Son jovencísimos y aún no pueden votar, ni conducir, pero cruzaron el Atlántico el pasado 7 de julio para vivir durante casi un mes con las comunidades indígenas de la provincia de Misiones (Argentina)-. Se trata de 50 adolescentes de 16 y 17 años que, con Juventud Misionera –apostolado del Regnum Christi y los Legionarios de Cristo-, atienden a los indios guaranís en sus necesidades sociales y hacen su primera experiencia misionera.
Partieron a la misión acompañados de dos sacerdotes Legionarios de Cristo, dos consagradas del Regnum Christi y dos monitores. Estos 50 jóvenes de Madrid, Santander, Salamanca y Málaga viven alojados en escuelas y cabañas en las colonias de San Ignacio Miní y Corpus, donde se encuentran al servicio del párroco y las necesidades de la parroquia.
Todos los días se desplazan hasta las aldeas guaranís, diseminadas en la selva. Estas comunidades indígenas son descendientes de las que vivieron en las reducciones que los jesuitas desarrollaron en esta zona hace cuatrocientos años, y que fueron proyectos integrales de promoción humana, espiritual y cultural inspirados en la “Ciudad de Dios” de San Agustín. Tras la expulsión de los jesuitas de los territorios de la Corona española, en 1768, decretada por Carlos III, los indígenas regresaron a la selva a la espera incierta del regreso de los jesuitas.
Jorge Barco, director de Juventud Misionera en España (www.demisiones.org/espana) explica que esta aventura misionera tiene una doble dimensión: “Vamos a servir a la Iglesia local, por un lado, y a que estos jóvenes hagan una experiencia evangelizadora. Es una oportunidad para que experimenten lo que significa dar testimonio de Cristo, que hagan una experiencia espiritual que consolide su fe, y que vuelvan convertidos en auténticos misioneros, que sigan siéndolo aquí, cuando vuelvan a su vida cotidiana con su familia, con sus amigos, en sus parroquias y en sus colegios”.