Una lagrima por el finado se evapora,
Una flor sobre su tumba se marchita,
Una oración por su alma la recoge Dios.
Estimados amigos y socios de CECO:
Siento comunicaros que Luis García, fundador de nuestra asociación, ha fallecido tras 81 años de edad, entregados a Dios por medio de su trabajo, familia, FIDACA y CECO.
Hoy CECO ha perdido mucho en lo material pero hemos ganado una persona que intercederá por esta asociación en el cielo. Personalmente he perdido mucho mas que a un amigo, pero durante estos doce años he ganado amor y cariño. Muchas gracias Luis por tu confianza y por todo el tiempo pasado contigo.
Ruego a los responsables y consiliarios de nuestra asociación apliquen una misa por su eterno descanso.
Cuando se quedo ciego a causa de una operación se afilio a la ONCE para recibir la formación precisa para su nuevo estado. Allí solicito la posibilidad de inscribirse en la Cofradía de Santa Lucía pero se le indicó que la organización ya no tenía vínculos con asociaciones confesionales, pero le presentaron algunos antiguos cofrades.
Esto fue una experiencia formidable; estas personas, católicas practicantes, le informaron sobre la vida de los ciegos insistiendo, en muchos casos de su tremenda soledad.
En su vida parroquial había pertenecido a Cáritas y conocía bien las situaciones de penosa soledad en muchas personas, así les propuso la idea de visitar a ciegos en soledad. A todos les pareció buena la idea y, con la ayuda de las asistentas sociales comenzamos las visitas. Siempre venía con un ciego un vidente con lo que la labor era mejor y más rápida.
Después quedamos en reunirnos para compartir experiencias y lo hicimos en el locutorio de las Carmelitas calzadas en cuya comunidad había una monja discapacitada visual.
Las reuniones tenían un carácter de oración y seguíamos la pauta de las reuniones de la AC. Comenzábamos con la lectura del evangelio, cada uno pronunciaba una oración que le salía del corazón.
Se corrió la voz y el pequeño grupo se iba incrementando.
Decidimos que a la reunión asistiera un sacerdote y, D. Andrés nos dirigió la primera charla sobre la resurrección.
La ONCE envió un documento en el que se indicaba que FIDACA invitaba a la organización a asistir en Suiza a una asamblea de todas sus asociaciones componentes. Tomo aquella carta y escribió a la secretaría de dicha federación indicando, como ciego católico a pertenecer a dicha federación. La respuesta fue una invitación para asistir a la asamblea y lo hizo junto al representante de la ONCE.
Su sorpresa fue enorme al encontrarse con asociaciones europeas y sudamericanas. Allí pudo comprobar los trabajos que se realizaban y el gran amor que reinaba entre ellos. Al finalizar la asamblea la presidenta internacional le preguntó qué pensaba hacer después de la experiencia. Sorprendido por la pregunta le dijo que no sabía. El representante de la ONCE le insto a crear una asociación en España.
Volvió emocionado y se puso en las manos de Dios para entender su voluntad y ponerla en práctica.
Comunique al pequeño grupo su experiencia y todos le instaban a hacer algo.
Nos pusimos todos en oración y se fue a visitar a D. Elías, arzobispo de Zaragoza quien le instó a realizar una asociación de las características de Fidaca.
En el mes de mayo peregrinamos a Lourdes coincidiendo con la del grupo francés que nos acogió con verdadero cariño.
Hicimos el primer programa basado en los existentes de la AC teniendo como base el amor a Dios y al prójimo. Ese amor lo hacíamos patente entre nosotros mismos, en primer lugar y luego lo aplicábamos a los ciegos que visitábamos.
Así, pues, empezó CECO irradiando amor a los hermanos y así comenzó a expandirse, por todo el territorio de España.
Durante 15 años fimos creciendo en las diócesis y el 28 de noviembre del 2008, la conferencia episcopal Española nos erigió como asociación publica de fieles. Desde entonces, CECO, va sufriendo una gran expansión haciendo participe de esta obra a mas personas ciegas y discapacitadas visuales, unidos entre todos a un solo líder, Jesús.
Luis García, nos deja físicamente de esta asociación que a fundado con el esfuerzo y el amor hacia Cristo. Un amor que ha intentado trasmitir a todos los que estamos cerca de el y que ahora nos toca trasmitir al coger el testigo que nos deja.
CECO, y los ciegos católicos de España, nunca podrán olvidar a este ombre, que ha hecho posible una unión espiritual entre las personas con discapacidad visual y los videntes.
Estés donde este, en CECO, siempre estará vivo esta entrañable persona.
Ignacio Segura Madico
Presidente en funciones de CECO
Vicepresidente de FIDACA