JUSTICIA Y PAZ: Iglesia por el Trabajo Decente urge priorizar a las personas para descartar la indecente precariedad

Iglesia por el Trabajo Decente urge priorizar a las personas para descartar la indecente precariedad

Madrid, 23 de abril de 2019

 

Denuncia el impacto que la precariedad tiene en la juventud abocada a unas condiciones de pobreza crónica, en las familias que no pueden garantizar sus necesidades básicas y en los mayores que perciben unas pensiones indignas.

Ante la celebración del 1º de Mayo, las entidades promotoras de la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) –Cáritas, Conferencia Española de Religiosos (CONFER), Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), Justicia y Paz, Juventud Estudiante Católica (JEC) y Juventud Obrera Cristiana (JOC)— unen sus voces, por segundo año consecutivo, para “celebrar el sentido creador del trabajo” y reclamar la erradicación de “la lacra de la precariedad laboral que caracteriza el actual sistema de relaciones labores y que lesiona los derechos de las personas trabajadoras y de sus familias”.

En el manifiesto Priorizando a las personas, descartamos la indecente precariedad elaborado con motivo de esta fiesta de los trabajadores y de san José Obrero, recuerdan que “el trabajo decente, que forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, es un elemento imprescindible para la justicia social y la cohesión de toda la humanidad”.

Efectos en jóvenes, familias y mayores

Las entidades de la Iglesia denuncian los graves efectos que la precariedad laboral está teniendo en “la juventud hundida en una pobreza crónica que les imposibilita un proyecto de vida”, en las “familias cuyas necesidades básicas quedan sin asegurar o sin cubrir, como son el techo, luz, comida, ropa o medicamentos” y en las “personas mayores que sufren una vejez sin calidad a causa de unas pensiones indignas”.

Además de subrayar que “el trabajo es esencial para la vida de las personas porque ayuda a construir nuestra humanidad”, las organizaciones exigen “a políticos, gobernantes y poderes económicos unos derechos que son básicos para la construcción de una sociedad cuyo sentido y función sirvan al bien común”. Para ello proponen, recogiendo uno de los focos señalados por la Organización Internacional del Trabajo con motivo de la celebración del centenario, “un programa centrado en las personas y basado en la inversión en las capacidades de los individuos, las instituciones laborales y en el trabajo decente y sostenible”.

El manifiesto incluye el testimonio de César, un joven de Zaragoza, quien sufre en carne propia los efectos de la precariedad laboral y que explica cómo “la mayoría de trabajos que me ofrecen las empresas son precarios, horas sueltas, sustituciones puntuales… No dan para vivir de forma digna, ni mucho menos. Este tipo de trabajo me genera mucho estrés y tengo miedo del día de mañana. Por eso, este 1º de Mayo acudiré a la calle para junto a otros intentar conseguir un trabajo digno”.

Indecente precariedad

Una situación de indecente precariedad reflejada en los índices de:

■ Desempleo. 3.304.300 personas paradas y sin posibilidad de trabajar (EPA 2018).

■ Calidad del empleo. La tasa de temporalidad es del 26,86% (EPA 2018). El trabajo a tiempo parcial involuntario es del 58%; 58,2% en hombres; 68,5% en mujeres (EPA 2017).

■ Pobreza laboral. Un total de 12.338.187 personas, el 26,6 % de la población está en riesgo de pobreza y/o exclusión social. El 14,1% de las personas ocupadas son personas trabajadoras pobres. (Informe AROPE, EAPN, 2018)

 Horas extras. Se realizan 7 millones de horas extras a la semana, de las que 3 millones no se cobran. 364.400 trabajadores trabajan horas de más sin cobrarlas y otros 415.400 los que las hacen cobrando. (CCOO, EPA 2018)

■ Redes de protección. La tasa de cobertura de personas sin trabajo y con prestaciones es del 61%. 1,39 millones de personas carecen de trabajo y de prestación social carece de prestación (SPEE, 02/04/2019). 2.835.000 pensionistas (el 29,6%) tienen una pensión por debajo del umbral de pobreza (609€/mes). Más de 1,5 millones de pensionistas (15 %) tienen un importe mensual de entre 609 € y 650 €. (Informe AROPE, EAPN, 2018)

■ Salarios. El salario medio anual de las mujeres fue de 20.131,41 euros, mientras que el de los hombres fue de 25.924,43 euros en 2016. El sueldo más frecuente se situó en torno a 16.497,40 euros (INE 2018).

■ Seguridad y salud laboral. El número de accidentes de trabajo con baja en 2018 fue 47.435. De los accidentes en jornada con baja, se produjeron 297 accidentes graves y 37 accidentes mortales. El número total de accidentes de trabajo con baja in itinere fue 6.135, de los cuales el 44% (2.729) afectaron a varones, mientras que el 56% restante (3.406) afectaron a mujeres. Por gravedad, 73 fueron accidentes in itinere graves y 7 accidentes in itinere mortales. (MITRAMISS, avance 2019)

■ Participación de los trabajadores. El 51,3% de los asalariados no tiene representante sindical en la empresa (Encuesta de Condiciones de Trabajo. 6ª EWCS, 2015. Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo).

■ Descanso. El 22,4% de los ocupados trabaja más de 40 horas a la semana. El 33% trabaja en domingo, una o más veces al mes. El 24,6% tiene un horario que no se adapta a sus compromisos familiares y personales (Ibidem).

Situar a las personas en centro

Con objeto de transformar estas condiciones de quiebra de derechos y de dignidad, Cáritas, CONFER, HOAC, Justicia y Paz, JEC y JOC plantean estas reclamaciones:

■ Que se sitúe a la persona en el centro de la vida política, de las relaciones laborales y del trabajo, a fin de abordar la indecente precariedad que descarta a millones de personas al acceso a un trabajo decente, y de facilitar el diálogo social entre los gobiernos y las organizaciones de trabajadores y trabajadoras, empresariado y agentes sociales.

■ Que los poderes públicos hagan efectivo el derecho a un trabajo digno para todas las personas, ya que el trabajo es expresión de la propia dignidad

■ Que se reconozca social y jurídicamente el trabajo de cuidados, basado en un planteamiento nuevo de políticas sociales, de género y educativas que facilite una prestación de los cuidados compartida por hombres y mujeres.

■ Que se promuevan unas condiciones laborales que garanticen la integridad física y psíquica de la persona, y su protección social, para que no haya ni una persona muerta más por accidente de trabajo.

En el marco del 1º de Mayo, las entidades que lideran la ITD han convocado en todo el país una apretada agenda de actividades de movilización pública para exigir, de la mano de las organizaciones sindicales, un trabajo decente acorde con la dignidad de todas las personas. Manifiesto

Contactos para medios de comunicación
(HOAC) Abraham Canales: 609.45.98.03 – (Cáritas) Ángel Arriví: 619.04.53.81

Leer más: https://www.juspax-es.org/products/iglesia-por-el-trabajo-decente-urge-priorizar-a-las-personas-para-descartar-la-indecente-precariedad/

JUSTICIA Y PAZ: Jornada 2019 de la Comisión General de Justicia y Paz en Madrid

 

Las comisiones de Justicia y Paz en España nos hemos reunido en Madrid los días 6 y 7 de abril para celebrar nuestras jornadas anuales en las que se ha reflexionado sobre “Europa, hacia el bien común y la paz” en el contexto de las elecciones al Parlamento europeo que tendrán lugar el próximo 26 de mayo.

 

En nuestro encuentro hemos contado con la presencia y el apoyo del obispo acompañante de Justicia y Paz, Mons. Sebastià Taltavull, obispo de Mallorca; así como con la de José Luis Segovia, vicario de Pastoral Social e Innovación de la Archidiócesis de Madrid; Fernando Fuentes, director del Secretariado de la Comisión de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Española y Luis Okulik, representante del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa. Nos han acompañado también diversos delegados de Caritas España, institución hermana con la que compartimos un gran trabajo en común.

 

Durante estos días han participado diversas personas expertas que desde la economía, el derecho y la experiencia política nos han ayudado a elevar nuestra mirada en medio de la complejidad e incertidumbre del momento que vive Europa y el mundo entero.

 

Un punto de referencia ha sido el trabajo realizado en la reciente declaración de Justicia y Paz de Europa, en el marco de nuestra acción concertada anual europea. En ella se insta a Europa para que avance en el establecimiento de una verdadera economía social de mercado, concretada en diversas propuestas en torno a la distribución justa de la riqueza y las oportunidades, la protección del medioambiente natural y la promoción de la paz y los derechos humanos.

 

Nuestra reflexión ha partido de la memoria de los orígenes del proyecto europeo, fundado a partir de las ruinas y el dolor generado a consecuencia de las guerras mundiales y los totalitarismos que asolaron el continente en la primera mitad del siglo XX. Se trató de un plan audaz dirigido a garantizar la paz, el respeto entre los pueblos, la democracia, la cooperación, la protección de la dignidad de la persona y los derechos humanos y el desarrollo. Ese proyecto, que cristalizó en lo que hoy son la Unión Europea y el Consejo de Europa, puede decirse que ha dado enormes frutos. En este tiempo Europa ha sido capaz no sólo de asegurar setenta años de paz, el periodo más duradero sin guerra de su historia, sino también de crear el mayor espacio de justicia social del mundo.

 

Ahora bien, Europa es un bello edificio en construcción. La Unión Europea ha sabido promover el crecimiento económico, pero ha sido incapaz de impulsar políticas sociales eficaces frente al desafío de la cohesión social y la solidaridad interna. Tampoco ha promovido el desarrollo humano a escala mundial, que se encuentra en un contexto de grave y creciente desigualdad. Recientemente ha mostrado también su incapacidad para establecer mecanismos apropiados que protejan, acojan e integren a las  personas migrantes y refugiadas que tratan de vivir en nuestro continente, favoreciendo la exclusión social y permitiendo las grandes tragedias que suceden a diario  en sus mares y fronteras.

 

El proyecto europeo ha mostrado fuertes limitaciones, contradicciones y enormes tensiones internas. Se constata una gran desafección y desconfianza entre la ciudadanía respecto a las instituciones de la Unión Europea, así como un clima de desilusión y desorientación en cuanto al proyecto común. La gestión de la última crisis económica y el enorme reto de la inmigración han puesto sobre la mesa múltiples obstáculos en la construcción de Europa, desencadenando potentes fuerzas de disgregación evidenciadas sobre todo con el brexit y que incluso amenazan su misma continuidad.

 

El papa Francisco ha señalado que esta crisis puede ser vivida como una llamada “a un tiempo de discernimiento, que nos invita a valorar lo esencial y a construir sobre ello; es por tanto un tiempo de desafíos y oportunidades”. En este sentido, el Papa apunta como pilares fundamentales que sostienen la construcción europea y que son caminos de esperanza: la centralidad de la persona y de los pueblos atendiendo las diferentes sensibilidades; la solidaridad eficaz, antídoto para los populismos que son fruto del egoísmo; la apertura al mundo dejando de enfocar el fenómeno migratorio desde el miedo y como si fuera un problema de seguridad; la búsqueda de la paz y el desarrollo universal, no solo desde el punto de vista productivo sino del desarrollo humano integral; y el abrirse al futuro, con una atención especial a la juventud, a la educación y a las familias.

 

Justicia y Paz quiere unirse a esta visión esperanzada. No hay otro camino que el de fortalecer los vínculos, la colaboración y la solidaridad entre los pueblos de Europa, en el contexto de la común familia humana y en el horizonte de la construcción de una civilización del amor. Desde nuestro ser cristiano, reafirmamos el compromiso de contribuir a este gran reto, tratando de diseminar, en el mundo y sus heridas, el agua fresca del Evangelio para que traiga la esperanza y la paz.

 

Madrid, 7 de abril de 2019

Leer más: https://www.juspax-es.org/news/europa-hacia-el-bien-comun-y-la-paz/

JUSTICIA Y PAZ: Abrir un grifo y obtener agua potable, un gesto imposible para 2.100 millones de personas

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“Enlázate por la Justicia” denuncia que la escasez de agua afecta a unos 2.800 millones de personas en todo el mundo.

La celebración del Día Mundial del Agua es una ocasión óptima para tomar conciencia de cómo el sencillo gesto cotidiano de abrir un grifo y que de él salga agua potable no es posible para 2.100 millones de personas en todo el mundo.

 En esta jornada, las entidades que impulsan la campaña “Si Cuidas el Planeta, Combates la Pobreza” y que promueven la iniciativa “Enlázate por la Justicia” –Cáritas, CEDIS, CONFER, Justicia y Paz, Manos Unidas y REDES (Red de Entidades para el Desarrollo Solidario)— ponen el acento en los problemas a los que se enfrentan comunidades humanas de todo el mundo a consecuencia de las graves restricciones de acceso al agua. Se estima, por ejemplo, que la escasez de agua, afecta a unos 2.800 millones de personas en todos los continentes del mundo durante al menos un mes cada año.

PRINCIPALES PROBLEMAS

A la falta de sistemas de distribución de agua, que sufren con mayor intensidad las comunidades rurales que quedan lejos del alcance de los sistemas de distribución de agua y que les obliga a desplazarse grandes distancias cada día para obtener agua segura, se añade el problema de la contaminación a causa de la acción humana.

Se calcula que el 80% del total de las aguas residuales industriales y urbanas se liberan en el medioambiente sin ningún tratamiento previo. Además, la producción agropecuaria de carácter intensivo necesita fertilizantes y fitosanitarios que contaminan con pesticidas los recursos hídricos disponibles. Esta pérdida de la calidad del agua tiene impactos perjudiciales en la salud humana y los ecosistemas. Continúa

JUSTICIA Y PAZ: Boletín nº 47 La buena política está al servicio de la paz

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Queridos amigos, queridas amigas,

Comenzamos 2019 lleno de citas electorales por lo que es más pertinente que nunca el Mensaje de la Jornada Mundial de la Paz del papa Francisco. «Cada renovación de las funciones electivas, cada cita electoral, cada etapa de la vida pública es una oportunidad para volver a la fuente y a los puntos de referencia que inspiran la justicia y el derecho. Estamos convencidos de que la buena política está al servicio de la paz; respeta y promueve los derechos humanos fundamentales, que son igualmente deberes recíprocos, de modo que se cree entre las generaciones presentes y futuras un vínculo de confianza y gratitud».

“Ajustar Europa al bien común” es el llamamiento de Justicia y Paz de Europa en su Acción Concertada anual ante las elecciones al Parlamento europeo de mayo. Justicia y Paz Europa ha identificado cuatro problemas, que visibilizan aspectos donde el mercado único no funciona correctamente si consideramos los valores que construyen la Unión Europea, así como los que promueve la Doctrina social de la Iglesia. Desigualdad, desperdicio de alimentos, exportación de armas y multinacionales que vulneran derechos son los temas elegidos porque ilustran violaciones de los principios de justicia social, naturaleza sana, paz global y respeto de los derechos humanos.

Recogemos algunas iniciativas que se están llevando a cabo en ciudades de nuestro país para acoger e integrar a personas migrantes y refugiadas. Con ellas mostramos diferentes propuestas que, independientemente de su novedad, alcanzan su máximo sentido cuando se realizan desde el calor familiar de la acogida y el compartir los bienes y recursos. Es de agradecer que tanto las diócesis como la sociedad civil no permanezcan ajenas ante este fenómeno de movilidad forzada de personas e impulsen la acción de las administraciones públicas.

En la contraportada se recogen actividades en las que la  Comisión General ha participado durante los últimos meses. Representan el trabajo en equipo junto a distintas organizaciones: en el Grupo Eclesial contra la Trata, Enlázate por la Justicia, la Campaña Internacional por la Abolición de las Armas Nucleares y la Iglesia en Europa, entre otras.

La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal del 27 de febrero nombró nuevos representantes para la Comisión General de Justicia y Paz por tres años. Fco. Javier Alonso, de Madrid, es el nuevo presidente; Eudald Vendrell, de Barcelona, es el vicepresidente, y yo continúo como secretaria general.

Del 5 al 7 de abril celebramos la Jornada anual de Justicia y Paz en Madrid con el título «Europa hacia el bien común y la paz». Nos gustaría contar con vuestra presencia y participación. Más información e inscripciones en www.juspax-es.org hasta el día 26 de marzo. Os esperamos. Saludos cordiales,

Isabel Cuenca Anaya
Secretaria General

Descargar el boletín

Bulletin #47 Good politics is at the service of peace

JUSTICIA Y PAZ: Europa hacia el bien común y la paz


 

Jornada anual de Justicia y Paz en Madrid

Del 5 al 7 de abril de 2019

 
Lugar: Salón de grados de la Fundación Pablo VI
 
Manteniendo esta dirección y haciendo que sus amplios significados no se separen de la tierra ni del horizonte, debemos continuar caminando en un mundo diverso, interdependiente, a través de propuestas universalizables y condiciones socio-ambientales que faciliten la vida de las comunidades y los ecosistemas. Es necesario un destino universal no excluyente: “el bien común y la paz”, pero también es necesario caminar cada día sin desviarse mucho de él: “caminante, son tus huellas el camino”. ¿Dejamos huellas visibles en ese horizonte?
 
Todo grupo social debe tener en cuenta las necesidades y las legítimas aspiraciones de los demás grupos; más aún, debe tener muy en cuenta el bien común de toda la familia humana (GS, 28).
Las diferencias económicas, sociales y culturales demasiado grandes entre los pueblos provocan tensiones y discordias y ponen la paz en peligro (PP, 76).
 
Los pasos irán cambiando la realidad si trabajamos por lo que nos une, dialogando, tendiendo puentes para satisfacer las necesidades vitales básicas, que son las mismas y derriban toda frontera.
 

Programa

Viernes, 5 de abril

 
18.00 h. Inauguración
 
“El compromiso por el bien común, cuando está inspirado por la caridad, tiene una valencia superior al compromiso meramente secular y político”. Es un programa con el que estarán de acuerdo las personas dedicadas a la política de “cualquier procedencia cultural o religiosa que deseen trabajar […] por el bien de la familia humana, practicando aquellas virtudes humanas que son la base de una buena acción política: la justicia, la equidad, el respeto mutuo, la sinceridad, la honestidad, la fidelidad”. Mensaje de la Jornada Mundial de la Paz 2019

  • D. Sebastià Taltavull, obispo de Mallorca y obispo acompañante de Justicia y Paz desde la CEPS.
  • D. José Luis Segovia, vicario para el Desarrollo Humano Integral y la Innovación.
  • D. Fco. Javier Alonso, presidente de la Comisión General Justicia y Paz.

 
18.30 h. Soñar Europa. Afectos y desafectos sobre un proyecto posible
 
Recuperar la capacidad de soñar otra Europa. Una Unión Europea política, social, económica distinta porque durante los últimos años ha conocido lo que cabe esperar de una unión estrictamente monetaria.
 

  • D. Emilio José Gómez Ciriano, responsable de derechos humanos de Justicia y Paz. Profesor de derecho del Trabajo de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM).

 
19.30 h. Coloquio. Modera
 

  •  Dª. Isabel Cuenca, secretaria general CG Justicia y Paz.

Sábado, 6 de abril

 
10.00 h. ¿Es posible una economía social  y solidaria en Europa?
 
Hay demasiados intereses particulares y muy fácilmente el interés económico llega a prevalecer sobre el bien común y a manipular la información para no ver afectados sus proyectos (LS, 54).
Para que siga siendo posible dar empleo, es imperioso promover una economía que favorezca la diversidad productiva y la creatividad empresarial. (LS 129).
 

  • D. Raúl González Fabre, jesuita y profesor de la Universidad Comillas en el área de Ética y Economía.
  • D. Pedro José Gómez Serrano, profesor de economía de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).

 
12.00 h. Pausa café
 
12.30 h. Ajustar Europa al bien común
 
“La  Unión  se  fundamenta  en  los  valores  de  respeto  de  la  dignidad  humana,  libertad,  democracia,  igualdad,   Estado   de   Derecho   y   respeto   de   los   derechos   humanos,   incluidos   los   derechos   de   las   personas   pertenecientes   a   minorías.   Estos   valores   son   comunes   a   los   Estados   miembros   en   una   sociedad  caracterizada  por  el  pluralismo,  la  no  discriminación,  la  tolerancia,  la  justicia,  la  solidaridad  y  la  igualdad  entre  mujeres  y  hombres” (art. 2 del Tratado de la UE).
 

  • D. Ramón Jaúregui, europarlamentario del Partido Socialista Obrero Español.
  • Dª. María Cruz Arcos Vargas, profesora de Derecho Internacional Público de la Universidad de Sevilla.

 
16.00 h. Paz a esta casa
 
“Dar la paz está en el centro de la misión de los discípulos de Cristo. Y este ofrecimiento está dirigido a todos los hombres y mujeres que esperan la paz en medio de las tragedias y la violencia de la historia humana. La “casa” mencionada por Jesús es cada familia, cada comunidad, cada país, cada continente, con sus características propias y con su historia; es sobre todo cada persona, sin distinción ni discriminación. También es nuestra “casa común”: el planeta en el que Dios nos ha colocado para vivir y al que estamos llamados a cuidar con interés”.
 

  • D. Luis Okulik, secretario del Departamento de Pastoral Social del Consejo Episcopal de Europa.
  • D. Sebastià Taltavull, obispo de Mallorca y obispo acompañante de Justicia y Paz desde la CEPS.

 
18.00 h. Paseo por Madrid.

Domingo, 7 de abril

 
10.00 h. Eucaristía
 
11.30 h. Pleno de la Comisión General de Justicia y Paz
 

Lugares de las jornadas


Conferencias: Sala de grados de la Fundación Pablo VI. Paseo de Juan XXIII, 3, 28040 Madrid.
Alojamiento y desayuno: Religiosas de la Asunción. Calle Olivos, 23, 28003 Madrid. Precios:
Manutención: Cafetería Fundación Pablo VI. Paseo de Juan XXIII, 3, 28040 Madrid.

Inscripción

Hasta el 28 de marzo

Jornada anual Justicia y Paz 2019
Leer más: https://www.juspax-es.org/products/europa-hacia-el-bien-comun-y-la-paz/

JUSTICIA Y PAZ: Acción Concertada 2019 de Justicia y Paz Europa. Ante las elecciones europeas de 2019

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De  acuerdo  con  su  misión  y  como  Acción  Concertada  anual,  Justicia  y  Paz  Europa ofrece  la  siguiente  reflexión  y  propuestas  para  todas  las  personas de  este  continente, ya  sean  cristianas,  de  otra  religión  o  no  religiosas,  ante  las  próximas  elecciones  al Parlamento Europeo, que se celebrarán del 23 al 26 de mayo de 2019:

Justicia y Paz de Europa ante las próximas elecciones al Parlamento Europeo

JUSTICIA Y PAZ: Iglesia por el Trabajo Decente redoblará sus esfuerzos en 2019 para denunciar la indecente precariedad

 Las entidades promotoras de la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) establecen sus prioridades para 2019.
 Los ejes de trabajo de este año son: la convocatoria del Primero de Mayo y de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, del 7 de octubre; la elaboración de materiales de sensibilización y reflexión; la incorporación de nuevos adheridos a ITD y el desarrollo de una política de comunicación.
 ITD tendrá en cuenta dos momentos importantes: El centenario de la OIT y el XXV aniversario de La Pastoral Obrera de toda la Iglesia de la Conferencia Episcopal Española.
 
El empleo creado en España, tras cinco años de recuperación económica sigue marcado por la precariedad y la exclusión. Desde 2014, más del 90% de los contratos registrados son de duración limitada, lo que unido al incremento de la volatilidad de los contratos temporales, la reducción de su duración, el aumento del encadenamiento de contratos y de la jornada parcial, nos conduce a un escenario donde «disponer de un empleo ya no es sinónimo de integración», como dice el último análisis de la Fundación FOESSA, Exclusión estructural e integración social. Una situación social que se agrava por el elevado y profundo número de personas en situación de desempleo (3,3 millones; 47% con más de 1 año en paro) y con más de 1 millón de hogares (1.052.800) con todos sus miembros activos en paro. (EPA, 4T 2018).
 
ITD prioriza, para este año, abordar la precariedad laboral, su impacto en la trayectoria vital de los trabajadores y de las trabajadoras, de las familias, y en la propia cohesión social. Articulará, de forma transversal, en todos sus ámbitos de incidencia previstos la denuncia sobre la indecente precariedad que descarta a millones de personas al acceso a un «trabajo decente y no de cualquier modo», en palabras del papa Francisco.
 
El Primero de Mayo, por segundo año consecutivo
Un primer eje de trabajo será realizar, por segundo año consecutivo, la celebración del Primero de Mayo, fiesta de san José obrero y Día internacional de los trabajadores y las trabajadoras, con la convocatoria de vigilias de oración, la elaboración de un manifiesto sobre el sentido creador del trabajo y para denunciar las causas de la falta del trabajo decente, así como para animar a participar en las actividades convocadas, en esta línea, por las organizaciones sindicales.
 
Jornada Mundial por el Trabajo Decente, quinto año de convocatoria
Un segundo eje se centrará en la convocatoria de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, el 7 de octubre, para insistir en la importancia de cumplir con el objetivo número 8 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 relacionado con la extensión del empleo digno, clave para el progreso humano, la reducción del hambre, la pobreza, las desigualdades, y el cuidado de la casa común. Para ITD es el quinto año de consecutivo comprometida con esta jornada, que es además compartida con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el movimiento sindical mundial y el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos, se convoca en las diócesis del país, durante ese mes de octubre, numerosos gestos y actividades de sensibilización y denuncia.
 
Comunicación y adhesión
La iniciativa ha diseñado su estrategia de comunicación para ofrecer y acercar las convocatorias, las acciones, los materiales y las reflexiones tanto a la comunidad cristiana como a la sociedad civil. También persiste en su empeño de acercarse a entidades, grupos o realidades parroquiales para presentar sus objetivos, sus tareas y favorecer la adhesión a la iniciativa.
 
Dos citas importantes para el mundo del trabajo
Además, ITD estará atenta a dos citas importantes para el mundo del trabajo. En el mes de junio, al  «parlamento global» coincidiendo con el centenario de la OIT. Un diálogo iniciado por la OIT desde una orientación que comparte ITD: para un futuro de trabajo decente, es esencial priorizar a las personas. En el mes de noviembre, al cumplirse los 25 años del documento La Pastoral Obrera de toda la Iglesia, de la Conferencia Episcopal Española.
***
La iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente surge en España en el año 2015 haciendo suyo el objetivo impulsado por la Santa Sede, la OIT y organizaciones de inspiración católica, de colocar explícitamente el «trabajo decente para todas las personas» entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible.  

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Leer más: https://www.juspax-es.org/news/iglesia-por-el-trabajo-decente-redoblara-sus-esfuerzos-en-2019-para-denunciar-la-indecente-precariedad/

JUSTICIA Y PAZ: #DiadelVoluntariado e Información voluntariado Tierra Santa 2019

Cartel Voluntariado Tierra Santa-001

Queridas amigas y amigos,

Hoy, en el día del Voluntariado, desde la Comisión General de Justicia y Paz, os queremos dar las Gracias, una vez más, a todas las personas voluntarias que en estos 50 años nos habéis acompañado. El mundo rueda cada día un poquito más con vuestro impulso Enlace

 

Además, os remitimos información sobre un Voluntariado en Tierra Santa por si os interesa y podéis organizar alguna labor de voluntariado en vuestras comisiones. Es una programa para jóvenes que se lleva a cabo en  Casas Religiosas de Servicios Sociales en Jerusalén, Belén y Nazaret, donde por las mañanas y por las tardes, se realizan visitas a los Santos Lugares dentro de un programa espiritual acompañado de un Sacerdote Guía.

Adjuntamos diversos enlaces con informaciones:

·        Casas Religiosas en las que jóvenes y personas adultas laicas y religiosas pueden hacer voluntariado www.serviciossocialescristianos.wordpress.com

·       Plazas de Voluntariado disponibles https://serviciossocialescristianos.wordpress.com/plazas-de-voluntariado/

 Adjuntamos el formulario de solicitud de Plazas de Voluntariado para el Primavera/Verano 2019 ya que como hay grupos procedentes de todos los países lo óptimo es reservar ahora. Adjunto los carteles a los que pueden añadir sus datos de contacto para promoción así como el formulario solicitud que nos pueden remitir para constatar la disponibilidad de las Casas

 A continuación algunas indicaciones sobre requisitos y condiciones:

·        Todos los Grupos deben ir acompañados de un Sacerdote o delegado. Por las mañanas se trabaja y las tardes quedan libres para hacer visitas a los Santos Lugares Los fines de semana se puede viajar a ciudades cercanas Belén, Nazaret y Jerusalén

·        Todos los grupos deben tener un Programa Espiritual para el Voluntariado en general y un programa de actividades de las tardes y días libres

·        Se puede reservar cualquier semana del año en principio (algunas casas exceptúan Navidad y Semana Santa en todo caso las hermanas ofrecen la posibilidad si algún grupo desea estas fechas)

 Seguidamente adjuntamos las Casas con video y web que pueden seleccionar según el tamaños del grupo, la ciudad y la labor:

Para grupos > 15 Voluntarios están disponibles las siguientes Casas

Jerusalén experiencia con los Beduinos, acogen durante una semana a máximo 25 Voluntarios  Ver Casa Aquí Ver Voluntariado

Belén Casa de la Paz Orfanato , acogen durante 2 semanas a máximo 15 Voluntarios Ver Casa Aquí  Ver Voluntariado
Nazaret H. de Caridad Hospital, acogen durante una semana o dos a máximo 17 Voluntarios Ver Casa Aquí  Ver Voluntariado

 Para grupos < 10 Voluntarios están disponibles las siguientes Casas

Jerusalén Brígidas Hospedería, acogen durante una semana a máximo 5 Voluntarios  Ver Casa Aquí    Ver Voluntariado
Jerusalén Combonianas Hospedería, acogen durante una semana a máximo 5 Voluntarios Ver Casa Aquí  Ver Voluntariado
Belén Verbo Encarnado Niños discapacitados, acogen durante una semana a máximo 8 Voluntarios Ver Casa Aquí  Ver Voluntar
Belén H. de Caridad Orfanato, acogen durante una semana a máximo 5 Voluntarios   Ver Casa Aquí  Ver Voluntariado  V
Nazaret Santa Ana Orfanato, acogen durante una semana a máximo 5 Voluntarios   Ver Casa Aquí  Ver Voluntariado
Referente al coste se debe contar con:
·        Unos 350 Euros de billete de avión aprox. y seguro de viaje
·        Unos 20 Euros al día de la cena (por las tardes al hacer excursiones se cena fuera) y del transporte y entrada de cada excursión vespertina y fines de semana

En total 500 euros aprox. por una semana y 650 por 15 días todo incluido

Para alumnos con bajos medios económicos existe la posibilidad de subvenciones

 Correo electrónico con la información anterior remitido por:

Nazaret Fernández

Coordinadora de Programas de Voluntariado en Tierra Santa

www.unidosportierrasanta.wordpress.com

Contacto Teléfono: 0034 673 84 14 73

Contacto Whasapp: 00972 528003289

 

JUSTICIA Y PAZ: Corregir el rumbo de las decisiones políticas y de los discursos públicos sobre migración

  • La red Migrantes con Derechos denuncia la falta de coraje político
    para abordar los retos de la movilidad humana en nuestro país

18 de diciembre de 2018.- Ante la celebración del Día Internacional del Migrante y una semana después de la ratificación en Marrakech por parte de más de 150 países del primer Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular, las entidades que integramos la red Migrantes con Derechos –Cáritas, CONFER, Justicia y Paz, y la Comisión Episcopal de Migraciones— reafirmamos nuestro apoyo el éxito de la comunidad internacional para avanzar en el objetivo de gestionar los flujos migratorios a nivel global.
Lamentamos, sin embargo, el fracaso que supone la retirada del Pacto de varios países del Norte, cuya decisión abre una peligrosa grieta en el espíritu de unidad y solidaridad tan necesario para garantizar una acción coordinada, por encima de fronteras y políticas nacionales, en la tarea inaplazable de proteger las vidas y los derechos de los migrantes y refugiados.
Recordamos que la celebración de hoy conmemora la adopción, por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas, de la Convención Internacional para la protección internacional de los derechos de todos los trabajadores migrantes y sus familiares, un texto que ni España ni ninguno de los Estados miembros de la Unión Europea han firmado todavía.
Queda mucho camino por recorrer para hablar de una migración que sea auténticamente segura, ordenada y regular, y evitar que el Pacto recién alcanzado se convierta en papel mojado. Instamos, por ello, a corregir el rumbo preocupante que, a pesar de las buenas intenciones proclamadas en Marrakech, manifiestan las decisiones políticas en materia de migración que se siguen adoptando tanto en nuestro país como en el conjunto de la Unión Europea.
Una vez más, censuramos unas políticas migratorias donde el enfoque basado en la seguridad y el control de fronteras sigue primando sobre los aspectos humanitarios y sociales, y que convierten las vallas y las aguas del Mediterráneo en espacios de muerte, sufrimiento y vulneración de derechos, en lugar de transformarlos en una oportunidad para la acogida y la hospitalidad.
Decimos no a las devoluciones de migrantes realizadas sin las garantías establecidas en los procedimientos relativos a la identificación de cada persona, sin verificar sus circunstancias personales o sin prestar información en un idioma que sea entendido por las personas recién llegadas. Y no a que se perpetúen los mismos errores en los que incurren ahora unos responsables políticos que denunciaban esas prácticas cuando estaban en la oposición y que prometían erradicarlas.
Reclamamos coraje político para acabar con el limbo legal que afecta a un número creciente de menores inmigrantes no acompañados, al tiempo que denunciamos la resistencia a movilizar los recursos indispensables para financiar tanto la acogida e integración en nuestro país de los migrantes como para incidir en las causas del problema mediante una adecuada dotación de fondos para la Ayuda Oficial al Desarrollo.
Rechazamos la escandalosa política de brazos caídos por la que se abandona a su suerte en aguas internacionales a pesqueros españoles que, dando ejemplo de sentido humanitario, auxilian embarcaciones con migrantes a punto de zozobrar.
Y decimos rotundamente no a la sucesión de irresponsables declaraciones públicas en contra de las personas migrantes, que, con un peligroso acento discriminatorio, racista y xenófobo, pretenden obtener apoyo electoral a base de difundir falsos rumores y prejuicios que sólo buscan estigmatizar al otro e intoxicar la convivencia social y las relaciones en nuestros barrios.
Como alertaba en septiembre pasado el Papa Francisco en el congreso mundial sobre racismo y xenofobia organizado por la Santa Sede y el Consejo Mundial de las Iglesias (WCC), «vivimos tiempos en los que parecen reavivarse y difundirse sentimientos que muchos consideraban superados. Sentimientos de sospecha, de miedo, desprecio y hasta de odio frente a individuos o grupos considerados diferentes a causa de su origen étnico, nacional o religioso y, como tales, no considerados lo suficientemente dignos de participar plenamente en la sociedad».
«La gravedad de estos fenómenos –añadía el Papa— no puede dejarnos indiferentes. Todos estamos llamados, en nuestras respectivas funciones, a cultivar y promover el respeto de la dignidad inherente a toda persona humana, empezando por la familia, el lugar en el que se aprenden desde muy temprana edad los valores de compartir, de la hospitalidad, de la hermandad y solidaridad».
Como entidades de Iglesia que acompañamos a los migrantes compartiendo sus esperanzas y frustraciones, defendemos un modelo de convivencia basado en la convivencia intercultural, en la integración y en la acogida fraterna al que llega y se encuentra en situación de mayor vulnerabilidad. Somos Iglesia samaritana que auxilia al desvalido, sin preguntar por su origen, su credo o su condición.
En vísperas de la Navidad, cuando conmemoramos el nacimiento en Belén de un Niño cuyos padres fueron excluidos porque no tenían sitio en la posada y empujados luego al exilio, urgimos a nuestras comunidades y a todos los ciudadanos a examinar sus actitudes personales y comunitarias, y a renovar su capacidad de acogida y hospitalidad hacía las personas migrantes. El Amor, que todo lo puede, es la mejor respuesta a quienes sólo parecen dispuestos a enrarecer la convivencia en paz. Descargar
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JUSTICIA Y PAZ: Jornada Mundial de la Paz 2019. “La buena política está al servicio de la paz”

Jornada Mundial de la Paz 2019. “La buena política está al servicio de la paz”

La Iglesia celebra el martes 1 de enero de 2019, la 52ª Jornada Mundial de la Paz. Para la celebración de esta Jornada, el papa Francisco ha hecho público un mensaje con el título, “La buena política está al servicio de la paz”. 

1. “Paz a esta casa”
Jesús, al enviar a sus discípulos en misión, les dijo: «Cuando entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa”. Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros» (Lc 10,5-6).
Dar la paz está en el centro de la misión de los discípulos de Cristo. Y este ofrecimiento está dirigido a todos los hombres y mujeres que esperan la paz en medio de las tragedias y la violencia de la historia humana.[1]La “casa” mencionada por Jesús es cada familia, cada comunidad, cada país, cada continente, con sus características propias y con su historia; es sobre todo cada persona, sin distinción ni discriminación. También es nuestra “casa común”: el planeta en el que Dios nos ha colocado para vivir y al que estamos llamados a cuidar con interés.
Por tanto, este es también mi deseo al comienzo del nuevo año: “Paz a esta casa”.
2. El desafío de una buena política
La paz es como la esperanza de la que habla el poeta Charles Péguy; [2] es como una flor frágil que trata de florecer entre las piedras de la violencia. Sabemos bien que la búsqueda de poder a cualquier precio lleva al abuso y a la injusticia. La política es un vehículo fundamental para edificar la ciudadanía y la actividad del hombre, pero cuando aquellos que se dedican a ella no la viven como un servicio a la comunidad humana, puede convertirse en un instrumento de opresión, marginación e incluso de destrucción.
Dice Jesús: «Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos» (Mc 9,35). Como subrayaba el Papa san Pablo VI: «Tomar en serio la política en sus diversos niveles ―local, regional, nacional y mundial― es afirmar el deber de cada persona, de toda persona, de conocer cuál es el contenido y el valor de la opción que se le presenta y según la cual se busca realizar colectivamente el bien de la ciudad, de la nación, de la humanidad».[3]
En efecto, la función y la responsabilidad política constituyen un desafío permanente para todos los que reciben el mandato de servir a su país, de proteger a cuantos viven en él y de trabajar a fin de crear las condiciones para un futuro digno y justo. La política, si se lleva a cabo en el respeto fundamental de la vida, la libertad y la dignidad de las personas, puede convertirse verdaderamente en una forma eminente de la caridad.
3. Caridad y virtudes humanas para una política al servicio de los derechos humanos y de la paz
El Papa Benedicto XVI recordaba que «todo cristiano está llamado a esta caridad, según su vocación y sus posibilidades de incidir en la pólis. […] El compromiso por el bien común, cuando está inspirado por la caridad, tiene una valencia superior al compromiso meramente secular y político. […] La acción del hombre sobre la tierra, cuando está inspirada y sustentada por la caridad, contribuye a la edificación de esa ciudad de Dios universal hacia la cual avanza la historia de la familia humana».[4] Es un programa con el que pueden estar de acuerdo todos los políticos, de cualquier procedencia cultural o religiosa que deseen trabajar juntos por el bien de la familia humana, practicando aquellas virtudes humanas que son la base de una buena acción política: la justicia, la equidad, el respeto mutuo, la sinceridad, la honestidad, la fidelidad.
Cada renovación de las funciones electivas, cada cita electoral, cada etapa de la vida pública es una oportunidad para volver a la fuente y a los puntos de referencia que inspiran la justicia y el derecho. Estamos convencidos de que la buena política está al servicio de la paz; respeta y promueve los derechos humanos fundamentales, que son igualmente deberes recíprocos, de modo que se cree entre las generaciones presentes y futuras un vínculo de confianza y gratitud.
4. Los vicios de la política
En la política, desgraciadamente, junto a las virtudes no faltan los vicios, debidos tanto a la ineptitud personal como a distorsiones en el ambiente y en las instituciones. Es evidente para todos que los vicios de la vida política restan credibilidad a los sistemas en los que ella se ejercita, así como a la autoridad, a las decisiones y a las acciones de las personas que se dedican a ella. Estos vicios, que socavan el ideal de una democracia auténtica, son la vergüenza de la vida pública y ponen en peligro la paz social: la corrupción —en sus múltiples formas de apropiación indebida de bienes públicos o de aprovechamiento de las personas—, la negación del derecho, el incumplimiento de las normas comunitarias, el enriquecimiento ilegal, la justificación del poder mediante la fuerza o con el pretexto arbitrario de la “razón de Estado”, la tendencia a perpetuarse en el poder, la xenofobia y el racismo, el rechazo al cuidado de la Tierra, la explotación ilimitada de los recursos naturales por un beneficio inmediato, el desprecio de los que se han visto obligados a ir al exilio.
5. La buena política promueve la participación de los jóvenes y la confianza en el otro
Cuando el ejercicio del poder político apunta únicamente a proteger los intereses de ciertos individuos privilegiados, el futuro está en peligro y los jóvenes pueden sentirse tentados por la desconfianza, porque se ven condenados a quedar al margen de la sociedad, sin la posibilidad de participar en un proyecto para el futuro. En cambio, cuando la política se traduce, concretamente, en un estímulo de los jóvenes talentos y de las vocaciones que quieren realizarse, la paz se propaga en las conciencias y sobre los rostros. Se llega a una confianza dinámica, que significa “yo confío en ti y creo contigo” en la posibilidad de trabajar juntos por el bien común. La política favorece la paz si se realiza, por lo tanto, reconociendo los carismas y las capacidades de cada persona. «¿Hay acaso algo más bello que una mano tendida? Esta ha sido querida por Dios para dar y recibir. Dios no la ha querido para que mate (cf. Gn 4,1ss) o haga sufrir, sino para que cuide y ayude a vivir. Junto con el corazón y la mente, también la mano puede hacerse un instrumento de diálogo».[6]
Cada uno puede aportar su propia piedra para la construcción de la casa común. La auténtica vida política, fundada en el derecho y en un diálogo leal entre los protagonistas, se renueva con la convicción de que cada mujer, cada hombre y cada generación encierran en sí mismos una promesa que puede liberar nuevas energías relacionales, intelectuales, culturales y espirituales. Una confianza de ese tipo nunca es fácil de realizar porque las relaciones humanas son complejas. En particular, vivimos en estos tiempos en un clima de desconfianza que echa sus raíces en el miedo al otro o al extraño, en la ansiedad de perder beneficios personales y, lamentablemente, se manifiesta también a nivel político, a través de actitudes de clausura o nacionalismos que ponen en cuestión la fraternidad que tanto necesita nuestro mundo globalizado. Hoy más que nunca, nuestras sociedades necesitan “artesanos de la paz” que puedan ser auténticos mensajeros y testigos de Dios Padre que quiere el bien y la felicidad de la familia humana.
6. No a la guerra ni a la estrategia del miedo
Cien años después del fin de la Primera Guerra Mundial, y con el recuerdo de los jóvenes caídos durante aquellos combates y las poblaciones civiles devastadas, conocemos mejor que nunca la terrible enseñanza de las guerras fratricidas, es decir que la paz jamás puede reducirse al simple equilibrio de la fuerza y el miedo. Mantener al otro bajo amenaza significa reducirlo al estado de objeto y negarle la dignidad. Es la razón por la que reafirmamos que el incremento de la intimidación, así como la proliferación incontrolada de las armas son contrarios a la moral y a la búsqueda de una verdadera concordia. El terror ejercido sobre las personas más vulnerables contribuye al exilio de poblaciones enteras en busca de una tierra de paz. No son aceptables los discursos políticos que tienden a culpabilizar a los migrantes de todos los males y a privar a los pobres de la esperanza. En cambio, cabe subrayar que la paz se basa en el respeto de cada persona, independientemente de su historia, en el respeto del derecho y del bien común, de la creación que nos ha sido confiada y de la riqueza moral transmitida por las generaciones pasadas.
Asimismo, nuestro pensamiento se dirige de modo particular a los niños que viven en las zonas de conflicto, y a todos los que se esfuerzan para que sus vidas y sus derechos sean protegidos. En el mundo, uno de cada seis niños sufre a causa de la violencia de la guerra y de sus consecuencias, e incluso es reclutado para convertirse en soldado o rehén de grupos armados. El testimonio de cuantos se comprometen en la defensa de la dignidad y el respeto de los niños es sumamente precioso para el futuro de la humanidad.
7. Un gran proyecto de paz
Celebramos en estos días los setenta años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que fue adoptada después del segundo conflicto mundial. Recordamos a este respecto la observación del Papa san Juan XXIII: «Cuando en un hombre surge la conciencia de los propios derechos, es necesario que aflore también la de las propias obligaciones; de forma que aquel que posee determinados derechos tiene asimismo, como expresión de su dignidad, la obligación de exigirlos, mientras los demás tienen el deber de reconocerlos y respetarlos».[7]
La paz, en efecto, es fruto de un gran proyecto político que se funda en la responsabilidad recíproca y la interdependencia de los seres humanos, pero es también un desafío que exige ser acogido día tras día. La paz es una conversión del corazón y del alma, y es fácil reconocer tres dimensiones inseparables de esta paz interior y comunitaria:
– la paz con nosotros mismos, rechazando la intransigencia, la ira, la impaciencia y ―como aconsejaba san Francisco de Sales― teniendo “un poco de dulzura consigo mismo”, para ofrecer “un poco de dulzura a los demás”;
– la paz con el otro: el familiar, el amigo, el extranjero, el pobre, el que sufre…; atreviéndose al encuentro y escuchando el mensaje que lleva consigo;
– la paz con la creación, redescubriendo la grandeza del don de Dios y la parte de responsabilidad que corresponde a cada uno de nosotros, como habitantes del mundo, ciudadanos y artífices del futuro.
La política de la paz ―que conoce bien y se hace cargo de las fragilidades humanas― puede recurrir siempre al espíritu del Magníficat que María, Madre de Cristo salvador y Reina de la paz, canta en nombre de todos los hombres: «Su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes; […] acordándose de la misericordia como lo había prometido a nuestros padres en favor de Abrahán y su descendencia por siempre» (Lc 1,50-55).
Vaticano, 18 de diciembre de 2018
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