38 Legionarios de Cristo ordenados diáconos en Roma

38 religiosos de la congregación de los Legionarios de Cristo –entre ellos, 7 españoles- han sido ordenados diáconos durante una celebración a la que han asistido cerca de 900 personas, y que ha tenido lugar en Roma, en la Capilla del Centro de Estudios Superiores de esta congregación de la Iglesia Católica. El Obispo ordenante, Mons. Mauro Piacenza, secretario de la Congregación para el Clero, afirmó durante su homilía: “Éste es un día de alegría y de esperanza para vuestra congregación y para la Iglesia, que en esta celebración tiene la consolación de ver que crece en belleza, se refuerza su fidelidad, y se dilata su capacidad de servir”.


Entre los 38 nuevos diáconos, de 9 nacionalidades diferentes, se encuentran 7 españoles: Carlos Ranninger Hernández, (de Madrid); Francisco Javier Carrión Armero, Pedro Castañera Ribé, y Manuel María Quero Romera, (de Barcelona); Esteban Castell Núñez, (de Palma de Mallorca); Jorge Bugallo García (de Ponferrada, León) y Francisco José Ballesta Ballester, (de Figueras, Gerona).
El Secretario de la Congregación para el Clero centró su homilía en una reflexión sobre la triple diaconía –que significa “servicio”- a la que está llamado todo diácono: la de la palabra, la de la Eucaristía y la de la caridad. Mons. Piacenza recordó que al diácono le compete proclamar el Evangelio y ayudar al sacerdote en la explicación de la palabra de Dios, que es el diácono el primer colaborador del sacerdote en la celebración de la Eucaristía -“el gran misterio de nuestra fe”- y que el amor al prójimo no debe ser sólo predicado: “debe ser practicado”.
Y subrayó: “Anunciamos la palabra de Dios y no la nuestra; la palabra de Dios y no las ideas de moda… No es la palabra de Dios la que se debe adecuar a las medidas de nuestra comodidad; somos nosotros los que debemos crecer hasta la medida de la Palabra”.
Mons. Piacenza también habló del significado del celibato como una opción necesaria para ser fieles a la vocación, pues “el celibato no es la renuncia a amar; (…) no es una reducción de la propia capacidad de amar; (…) no se trata de no querer una familia; es la voluntad generosa y magnánima de dedicarse, con un corazón que no conoce ni divisiones ni cansancios, a la más grande familia de la Iglesia”, concluyó.

Estas ordenaciones tienen lugar al inicio del año sacerdotal que el Papa Benedicto XVI inauguró el pasado 19 de junio, y que se celebrará en toda la Iglesia Universal coincidiendo con el 150 aniversario de la muerte del santo cura de Ars, patrono de todos los párrocos del mundo.
Los 38 nuevos diáconos proceden de México (19), España (7) Estados Unidos (5), Brasil (2), Canadá (2), República Checa (1), Italia (1), Venezuela (1) y Vietnam (1). Los más jóvenes del grupo tienen 29 años, mientras que el mayor es precisamente uno de los españoles, Francisco José Ballesta, barcelonés de 50 años, médico, doctor en bioética y profesor del Ateneo Pontificio Regina Apostolorum.
Junto a otros religiosos de la congregación –en total, cerca de 60-, recibirán el orden sacerdotal en Roma el próximo 12 de diciembre, Festividad de la Virgen de Guadalupe.
Entre otras curiosidades y anécdotas cabe destacar que entre los nuevos diáconos se encuentran Jiři Brabec -el primer legionario de la República Checa-, Gerardo Fonseca -primo del popular futbolista mexicano Kikín Fonseca-, además de un periodista, tres ingenieros y un experto en las obras de Tolkien.

Mons. Mauro Piacenza es secretario de la Congregación para el Clero. Nació en Génova el 15 de septiembre de 1944. Fue ordenado sacerdote el 21 diciembre de 1969. Se graduó en derecho canónico. En la arquidiócesis de Génova ha tenido varios encargos entre los cuales: docente de Derecho Canónico en la Facultad de Teología de Italia Septentrional, profesor de cultura contemporánea en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas, delegado del arzobispado para la Universidad y el trabajo cultural, auxiliar de la oficina de prensa del arzobispado, canónigo de la Catedral. En 1990 inició su trabajo en la Curia Romana. Ha sido jefe de oficina y Subsecretario de la Congregación para el Clero hasta el 13 de octubre de 2003 cuando fue elegido Obispo titular de Victoriana y encargado de la presidencia Pontificia Comisión para los Bienes Culturales de la Iglesia, y de la Arqueología Sagrada. Desde el 7 de mayo de 2007 es secretario para la Congregación para el Clero.
Los Legionarios de Cristo son una congregación católica, que tiene como carisma propio una vivencia profunda y auténtica de la caridad, es decir: conocer, vivir y predicar el mandamiento del amor, con especial hincapié en la benedicencia (bien decir). Buscan vivir y transmitir al corazón de las personas la experiencia transformante de la persona viva de Cristo. Cuentan con 800 sacerdotes y 2.600 seminaristas. Tienen 127 casas religiosas y centros de formación en 22 países del mundo. Dirigen más de 240 centros educativos, entre los cuales se encuentran en España la Universidad Francisco de Vitoria y 10 colegios en Madrid, Valencia, Sevilla y Barcelona. La congregación cuenta también con una obra social -la Fundación Altius- especializada en educación, a través de la cual se ayuda cada año a más de 400.000 personas necesitadas del mundo. CONOCE MÁS EN: www.legionaries.org www.regnumchristi.org

Benedicto XVI bendice la primera piedra del Magdala Center que proyecta la Legión de Cristo en Tierra Santa

En el marco de la peregrinación que el Santo Padre realiza en Tierra Santa, Su Santidad Benedicto XVI bendijo la primera piedra del Centro Magdala que se construirá en un terreno de ocho hectáreas en la orilla del Mar de Galilea a seis kilómetros de Cafarnaúm y del Monte de las Bienaventuranzas. Un vídeo del evento se puede ver aquí.

La sencilla y emotiva ceremonia se llevó a cabo al finalizar su visita al Instituto Pontificio Notre Dame de Jerusalén que desde hace cuatro años está encomendada a la gestión de la Legión de Cristo.
El Centro Magdala busca responder a las necesidades de los peregrinos cristianos que visitan la Tierra Santa, en concreto la zona de Galilea, y que necesitan de alojamiento así como de espacios de oración, información y aprendizaje cultural, de tal manera que puedan compenetrarse en estos lugares santos con un enfoque más profundo de la vida de Jesús, más acorde con los evangelios.El Centro Magdala es una obra de los Legionarios de Cristo al servicio de la Iglesia universal y que se suma a la ingente labor que vienen realizando los frailes franciscanos en la atención a los peregrinos. Se estima que los lugares santos reciben anualmente a dos millones y medio de peregrinos, de los cuales el 70% visitan la zona de Galilea.
Al finalizar la bendición, el P. Juan Solana L.C., director del Instituto Pontificio Notre Dame de Jerusalén, explicó al Santo Padre los alcances del proyecto y le mostró una presentación multimedia del centro. En la ceremonia estuvieron presentes el Cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado de la Santa Sede, el Patriarca de Jerusalén, Mons. Fouad Twal, el Nuncio de Su Santidad en Israel, Mons. Antonio Franco, así como el P. Álvaro Corcuera L.C. y el P. Luis Garza Medina L.C., director general y vicario general de los Legionarios de Cristo respectivamente.
El Centro Magdala contempla un hotel para hospedar a 300 personas, un centro que facilitará a los peregrinos a transportarse en imágenes a los tiempos de Jesús y experimentar, a través de diversas tecnologías multimedia, la fuerza y vitalidad de su mensaje de salvación para todos los hombres. En el terreno también se contempla la construcción de la basílica de María Magdalena y un centro dedicado a los estudios sobre la mujer, de acuerdo a la dignidad que Cristo le otorgó y a su papel en la familia y en la sociedad.
El Santo Padre Benedicto XVI siguió con mucho interés la explicación sobre el centro y observó la primera piedra que tiene esculpida una figura que representa la barca de Pedro con la frase evangélica “Duc in altum” (Rema mar adentro).
Al concluir su visita, el Santo Padre entregó al P. Juan Solana L.C. un tabernáculo que tiene en la puerta un relieve con la imagen del Buen Pastor, como regalo para el centro Notre Dame de Jerusalén y firmó el libro de visitantes distinguidos.