COMUNIÓN Y LIBERACIÓN: Presentación del libro "La belleza desarmada" de Julián Carrón

El 19 de octubre a las 12h en la Sala de Juntas del Círculo de Bellas Artes de Madrid
Julián Carrón presenta a la prensa su libro LA BELLEZA DESARMADA, donde analiza los principales temas de la actualidad internacional, como el terrorismo, la crisis económica y política, la emergencia educativa, Europa y los refugiados
El libro recoge las principales reflexiones del autor en varios momentos de estos últimos diez años desde la muerte del fundador de CL, Luigi Giussani, y afronta el “derrumbe de evidencias” que sufre nuestra época
El terrorismo, la crisis económica y política, la emergencia educativa, Europa y el drama de los refugiados son algunos de los temas que Julián Carrón, presidente de la Fraternidad de Comunión y Liberación y responsable internacional de este movimiento eclesial desde 2005, analiza en profundidad en su nuevo libro, La belleza desarmada. Para ello, el autor toma como punto de partida el «desmoronamiento de las evidencias» con que el Papa Benedicto XVI ha sintetizado la actual crisis antropológica de Occidente y que afecta también al cristianismo cuando se deja reducir a ideología en vez de volver a proponerse como experiencia, como acontecimiento experimentable y correspondiente con el corazón del hombre. Carrón no se sustrae ante la honda pregunta que los desafíos actuales plantean a la experiencia de la fe y al carisma de don Giussani. Al contrario, hunde la mirada en sus raíces.
En ese derrumbe de las evidencias, afirma Carrón en estas reflexiones realizadas durante los últimos diez años, el impacto que provoca la realidad sigue siendo la vía maestra para despertar en la persona su necesidad de verdad y significado, sea o no creyente. «La única condición para ser siempre y verdaderamente religiosos es vivir intensamente lo real, sin renegar ni olvidar nada», escribía don Giussani en su libro más famoso, El sentido religioso, y su sucesor lo apuesta todo a este magisterio de la realidad que somete incluso la fe a la verificación de la experiencia.
Solo si el acontecimiento cristiano se demuestra capaz de despertar al yo, de hacerlo renacer en todas sus dimensiones –razón, afecto, libertad– y mantenerlo en la posición adecuada para afrontar toda la existencia, con sus pruebas y problemas, puede resultar creíble y suscitar el interés del hombre contemporáneo.
Por ello, Carrón pone el acento en la fe como testimonio de un yo aferrado por el amor de Cristo. Como recuerda el Papa Francisco, «solo así se puede proponer con su fuerza, su belleza y su sencillez el anuncio liberador del amor de Dios y de la salvación que Cristo nos ofrece». Como el propio autor plantea en una pregunta que da título a este libro, y que escribió en un artículo publicado en la prensa española tras los atentados de Charlie Hebdo: «Pero nosotros, cristianos, ¿creemos todavía en la capacidad que tiene la fe que hemos recibido de provocar un atractivo en aquellos con los que nos encontramos? ¿Creemos todavía en la fascinación victoriosa de su belleza desarmada?».
Aquí se condensa todo el tejido de la presencia cristiana en el mundo y así el encuentro con los “testigos” de Jesús, hoy igual que hace dos mil años, sigue siendo una posibilidad presente y viva que urge en el corazón de todo hombre para hallar por fin cumplimiento.
De hecho, ¿qué puede arrancarnos de la nada que nos homologa y reabrir la esperanza? Solo el encuentro con personas cuya vida documente una conciencia nueva y más profunda de sí mismos y de la realidad, en todas las dimensiones del vivir (educación, familia, trabajo, política), un deseo desplegado totalmente, una capacidad de gratuidad, alegría y construcción normalmente imposibles de encontrar, originados por el don de Otro. ¿Acaso no es este encuentro lo que todos esperamos aun inconscientemente? Esta será pues la contribución que los cristianos están llamados a ofrecer, hoy más que nunca: el testimonio de una «belleza desarmada», de una plenitud de vida posible, salvada por Cristo.
La belleza desarmada propone elementos esenciales de la reflexión de Julián Carrón desde 2005, año de su elección como presidente de la Fraternidad de Comunión y Liberación, después de que el propio don Giussani le llamara personalmente el año anterior para que se trasladara a Milán desde España para compartir con él la responsabilidad en la guía del movimiento. Un conjunto de reflexiones e intervenciones que no solo han marcado la historia del movimiento de Comunión y Liberación en estos últimos diez años, desde la muerte de su fundador, el Siervo de Dios Luigi Giussani, sino que también quieren entrar con humildad y coraje en el diálogo público y en las heridas profundas que afectan a nuestro tiempo.

Los textos de este libro, que surgieron para abordar distintas situaciones, han sido ampliamente reelaborados y ordenados por el autor para ofrecer la contribución de una experiencia de vida a cualquiera que busque razones adecuadas para vivir y construir espacios de libertad y convivencia en una sociedad plural. Como afirma el autor, «el acceso a la verdad solo es posible a través de la libertad. La historia es el espacio del diálogo en libertad, lo cual no quiere decir que sea un espacio vacío, desierto de propuestas de vida. Porque de la nada no se vive. Nadie puede mantenerse en pie, tener una relación constructiva con la realidad, sin algo por lo que valga la pena vivir».
El libro está a la venta en librerías al precio de 18 euros.
Julián Carrón nació en 1950 en Navaconcejo (Cáceres). Ordenado sacerdote en 1975, fue profesor en la Universidad Complutense de Madrid y Élève Titulaire en la École Biblique de Jerusalén, responsable del Seminario Menor, profesor de religión, director del Colegio Arzobispal de Madrid. Después de doctorarse en Teología en la Facultad Teológica del Norte de España (Burgos), fue profesor de Nuevo Testamente en la Facultad de Teología San Dámaso de Madrid. Además de numerosos artículos científicos, ha publicado libros como Jesús, el Mesías manifestado. Tradición literaria y trasfondo judío de Hch 3, 19-26. Dirigió la edición española de la revista internacional Communio. En 2004 se trasladó a Milán, a requerimiento de Luigi Giussani, fundador de Comunión y Liberación, para compartir con él la responsabilidad en la guía del movimiento. En 2005 la Diaconía Central le nombró presidente de la Fraternidad de CL, como sucesor de Giussani. El Pontificio Consejo para los Laicos le nombró además asistente eclesiástico de los Memores Domini, asociación laica que “reúne a personas de CL que siguen una vocación de entrega total a Dios viviendo en el mundo”. Es profesor de Teología en la Universidad Católica Sacro Cuore de Milán.
LA BELLEZA DESARMADA
Presentación a la prensa
Miércoles 19 de octubre
12.00 horas
Sala de Juntas del Círculo de Bellas Artes (Alcalá 42, 3ª planta)

ACCIÓN CATÓLICA GENERAL: El Papa concede a la Presidenta de Acción Católica General la Cruz ‘Pro Ecclesia et Pontifice’

El Papa concede por primera vez a una laica soriana, Presidenta de Acción Católica General, la Cruz ‘Pro Ecclesia et Pontifice’
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El Administrador diocesano, Gabriel-Ángel Rodríguez Millán, impondrá mañana 18 de octubre la Cruz ‘Pro Ecclesia et Pontifice’ a cuatro laicos sorianos, condecoración con la que han sido distinguidos por el Papa Francisco siendo la primera vez en la historia que la Santa Sede concede este reconocimiento a fieles de la Diócesis de Osma-Soria, entre ellos a Ana María Romera Ramos, presidenta diocesana de Acción Católica General.
La Cruz ‘Pro Ecclesia et Pontifice’ (Por la Iglesia y el Papa) fue instituida por León XIII el 17 de julio de 1888, en la celebración de sus 50 años de Ordenación sacerdotal. Es otorgada especialmente a laicos que se han distinguido por su labor en favor de la Iglesia y del Papa.
Curriculum de Ana María Romera Ramos
Ana María Romera Ramos nació el 25 de julio de 1934 en Soria “en el seno de una familia muy unida y cristiana”, en palabras de ella misma. Fue bautizada en la Parroquia de San Pedro de la misma ciudad y estudió en el colegio del Sagrado Corazón donde recibió también los otros sacramentos de la iniciación cristiana y se hizo de la Asociación de las Hijas de María. Su vida laboral se desarrolló en la Delegación de hacienda de Soria. Con un gran amor a la Iglesia, al Papa, a los Obispos y sacerdotes (pendiente de ayudarles, animarles y rezar por ellos) y a las religiosas (muy unida a las HH. Clarisas del convento de Santo Domingo de Soria). Siempre al servicio de su parroquia de El Salvador (Soria), durante muchos años ha sido catequista de niños y jóvenes, y ha participado en la catequesis de adultos. Muy implicada desde siempre en la Acción Católica, desde hace unos años es la presidenta diocesana de Acción Católica General. Actualmente centra sus esfuerzos en la pastoral de enfermos.
 
 

HOAC: ¡Ahora más que nunca! | #7décadasHOAC

 
¡Ahora más que nunca! | #7décadasHOAC
En 1946 los obispos españoles acordaron la creación de un movimiento especializado para los obreros adultos dentro de la Acción Católica. Desde el Consejo Nacional de Hombres de Acción Católica se propuso a Guillermo Rovirosa, que venía trabajando en la Acción Católica de Madrid desde hacía unos años, la tarea de organizar y promover la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC). Guillermo aceptó y del 26 de octubre al 3 de noviembre de 1946 se celebró la I Semana Nacional de la HOAC, que fue el comienzo de su andadura como movimiento apostólico obrero. Se cumplen, pues, ahora, los 70 años de vida de nuestro movimiento.
Siete décadas, 70 años de vida eclesial encarnada en el mundo obrero y del trabajo. Porque si algo ha querido ser la HOAC es vida cristiana eclesial en medio de la realidad sufriente del mundo obrero y del trabajo. Con el empeño de reconocer y vivir a Cristo Jesús, «el Divino Obrero de Nazaret», acompañando la vida cotidiana de nuestras hermanas y hermanos trabajadores, para colaborar desde su Evangelio a que sea respetada la sagrada dignidad de cada persona. Como escribió Rovirosa, «la lucha de la HOAC se encamina, en primer lugar, a que todo obrero recobre la conciencia de su dignidad de hombre y de obrero a la luz de Cristo».
De esa experiencia de 70 años, con todos sus aciertos y sus errores, queremos ante todo dar gracias a Dios por el testimonio entregado de tantos hombres y mujeres, trabajadores y trabajadoras, seguidores de Jesucristo; por su permanente empeño de fidelidad a Él y a su Iglesia al servicio del mundo obrero y del trabajo; por la profunda experiencia comunitaria de fe cristiana convertida en amor y lucha por la justicia. Gratitud por la afirmación constante de la dignidad de las personas trabajadoras y del trabajo a la luz del Evangelio, causa esencial de la Iglesia en la que tanto insiste hoy el papa Francisco, y de la que dijo san Juan Pablo II que es para la Iglesia «su misión, su servicio, verificación de su fidelidad a Cristo, para poder ser verdaderamente la Iglesia de los pobres», que son frecuentemente resultado de la violación de la dignidad del trabajo humano (LE 8). Empeño sustentado en una convicción: el Evangelio de Jesús responde a las necesidades más profundas del ser humano, en lo personal y en lo social, pues estamos vocacionados al amor fraterno (EG 265).
Nuestra gratitud quiere mirar al presente y al futuro y transformarse en respuesta decidida y reafirmada de continuidad con ese servicio y esa vida encarnada. «Ahora más que nunca» es el lema que Rovirosa adoptó en unos momentos difíciles y de profunda experiencia de la propia debilidad, poniendo toda su confianza en Dios. Hoy el mundo obrero y del trabajo sufre una situación difícil, con tantas personas y familias privadas de trabajo digno, despojadas de sus derechos más básicos y que no pueden vivir y ser con la debida dignidad. La idolatría del dinero devora personas y demuele la dignidad del trabajo. Hoy más que nunca es fundamental el empeño por afirmar la dignidad del trabajo y luchar por el trabajo digno. Ahora más que nunca el mundo obrero y del trabajo, y por extensión el conjunto de nuestra sociedad, necesitan de la pastoral obrera de toda la Iglesia, a cuyo servicio quiere seguir entregándose la HOAC desde su identidad de Acción Católica. ¡Qué el Señor, con su amor entrañable y misericordioso, nos siga sosteniendo en ese empeño!
Información extraída de: https://www.hoac.es/2016/10/14/ahora-mas-que-nunca-7decadashoac/

JUSTICIA Y PAZ: Declaración sobre la UE

Por la Asamblea General de la Conferencia de Comisiones de Justicia y Paz de Europa

La cumbre informal de la UE en Bratislava el 16 de septiembre fue la primera ocasión después del referéndum de Reino Unido en la que los 27 Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea se reunieron sin el primer ministro del Reino Unido. El resultado fue la adopción de la Declaración y el Plan de trabajo de Bratislava. Este último contiene una serie de propuestas políticas concretas y un calendario para su aplicación en el ámbito de la migración, la seguridad interior y exterior, la defensa, el desarrollo económico y social y la juventud. Unos días antes, en su discurso sobre el estado de la Unión Europea, Jean Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, presentó su hoja de ruta de cinco puntos para la inversión, el mercado único digital, la seguridad, la defensa y la juventud.
Tomando nota de estas iniciativas, pero también de la continua controversia y desacuerdo entre los Estados miembros después de la votación del Brexit, la Conferencia de Comisiones de  Justicia y Paz de Europa (Justicia y Paz Europa) se reunió el lunes, 3 de octubre de 2016, en Luxemburgo para su Asamblea General anual y aprobó la siguiente declaración:
 
1. La Unión Europea está en mal estado. Un importante Estado miembro ha decidido abandonarla. Muchos otros ignoran o desafían abiertamente las normas y decisiones adoptadas previamente juntos. Algunos están luchando ellos mismos por la unidad. Es necesario sobre todo restaurar la confianza para reunir las cosas de nuevo, tanto la confianza entre los Estados miembros como la confianza de la ciudadanía en la política en general y en las instituciones europeas, en particular. La confianza en la Unión Europea sigue siendo una respuesta válida a la aterradora guerra y violencia del siglo XX y a los desafíos de la globalización del siglo XXI.
 
2. La confianza en Europa no será el resultado de declaraciones, planes de trabajo y discursos, y ciertamente no lo será en el corto plazo. Se necesitarán años para reconstruir lo que se perdió y se necesitarán resultados sustanciales en términos de empleos de calidad para los jóvenes, nuevas oportunidades para los más pobres, más seguridad para todos y la protección del medio ambiente. Se requerirán procedimientos más transparentes y democráticos, así como un mayor respeto por las tradiciones nacionales, regionales y locales, que están amenazados por las fuerzas del mercado mundial, junto a una mayor justicia social en términos de impuestos y oportunidades para las personas más pobres en Europa y en todo el mundo.
 
3. La Unión Europea reúne a los Estados-nación democráticos. No los sustituye y su supervivencia depende de mayorías estables y claras en favor de la UE dentro de ellos. Teniendo esto en cuenta, los siguientes doce meses presentarán una serie de desafíos electorales. Varias elecciones y referendos pueden debilitar aún más el apoyo popular a la UE. Los gobiernos son por lo general menos proclives a tomar medidas políticas audaces justo antes de elecciones importantes. Por lo tanto, los próximos meses son también en gran medida el momento para que la sociedad civil tome la iniciativa y promueva la Unión Europea. Las Iglesias cristianas desempeñarán también su papel en esta línea.
 
4. Estamos de acuerdo con el proceso de consulta entre la Conferencia de Iglesias Europeas (CEC) y sus miembros para la próxima Asamblea General de la CEC en 2018, lanzado el pasado mes de junio. Durante los próximos doce meses, los obispos católicos de los países de la UE (COMECE) prepararán de forma activa su importante Congreso sobre el futuro de Europa, en Roma en 2017. Las iniciativas nacionales como las Semanas Sociales de Francia van a dedicar su reunión anual en 2017 a la cuestión europea. Asimismo, agradecemos al papa Francisco su comprometido interés en Europa y los influyentes discursos de 2015 en el Parlamento Europeo y en la atribución del Premio Carlomagno en 2016.
 
5. Justicia y Paz de Europa, nuestra red, está dedicada a la paz y la justicia social en el mundo y hemos decidido dedicar nuestra próxima acción concertada anual al tema “Europa en la encrucijada”. El documento guía para la acción concertada se publicará al inicio de la Cuaresma de 2017 e incluirá diez propuestas concretas de política. Las comisiones nacionales iniciarán actividades locales sobre la base del documento y las propuestas.
 
6. Mientras tanto, deseamos manifestar nuestro firme compromiso con la Unión Europea. Esperamos que los pueblos y naciones de nuestro continente sigan el camino de la estrecha cooperación y superen las dificultades actuales. Profecías sombrías predicen a menudo el declive económico y demográfico de Europa en el curso del siglo XXI. Una posible ruptura de la Unión Europea, sin duda, aceleraría este proceso. Mejorar la Unión Europea y acercarla cada vez más a sus ciudadanos es la mejor forma de prevenirla. El cristianismo no es una religión en declive sino inspiradora. Es una religión de esperanza. Como personas cristianas en Europa, hacemos un llamamiento a toda la ciudadanía y sobre todo quienes tienen responsabilidades políticas para contribuir a una Europa de la responsabilidad y la solidaridad.
 

Leer más: https://www.juspax-es.org/news/declaracion-sobre-la-ue/

JUSTICIA Y PAZ: Construir puentes de justicia en lugar de muros de miedo

Conferencia de Comisiones de Justicia y Paz de Europa

“La seguridad en Europa: responsabilidad de los Estados, de la UE y de la ciudadanía”

Seminario Internacional y Asamblea General

Luxemburgo, del 30 septiembre al 3 octubre de 2016

DECLARACIÓN FINAL
 
 
Personas delegadas de 21 Comisiones europeas de Justicia y Paz, reunidas en Luxemburgo del 30 de septiembre al 3 de octubre de 2016, cumplimos con nuestra responsabilidad de explorar retos sobre seguridad a los que se enfrenta Europa en diálogo con representantes de la política, militares, instituciones de la UE y la sociedad civil. Hemos sido acogidas en la Eucaristía por la parroquia del pueblo de Schengen, junto a un coro de la Escuela Europea, compartiendo el espíritu de Schengen, unidas en la diversidad a través de la oración y el canto.
Al término de este Seminario Internacional y de nuestra Asamblea general, hemos adoptado la siguiente declaración:
En la Europa de hoy, muchas personas están muy preocupadas por la seguridad. Sus preocupaciones están justificadas. Desde los ataques terroristas a la guerra cibernética, desde la crisis de las personas refugiadas a los efectos del cambio climático, desde el aumento de la desigualdad económica y la injusticia social a los altos niveles de desempleo, desde la crisis de la deuda soberana al Brexit, la ciudadanía europea enfrenta desafíos de orden social, cultural, económico y político que han garantizado la seguridad en Europa en los últimos tiempos.
La seguridad es esencial y positiva. Protege la dignidad humana, a fin de que pueda desarrollarse. Es una condición previa para la libertad y para la búsqueda del bienestar y la felicidad. Por ello, la verdadera seguridad debe estar enlazada con el respeto a los derechos humanos y a la justicia (cf. Gaudium et spes, 78 y 81).
Cuando la seguridad se distancia de la justicia y de los derechos humanos, pierde este valor positivo. En su lugar, limita lo demás, impide el intercambio mutuo y con el tiempo se convierte en un nuevo motivo de conflicto y división. La verdadera seguridad solo puede existir en la paz, y la paz abarca la posibilidad de vivir con el prójimo -incluso llegar a amarle-, cualquiera que sea su nacionalidad, color, religión o condición económica.
Por lo tanto, las medidas para proteger la seguridad deben ser proporcionales al respeto hacia la justicia y los derechos humanos. Cuando las leyes reivindican la dignidad de la persona humana, reúnen a la sociedad en el respeto mutuo. Cuando no lo hacen, disminuyen el estado de derecho y socavan la cohesión social. Lo mismo es cierto en el derecho internacional.
Advertimos en contra de la idea de que Europa puede lograr la seguridad por sí misma mediante la construcción de muros. La naturaleza de las amenazas a la seguridad de Europa es demasiado diversa y muy compleja para que los muros sean eficaces. En su lugar, los muros excluyen y discriminan, y crean una sensación de injusticia. La seguridad para Europa solo se logrará cuando todos los habitantes de este mundo puedan percibir justo el orden mundial.
Es por ello que la seguridad de Europa se verá reforzada por medidas que hagan el mundo más justo. Las instituciones europeas deben seguir buscando más allá de la crisis inmediata para hacer frente a sus causas reales. Esto exige nuevas ideas que tengan en cuenta la nueva realidad: que vivimos en un mundo limitado, no ilimitado de recursos; que un orden mundial basado en estados territoriales no puede controlar el ciberespacio. No olvidemos que las amenazas a nuestra seguridad surgen tanto – si no más – desde dentro de nuestra sociedad como desde fuera.
La seguridad también es una percepción subjetiva. La vida es frágil; nunca podemos tener seguridad completamente. Si tenemos miedo y ansiedad, independientemente de cómo sea de cercano o real un peligro, entonces sentimos inseguridad. Tenemos que ser capaces de distinguir entre preocupaciones fundadas, amenazas reales y miedos profundos sin fundamento, acerca del futuro o de terceras personas.
Advertimos, por tanto, en contra de los temores exagerados de amenazas a nuestra seguridad que nos impiden aprovechar las oportunidades positivas de la actualidad. La paz es un estado mucho más amplio que la seguridad. Nuestro objetivo debe ser por lo tanto asegurar que cada persona pueda vivirla y vivir su vida con dignidad. Cuando los Estados luchan para garantizar la seguridad, la consecución de la paz depende aún más de la responsabilidad individual de los habitantes de la sociedad en la que vivimos. Como personas cristianas, estamos llamadas a dar testimonio en la sociedad, con nuestras decisiones y comportamientos diarios, para lograr que se respete la justicia y la dignidad humana y, así, se proporcione una verdadera seguridad de forma global.
Hacemos un llamamiento a:
– La UE y los Estados europeos para que adopten verdaderas políticas de paz, basadas en el desarrollo humano integral, y un estilo de política no violenta que respete la dignidad de cada persona.
– Los políticos y miembros legislativos de todos los niveles para que se aseguren de que las leyes que adoptan, las posiciones que toman, y el lenguaje que usan se basan en el respeto a la dignidad humana y al principio de estado de derecho, más que reflejar una noción de seguridad reducida y de autodefensa.
– A los académicos para que analicen nuevos conceptos sobre los retos actuales y que ofrezcan una perspectiva para todo el mundo.
– A los profesionales de los medios y a los cada vez más influyentes promotores de los medios sociales para desarrollar un mayor sentido de la responsabilidad ética, para denunciar las expresiones de odio, evitar el fomento de estereotipos, y para mostrar siempre el rostro humano de la historia que quieren contar.
– A la Iglesia para cumplir su vocación como un sacramento de la paz al servicio del mundo, un signo visible y ejemplo de cómo el respeto a los derechos humanos y la justicia, junto con la seguridad, proporciona las bases para una paz verdadera.
– A toda la ciudadanía para realizarla y completar la responsabilidad individual de construir una comunidad más segura y pacífica a través del diálogo y un espíritu de fraternidad con nuestro vecindario.

Luxemburgo, 3 de octubre de 2016

 

La Conferencia de Comisiones de Justicia y Paz de Europa (Justicia y Paz Europa) es la alianza de 31 Comisiones europeas de Justicia y Paz, trabajando para la promoción de la justicia social, la paz y el respeto a la dignidad humana. Justicia y Paz de Europa contribuye a dar a conocer la Doctrina social de la Iglesia en las sociedades e instituciones europeas. Su Secretaría General tiene la sede en Bruselas.
Leer más: https://www.juspax-es.org/news/construir-puentes-de-justicia-en-lugar-de-muros-de-miedo/

JUSTICIA Y PAZ: Declaración Conjunta Ortodoxo-Católico Romana sobre ecología

DECLARACIÓN CONJUNTA

DE LA ASAMBLEA EPISCOPAL ORTODOXA DE ESPAÑA Y PORTUGAL Y EL ARZOBISPADO CATÓLICO–ROMANO DE MADRID, POR LA JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR EL CUIDADO DE LA CREACIÓN

Madrid, 3 de septiembre de 2016

Nos encontramos reunidos esta tarde y en este hermoso lugar, para sumarnos a una iniciativa global, para celebrar la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación. Hoy nos congregamos hermanos de distintas tradiciones cristianas junto a gentes de buena voluntad, para orar en acción de gracias, por las maravillas que Dios nos ha dejado en heredad, a través de su Creación. Una inmensa biodiversidad que expresa de forma velada la gran sabiduría del Creador y la necesidad que tenemos de estudiarla y gestionarla para que aumente su riqueza y sirva al Bien Común de las generaciones actuales y venideras, y para dar a Dios la gloria que le es debida.
Pero también nos reunimos para reconocer, junto a la mayoría de la comunidad científica internacional, que nuestro planeta está siendo sometido a un cambio climático sin precedentes causado por la intervención del ser humano, que está poniendo en serio peligro los ecosistemas y causando la destrucción del legado de Dios: su presencia y su sabiduría manifestada en la biodiversidad. Al mismo tiempo, se nos conmueven las entrañas ante el sufrimiento de tantos millones de hermanos nuestros que soportan exclusión, miseria, hambre y violencia de todo tipo, muchas veces por guerras para obtener y monopolizar recursos naturales o por desastres naturales, frutos del cambio climático. Nos duele como propio este sufrimiento, pues nos sabemos hermanados con todas las personas y criaturas, como miembros de una misma Creación, del designio de Dios para la humanidad. Como creyentes, reconocemos que este crimen contra la naturaleza y contra nuestros hermanos es un despropósito ante nuestra propia dignidad humana y un pecado contra Dios.
Manifestamos que en el origen de estos sufrimientos hay una concepción desviada de la tarea que tenemos en el mundo. Dios, que planeó un mundo de belleza y armonía, confió la custodia de su Creación a los seres humanos, a quienes configuró a su imagen y semejanza. Pero los humanos nos hemos apartado de este designio original y nos hemos considerado dueños y señores en lugar de administradores y colaboradores de Dios en la realización cada vez más plena de su Creación.
Admitimos que necesitamos convertir nuestros corazones, cambiar nuestra manera de pensar, cultivar nuevas actitudes y comportarnos de manera acorde con nuestra dignidad. Necesitamos aprender a vivir de manera respetuosa con todas las formas de vida, especialmente con nuestros hermanos sufrientes a causa de un sistema económico depredador y excluyente que pone en el centro el beneficio económico antes que la defensa de la vida.
 
Nos enfrentamos como humanidad a un reto enorme. Pero sabemos que nunca es demasiado tarde. El mundo creado por Dios posee poderes increíbles de curación. El ser humano todavía es capaz de intervenir positivamente, pues como ha sido creado para amar, en medio de sus límites brotan inevitablemente gestos de generosidad, solidaridad y cuidado.
 
Hoy las comunidades Católico-Romana y Ortodoxa, invitamos a todos los cristianos y gentes de buena voluntad en Madrid, a unirse a esta iniciativa global, con la esperanza de que todos los años venideros podamos seguir encontrándonos en estas jornadas, para orar y colaborar juntos por el cuidado de la Creación.
 
Como cristianos, nos alegramos del inmenso tesoro que es nuestra fe, iluminada con la experiencia espiritual de millones de creyentes que han pasado por esta tierra antes que nosotros. Nos asombramos ante el misterio de un mundo que es una trama de relaciones porque ha sido creado según el modelo divino de Dios trinitario. Alabamos al Padre, fuente última de todo y fundamento amoroso y comunicativo de cuanto existe. Nos reconocemos hermanos y discípulos de Jesús de Nazaret, Hijo de Dios hecho hombre, en quien encontramos un modelo humano de comportamiento según la voluntad del Padre. Y nos abrimos a la acción del Espíritu Santo vivificador, que habita en las criaturas y en cada uno de nosotros y nos impulsa a vivir conforme a nuestra dignidad de hijos de Dios.
 
Alabado sea el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén.
 
+ Carlos Osoro Sierra
Arzobispo de Madrid. Iglesia Católica Romana
+ Policarpo
Metropolita Ortodoxo de España y Portugal
+ Timotei
Obispo Ortodoxo Rumano de España y Portugal
 
SE ADHIEREN A LA DECLARACIÓN:

  • Nicolaos Matti Abd Alahad, Arzobispo y Vicario Patriarcal para España de la Iglesia Siro-Ortodoxa de Antioquía
  • Andrey Kordochkin, Párroco de Santa María Magdalena. Iglesia Ortodoxa Rusa – Patriarcado de Moscú
  • Eduard Ibáñez Pulido, Presidente de la Comisión General de Justicia y Paz de España
  • Julia García-Monge, Secretaria General. CONFER (Conferencia Española de Religiosos).
  • Tíscar Espigares, Responsable en Madrid de la Comunidad de Sant’ Egidio
  • Inmaculada González Villa, Pesidenta de la Asociación Ecuménica Internacional en España
  • José Luis Saborido Cursachj, S.J. Director del Centro Pignatelli de Zaragoza
  • Jesús Ferreiro Hergueta, Delegado Scouts de Madrid – Movimiento Scout Católico
  • José Miguel de Haro Sánchez, Presidente de la Asociación Acoger y Compartir.
  • Francisco Brändle Matesanz, Carmelita Descalzo y representante del Carmelo Ecuménico e Interreligioso.
  • Mª Antonia Ercilla Lillo, Coordinadora GRUPO ECUDIR de la Institución Teresiana
  • Hna. Milagrosa Bazán Ocón, Superiora General de las “Hermanas Servidoras de Jesús del Cottolengo del Padre Alegre”
  • Blanca Esther Iriarte, Superiora de la comunidad “Hijas de Jesús” de Gipuzkoa.
  • Vicente Bazán,ofm, Franciscano y Guardián y párroco en S. Francisco de Asís, Alcalá de Henares
  • Mª Rosario González Domínguez, Superiora General de la Congregación de Hermanas Carmelitas del Sagrado Corazón de Jesús
  • Benjamín Echeverría Martínez, Provincial de los Capuchinos de España y presidente de la federación Interfranciscana de España
  • José Luis Munilla Martínez, Superior provincial de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús
  • Mª Arántzazu Sanz Erice, Priora General Entidad de la Congregación Dominicas de la Enseñanza de la Inmaculada Concepción.
  • María Pilar NAVARRO LANDIVAR. Provincial en España de las Hermanas Misioneras de Nuestra Señora de África, (Hermanas Blancas).
  • Amelia Encarnación, Superiora General de la Congregación de Religiosas del Apostolado del Sagrado Corazón de Jesús
  • Clara Pardo Gil, Presidenta de Manos Unidas Campaña contra el Hambre.
  • Dolores García Pi y José Maria Quintas Ripoll, Responsables del Movimiento de los Focolares u Obra de María en Madrid
  • Javier Salazar Celis, Director General de la ONGD “SED Solidaridad, Educación, Desarrollo”
  • Pedro Belderrain Belderrain, Superior Provincial. Provincia de Santiago de la Congregación de los Misioneros Claretianos (Hijos del Inmaculado Corazón de María)
  • Mª Ángeles Aliño Pellicer, Superiora Provincial de la Congregación de las Religiosas de Jesús-María
  • Alexia Gordillo Manzano, Presidenta de la Red de Entidades para el Desarrollo Solidario – REDES
  • Lourdes Gorostola Arrieta, Superiora Provincial de las Mercedarias Misioneras de Berriz.-España

Leer más: https://www.juspax-es.org/news/declaracion-conjunta-ortodoxo-catolico-romana-sobre-ecologia/

COMUNIÓN Y LIBERACIÓN: Peregrinación a la Concatedral de Soria en el Año de la Misericordia.

Con esta peregrinación, que se celebrará el sábado 1 de octubre, CL dará comienzo a las actividades de este curso
 
El movimiento eclesial de Comunión y Liberación en España peregrinará el próximo 1 de octubre a la Concatedral de Soria, siguiendo la invitación del Papa Francisco con motivo del Año de la Misericordia. Por ello, el movimiento celebrará como gesto de apertura de curso una peregrinación en todos los lugares del mundo en los que está presente, que llevará como lema las palabras del Papa “Señor, yo soy un pecador: ven con tu misericordia”.
En España, esta peregrinación dará comienzo a las 11.30h en los aledaños del estadio de los Pajaritos y recorrerá el paseo de San Prudencio, a orillas del río Duero, hasta llegar a la Concatedral, situada en la plaza de San Pedro, donde se celebrará la misa.
 
Comunión y Liberación es un movimiento eclesial cuya finalidad es la educación cristiana madura de sus miembros y la colaboración con la misión de la Iglesia en todos los ámbitos de la sociedad contemporánea. Nació en Italia en 1954, fundado por don Luigi Giussani, sacerdote milanés fallecido el 22 de febrero de 2005. Desde entonces, el sacerdote español Julián Carrón, es el responsable internacional del movimiento de CL, con presencia en más de 70 países en los cinco continentes.
En España está presente desde finales de los años 70 y cuenta con comunidades en las principales ciudades españolas.
cartel-peregrinacion-soria

JUSTICIA Y PAZ: Sí a la paz en Colombia, sí al acuerdo de paz

Después de 52 años de guerra, este 26 de septiembre de 2016 el gobierno de Colombia y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) firman un acuerdo de paz. Este acuerdo debe ser ratificado en referéndum por todo el pueblo de Colombia, el próximo 2 de octubre.
Desde Justicia y Paz queremos expresar nuestra alegría por el hecho de que en un conflicto tan largo, duro y complejo, prevalezcan el diálogo y el compromiso.
Con este acuerdo, comenzará el final del último gran conflicto de grupos armados existente en América Latina, iniciado en la década de los años 20 del siglo pasado por la posesión y desposesión de tierras y que ha ocasionado mucho sufrimiento y dolor. Todas las familias en Colombia han estado inmersas. Debido a esta guerra hay millones de personas colombianas víctimas de desplazamientos forzados; cientos de miles de muertos; decenas de miles de desaparecidos y ha sido afectado un amplio número de colectivos y poblaciones, las comunidades campesinas, la población indígena, la afrocolombiana, etc.
Han sido cuatro años de diálogo difícil desde que en 2012 comenzó en La Habana el encuentro entre delegados del Gobierno y de las FARC, a cargo del presidente Juan Manuel Santos, hasta la firma de estos acuerdos. Hay que tener presente que, en el pasado, se produjeron diferentes intentos de desmilitarizar otros grupos armados y de incorporar también a la vida civil y política a personas y grupos que habían quedado al margen, pero finalmente no lo pudieron hacer, al sufrir la violencia y la eliminación física.
Por eso tiene tanto valor este proceso de paz que ahora se inicia, que debe conllevar el cese de la violencia y la incorporación a la sociedad de miles de personas que dejan la lucha armada. El esfuerzo que se ha hecho para llegar hasta aquí es extraordinario, si tenemos en cuenta no solo la complejidad del conflicto, sino también que las partes negociadoras partían de visiones de la sociedad y de la política enormemente diferentes y en cierto sentido casi antagónicas.
Este trabajo, liderado por el actual presidente colombiano, que ha hecho una apuesta firme por la paz, ha tenido un acompañamiento muy amplio de la sociedad civil, de las organizaciones sociales y de muchas comunidades cristianas. En estos momentos es importante recordar el sufrimiento y el trabajo realizado durante años por nuestros hermanos de la Comisión Intereclesial Justicia y Paz de Colombia, así como muchas otras entidades y colectivos cristianos. Han trabajado duramente junto a las poblaciones más vulnerables, a favor de una paz en el país con justicia social y ofreciendo un testimonio que, en algunos casos, les ha costado la vida. También los obispos colombianos y el papa Francisco han dado un apoyo firme y explícito a este proceso de paz y han hecho un llamamiento a todos los cristianos a sumarse a los esfuerzos para erradicar la violencia y caminar hacia la reconciliación en una Colombia nueva y en paz.
El acuerdo de paz que debe refrendar se basa en 6 puntos, y tiene como eje central el reconocimiento del sufrimiento de todas las víctimas del conflicto, a fin de acabar con la impunidad. Se orienta a establecer la verdad, la justicia, la reparación y evitar la no repetición de los hechos, a partir de mecanismos judiciales que permitan la investigación y sanción de las violaciones de los derechos humanos y la asunción de responsabilidades. Y prevé una búsqueda específica para encontrar a todas las personas desaparecidas.
Los acuerdos contienen el cese de las hostilidades, pero también garantías de seguridad contra las organizaciones criminales responsables de masacres y actos contra las personas defensoras de los derechos humanos. Se garantiza la participación política de los que dejan las armas a través de un mecanismo de representación mínima en el parlamento. Asimismo, se propone una reforma rural integral para mejorar las condiciones de bienestar de la población rural y para encontrar una solución al problema del cultivo, la producción y la comercialización de drogas ilícitas. Para la correcta aplicación del Acuerdo, se crea la “Comisión de implementación, Seguimiento y Verificación del Acuerdo Final de Paz y de resolución de diferencias” formado por representantes de las partes, que velará por su desarrollo.
En definitiva, se trata de un acuerdo ambicioso y que exigirá un largo camino hacia la paz, donde seguramente no faltarán las dificultades y los momentos de tensión. Además, en el camino hacia la finalización del conflicto armado queda pendiente que se incorpore al acuerdo el denominado ELN- Ejército de Liberación Nacional.
Por todo ello, creemos que es importante acompañar desde España este proceso y animar a todos los colombianos, tanto los que viven en el país como los que, por diferentes motivos, están en la diáspora, a dar su voto informado y responsable en favor del SI en el referéndum.
Finalmente, creemos que el proceso colombiano debe reforzar la convicción de que todo conflicto político puede y debe encontrar vías dialogadas para alcanzar la justicia y la paz.
Comisión General Justicia y Paz de España
Madrid, 26 de septiembre de 2016
Resumen Comunicado sobre el Acuerdo de Paz en Colombia
Comunicado sobre el Acuerdo de Paz en Colombia
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JUSTICIA Y PAZ: Algunos apuntes a Educación y Laudato Si'

Contra la obligación del (falso) optimismo

De un tiempo a esta parte, da la sensación de que en determinados círculos de pensamiento vinculados a la pedagogía (marketing educativo, lo llaman algunos)  y a la divulgación más o menos “científica”, uno debe ser obligatoria y falsamente optimista, de tal manera que hasta se han creado una serie de líneas de productos y eslóganes que aparecen en objetos de consumo cotidiano e incluso forman parte del material escolar de nuestros alumnos. Para muestra, algunas de las frases que se pueden leer en las portadas de sus cuadernos: “Pon de moda la felicidad”, “Piensa en positivo”, “Con esta carpeta seguro que lo petas”, “En la vida como en la fotografía hay que cambiar los negativos a positivos”, “Cambia tu forma de ver las cosas y las cosas cambiarán”…
Se trata de una serie de mensajes que rezuman un “optimismo” realmente engañoso que, por un lado, además de culpabilizar a la persona (porque si las cosas van mal no es porque estén mal y haya personas concretas y “estructuras de pecado” que hacen que sean así, sino porque tú no eres capaz de verlas bien) y por otro, también generan una cierta sensación de que los problemas se arreglarán por sí mismos, independientemente del trabajo y esfuerzo personal y comunitario que requieren.
Y, quizá, conviene hacer notar este primer aspecto porque esa mentalidad del “buenismo” y del optimismo siempre alegre, que anida en la nebulosa de la palabrería y las “buenas intenciones”, está bastante lejos de lo que Francisco nos plantea en este apartado de Laudato si’ relacionado con la educación.
Así que no caigamos en la tentación del optimismo por el optimismo (o su contrario). Al fin y al cabo, “el pesimista no cree que cambie el viento; el optimista espera que cambie y el realista ajusta las velas” y, al parecer, el papa Francisco en este como en otros asuntos, no es mal navegante.
 

Laudato si’; ¿Salvar pajaritos y florecillas?

No insistiremos en este punto. Otros lo han hecho con enorme acierto y profundidad. Pero recordar que la encíclica Laudato si’ no es una carta solamente “ecológica” o “medioambiental” dirigida a los amantes de la naturaleza, es otro de los puntos de partida fundamentales.
    “Paz, justicia y conservación de la creación son tres temas absolutamente ligados, que no podrán apartarse para ser tratados individualmente…” (LS, 92). Esta es la clave. No se trata de hablar de flora, fauna, biodiversidad o cambio climático… desligando estos y otros aspectos de los pobres, la justicia y la paz. Se trata por tanto un problema ecológico, sí, pero ligado e inseparable de la antropología, del ser humano, de sus relaciones con los demás, con la creación y, para aquellos que así lo creemos, con el Creador.
Por eso, si queremos abordar este tema desde el punto de vista de la educación, no podemos olvidar este enfoque, porque si no, podríamos llegar a la falsa conclusión de que si ponemos en los colegios un poco más de énfasis en la asignatura de ciencias naturales o en la de biología, el asunto estaría bastante resuelto.
 

Al fin: El capítulo final

Es curioso que el papa Francisco (y el equipo de personas que han colaborado en la elaboración de la encíclica, cosa que a veces se olvida) haya unido en un mismo capítulo, y precisamente en el capítulo final, la educación y la espiritualidad. Seguramente no es algo que haya sucedido al azar, sobre todo si forzamos un poco el esquema de la encíclica bajo el modelo del ver, juzgar y, finalmente, actuar.
Los puntos específicamente bajo el epígrafe de la educación abarcan desde el nº 209 al 215. No son muchos pero sí interesantes, en los que hay varios “hilos musicales de fondo” que son comunes a ellos. Uno sería el que plantea la educación como necesidad porque urgen “nuevos hábitos”. Otro, el que anima a realizar “pequeñas acciones cotidianas”. Y al menos un tercero está referido a los ámbitos educativos para “difundir un nuevo paradigma acerca del ser humano, la vida, la sociedad y la relación con la naturaleza.” (LS, 215). Casi nada.
 

Todos los caminos llevan a… la educación

Llama la atención que después del análisis que se hace en la encíclica de la crítica situación actual, tan certera que ha conseguido el apoyo y reconocimiento de tantas personas y colectivos no solo de círculos religiosos o académicos sino de los más variopintos entornos, no haya concluido, por ejemplo, que el ámbito de actuación y solución ante tanto problema sea el científico, o el tecnológico, o la economía… (materias que también tendrán mucho que hacer y decir) sino la educación.
Porque, como apunta la encíclica y una vez vistas cómo van las cosas, de lo que se trata no es de tapar baches o corregir algunos errores, sino de crear “nuevos hábitos” y posicionarse de una manera nueva (¿vieja?) ante la vida, los demás y nuestro entorno, y eso es difícil de conseguir solo con más dinero, nuevos inventos, o más cacharros electrónicos…
Un nuevo posicionamiento que pasaría, según la terminología de Kohlberg, por transitar del “nivel preconvencional” (que afirma que algo es bueno cuando “me beneficia”) al “nivel convencional” (que sostiene que es justo lo que beneficia “a los míos”) al “nivel posconvencional” (que busca la universalización, sosteniendo que algo es bueno si es bueno para todos y por mucho tiempo).
Y esto, no se puede conseguir sólo “por la fuerza” como recuerda Francisco; “leyes y normas no es suficiente a largo plazo para limitar los malos comportamientos” (LS, 211), aunque también son necesarias, bajo mi particular punto de vista, porque; ¿qué hubiese pasado, por ejemplo, con la ley anti-tabaco en España si no hubiera habido sanciones y hubiésemos tenido que esperar a que cada fumador estuviese persuadido y convencido de que no se debe fumar en determinados espacios? Pues, si no somos ingenuos, la respuesta es obvia. Por eso, además de algunas normas que nos faciliten la vida comunitaria, la educación necesariamente entra en escena.
 

La educación… ¿eso es cosa de la escuela?

La educación, como concepto, se ha vuelto una de esas “palabras comodín” que intuimos que significan “mucho”, pero que según quien la utilice puede significar cosas muy diferentes. Raro es el político, tertuliano o vecino de la comunidad que no termine algún argumentario diciendo que la solución a tal problema es “la educación”. Acto seguido, y como respirando de alivio por sacudirse cierta responsabilidad, se mira de reojo a la escuela y los maestros, aconsejándonos además “que se haga desde bien pequeñitos, porque luego ya se sabe…”
De esta forma, ya se ha podido escuchar en diferentes contextos que la escuela debe encargarse; de la educación formal (mates, lengua, ciencias… lo de siempre), la integración de extranjeros, de personas con discapacidad…, la formación en las nuevas tecnologías, la erradicación de la violencia de género, la educación en valores, la educación sexual, la educación para el consumo, la educación emocional y de la interioridad, la educación vial, la educación en la ciudadanía, cuidar y potenciar la disciplina y las normas básicas de convivencia, educar para una alimentación sana… Asimismo, la escuela debe ofrecer, también, servicios de calidad (comedor, madrugadores…), actividades extraescolares y complementarias, y si se puede, un viajecito de fin de curso…
Además, esto lo tiene que llevar a cabo “el maestro”, que debe ser (y prometo que no son todos los adjetivos que he encontrado en libros de la profesión); dinámico, creativo, “con carisma”, culto, actualizado, buen pedagogo, amable, inteligente, cercano pero con autoridad, comprometido, vocacionado, coherente, buen comunicador, participativo, innovador, motivador, entregado, optimista, exigente… y, para rematar, uno de los últimos que he visto; amigo. ¿Alguien conoce no ya a un maestro, sino a una persona de cualquier ámbito que cumpla al menos una quinta o sexta parte de este último párrafo?
    No pidamos a la escuela lo que esta no puede dar, ni la responsabilicemos de aquello que la sobrepasa con mucho y de manera considerable. Ciertamente que la escuela entendida en su sentido amplio, abarcando desde los primeros años hasta la universidad y más allá, es un ámbito educativo primordial, básico y, si se quiere, necesario con sus virtudes y sus defectos, pero no es la solución a todos los problemas, entre otras razones porque como recuerda J. L. Corzo: “el proceso educativo es múltiple y no educan más los que más se lo proponen”, y si no, que se lo pregunten a muchos padres. Por eso, en uno de los últimos libros de J. A. Marina donde plantea el cambio educativo que quiere promover en nuestro país, dedica varios capítulos monográficos a: la escuela, la familia, la ciudad, la empresa y el Estado. Por eso, el papa Francisco recuerda en su encíclica que los ámbitos educativos deben ser; la escuela, la familia, los medios de comunicación, la catequesis, la política, las asociaciones, la Iglesia…
Así pues, que cada uno (porque todos educamos de manera directa o indirecta, incluso aunque no nos lo propongamos) asuma su trocito de tarta en este pastel.
 

Y, ¿esto cómo se hace?

¿La solución? Pues ya se sabe que en la cocina de la educación no se admite la prisa del microondas. Todo es más lento y paciente, aunque es seguro que a todos nos gustaría ir más rápido. Dice Francisco: “Es muy noble asumir el deber de cuidar la creación con pequeñas acciones cotidianas, y es maravilloso que la educación sea capaz de motivarlas hasta conformar un estilo de vida(LS, 211). “No hay que pensar que esos esfuerzos no van a cambiar el mundo. Esas acciones derraman un bien en la sociedad que siempre produce frutos más allá de lo que se pueda constatar, porque provocan en el seno de esta tierra un bien que siempre tiende a difundirse, a veces invisiblemente” (LS, 212). Así pues, parece que no se admite mucha “alfombra roja” ni muchos atajos en esta carrera de fondo.
La tarea está por delante y ya hay gente que personal y comunitariamente está ya involucrada en ella. Habrá que intentar potenciar entre todos y desde diferentes ámbitos (cada uno donde pueda) lo que propone el papa Francisco: “una ética ecológica”, que ayude “efectivamente a crecer en la solidaridad, la responsabilidad y el cuidado basado en la compasión.(LS, 210).
Luis Carlos Sanz, profesor
Justicia y Paz de Burgos

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JUSTICIA Y PAZ: Cáritas, CONFER y Justicia y Paz instan a la comunidad internacional a proteger a las personas migrantes y refugiadas

Jueves, 15 de septiembre 2016.- Las entidades de acción social de la iglesia en España —Cáritas, CONFER y Justicia y Paz— se suman al llamamiento conjunto que Cáritas Internationalis y el Servicio Jesuita a Refugiados han hecho público ante la celebración, el 19 de septiembre en Nueva York, de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre Refugiados y Migrantes. Este es el texto del llamamiento:
Una llamada urgente a la comunidad internacional
para proteger a las personas migrantes y refugiadas
Cáritas Internationalis y el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) urgen a abordar cambios concretos en el Sistema de Naciones Unidas así como un claro compromiso por parte de los Gobiernos y los actores clave tanto en el sector público como en el privado para asegurar la protección de las personas migrantes y refugiadas.
En una declaración conjunta [VER AQUÍ] ante la cumbre sin precedentes sobre las personas migrantes y refugiadas que organiza las Naciones Unidas en Nueva York el próximo 19 de septiembre, las dos redes mundiales de Cáritas y JRS reclaman la máxima prioridad para satisfacer las necesidades de protección, particularmente de mujeres y niños. Esto significa, en respuesta a las necesidades de las personas migrantes y refugiadas, garantizar sus Derechos Humanos así como el pleno respeto del derecho internacional sobre  personas refugiadas.
El secretario general de Cáritas Internationalis, Michel Roy, asegura que “el desafío que plantea la crisis de solidaridad en respuesta a los movimientos de la migración es masivo y la comunidad internacional se está esforzando para encontrar una respuesta a largo plazo. Pero este reto supone una oportunidad única para revisar el sistema y elaborar un plan para mejorar la respuesta internacional”.
La Guerra, la desigualdad, la pobreza, el cambio climático… han expulsado de sus hogares, a fecha de hoy, a más gente que nunca antes desde la fundación de la ONU: son más 65 millones de desplazados forzosos en todo el mundo, incluyendo más 21 millones de refugiados, 3 millones de solicitantes de asilo y más de 40 millones de desplazados internos.
Todos los Estados miembros  de Naciones Unidas deben adoptar compromisos claros para proteger y garantizar esos derechos y que esos compromisos se traduzcan rápidamente en políticas que corrijan las existentes y que son incapaces de proteger a las personas. Que la migración sea una opción y no una necesidad debe asegurarse mediante políticas migratorias responsables dentro del marco acordado previamente de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Los Estados deben dar cobertura tanto a las necesidades básicas de las personas migrantes y refugiadas que viven fuera de los campamentos como a sus necesidades a largo plazo apoyando procesos de formación y empleo para acceder a medios de vida sostenibles
A nivel local e internacional, la lucha contra la trata de seres humanos deber ser una prioridad  tanto en los programas de emergencia como en la acción a largo plazo.
Instamos a las Naciones Unidas a revisar sus estructuras actuales, evaluar las ventajas comparativas de todos los actores, y definir más claramente  su papel de coordinación y el de la sociedad civil como actores de desarrollo. También llamamos a la transparencia de las prácticas de financiación.
Además, queremos realizar un llamamiento a los países desarrollados para que no usen la ayuda al desarrollo para financiar los costes de la acogida a las personas refugiadas dentro de sus fronteras. Pedimos a todos los países que dejen de condicionar la cooperación al Desarrollo al control de flujos migratorios.
Denunciamos públicamente nuestro rechazo a las expulsiones y devoluciones forzosas de personas, así como la reformulación o reinterpretación del derecho humanitario internacional sobre refugiados para evitar que las personas soliciten refugio o para facilitar que sean retornadas.
Hacemos un llamado a la comunidad internacional a compartir la responsabilidad de proporcionar protección a las personas que huyen de sus hogares evitando que algunos países carguen sobre sus  hombros todo este peso por su propia cuenta.
Consideramos la Cumbre de Jefes de Estado del 19 de septiembre como una oportunidad histórica para fortalecer la respuesta a las migraciones internacionales creando un sistema capaz de proteger los derechos y responder a las necesidades de los grandes movimientos de refugiados y migrantes.
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