia de «pasividad de la Unión Europea ante la emergencia humanitaria en Grecia y los Balcanes» como estamos viendo ante las extremas condiciones de vida de miles de personas migrantes y refugiadas, en estos días de ola de frío polar en toda Europa.
La Unión Europea tiene la obligación jurídica y moral de prestar socorro a estas personas, que se encuentran en nuestro territorio, por ello, las organizaciones firmantes exigen al Ministerio de Interior y al Gobierno de España que solicite con la máxima urgencia la activación del Mecanismo Europeo de Protección Civil y así organizar una respuesta coordinada y urgente, para asistir a las personas refugiadas que se están viendo afectadas por la ola de frío en Grecia y los Balcanes. Así mismo, reclaman a la Comisión Europea, que ofrezca a estos países la asistencia inmediata de dicho Mecanismo de Protección Civil para proteger a las personas refugiados.
Documento relacionado | Mecanismo Europeo de Protección Civil a 6 de enero
Viñeta |Tjeerd Royaards
Texto íntegro del llamamiento | Para que no se mueran de frío. La Unión Europea incumple el deber de socorro.
430 entidades sociales denuncian la pasividad de la Unión Europea ante la emergencia humanitaria en Grecia y los Balcanes.
Más de 75.000 migrantes y refugiados llevan meses varados en Grecia, la antigua República yugoslava de Macedonia, Serbia, Eslovenia, Croacia, Hungría y Bulgaria, muchos de ellos a la espera de su reubicación a otros países de Europa. El sufrimiento de estas personas se ha agravado con la llegada del invierno, uno de los más fríos en los últimos años. Las temperaturas bajo cero por la ola de frío polar que azota Europa estas semanas, unido a las pésimas condiciones en que viven muchas de estas personas ha provocado numerosos problemas de salud, congelación de miembros o incluso, riesgo de muerte.
A pesar de los esfuerzos llevados a cabo, el hecho es que la preparación de todos los campamentos para el invierno no se ha completado y muchos refugiados continúan viviendo en tiendas.
“Se trata de salvar vidas, no de papeleos y de cumplir las disposiciones burocráticas”, ha advertido el Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR). Médicos Sin Fronteras ha denunciado el pasado jueves que se han registrado ya casos de congelación de miembros entre los alrededor de 2.000 migrantes y refugiados que se encuentran atrapados en Belgrado, donde en los últimos días se han registrado temperaturas bajo cero. “Estoy seguro de que el número de casos de congelación será mucho mayor al final de la semana”, ha añadido Andrea Contenta, subrayando que el pasado fin de semana en la capital serbia se alcanzaron los 16 grados bajo cero y que la ciudad está cubierta por 30 centímetros de nieve.
La semana pasada, refugiados y asociaciones trabajando en los campos de Grecia explicaban en el manifiesto Wake up Europa las terribles condiciones de vida con la llegada del frío. También desde Grecia, el Servicio Jesuita a Refugiados denunciaba el sufrimiento de miles de refugiados: “En el Norte de Grecia, un refugiado afgano ha fallecido por congelación con temperaturas de 14 grados bajo cero” señalaba Cécile Deleplanque. “El campo de Moria, en la isla de Lesbos, está diseñado para 2.000 personas pero viven más de 4.000 personas especialmente expuestas al frío, ya que continúan viviendo en tiendas”.
Las ayudas económica destinadas a proteger a las personas refugiadas del invierno no parecen haber resultado del todo eficaces. El ACNUR alerta de la situación en la Isla de Samos donde unas 1.000 personas, incluidas familias con niños, se encuentran viviendo en tiendas de campaña sin calefacción. La situación en la ruta de los Balcanes es aún más grave, especialmente en la frontera entre Croacia y Hungría y Serbia, donde muchas personas refugiadas están afrontando las bajas temperaturas a la intemperie, ante el abandono e incluso hostigamiento de las autoridades.
El invierno es un fenómeno natural que no podemos controlar, pero sí podemos y debemos atender las necesidades inmediatas de estas personas vulnerables. Europa no puede dejar morir de frío a las personas refugiadas y es responsable de darles  un trato digno.
Siempre que la magnitud de una emergencia sobrepasa las capacidades de respuesta de un país, el Mecanismo de Protección Civil de la Unión Europea permite una asistencia coordinada de los Estados participantes. Este Mecanismo  apoya y facilita la movilización de los servicios de protección civil de los Estados Miembros para responder a las necesidades inmediatas de los países afectados por una catástrofe o en riesgo de sufrirla.
El Centro Europeo de Coordinación de la Respuesta a Emergencias (CECRE) es el núcleo operativo del Mecanismo europeo de Protección Civil. El CECRE trabaja en estrecha colaboración con las autoridades de protección civil de los Estados participantes en el Mecanismo, para coordinar una respuesta rápida a nivel europeo. El CECRE proporciona capacidad logística las 24 horas del día para supervisar y coordinar la respuesta. Además de los Estados miembros de la UE, en el Mecanismo de Protección Civil de la Unión, participan Islandia, Noruega, Serbia, Turquía y la Antigua República Yugoslava de Macedonia y Montenegro.
El Mecanismo europeo de Protección Civil se ha activado en algunos momentos de 2015 y 2016 para apoyo a los refugiados pero actualmente, sólo permanece abierto para Grecia -abajo te ofrecemos el link para ver el documento a día 6 de enero- sin que se haya montado una operativa de emergencia específica con mayores medios para abordar la ola de frío actual.
Ante la emergencia humanitaria provocada por la llegada del invierno y la ola de frío polar en Europa, pedimos con carácter urgente:
1. Al Ministerio de Interior y al Gobierno de España, que solicite la activación del Mecanismo Europeo de Protección Civil para organizar una respuesta coordinada europea que de forma urgente, asista a los refugiados afectados por la ola de frío en Grecia y los Balcanes.
2. A la Comisión Europea, que ofrezca a Grecia y los países de los Balcanes la asistencia inmediata de dicho Mecanismo de Protección Civil para proteger a los refugiados de las bajas temperaturas que se dan estas semana.

 
Leer más: https://www.hoac.es/2017/01/19/la-hoac-se-adhiere-al-llamamiento-para-que-no-se-mueran-de-frio/

HOAC: El valor social de la misericordia

El valor social de la misericordia #Editorial1591
Al terminar el Año de la Misericordia, el papa Francisco nos invita, en su carta apostólica Misericordia et misera, a continuar cada día en el empeño por «avivar el valor social de la misericordia» para mirar al futuro con esperanza. «Estamos llamados –nos recuerda Francisco– a hacer que crezca una cultura de la misericordia (…) en la que ninguno mire al otro con indiferencia ni aparte la mirada cuando ve el sufrimiento del hermano» (n. 20). Es urgente restituir la dignidad a tantas personas y construir una sociedad justa y fraterna (n. 19). Esta necesidad social reclama nuestra respuesta como Iglesia, de forma que «la conversión pastoral que estamos llamados a vivir, se plasme cada día, gracias a la fuerza renovadora de la misericordia» (n. 5), porque «el camino de la misericordia es el que nos hace encontrar a tantos hermanos y hermanas que tienden la mano esperando que alguien la aferre y poder así caminar juntos» (n. 16). «El carácter social de la misericordia obliga a no quedarse inmóviles y a desterrar la indiferencia y la hipocresía (…) para que la justicia y una vida digna no sean solo palabras bonitas, sino que constituyan el compromiso concreto de todo el que quiere testimoniar la presencia del reino de Dios» (n. 19).
La cultura de la misericordia en la vida social nos reclama, por tanto, comportamientos personales y comunitarios que restituyan la justicia y la dignidad debida a los empobrecidos, pero también poner todo el empeño en ayudar al cambio de las prioridades políticas pues el carácter social de la misericordia tiene una dimensión política ineludible. Cualquier crecimiento económico que no esté orientado en esta dirección es injusto e inmoral. ¿De qué nos sirve socialmente el crecimiento si no responde a las necesidades de las personas y familias, si no acaba con la precariedad vital y la exclusión?
Por eso es tan esencial el trabajo digno: «La política económica debe estar al servicio del trabajo digno» (Iglesia, servidora de los pobres, 32).Si nos fijamos en la realidad del mundo obrero y del trabajo, su situación reclama dar prioridad en la acción política al empeño por el trabajo digno sobre cualquier otra consideración económica y a la creación de empleos que permitan vivir con dignidad. Hoy a cualquier cosa se le llama «empleo». Debería ser una prioridad política acabar con los salarios de miseria que muchas veces se ven obligados a aceptar los trabajadores para poder sobrevivir, con los frecuentes fraudes de ley que se dan en las relaciones laborales, con las condiciones indecentes y peligrosas para la salud en que se realizan cada vez más trabajos…, así como proteger de forma real y efectiva a tantos desempleados que no perciben ninguna prestación. Los contratos precarios no permiten vivir dignamente a las familias.
Igualmente, es necesario situar como urgente prioridad política acabar con la sangrante realidad de que haya personas y familias privadas, por su pobreza, de bienes tan básicos como la vivienda, o el acceso al agua, o a la energía. Ningún beneficio económico puede justificar nunca este hecho. Es una radical inmoralidad que no se haya acabado ya con esta inhumana situación.
La Iglesia en su conjunto, y cada comunidad cristiana en particular, estamos llamados a trabajar con todas nuestras fuerzas para que cuestiones como estas sean, cuanto antes, asuntos centrales en la vida política. Y para ello, el valor social de la misericordia, no puede quedar al margen, tampoco, de los planes y acciones pastorales de toda la Iglesia. Nuestra fe nos empuja a hacer visible otro modo, posible y humanizador, de existir, de que la misma vida eclesial ha de ser un testimonio creíble, porque sin esa dimensión social de la misericordia, nuestra vivencia de la fe, no está completa.
Información extraída de: https://www.hoac.es/2017/01/16/el-valor-social-de-la-misericordia-editorial1591/

JUSTICIA Y PAZ: La campaña «Si Cuidas el Planeta, Combates la Pobreza» destaca la importancia de nuestros hábitos de vida para un modelo de desarrollo justo, solidario y sostenible

NOTA DE PRENSA

La campaña «Si Cuidas el Planeta, Combates la Pobreza»
destaca la importancia de nuestros hábitos de vida
para un modelo de desarrollo justo, solidario y sostenible

Las entidades promotoras de la Campaña centrarán durante los dos primeros meses de 2017 su trabajo de sensibilización en el punto 3 del “Decálogo Verde”

Madrid, 9 de enero de 2016.- Siguiendo el calendario bimestral de sensibilización fijado dentro de la Campaña SI CUIDAS EL PLANETA, COMBATES LA POBREZA para impulsar el compromiso de los cristianos y la sociedad en general por un modelo de desarrollo justo, solidario y sostenible, durante los meses de enero y febrero de 2017 el foco va a situarse sobre el tercer principio del “Decálogo Verde” de la Campaña, que reza «Valorarás la importancia de tus comportamientos cotidianos».
Ante la sensación de que la tarea de transformar el mundo puede parecer utópica o irrealizable, las entidades promotoras de esta iniciativa –Cáritas, CONFER, Justicia y Paz, Manos Unidas y REDES (Red de Entidades para el Desarrollo Solidario)—, apuestan por reivindicar el valor de las pequeñas aportaciones personales a la hora de implicarse en la protección del mundo natural y social en el que vivimos, en el cuidado de las personas y en la lucha contra la pobreza.
En la encíclica Laudato si´, inspiradora de la Campaña, el papa Francisco es claro y contundente al respecto. “Junto a la importancia de los pequeños gestos cotidianos, el amor social –dice el pontífice— nos mueve a pensar en grandes estrategias (…) Un cambio en los estilos de vida podría llegar a ejercer una sana presión sobre los que tienen poder político, económico y social”.
Por eso, el tercer “principio verde” de la Campaña destaca la importancia que tienen nuestros hábitos de vida, porque, como se señala en los materiales preparados para este bimestre, “cuando somos capaces de atender a nuestros comportamientos cotidianos y de tratar de irlos ajustando a lo que creemos bueno, justo y solidario, podemos ir viendo cómo las cosas cambian a nuestro alrededor”. Para ello, es necesario “romper la lógica individualista, consumista y depredadora de recursos naturales, si queremos ser cuidadores del planeta y de los seres humanos que lo habitamos”.
¿Qué podemos hacer o dejar de hacer?
El inicio de un nuevo año es una buena ocasión para incorporar cambios responsables en nuestros comportamientos cotidianos que contribuyan al cuidado de la Creación.
Algunas de estas prácticas y gestos que están a nuestro alcance van desde pausar nuestro ritmo de vida o usar con preferencia el transporte público y la bicicleta y compartir el uso de los vehículos privados, a consumir siempre que sea posible más productos ecológicos y de Comercio Justo, hacer un uso racional del papel y del agua, o reciclar correctamente los desechos y aumentar el uso de elementos reutilizables. Asimismo, la Campaña propone optar por aparatos eléctricos con certificado energético y alargar al máximo su vida útil, impulsar el consumo doméstico de energías renovables o hacer un uso social y responsable de nuestro dinero.
Voces que claman
Como en los dos principios ya abordados en los cuatro últimos meses de 2016, también en esta ocasión se recurre a testimonios reales para visualizar la trascendencia que tiene cada una de las propuestas para avanzar en el cuidado de la Creación.
Para ilustrar el tercer “principio verde” se recoge el relato que Carmen Nango, presidenta de la organización indígena Uru Warmi de Puyo (Ecuador), hace de su padre, que “defendió  nuestro territorio, llamado Canelos, hace mucho tiempo, cuando tenía  24 años”.
“Le eligieron presidente de la comunidad –cuenta Carmen—. En ese momento  empresas extranjeras querían adueñarse de Canelos y mi padre pensó: ´Si yo destruyo esta comunidad, mis hijos, mis compañeros, mis amigos, ¿dónde van a ir?´.  Entonces dijo `no, yo tengo que luchar, defender mi territorio´. Le ofrecieron que vendiera las tierras y le daban a cambio plata y él sostuvo: ´¿De qué me sirve tener plata?, ¿a dónde  voy? Si me toca perder la vida por mi comunidad, así voy a dar más vida´. Luchó  y así logró mantener la comuna Canelos, donde ahora vivimos”.
Para esta líder indígena, “defender el territorio, tiene que ver con la naturaleza. Talar un árbol es talar una vida; por eso, cuando yo llegue a ser autoridad, voy a exigir eso, porque si sembramos un árbol, vamos a sembrar una vida. Conozco  los derechos que tengo, los derechos que tenemos todos y que podemos exigir, pero también sé que debemos cumplir lo que a nosotros nos toca”.
“Queremos salir adelante –afirma Carmen— como mujeres, con nuestros hijos, sin perder nuestras costumbres, enseñar a nuestros hijos nuestra cultura, cómo sembrar la yuca, porque yo he visto que no es necesario talar un  árbol ni  explotar petróleo”. Descargar Nota

JUSTICIA Y PAZ: Cáritas, CONFER y Justicia y Paz reclaman una política de fronteras basada en los principios humanitarios

Estas entidades expresan su dolor por los sucesos ocurridos el 1 de enero en la frontera de Ceuta
 
 
Las entidades de acción social de la Iglesia en España —Cáritas, CONFER y Justicia y Paz— que integramos la red intraeclesial “Migrantes con Derechos” y que estamos presentes en ambos lados  de la  frontera de Ceuta expresamos nuestro dolor por los sucesos ocurridos en la madrugada del 1 de enero en el perímetro de la valla fronteriza entre la Ciudad Autónoma de Ceuta y Marruecos.
Así, consideramos que las medidas y actuaciones adoptadas en torno a la frontera únicamente consiguen incrementar aún más si cabe el sufrimiento, dolor y muerte, de las personas migrantes y de los solicitantes de protección internacional.
Crece nuestra impotencia ante las esperanzas truncadas de estas personas, que, en su penosa travesía de miles de kilómetros por el corazón de África, llevan a sus espaldas un largo historial de abusos, agresiones y precariedad extrema mientras esperan la ocasión de llegar a Europa en busca de un futuro de dignidad y derechos para ellos y sus familias.
Necesitamos un modelo de gestión de fronteras que, no se centre únicamente en temas de seguridad, sino que también se comprometa con el respeto a la vida, la integridad personal y a los derechos humanos.
Es urgente, por ello, que todos nos preguntemos qué es lo que está fallando a la hora de articular una política de fronteras basada en los principios humanitarios y capaz de garantizar vías de acceso seguras a las personas que huyen de la miseria y la violencia que asola sus países.
Reiteramos nuestro rechazo a las devoluciones sumarias. Apelamos, en este sentido, al dictamen del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que ya en 2015 advirtió que la enmienda a la Ley de Extranjería aprobada en su día no avala las devoluciones automáticas, además de recordar el imperativo formulado para que España cumpla en esta materia sus obligaciones internacionales con el respeto a los derechos humanos.

No queremos acostumbrarnos al inmenso sufrimiento humano del que somos testigos a diario en las vidas de tantas personas que siguen llegando desde África y que intentan acceder a Europa en busca de una vida segura y digna. Hacemos un llamamiento a la comunidad cristiana y a toda la ciudadanía para mantenerse alerta ante las causas de esta sangrante realidad humana y trabajar juntos para evitar esta inhumanidad del alambre, y para que su dolor y sufrimiento no se conviertan en una rutina deshumanizadora.
Nuevamente recordamos la exhortación del Papa Francisco ante el Parlamento Europeo: “Europa será capaz de hacer frente a las problemáticas asociadas a la inmigración si es capaz de proponer con claridad su propia identidad cultural y poner en práctica legislaciones adecuadas que permitan tutelar los derechos de los ciudadanos europeos y de garantizar al mismo tiempo la acogida a los inmigrantes“.
 

JUSTICIA Y PAZ: Los derechos humanos como herramienta contra la transgresión y el populismo

Declaración de Justicia y Paz de Europa con ocasión del Día Internacional de los Derechos Humanos (10 de diciembre)

 
Vivimos en un mundo lleno de disturbios en muchas áreas, ya sea la política, la economía, la social o la cultural. Cada vez más personas se sienten inseguras y están convencidas de que sus preocupaciones no se están tomando en serio. Aceptar las transgresiones de algunos colectivos públicos puede abrir la puerta a la intolerancia o incluso a los crímenes de odio.
 
Los descontentos producen temores. Debemos tomar en serio estos temores y escuchar atentamente a quienes los expresan. Los temores refuerzan la inclinación hacia el populismo, el racismo y la intolerancia. Es importante analizar y comprender las razones de esos temores.
 
Con motivo del Día de los Derechos Humanos, Justicia y Paz Europa desea llamar la atención sobre el hecho de que contamos con un conjunto importante de herramientas para contrarrestar estos descontentos y temores: los Derechos Humanos.
 
En lugar de cuestionar los Derechos Humanos, deberíamos abogar con el máximo vigor porque el compromiso con los Derechos Humanos se refleje en todas nuestras acciones tanto a nivel privado como público y esté presente en todas las esferas de la sociedad. Los Derechos Humanos deben convertirse en parte integrante de la educación desde una edad temprana hasta la formación universitaria y profesional. Debemos luchar por una genuina cultura de los Derechos Humanos, donde se trate de un compromiso generalizado en la sociedad para llegar a la defensa de aquellas personas cuyos derechos son violados.
 
En el contexto de estos tiempos de inquietud, queremos sobre todo sensibilizar sobre los Derechos Humanos que exponemos a continuación:
 
Abogamos por la abolición mundial de la pena de muerte; el derecho a la libertad y la seguridad; el derecho a la libertad de expresión y de religión; el derecho a la migración y el asilo, así como la protección en caso de traslado, expulsión o extradición; el respeto de la diversidad cultural y religiosa; y el desarrollo integral sostenible.
 
Nos comprometemos a combatir la discriminación, en particular la discriminación múltiple, la esclavitud moderna, todas las formas de racismo y el discurso del odio, especialmente en las los medios sociales.
 
Prestamos especial atención a la indivisibilidad de los derechos humanos, incluidos los derechos humanos sociales, que son de especial importancia en situaciones de creciente precariedad social y de necesidades sociales insatisfechas.
 
La red de Justicia y Paz en Europa está comprometida con el respeto y la promoción de los Derechos Humanos a fin de que cada persona y cada comunidad puedan vivir dignamente. Extraemos fuerza de nuestra fe cristiana común, así como de nuestra cooperación y solidaridad con todas las organizaciones e instituciones que mantienen los mismos objetivos y defienden los mismos valores. La transformación de los conflictos de forma no violenta es nuestro método.
 
Los derechos humanos no se dan ni garantizan para siempre; hay que lucharlos cada día. Este es nuestro deber. El actual clima de temor exige que cumplamos nuestros compromisos.
 
París, 4-5 de diciembre de 2016
El Comité Ejecutivo de Justicia y Paz de Europa

 
La Conferencia de Comisiones de Justicia y Paz de Europa (Justicia y Paz de Europa) es la alianza de 31 Comisiones europeas de Justicia y Paz, trabajando para la promoción de la justicia social, la paz y el respeto a la dignidad humana. Justicia y Paz de Europa contribuye a dar a conocer la Doctrina social de la Iglesia en las sociedades e instituciones europeas.

El Comité Ejecutivo de Justicia y Paz de Europa está compuesto por 9 miembros electos y su presidente es Mons. Jean-Claude Hollerich, arzobispo de Luxemburgo.

Leer más: https://www.juspax-es.org/news/recuperar-la-confianza-y-contrarrestar-el-miedo/

JUSTICIA Y PAZ: 50 Jornada Mundial de la Paz: «La no violencia: un estilo de política para la paz»

50 Jornada Mundial de la Paz: «La no violencia: un estilo de política para la paz»

1. Al comienzo de este nuevo año formulo mis más sinceros deseos de paz para los pueblos y para las naciones del mundo, para los Jefes de Estado y de Gobierno, así como para los responsables de las comunidades religiosas y de los diversos sectores de la sociedad civil. Deseo la paz a cada hombre, mujer, niño y niña, a la vez que rezo para que la imagen y semejanza de Dios en cada persona nos permita reconocernos unos a otros como dones sagrados dotados de una inmensa dignidad. Especialmente en las situaciones de conflicto, respetemos su «dignidad más profunda»[1] y hagamos de la no violencia activa nuestro estilo de vida.
Este es el Mensaje para la 50 Jornada Mundial de la Paz. En el primero, el beato Papa Pablo VI se dirigió, no sólo a los católicos sino a todos los pueblos, con palabras inequívocas: «Ha aparecido finalmente con mucha claridad que la paz es la línea única y verdadera del progreso humano (no las tensiones de nacionalismos ambiciosos, ni las conquistas violentas, ni las represiones portadoras de un falso orden civil)». Advirtió del «peligro de creer que las controversias internacionales no se pueden resolver por los caminos de la razón, es decir de las negociaciones fundadas en el derecho, la justicia, la equidad, sino sólo por los de las fuerzas espantosas y mortíferas». Por el contrario, citando Pacem in terris de su predecesor san Juan XXIII, exaltaba «el sentido y el amor de la paz fundada sobre la verdad, sobre la justicia, sobre la libertad, sobre el amor»[2]. Impresiona la actualidad de estas palabras, que hoy son igualmente importantes y urgentes como hace cincuenta años.
En esta ocasión deseo reflexionar sobre la no violencia como un estilo de política para la paz, y pido a Dios que se conformen a la no violencia nuestros sentimientos y valores personales más profundos. Que la caridad y la no violencia guíen el modo de tratarnos en las relaciones interpersonales, sociales e internacionales. Cuando las víctimas de la violencia vencen la tentación de la venganza, se convierten en los protagonistas más creíbles en los procesos no violentos de construcción de la paz. Que la no violencia se trasforme, desde el nivel local y cotidiano hasta el orden mundial, en el estilo característico de nuestras decisiones, de nuestras relaciones, de nuestras acciones y de la política en todas sus formas.
Un mundo fragmentado
2. El siglo pasado fue devastado por dos horribles guerras mundiales, conoció la amenaza de la guerra nuclear y un gran número de nuevos conflictos, pero hoy lamentablemente estamos ante una terrible guerra mundial por partes. No es fácil saber si el mundo actualmente es más o menos violento de lo que fue en el pasado, ni si los modernos medios de comunicación y la movilidad que caracteriza nuestra época nos hace más conscientes de la violencia o más habituados a ella.
En cualquier caso, esta violencia que se comete «por partes», en modos y niveles diversos, provoca un enorme sufrimiento que conocemos bien: guerras en diferentes países y continentes; terrorismo, criminalidad y ataques armados impredecibles; abusos contra los emigrantes y las víctimas de la trata; devastación del medio ambiente. ¿Con qué fin? La violencia, ¿permite alcanzar objetivos de valor duradero? Todo lo que obtiene, ¿no se reduce a desencadenar represalias y espirales de conflicto letales que benefician sólo a algunos «señores de la guerra»?
La violencia no es la solución para nuestro mundo fragmentado. Responder con violencia a la violencia lleva, en el mejor de los casos, a la emigración forzada y a un enorme sufrimiento, ya que las grandes cantidades de recursos que se destinan a fines militares son sustraídas de las necesidades cotidianas de los jóvenes, de las familias en dificultad, de los ancianos, de los enfermos, de la gran mayoría de los habitantes del mundo. En el peor de los casos, lleva a la muerte física y espiritual de muchos, si no es de todos.
La Buena Noticia
3. También Jesús vivió en tiempos de violencia. Él enseñó que el verdadero campo de batalla, en el que se enfrentan la violencia y la paz, es el corazón humano: «Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los pensamientos perversos» (Mc 7,21). Pero el mensaje de Cristo, ante esta realidad, ofrece una respuesta radicalmente positiva: él predicó incansablemente el amor incondicional de Dios que acoge y perdona, y enseñó a sus discípulos a amar a los enemigos (cf. Mt 5,44) y a poner la otra mejilla (cf. Mt 5,39). Cuando impidió que la adúltera fuera lapidada por sus acusadores (cf. Jn 8,1-11) y cuando, la noche antes de morir, dijo a Pedro que envainara la espada (cf. Mt 26,52), Jesús trazó el camino de la no violencia, que siguió hasta el final, hasta la cruz, mediante la cual construyó la paz y destruyó la enemistad (cf. Ef 2,14-16). Por esto, quien acoge la Buena Noticia de Jesús reconoce su propia violencia y se deja curar por la misericordia de Dios, convirtiéndose a su vez en instrumento de reconciliación, según la exhortación de san Francisco de Asís: «Que la paz que anunciáis de palabra la tengáis, y en mayor medida, en vuestros corazones»[3].
Ser hoy verdaderos discípulos de Jesús significa también aceptar su propuesta de la no violencia. Esta —como ha afirmado mi predecesor Benedicto XVI— «es realista, porque tiene en cuenta que en el mundo hay demasiada violencia, demasiada injusticia y, por tanto, sólo se puede superar esta situación contraponiendo un plus de amor, un plus de bondad. Este “plus” viene de Dios»[4]. Y añadía con fuerza: «para los cristianos la no violencia no es un mero comportamiento táctico, sino más bien un modo de ser de la persona, la actitud de quien está tan convencido del amor de Dios y de su poder, que no tiene miedo de afrontar el mal únicamente con las armas del amor y de la verdad. El amor a los enemigos constituye el núcleo de la “revolución cristiana”»[5]. Precisamente, el evangelio del amad a vuestros enemigos (cf. Lc 6,27) es considerado como «la charta magna de la no violencia cristiana», que no se debe entender como un «rendirse ante el mal […], sino en responder al mal con el bien (cf. Rm 12,17-21), rompiendo de este modo la cadena de la injusticia»[6].
Más fuerte que la violencia
4. Muchas veces la no violencia se entiende como rendición, desinterés y pasividad, pero en realidad no es así. Cuando la Madre Teresa recibió el premio Nobel de la Paz, en 1979, declaró claramente su mensaje de la no violencia activa: «En nuestras familias no tenemos necesidad de bombas y armas, de destruir para traer la paz, sino de vivir unidos, amándonos unos a otros […]. Y entonces seremos capaces de superar todo el mal que hay en el mundo»[7]. Porque la fuerza de las armas es engañosa. «Mientras los traficantes de armas hacen su trabajo, hay pobres constructores de paz que dan la vida sólo por ayudar a una persona, a otra, a otra»; para estos constructores de la paz, Madre Teresa es «un símbolo, un icono de nuestros tiempos»[8]. En el pasado mes de septiembre tuve la gran alegría de proclamarla santa. He elogiado su disponibilidad hacia todos por medio de «la acogida y la defensa de la vida humana, tanto de la no nacida como de la abandonada y descartada […]. Se ha inclinado sobre las personas desfallecidas, que mueren abandonadas al borde de las calles, reconociendo la dignidad que Dios les había dado; ha hecho sentir su voz a los poderosos de la tierra, para que reconocieran sus culpas ante los crímenes —¡ante los crímenes!— de la pobreza creada por ellos mismos»[9]. Como respuesta —y en esto representa a miles, más aún, a millones de personas—, su misión es salir al encuentro de las víctimas con generosidad y dedicación, tocando y vendando los cuerpos heridos, curando las vidas rotas.
La no violencia practicada con decisión y coherencia ha producido resultados impresionantes. No se olvidarán nunca los éxitos obtenidos por Mahatma Gandhi y Khan Abdul Ghaffar Khan en la liberación de la India, y de Martin Luther King Jr. contra la discriminación racial. En especial, las mujeres son frecuentemente líderes de la no violencia, como, por ejemplo, Leymah Gbowee y miles de mujeres liberianas, que han organizado encuentros de oración y protesta no violenta (pray-ins), obteniendo negociaciones de alto nivel para la conclusión de la segunda guerra civil en Liberia.
No podemos olvidar el decenio crucial que se concluyó con la caída de los regímenes comunistas en Europa. Las comunidades cristianas han contribuido con su oración insistente y su acción valiente. Ha tenido una influencia especial el ministerio y el magisterio de san Juan Pablo II. En la encíclica Centesimus annus (1991), mi predecesor, reflexionando sobre los sucesos de 1989, puso en evidencia que un cambio crucial en la vida de los pueblos, de las naciones y de los estados se realiza «a través de una lucha pacífica, que emplea solamente las armas de la verdad y de la justicia»[10]. Este itinerario de transición política hacia la paz ha sido posible, en parte, «por el compromiso no violento de hombres que, resistiéndose siempre a ceder al poder de la fuerza, han sabido encontrar, una y otra vez, formas eficaces para dar testimonio de la verdad». Y concluía: «Ojalá los hombres aprendan a luchar por la justicia sin violencia, renunciando a la lucha de clases en las controversias internas, así como a la guerra en las internacionales»[11].
La Iglesia se ha comprometido en el desarrollo de estrategias no violentas para la promoción de la paz en muchos países, implicando incluso a los actores más violentos en un mayor esfuerzo para construir una paz justa y duradera.
Este compromiso en favor de las víctimas de la injusticia y de la violencia no es un patrimonio exclusivo de la Iglesia Católica, sino que es propio de muchas tradiciones religiosas, para las que «la compasión y la no violencia son esenciales e indican el camino de la vida»[12]. Lo reafirmo con fuerza: «Ninguna religión es terrorista»[13]. La violencia es una profanación del nombre de Dios[14]. No nos cansemos nunca de repetirlo: «Nunca se puede usar el nombre de Dios para justificar la violencia. Sólo la paz es santa. Sólo la paz es santa, no la guerra»[15].
La raíz doméstica de una política no violenta
5. Si el origen del que brota la violencia está en el corazón de los hombres, entonces es fundamental recorrer el sendero de la no violencia en primer lugar en el seno de la familia. Es parte de aquella alegría que presenté, en marzo pasado, en la Exhortación apostólica Amoris laetitia, como conclusión de los dos años de reflexión de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia. La familia es el espacio indispensable en el que los cónyuges, padres e hijos, hermanos y hermanas aprenden a comunicarse y a cuidarse unos a otros de modo desinteresado, y donde los desacuerdos o incluso los conflictos deben ser superados no con la fuerza, sino con el diálogo, el respeto, la búsqueda del bien del otro, la misericordia y el perdón[16]. Desde el seno de la familia, la alegría se propaga al mundo y se irradia a toda la sociedad[17]. Por otra parte, una ética de fraternidad y de coexistencia pacífica entre las personas y entre los pueblos no puede basarse sobre la lógica del miedo, de la violencia y de la cerrazón, sino sobre la responsabilidad, el respeto y el diálogo sincero. En este sentido, hago un llamamiento a favor del desarme, como también de la prohibición y abolición de las armas nucleares: la disuasión nuclear y la amenaza cierta de la destrucción recíproca, no pueden servir de base a este tipo de ética[18]. Con la misma urgencia suplico que se detenga la violencia doméstica y los abusos a mujeres y niños.
El Jubileo de la Misericordia, concluido el pasado mes de noviembre, nos ha invitado a mirar dentro de nuestro corazón y a dejar que entre en él la misericordia de Dios. El año jubilar nos ha hecho tomar conciencia del gran número y variedad de personas y de grupos sociales que son tratados con indiferencia, que son víctimas de injusticia y sufren violencia. Ellos forman parte de nuestra «familia», son nuestros hermanos y hermanas. Por esto, las políticas de no violencia deben comenzar dentro de los muros de casa para después extenderse a toda la familia humana. «El ejemplo de santa Teresa de Lisieux nos invita a la práctica del pequeño camino del amor, a no perder la oportunidad de una palabra amable, de una sonrisa, de cualquier pequeño gesto que siembre paz y amistad. Una ecología integral también está hecha de simples gestos cotidianos donde rompemos la lógica de la violencia, del aprovechamiento, del egoísmo»[19].
Mi llamamiento
6. La construcción de la paz mediante la no violencia activa es un elemento necesario y coherente del continuo esfuerzo de la Iglesia para limitar el uso de la fuerza por medio de las normas morales, a través de su participación en las instituciones internacionales y gracias también a la aportación competente de tantos cristianos en la elaboración de normativas a todos los niveles. Jesús mismo nos ofrece un «manual» de esta estrategia de construcción de la paz en el así llamado Discurso de la montaña. Las ocho bienaventuranzas (cf. Mt 5,3-10) trazan el perfil de la persona que podemos definir bienaventurada, buena y auténtica. Bienaventurados los mansos —dice Jesús—, los misericordiosos, los que trabajan por la paz, y los puros de corazón, los que tienen hambre y sed de la justicia.
Esto es también un programa y un desafío para los líderes políticos y religiosos, para los responsables de las instituciones internacionales y los dirigentes de las empresas y de los medios de comunicación de todo el mundo: aplicar las bienaventuranzas en el desempeño de sus propias responsabilidades. Es el desafío de construir la sociedad, la comunidad o la empresa, de la que son responsables, con el estilo de los trabajadores por la paz; de dar muestras de misericordia, rechazando descartar a las personas, dañar el ambiente y querer vencer a cualquier precio. Esto exige estar dispuestos a «aceptar sufrir el conflicto, resolverlo y transformarlo en el eslabón de un nuevo proceso»[20]. Trabajar de este modo significa elegir la solidaridad como estilo para realizar la historia y construir la amistad social. La no violencia activa es una manera de mostrar verdaderamente cómo, de verdad, la unidad es más importante y fecunda que el conflicto. Todo en el mundo está íntimamente interconectado[21]. Puede suceder que las diferencias generen choques: afrontémoslos de forma constructiva y no violenta, de manera que «las tensiones y los opuestos [puedan] alcanzar una unidad pluriforme que engendra nueva vida», conservando «las virtualidades valiosas de las polaridades en pugna»[22].
La Iglesia Católica acompañará todo tentativo de construcción de la paz también con la no violencia activa y creativa. El 1 de enero de 2017 comenzará su andadura el nuevo Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, que ayudará a la Iglesia a promover, con creciente eficacia, «los inconmensurables bienes de la justicia, la paz y la protección de la creación» y de la solicitud hacia los emigrantes, «los necesitados, los enfermos y los excluidos, los marginados y las víctimas de los conflictos armados y de las catástrofes naturales, los encarcelados, los desempleados y las víctimas de cualquier forma de esclavitud y de tortura»[23].
En conclusión
7. Como es tradición, firmo este Mensaje el 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María. María es Reina de la Paz. En el Nacimiento de su Hijo, los ángeles glorificaban a Dios deseando paz en la tierra a los hombres y mujeres de buena voluntad (cf. Lc 2,14). Pidamos a la Virgen que sea ella quien nos guíe.
«Todos deseamos la paz; muchas personas la construyen cada día con pequeños gestos; muchos sufren y soportan pacientemente la fatiga de intentar edificarla»[24]. En el 2017, comprometámonos con nuestra oración y acción a ser personas que aparten de su corazón, de sus palabras y de sus gestos la violencia, y a construir comunidades no violentas, que cuiden de la casa común. «Nada es imposible si nos dirigimos a Dios con nuestra oración. Todos podemos ser artesanos de la paz»[25]. Enlace
Vaticano, 8 de diciembre de 2016
Francisco
 


[1] Exhort. ap. Evangelii gaudium, 228.
[2] Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1968.
[3] «Leyenda de los tres compañeros»: Fonti Francescane, n. 1469.
[4] Angelus (18 febrero 2007).
[5] Ibíd.
[6] Ibíd.
[7] Discurso al recibir el Premio Nobel de la Paz (11 diciembre 1979).
[8] Homilía en Santa Marta, «El camino de la paz» (19 noviembre 2015).
[9] Homilía en la canonización de la beata Madre Teresa de Calcuta (4 septiembre 2016).
[10] N. 23.
[11] Ibíd.
[12] Discurso, Audiencia interreligiosa (3 noviembre 2016).
[13] Discurso a los participantes al tercer Encuentro Mundial de los Movimientos Populares (5 noviembre 2016).
[14] Cf. Discurso en el Encuentro interreligioso con el Jeque de los musulmanes del Cáucaso y con representantes de las demás comunidades religiosas del país, Bakú (2 octubre 2016).
[15] Discurso, Asís (20 septiembre 2016).
[16] Cf. Exhort. ap. postsin. Amoris laetitia, 90-130.
[17] Ibíd., 133.194.234.
[18] Cf. Mensaje con ocasión de la Conferencia sobre el impacto humanitario de las armas atómicas (7 diciembre 2014).
[19] Carta Enc. Laudato si’, 230.
[20] Exhort. ap. Evangelii gaudium, 227.
[21] Cf. Carta Enc. Laudato si’, 16.117.138.
[22] Exhort. ap. Evangelii gaudium, 228.
[23] Carta apostólica en forma de «Motu Proprio» con la que se instituye el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral (17 agosto 2016).
[24] Regina Coeli, Belén (25 mayo 2014).
[25] Llamamiento, Asís (20 septiembre 2016).

Leer más: https://www.juspax-es.org/products/a50-jornada-mundial-de-la-paz-la-no-violencia-un-estilo-de-politica-para-la-paz/

NOTA DE PRENSA: Doña Dolores García Pi, nueva Presidenta del Foro de Laicos de España

Dña. Dolores García Pi, elegida nueva Presidenta del Foro de Laicos de España y de su Comisión Permanente.

La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española la nombrará próximamente como corresponde a lo que disponen los estatutos.

Ha sido elegida en la XXIV Asamblea General Ordinaria del Foro realizada en el “Salón de Actos Don Bernardo Herráez” del edificio de la COPE, en la calle Alfonso XI de Madrid, donde se eligieron también como  tesorera a Dña. Fredes Moral Abad y como vocales a Águeda Ortiz de Diego, Pablo Pérez Gómez-Aldaraví y Roberto de la Cruz, quienes pasan a formar parte de la Permanente junto con los tres vocales que ya habían sido elegidos hace dos años: José Antonio Cecilia,  José Alberto Rugeles Martínez y Javier Alonso, el Vice presidente D. Guillermo Aparicio y la secretaria Doña Paloma González-Blanch, cargos que no vencían  este año.

Dña. Dolores García Pi es Licenciada en Farmacia por la Universidad Complutense de Madrid. Pertenece al Movimiento de los Focolares, donde ha sido responsable de la Secretaría General y de la Oficina de Prensa. Ha trabajado en la Nunciatura Apostólica y en el Centro Internacional de Congresos en Castelgandolfo así como en la Fundación Igino Giordani.

Actualmente es corresponsable del Movimiento de los Focolares para el territorio central de la península e Islas Canarias. Es además formadora en el área de adolescentes.

La Comisión Permanente del Foro de Laicos de España

Madrid, 28 de noviembre de 2016