HOAC: El valor social de la misericordia

El valor social de la misericordia #Editorial1591
Al terminar el Año de la Misericordia, el papa Francisco nos invita, en su carta apostólica Misericordia et misera, a continuar cada día en el empeño por «avivar el valor social de la misericordia» para mirar al futuro con esperanza. «Estamos llamados –nos recuerda Francisco– a hacer que crezca una cultura de la misericordia (…) en la que ninguno mire al otro con indiferencia ni aparte la mirada cuando ve el sufrimiento del hermano» (n. 20). Es urgente restituir la dignidad a tantas personas y construir una sociedad justa y fraterna (n. 19). Esta necesidad social reclama nuestra respuesta como Iglesia, de forma que «la conversión pastoral que estamos llamados a vivir, se plasme cada día, gracias a la fuerza renovadora de la misericordia» (n. 5), porque «el camino de la misericordia es el que nos hace encontrar a tantos hermanos y hermanas que tienden la mano esperando que alguien la aferre y poder así caminar juntos» (n. 16). «El carácter social de la misericordia obliga a no quedarse inmóviles y a desterrar la indiferencia y la hipocresía (…) para que la justicia y una vida digna no sean solo palabras bonitas, sino que constituyan el compromiso concreto de todo el que quiere testimoniar la presencia del reino de Dios» (n. 19).
La cultura de la misericordia en la vida social nos reclama, por tanto, comportamientos personales y comunitarios que restituyan la justicia y la dignidad debida a los empobrecidos, pero también poner todo el empeño en ayudar al cambio de las prioridades políticas pues el carácter social de la misericordia tiene una dimensión política ineludible. Cualquier crecimiento económico que no esté orientado en esta dirección es injusto e inmoral. ¿De qué nos sirve socialmente el crecimiento si no responde a las necesidades de las personas y familias, si no acaba con la precariedad vital y la exclusión?
Por eso es tan esencial el trabajo digno: «La política económica debe estar al servicio del trabajo digno» (Iglesia, servidora de los pobres, 32).Si nos fijamos en la realidad del mundo obrero y del trabajo, su situación reclama dar prioridad en la acción política al empeño por el trabajo digno sobre cualquier otra consideración económica y a la creación de empleos que permitan vivir con dignidad. Hoy a cualquier cosa se le llama «empleo». Debería ser una prioridad política acabar con los salarios de miseria que muchas veces se ven obligados a aceptar los trabajadores para poder sobrevivir, con los frecuentes fraudes de ley que se dan en las relaciones laborales, con las condiciones indecentes y peligrosas para la salud en que se realizan cada vez más trabajos…, así como proteger de forma real y efectiva a tantos desempleados que no perciben ninguna prestación. Los contratos precarios no permiten vivir dignamente a las familias.
Igualmente, es necesario situar como urgente prioridad política acabar con la sangrante realidad de que haya personas y familias privadas, por su pobreza, de bienes tan básicos como la vivienda, o el acceso al agua, o a la energía. Ningún beneficio económico puede justificar nunca este hecho. Es una radical inmoralidad que no se haya acabado ya con esta inhumana situación.
La Iglesia en su conjunto, y cada comunidad cristiana en particular, estamos llamados a trabajar con todas nuestras fuerzas para que cuestiones como estas sean, cuanto antes, asuntos centrales en la vida política. Y para ello, el valor social de la misericordia, no puede quedar al margen, tampoco, de los planes y acciones pastorales de toda la Iglesia. Nuestra fe nos empuja a hacer visible otro modo, posible y humanizador, de existir, de que la misma vida eclesial ha de ser un testimonio creíble, porque sin esa dimensión social de la misericordia, nuestra vivencia de la fe, no está completa.
Información extraída de: https://www.hoac.es/2017/01/16/el-valor-social-de-la-misericordia-editorial1591/

CRISTIANOS SIN FRONTERAS: Encuentro-Festival de la Canción Misionera 2017

Un año más os escribimos con motivo de los Encuentros – Festivales de la Canción Misionera. Como ya sabéis este año el lema de la Jornada de la Infancia Misionera ha sido “Sígueme”, y nosotros queremos estar en sintonía, por eso nuestro lema:
 

“¡Sígueme, no pierdas el ritmo. By Jesús”

 
Nuestro objetivo es que la música sea el medio por el que podamos compartir el tema y nuestras experiencias. No es concurso y por ello todos  los grupos estáis invitados. Porque lo que queremos es  compartir experiencia, compartir ritmo.
El Encuentro – Festival se celebra en dos fases: la diocesana y la nacional. En cada diócesis se celebrara en fechas diferentes; para el Nacional es indispensable que participes en el diocesano (Sabemos que en alguna diócesis es complicado; si no se celebra en tu diócesis ponte en contacto con nosotros). La Fase Nacional, este año será en Soria los días 29 y 30 de Abril.
 
En la Asociación creemos que la Comunidad Parroquial es muy importante, por eso queremos que sea la que os envíe, que ellos os acompañen aunque no canten, son días de Encuentro. También os recordamos  que si no tenéis posibilidad de  presentar canción no os preocupéis, podéis participar en el Encuentro disfrutando y compartiendo un tiempo con otros grupos, pero ánimo, que seguro que sois capaces.
 
Si estás  pensando participar o dudas de como hacerlo, envíanos la ficha de solicitud de materiales. Estos te ayudarán  a componer letra, música, coreografía…
 
Este encuentro y festival, especialmente, ayuda a tu grupo  a disfrutar, a reír y lo no menos importante a crecer.
 
Podemos seguir en contacto. (Envíalo por cualquiera de estos medios: secretaria@csf.es, WhatsApp, SMS (629665983) o por teléfono 915944112 / 72).
 
Nuestro horario: Mañanas de L a V de 8:00 h a 15:00 h.
Tardes de L y M de 17:00 h a 19:30 h.
 
En la Web: www.csf.es iremos actualizando los materiales, si tienes alguna duda más ponte en contacto con nosotros. Nos puedes encontrar en:
 
Web: www.csf.es
Facebook: cristianossinfronterassilos
Twitter: @CSF_EMSILOS
Instagram: cristianos_sin_fronteras
WhatsApp:  629665983
 
 
Un saludo en nombre de todo el equipo de Encuentros y Festivales.
Bilbao a 16 de Enero de 2016
 
Deli Cavadas de la Riva
Responsable del Equipo

HERMANDADES DEL TRABAJO: Semana cultural-Centro de Madrid

SEMANA  CULTURAL  HERMANDADES DEL TRABAJO-CENTRO DE MADRID
13 AL 28 DE ENERO  2017
 

 
Estimados amigos, aquí tenéis la información de nuestra próxima Semana Cultural:

Semana Cultural de las Hermandades del Trabajo-Centro de Madrid
Del 13 al 28 de enero 

en honor de Santo Tomás de Aquino
 PROGRAMA:

Día 13 y 27, de 19 a 20 horas:

CHARLAS DE CONTINUIDAD.
 “La Mitología en los cuadros del Museo del Prado”
Conferenciante: D. Angel Zancada.
Días 21 y 22 a las 18,30 horas:
TEATRO
 “El asesinato de Roger Ackroyd”.  De Agatha Christie
Dirección y Adaptación: Jesús Pancorbo. Grupo Pablo Mateos
Día 25, a las 19 horas:
AULA CULTURAL ESPECIAL
Homenaje a Zenobia Camprubí, esposa del Premio Nobel Moguereño Juan Ramón Jiménez,
a cargo del Grupo PLATERO de Madrid.
Presentado por: Dª Rosario Paniagua, Dª Mª Luisa Turell, Dª Rosa Mª Arroyo. Contaremos con la presencia de Dª Carmen Hernández Pinzón, sobrina nieta del escritor.
El acto estará amenizado con música clásica en directo
Día 28, a las 18,30 horas:
GRUPO DE BAILES REGIONALES
“Con la Virgen vamos de Romería”
Te recordamos nuestros periódicos del mes de enero
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–> MAS enero 2017

JUSTICIA Y PAZ: La campaña «Si Cuidas el Planeta, Combates la Pobreza» destaca la importancia de nuestros hábitos de vida para un modelo de desarrollo justo, solidario y sostenible

NOTA DE PRENSA

La campaña «Si Cuidas el Planeta, Combates la Pobreza»
destaca la importancia de nuestros hábitos de vida
para un modelo de desarrollo justo, solidario y sostenible

Las entidades promotoras de la Campaña centrarán durante los dos primeros meses de 2017 su trabajo de sensibilización en el punto 3 del “Decálogo Verde”

Madrid, 9 de enero de 2016.- Siguiendo el calendario bimestral de sensibilización fijado dentro de la Campaña SI CUIDAS EL PLANETA, COMBATES LA POBREZA para impulsar el compromiso de los cristianos y la sociedad en general por un modelo de desarrollo justo, solidario y sostenible, durante los meses de enero y febrero de 2017 el foco va a situarse sobre el tercer principio del “Decálogo Verde” de la Campaña, que reza «Valorarás la importancia de tus comportamientos cotidianos».
Ante la sensación de que la tarea de transformar el mundo puede parecer utópica o irrealizable, las entidades promotoras de esta iniciativa –Cáritas, CONFER, Justicia y Paz, Manos Unidas y REDES (Red de Entidades para el Desarrollo Solidario)—, apuestan por reivindicar el valor de las pequeñas aportaciones personales a la hora de implicarse en la protección del mundo natural y social en el que vivimos, en el cuidado de las personas y en la lucha contra la pobreza.
En la encíclica Laudato si´, inspiradora de la Campaña, el papa Francisco es claro y contundente al respecto. “Junto a la importancia de los pequeños gestos cotidianos, el amor social –dice el pontífice— nos mueve a pensar en grandes estrategias (…) Un cambio en los estilos de vida podría llegar a ejercer una sana presión sobre los que tienen poder político, económico y social”.
Por eso, el tercer “principio verde” de la Campaña destaca la importancia que tienen nuestros hábitos de vida, porque, como se señala en los materiales preparados para este bimestre, “cuando somos capaces de atender a nuestros comportamientos cotidianos y de tratar de irlos ajustando a lo que creemos bueno, justo y solidario, podemos ir viendo cómo las cosas cambian a nuestro alrededor”. Para ello, es necesario “romper la lógica individualista, consumista y depredadora de recursos naturales, si queremos ser cuidadores del planeta y de los seres humanos que lo habitamos”.
¿Qué podemos hacer o dejar de hacer?
El inicio de un nuevo año es una buena ocasión para incorporar cambios responsables en nuestros comportamientos cotidianos que contribuyan al cuidado de la Creación.
Algunas de estas prácticas y gestos que están a nuestro alcance van desde pausar nuestro ritmo de vida o usar con preferencia el transporte público y la bicicleta y compartir el uso de los vehículos privados, a consumir siempre que sea posible más productos ecológicos y de Comercio Justo, hacer un uso racional del papel y del agua, o reciclar correctamente los desechos y aumentar el uso de elementos reutilizables. Asimismo, la Campaña propone optar por aparatos eléctricos con certificado energético y alargar al máximo su vida útil, impulsar el consumo doméstico de energías renovables o hacer un uso social y responsable de nuestro dinero.
Voces que claman
Como en los dos principios ya abordados en los cuatro últimos meses de 2016, también en esta ocasión se recurre a testimonios reales para visualizar la trascendencia que tiene cada una de las propuestas para avanzar en el cuidado de la Creación.
Para ilustrar el tercer “principio verde” se recoge el relato que Carmen Nango, presidenta de la organización indígena Uru Warmi de Puyo (Ecuador), hace de su padre, que “defendió  nuestro territorio, llamado Canelos, hace mucho tiempo, cuando tenía  24 años”.
“Le eligieron presidente de la comunidad –cuenta Carmen—. En ese momento  empresas extranjeras querían adueñarse de Canelos y mi padre pensó: ´Si yo destruyo esta comunidad, mis hijos, mis compañeros, mis amigos, ¿dónde van a ir?´.  Entonces dijo `no, yo tengo que luchar, defender mi territorio´. Le ofrecieron que vendiera las tierras y le daban a cambio plata y él sostuvo: ´¿De qué me sirve tener plata?, ¿a dónde  voy? Si me toca perder la vida por mi comunidad, así voy a dar más vida´. Luchó  y así logró mantener la comuna Canelos, donde ahora vivimos”.
Para esta líder indígena, “defender el territorio, tiene que ver con la naturaleza. Talar un árbol es talar una vida; por eso, cuando yo llegue a ser autoridad, voy a exigir eso, porque si sembramos un árbol, vamos a sembrar una vida. Conozco  los derechos que tengo, los derechos que tenemos todos y que podemos exigir, pero también sé que debemos cumplir lo que a nosotros nos toca”.
“Queremos salir adelante –afirma Carmen— como mujeres, con nuestros hijos, sin perder nuestras costumbres, enseñar a nuestros hijos nuestra cultura, cómo sembrar la yuca, porque yo he visto que no es necesario talar un  árbol ni  explotar petróleo”. Descargar Nota

JUSTICIA Y PAZ: Cáritas, CONFER y Justicia y Paz reclaman una política de fronteras basada en los principios humanitarios

Estas entidades expresan su dolor por los sucesos ocurridos el 1 de enero en la frontera de Ceuta
 
 
Las entidades de acción social de la Iglesia en España —Cáritas, CONFER y Justicia y Paz— que integramos la red intraeclesial “Migrantes con Derechos” y que estamos presentes en ambos lados  de la  frontera de Ceuta expresamos nuestro dolor por los sucesos ocurridos en la madrugada del 1 de enero en el perímetro de la valla fronteriza entre la Ciudad Autónoma de Ceuta y Marruecos.
Así, consideramos que las medidas y actuaciones adoptadas en torno a la frontera únicamente consiguen incrementar aún más si cabe el sufrimiento, dolor y muerte, de las personas migrantes y de los solicitantes de protección internacional.
Crece nuestra impotencia ante las esperanzas truncadas de estas personas, que, en su penosa travesía de miles de kilómetros por el corazón de África, llevan a sus espaldas un largo historial de abusos, agresiones y precariedad extrema mientras esperan la ocasión de llegar a Europa en busca de un futuro de dignidad y derechos para ellos y sus familias.
Necesitamos un modelo de gestión de fronteras que, no se centre únicamente en temas de seguridad, sino que también se comprometa con el respeto a la vida, la integridad personal y a los derechos humanos.
Es urgente, por ello, que todos nos preguntemos qué es lo que está fallando a la hora de articular una política de fronteras basada en los principios humanitarios y capaz de garantizar vías de acceso seguras a las personas que huyen de la miseria y la violencia que asola sus países.
Reiteramos nuestro rechazo a las devoluciones sumarias. Apelamos, en este sentido, al dictamen del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que ya en 2015 advirtió que la enmienda a la Ley de Extranjería aprobada en su día no avala las devoluciones automáticas, además de recordar el imperativo formulado para que España cumpla en esta materia sus obligaciones internacionales con el respeto a los derechos humanos.

No queremos acostumbrarnos al inmenso sufrimiento humano del que somos testigos a diario en las vidas de tantas personas que siguen llegando desde África y que intentan acceder a Europa en busca de una vida segura y digna. Hacemos un llamamiento a la comunidad cristiana y a toda la ciudadanía para mantenerse alerta ante las causas de esta sangrante realidad humana y trabajar juntos para evitar esta inhumanidad del alambre, y para que su dolor y sufrimiento no se conviertan en una rutina deshumanizadora.
Nuevamente recordamos la exhortación del Papa Francisco ante el Parlamento Europeo: “Europa será capaz de hacer frente a las problemáticas asociadas a la inmigración si es capaz de proponer con claridad su propia identidad cultural y poner en práctica legislaciones adecuadas que permitan tutelar los derechos de los ciudadanos europeos y de garantizar al mismo tiempo la acogida a los inmigrantes“.
 

JUSTICIA Y PAZ: Celebración por la Paz desde el Mensaje de 2017

Celebración por la paz desde el Mensaje de 2017

El grupo de Justicia y Paz de Segovia ha elaborado unos materiales para la celebración por la paz desde el Mensaje de 2017:«La no violencia: un estilo de política para la paz»
Presentación de diapositivas del Mensaje de la Paz

Esquema para una Eucaristía por la Paz
Además adjuntamos un recurso desde el Consejo Pontificio de Justicia y Paz para todas las Comisiones de Justicia y Paz, las Asociaciones y los Movimientos eclesiales, las capellanías universitarias y parroquias, con la esperanza de que pueda ser útil en la preparación de una misa, oración u Hora Santa para celebrar la Jornada Mundial de la Paz.

CECO: Nota de diciembre

1º- Asamblea del Foro de Laicos
Los pasados  26  y  27  de noviembre tuvo lugar en  Madrid  la Asamblea ordinaria y extraordinaria del Foro de Laicos.
Por la mañana, se leyeron los trabajos que los diferentes movimientos habían mandado, sobre el tema de los refugiados.
Por la tarde, intervinieron dos ponentes, para hablarnos lo que concretamente sus organizaciones, hacían en este tema.
El sábado por la tarde algunas personas nos desplazamos a la Catedral de la Almudena, para la celebración de la misa de acción de gracias, por el nombramiento del cardenal don Carlos Osoro.
El domingo tuvo lugar la Asamblea ordinaria y extraordinaria para elegir la nueva presidenta. También se eligieron tres vocales y el cargo de tesorería después de algunos problemas, se quedó en que seguiría la misma persona.
 
2º- Novedades  bibliograficas
Historia de la teología.    Illanes Maestre, José Luis
Informe sobre la fe.        Ratzinger, Joseph
 
3º- XX aniversario de  CECO en  Barcelona
EL PPRÓXIMO DÍA  29 DE ABRIL, SE TENDRA UN ACTO EN LA DELEGACION DE LA  once DE  Barcelona a las  17.00 de la tarde con motivo del  XX aniversario de la constitución de  CECO en esa diócesis , el acto consistirá en una charla impartida por el  Arzobispo de  Barcelona .
Aquellos que queráis acudir podéis contactar con el coordinador  de  Barcelona  Paco  Muro  933089922
 
4º-  Convivencias de  CECO en  Córdoba
Recordaros que ya os podéis apuntar  a las convivencias de  Córdoba, en la nota anterior, se os dio información al respecto, recordaros que el plazo concluye el DÍA  9 de abril.
Aquellos que tengáis necesidad del material en  Braille, lo debéis de comunicar  antes del 15 de marzo.
Os podéis apuntar por medio de vuestros coordinadores  o bien llamando a:
Carmen  Usano: 969 23 67 46 – 692 53 77 96
corazonusano@hotmail.com
Ignacio  Segura: 953 22 40 39   627 38 13 96
imadico@telefonica.net
 
5º-  Actualización del servicio de  Squiper
Hemos actualizado este servicio, pensando en todos aquellos que disponen de esta herramienta informática, que nos puede ayudar a la evangelización.
Muchos  miembros de CECO, no pueden asistir a las reuniones por diferentes causas, por ello hemos creado este cauce de comunicación que pretende cada DIA mas unirnos todos en torno a Cristo.
A partir de enero del 2017, la cuenta de Skype que será utilizada para hacer las conexiones será la cuenta oficial de  CECO.
¿Cómo podéis encontrar la cuenta de Skype de CECO? Buscad en el buscador de Skype la palabra  CECO o bien la  siguiente dirección de correo electrónico:
elamordediosconceco@gmail.com
Al encontrar la cuenta, enviáis una solicitud de amistad, que podremos aprobar apenas la veamos.
Para cualquier duda, os podéis poner en contacto con:
José  Portillo
TELEFONO FIJO:   951021141.
MOVIL:      601 00 13 70
CORREO ELECTRONICO: joseportilloperez@gmail.com
Os esperamos para compartir entre todos nuestras experiencias y enriquecernos cada DIA mas en el amor de Cristo
 
6º-  Borrador  de estatutos
Podemos comunicaros que tras varios  años de trabajo, la comisión jurídica de la  CEE, ha dado el visto bueno al borrador de estatutos tras  las correcciones pertinentes.
Dicho borrador se presentara a la asamblea que se efectuara en  Córdoba en abril para su aprobación o denegación. En caso afirmativo  se votara también el RRI.
Cuando se convoque la asamblea, se remitirán copia de los documentos  que se presentan en la misma para su votación.
 
Misa de santa  Lucia
Este mes de diciembre, como en otros años, se  ha participado desde las comunidades de  CECO en la preparación conjunta de la misa de santa  Lucia, patrona de la ONCE, institución a la que la mayoría  de miembros de  CECO pertenece.
 
8º- Agradecimiento
Dar las gracias a los  consiliarios, coordinadores, formadores, personas que nos  ayudan  y a los miembros de la junta, que voluntariamente, a que con su servicio a  CECO, vaya creciendo  en actividad  y en miembros.
Desearos a todos una feliz navidad  y que el 2017 sea para nuestra asociación un año de gracias  y bendiciones  en el cual alabemos a  Cristo con los ojos de la fe.
Con todo mi afecto:
Ignacio  Segura  Madico

HOAC: Dios, todo Dios, aparece como lo más débil e inválido que hay: un recién nacido

Dios, todo Dios, aparece como lo más débil e inválido que hay: un recién nacido
Fernando Díaz Abajo  | Lo más débil e inválido que hay… Ese es nuestro Dios. Nace Dios en la historia humana, haciéndose carne de nuestra carne; haciéndose lo más nuestro, el Dios con nosotros. Todo Dios.
Quizá porque en la debilidad es donde mejor se encuentra y puede ser más Dios. Porque en la debilidad y fragilidad del recién nacido que necesita el abrazo y el calor de la madre, que necesita el alimento que le proporciona, que es acogido con todo amor, es en la que también nosotros podemos reconocernos en muestra más clara identidad: los amados, los deseados, los acogidos por Dios que nos hace hijos e hijas suyos. Hijos e hijas del Dios de la vida hecho vida. Dios se hace necesitado, para ser nuestra necesidad. Gracias a su acogida de nuestra propia debilidad e invalidez, también nacemos nosotros a la vida de Dios.
Y así, ahora, somos nosotros quienes podemos acogerle a Él. Nos hacemos débiles para acoger su debilidad; nos hacemos inválidos, siervos inútiles, para acoger la misericordiosa impotencia de su amor. Nos hacemos impotencia misericordiosa capaz de acoger la debilidad e invalidez, la fragilidad de nuestro mundo, y poder acoger a Dios mismo en la debilidad de la carne sufriente del pobre, en la vida del mundo obrero. Dios sigue necesitándonos y contando con nosotros y nosotras.
Una debilidad que nos enriquece porque nos abre humildemente al don de Aquel que llega a nuestra vida. Hacemos sitio a Dios. ¿Hay algo mejor que esto? Hacemos sitio a toda mujer y hombre en quienes estamos llamados a reconocer el rostro de Dios, hecho niño. Hacemos sitio a quienes, cada día, experimentan la vulnerabilidad como condición de su vida; a quienes, cada día, viven una existencia en debilidad; a quienes llegan hasta nuestra vida buscando, desde su debilidad, la vida digna, la vida humana.
Navidad nos invita a caer de rodillas ante la impotencia misericordiosa del Amor, ante la debilidad humana y humanizadora de nuestro Dios. Nos invita a reconocer la omnipotencia del Amor, de la vida entregada y vivida en el amor. Es el culmen de nuestra humanidad y, por eso, es camino de humanización. Dios se nos hace carne palpable y necesitada porque quiere que encontremos en Él el camino de vida digna, humana, justa y feliz para todos. Dios se nos hace Bienaventuranza en Navidad.
Seamos como los pastores aquella noche en las periferias de Belén, que encuentran a Dios humanado y anuncian la Buena Noticia, el gozo, la alegría, la esperanza cumplida que trae para toda la humanidad. Acojamos nosotros a Dios después de encontrarlo, y que nuestra vida sea, como la de aquellos pastores, capaz de comunicar la alegría, la esperanza cumplida, la bienaventuranza para todos, que es que Dios esté aquí, en nuestra historia, en nuestra vida, humanizándola, dignificándola, haciéndola vida dichosa para todos.
Lo mejor que podemos ofrecer al mundo obrero es Jesucristo, que en Navidad se hace todo Dios en su debilidad misericordiosa. El mundo obrero está esperándolo. Necesita esa gran alegría. No la escondamos. Os anuncio una buena noticia que será de gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor.
 ¡Feliz Navidad!

 
Leer más: https://www.hoac.es/2016/12/19/dios-todo-dios-aparece-como-lo-mas-debil-e-invalido-que-hay-un-recien-nacido/

JUSTICIA Y PAZ: Los derechos humanos como herramienta contra la transgresión y el populismo

Declaración de Justicia y Paz de Europa con ocasión del Día Internacional de los Derechos Humanos (10 de diciembre)

 
Vivimos en un mundo lleno de disturbios en muchas áreas, ya sea la política, la economía, la social o la cultural. Cada vez más personas se sienten inseguras y están convencidas de que sus preocupaciones no se están tomando en serio. Aceptar las transgresiones de algunos colectivos públicos puede abrir la puerta a la intolerancia o incluso a los crímenes de odio.
 
Los descontentos producen temores. Debemos tomar en serio estos temores y escuchar atentamente a quienes los expresan. Los temores refuerzan la inclinación hacia el populismo, el racismo y la intolerancia. Es importante analizar y comprender las razones de esos temores.
 
Con motivo del Día de los Derechos Humanos, Justicia y Paz Europa desea llamar la atención sobre el hecho de que contamos con un conjunto importante de herramientas para contrarrestar estos descontentos y temores: los Derechos Humanos.
 
En lugar de cuestionar los Derechos Humanos, deberíamos abogar con el máximo vigor porque el compromiso con los Derechos Humanos se refleje en todas nuestras acciones tanto a nivel privado como público y esté presente en todas las esferas de la sociedad. Los Derechos Humanos deben convertirse en parte integrante de la educación desde una edad temprana hasta la formación universitaria y profesional. Debemos luchar por una genuina cultura de los Derechos Humanos, donde se trate de un compromiso generalizado en la sociedad para llegar a la defensa de aquellas personas cuyos derechos son violados.
 
En el contexto de estos tiempos de inquietud, queremos sobre todo sensibilizar sobre los Derechos Humanos que exponemos a continuación:
 
Abogamos por la abolición mundial de la pena de muerte; el derecho a la libertad y la seguridad; el derecho a la libertad de expresión y de religión; el derecho a la migración y el asilo, así como la protección en caso de traslado, expulsión o extradición; el respeto de la diversidad cultural y religiosa; y el desarrollo integral sostenible.
 
Nos comprometemos a combatir la discriminación, en particular la discriminación múltiple, la esclavitud moderna, todas las formas de racismo y el discurso del odio, especialmente en las los medios sociales.
 
Prestamos especial atención a la indivisibilidad de los derechos humanos, incluidos los derechos humanos sociales, que son de especial importancia en situaciones de creciente precariedad social y de necesidades sociales insatisfechas.
 
La red de Justicia y Paz en Europa está comprometida con el respeto y la promoción de los Derechos Humanos a fin de que cada persona y cada comunidad puedan vivir dignamente. Extraemos fuerza de nuestra fe cristiana común, así como de nuestra cooperación y solidaridad con todas las organizaciones e instituciones que mantienen los mismos objetivos y defienden los mismos valores. La transformación de los conflictos de forma no violenta es nuestro método.
 
Los derechos humanos no se dan ni garantizan para siempre; hay que lucharlos cada día. Este es nuestro deber. El actual clima de temor exige que cumplamos nuestros compromisos.
 
París, 4-5 de diciembre de 2016
El Comité Ejecutivo de Justicia y Paz de Europa

 
La Conferencia de Comisiones de Justicia y Paz de Europa (Justicia y Paz de Europa) es la alianza de 31 Comisiones europeas de Justicia y Paz, trabajando para la promoción de la justicia social, la paz y el respeto a la dignidad humana. Justicia y Paz de Europa contribuye a dar a conocer la Doctrina social de la Iglesia en las sociedades e instituciones europeas.

El Comité Ejecutivo de Justicia y Paz de Europa está compuesto por 9 miembros electos y su presidente es Mons. Jean-Claude Hollerich, arzobispo de Luxemburgo.

Leer más: https://www.juspax-es.org/news/recuperar-la-confianza-y-contrarrestar-el-miedo/

JUSTICIA Y PAZ: 50 Jornada Mundial de la Paz: «La no violencia: un estilo de política para la paz»

50 Jornada Mundial de la Paz: «La no violencia: un estilo de política para la paz»

1. Al comienzo de este nuevo año formulo mis más sinceros deseos de paz para los pueblos y para las naciones del mundo, para los Jefes de Estado y de Gobierno, así como para los responsables de las comunidades religiosas y de los diversos sectores de la sociedad civil. Deseo la paz a cada hombre, mujer, niño y niña, a la vez que rezo para que la imagen y semejanza de Dios en cada persona nos permita reconocernos unos a otros como dones sagrados dotados de una inmensa dignidad. Especialmente en las situaciones de conflicto, respetemos su «dignidad más profunda»[1] y hagamos de la no violencia activa nuestro estilo de vida.
Este es el Mensaje para la 50 Jornada Mundial de la Paz. En el primero, el beato Papa Pablo VI se dirigió, no sólo a los católicos sino a todos los pueblos, con palabras inequívocas: «Ha aparecido finalmente con mucha claridad que la paz es la línea única y verdadera del progreso humano (no las tensiones de nacionalismos ambiciosos, ni las conquistas violentas, ni las represiones portadoras de un falso orden civil)». Advirtió del «peligro de creer que las controversias internacionales no se pueden resolver por los caminos de la razón, es decir de las negociaciones fundadas en el derecho, la justicia, la equidad, sino sólo por los de las fuerzas espantosas y mortíferas». Por el contrario, citando Pacem in terris de su predecesor san Juan XXIII, exaltaba «el sentido y el amor de la paz fundada sobre la verdad, sobre la justicia, sobre la libertad, sobre el amor»[2]. Impresiona la actualidad de estas palabras, que hoy son igualmente importantes y urgentes como hace cincuenta años.
En esta ocasión deseo reflexionar sobre la no violencia como un estilo de política para la paz, y pido a Dios que se conformen a la no violencia nuestros sentimientos y valores personales más profundos. Que la caridad y la no violencia guíen el modo de tratarnos en las relaciones interpersonales, sociales e internacionales. Cuando las víctimas de la violencia vencen la tentación de la venganza, se convierten en los protagonistas más creíbles en los procesos no violentos de construcción de la paz. Que la no violencia se trasforme, desde el nivel local y cotidiano hasta el orden mundial, en el estilo característico de nuestras decisiones, de nuestras relaciones, de nuestras acciones y de la política en todas sus formas.
Un mundo fragmentado
2. El siglo pasado fue devastado por dos horribles guerras mundiales, conoció la amenaza de la guerra nuclear y un gran número de nuevos conflictos, pero hoy lamentablemente estamos ante una terrible guerra mundial por partes. No es fácil saber si el mundo actualmente es más o menos violento de lo que fue en el pasado, ni si los modernos medios de comunicación y la movilidad que caracteriza nuestra época nos hace más conscientes de la violencia o más habituados a ella.
En cualquier caso, esta violencia que se comete «por partes», en modos y niveles diversos, provoca un enorme sufrimiento que conocemos bien: guerras en diferentes países y continentes; terrorismo, criminalidad y ataques armados impredecibles; abusos contra los emigrantes y las víctimas de la trata; devastación del medio ambiente. ¿Con qué fin? La violencia, ¿permite alcanzar objetivos de valor duradero? Todo lo que obtiene, ¿no se reduce a desencadenar represalias y espirales de conflicto letales que benefician sólo a algunos «señores de la guerra»?
La violencia no es la solución para nuestro mundo fragmentado. Responder con violencia a la violencia lleva, en el mejor de los casos, a la emigración forzada y a un enorme sufrimiento, ya que las grandes cantidades de recursos que se destinan a fines militares son sustraídas de las necesidades cotidianas de los jóvenes, de las familias en dificultad, de los ancianos, de los enfermos, de la gran mayoría de los habitantes del mundo. En el peor de los casos, lleva a la muerte física y espiritual de muchos, si no es de todos.
La Buena Noticia
3. También Jesús vivió en tiempos de violencia. Él enseñó que el verdadero campo de batalla, en el que se enfrentan la violencia y la paz, es el corazón humano: «Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los pensamientos perversos» (Mc 7,21). Pero el mensaje de Cristo, ante esta realidad, ofrece una respuesta radicalmente positiva: él predicó incansablemente el amor incondicional de Dios que acoge y perdona, y enseñó a sus discípulos a amar a los enemigos (cf. Mt 5,44) y a poner la otra mejilla (cf. Mt 5,39). Cuando impidió que la adúltera fuera lapidada por sus acusadores (cf. Jn 8,1-11) y cuando, la noche antes de morir, dijo a Pedro que envainara la espada (cf. Mt 26,52), Jesús trazó el camino de la no violencia, que siguió hasta el final, hasta la cruz, mediante la cual construyó la paz y destruyó la enemistad (cf. Ef 2,14-16). Por esto, quien acoge la Buena Noticia de Jesús reconoce su propia violencia y se deja curar por la misericordia de Dios, convirtiéndose a su vez en instrumento de reconciliación, según la exhortación de san Francisco de Asís: «Que la paz que anunciáis de palabra la tengáis, y en mayor medida, en vuestros corazones»[3].
Ser hoy verdaderos discípulos de Jesús significa también aceptar su propuesta de la no violencia. Esta —como ha afirmado mi predecesor Benedicto XVI— «es realista, porque tiene en cuenta que en el mundo hay demasiada violencia, demasiada injusticia y, por tanto, sólo se puede superar esta situación contraponiendo un plus de amor, un plus de bondad. Este “plus” viene de Dios»[4]. Y añadía con fuerza: «para los cristianos la no violencia no es un mero comportamiento táctico, sino más bien un modo de ser de la persona, la actitud de quien está tan convencido del amor de Dios y de su poder, que no tiene miedo de afrontar el mal únicamente con las armas del amor y de la verdad. El amor a los enemigos constituye el núcleo de la “revolución cristiana”»[5]. Precisamente, el evangelio del amad a vuestros enemigos (cf. Lc 6,27) es considerado como «la charta magna de la no violencia cristiana», que no se debe entender como un «rendirse ante el mal […], sino en responder al mal con el bien (cf. Rm 12,17-21), rompiendo de este modo la cadena de la injusticia»[6].
Más fuerte que la violencia
4. Muchas veces la no violencia se entiende como rendición, desinterés y pasividad, pero en realidad no es así. Cuando la Madre Teresa recibió el premio Nobel de la Paz, en 1979, declaró claramente su mensaje de la no violencia activa: «En nuestras familias no tenemos necesidad de bombas y armas, de destruir para traer la paz, sino de vivir unidos, amándonos unos a otros […]. Y entonces seremos capaces de superar todo el mal que hay en el mundo»[7]. Porque la fuerza de las armas es engañosa. «Mientras los traficantes de armas hacen su trabajo, hay pobres constructores de paz que dan la vida sólo por ayudar a una persona, a otra, a otra»; para estos constructores de la paz, Madre Teresa es «un símbolo, un icono de nuestros tiempos»[8]. En el pasado mes de septiembre tuve la gran alegría de proclamarla santa. He elogiado su disponibilidad hacia todos por medio de «la acogida y la defensa de la vida humana, tanto de la no nacida como de la abandonada y descartada […]. Se ha inclinado sobre las personas desfallecidas, que mueren abandonadas al borde de las calles, reconociendo la dignidad que Dios les había dado; ha hecho sentir su voz a los poderosos de la tierra, para que reconocieran sus culpas ante los crímenes —¡ante los crímenes!— de la pobreza creada por ellos mismos»[9]. Como respuesta —y en esto representa a miles, más aún, a millones de personas—, su misión es salir al encuentro de las víctimas con generosidad y dedicación, tocando y vendando los cuerpos heridos, curando las vidas rotas.
La no violencia practicada con decisión y coherencia ha producido resultados impresionantes. No se olvidarán nunca los éxitos obtenidos por Mahatma Gandhi y Khan Abdul Ghaffar Khan en la liberación de la India, y de Martin Luther King Jr. contra la discriminación racial. En especial, las mujeres son frecuentemente líderes de la no violencia, como, por ejemplo, Leymah Gbowee y miles de mujeres liberianas, que han organizado encuentros de oración y protesta no violenta (pray-ins), obteniendo negociaciones de alto nivel para la conclusión de la segunda guerra civil en Liberia.
No podemos olvidar el decenio crucial que se concluyó con la caída de los regímenes comunistas en Europa. Las comunidades cristianas han contribuido con su oración insistente y su acción valiente. Ha tenido una influencia especial el ministerio y el magisterio de san Juan Pablo II. En la encíclica Centesimus annus (1991), mi predecesor, reflexionando sobre los sucesos de 1989, puso en evidencia que un cambio crucial en la vida de los pueblos, de las naciones y de los estados se realiza «a través de una lucha pacífica, que emplea solamente las armas de la verdad y de la justicia»[10]. Este itinerario de transición política hacia la paz ha sido posible, en parte, «por el compromiso no violento de hombres que, resistiéndose siempre a ceder al poder de la fuerza, han sabido encontrar, una y otra vez, formas eficaces para dar testimonio de la verdad». Y concluía: «Ojalá los hombres aprendan a luchar por la justicia sin violencia, renunciando a la lucha de clases en las controversias internas, así como a la guerra en las internacionales»[11].
La Iglesia se ha comprometido en el desarrollo de estrategias no violentas para la promoción de la paz en muchos países, implicando incluso a los actores más violentos en un mayor esfuerzo para construir una paz justa y duradera.
Este compromiso en favor de las víctimas de la injusticia y de la violencia no es un patrimonio exclusivo de la Iglesia Católica, sino que es propio de muchas tradiciones religiosas, para las que «la compasión y la no violencia son esenciales e indican el camino de la vida»[12]. Lo reafirmo con fuerza: «Ninguna religión es terrorista»[13]. La violencia es una profanación del nombre de Dios[14]. No nos cansemos nunca de repetirlo: «Nunca se puede usar el nombre de Dios para justificar la violencia. Sólo la paz es santa. Sólo la paz es santa, no la guerra»[15].
La raíz doméstica de una política no violenta
5. Si el origen del que brota la violencia está en el corazón de los hombres, entonces es fundamental recorrer el sendero de la no violencia en primer lugar en el seno de la familia. Es parte de aquella alegría que presenté, en marzo pasado, en la Exhortación apostólica Amoris laetitia, como conclusión de los dos años de reflexión de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia. La familia es el espacio indispensable en el que los cónyuges, padres e hijos, hermanos y hermanas aprenden a comunicarse y a cuidarse unos a otros de modo desinteresado, y donde los desacuerdos o incluso los conflictos deben ser superados no con la fuerza, sino con el diálogo, el respeto, la búsqueda del bien del otro, la misericordia y el perdón[16]. Desde el seno de la familia, la alegría se propaga al mundo y se irradia a toda la sociedad[17]. Por otra parte, una ética de fraternidad y de coexistencia pacífica entre las personas y entre los pueblos no puede basarse sobre la lógica del miedo, de la violencia y de la cerrazón, sino sobre la responsabilidad, el respeto y el diálogo sincero. En este sentido, hago un llamamiento a favor del desarme, como también de la prohibición y abolición de las armas nucleares: la disuasión nuclear y la amenaza cierta de la destrucción recíproca, no pueden servir de base a este tipo de ética[18]. Con la misma urgencia suplico que se detenga la violencia doméstica y los abusos a mujeres y niños.
El Jubileo de la Misericordia, concluido el pasado mes de noviembre, nos ha invitado a mirar dentro de nuestro corazón y a dejar que entre en él la misericordia de Dios. El año jubilar nos ha hecho tomar conciencia del gran número y variedad de personas y de grupos sociales que son tratados con indiferencia, que son víctimas de injusticia y sufren violencia. Ellos forman parte de nuestra «familia», son nuestros hermanos y hermanas. Por esto, las políticas de no violencia deben comenzar dentro de los muros de casa para después extenderse a toda la familia humana. «El ejemplo de santa Teresa de Lisieux nos invita a la práctica del pequeño camino del amor, a no perder la oportunidad de una palabra amable, de una sonrisa, de cualquier pequeño gesto que siembre paz y amistad. Una ecología integral también está hecha de simples gestos cotidianos donde rompemos la lógica de la violencia, del aprovechamiento, del egoísmo»[19].
Mi llamamiento
6. La construcción de la paz mediante la no violencia activa es un elemento necesario y coherente del continuo esfuerzo de la Iglesia para limitar el uso de la fuerza por medio de las normas morales, a través de su participación en las instituciones internacionales y gracias también a la aportación competente de tantos cristianos en la elaboración de normativas a todos los niveles. Jesús mismo nos ofrece un «manual» de esta estrategia de construcción de la paz en el así llamado Discurso de la montaña. Las ocho bienaventuranzas (cf. Mt 5,3-10) trazan el perfil de la persona que podemos definir bienaventurada, buena y auténtica. Bienaventurados los mansos —dice Jesús—, los misericordiosos, los que trabajan por la paz, y los puros de corazón, los que tienen hambre y sed de la justicia.
Esto es también un programa y un desafío para los líderes políticos y religiosos, para los responsables de las instituciones internacionales y los dirigentes de las empresas y de los medios de comunicación de todo el mundo: aplicar las bienaventuranzas en el desempeño de sus propias responsabilidades. Es el desafío de construir la sociedad, la comunidad o la empresa, de la que son responsables, con el estilo de los trabajadores por la paz; de dar muestras de misericordia, rechazando descartar a las personas, dañar el ambiente y querer vencer a cualquier precio. Esto exige estar dispuestos a «aceptar sufrir el conflicto, resolverlo y transformarlo en el eslabón de un nuevo proceso»[20]. Trabajar de este modo significa elegir la solidaridad como estilo para realizar la historia y construir la amistad social. La no violencia activa es una manera de mostrar verdaderamente cómo, de verdad, la unidad es más importante y fecunda que el conflicto. Todo en el mundo está íntimamente interconectado[21]. Puede suceder que las diferencias generen choques: afrontémoslos de forma constructiva y no violenta, de manera que «las tensiones y los opuestos [puedan] alcanzar una unidad pluriforme que engendra nueva vida», conservando «las virtualidades valiosas de las polaridades en pugna»[22].
La Iglesia Católica acompañará todo tentativo de construcción de la paz también con la no violencia activa y creativa. El 1 de enero de 2017 comenzará su andadura el nuevo Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, que ayudará a la Iglesia a promover, con creciente eficacia, «los inconmensurables bienes de la justicia, la paz y la protección de la creación» y de la solicitud hacia los emigrantes, «los necesitados, los enfermos y los excluidos, los marginados y las víctimas de los conflictos armados y de las catástrofes naturales, los encarcelados, los desempleados y las víctimas de cualquier forma de esclavitud y de tortura»[23].
En conclusión
7. Como es tradición, firmo este Mensaje el 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María. María es Reina de la Paz. En el Nacimiento de su Hijo, los ángeles glorificaban a Dios deseando paz en la tierra a los hombres y mujeres de buena voluntad (cf. Lc 2,14). Pidamos a la Virgen que sea ella quien nos guíe.
«Todos deseamos la paz; muchas personas la construyen cada día con pequeños gestos; muchos sufren y soportan pacientemente la fatiga de intentar edificarla»[24]. En el 2017, comprometámonos con nuestra oración y acción a ser personas que aparten de su corazón, de sus palabras y de sus gestos la violencia, y a construir comunidades no violentas, que cuiden de la casa común. «Nada es imposible si nos dirigimos a Dios con nuestra oración. Todos podemos ser artesanos de la paz»[25]. Enlace
Vaticano, 8 de diciembre de 2016
Francisco
 


[1] Exhort. ap. Evangelii gaudium, 228.
[2] Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1968.
[3] «Leyenda de los tres compañeros»: Fonti Francescane, n. 1469.
[4] Angelus (18 febrero 2007).
[5] Ibíd.
[6] Ibíd.
[7] Discurso al recibir el Premio Nobel de la Paz (11 diciembre 1979).
[8] Homilía en Santa Marta, «El camino de la paz» (19 noviembre 2015).
[9] Homilía en la canonización de la beata Madre Teresa de Calcuta (4 septiembre 2016).
[10] N. 23.
[11] Ibíd.
[12] Discurso, Audiencia interreligiosa (3 noviembre 2016).
[13] Discurso a los participantes al tercer Encuentro Mundial de los Movimientos Populares (5 noviembre 2016).
[14] Cf. Discurso en el Encuentro interreligioso con el Jeque de los musulmanes del Cáucaso y con representantes de las demás comunidades religiosas del país, Bakú (2 octubre 2016).
[15] Discurso, Asís (20 septiembre 2016).
[16] Cf. Exhort. ap. postsin. Amoris laetitia, 90-130.
[17] Ibíd., 133.194.234.
[18] Cf. Mensaje con ocasión de la Conferencia sobre el impacto humanitario de las armas atómicas (7 diciembre 2014).
[19] Carta Enc. Laudato si’, 230.
[20] Exhort. ap. Evangelii gaudium, 227.
[21] Cf. Carta Enc. Laudato si’, 16.117.138.
[22] Exhort. ap. Evangelii gaudium, 228.
[23] Carta apostólica en forma de «Motu Proprio» con la que se instituye el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral (17 agosto 2016).
[24] Regina Coeli, Belén (25 mayo 2014).
[25] Llamamiento, Asís (20 septiembre 2016).

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