El lema de la jornada de reflexión desarrollada en la sede del Foro de Laicos en Madrid el 25 de abril del 2015, ha sido: “La paz se rehace cada día en la familia”, del papa Francisco.
En un tiempo en el que las noticias de nuestra “aldea global” nos hacen sentir cada vez más cerca de hermanos que promueven o sufren la violencia, la guerra, la enfermedad; o se hacinan en campos de refugiados, o mueren intentando llegar a Europa… ¿Cómo pueden contribuir nuestras familias a la paz, al desarrollo y a la unidad entre los pueblos?
Queremos que nuestras familias sean fruto del amor y den como fruto personas que vivan para el bien común, para acoger a todos valorando la dignidad de cada ser humano y formados como personas-mundo que no tienen la mirada solo en su propio bienestar sino, de forma especial, en el progreso de los más débiles.
Para ello, en este período previo a la 2ª parte del Sínodo de la Familia, los miembros de asociaciones y movimientos que encarnan los distintos carismas nacidos en el seno de la Iglesia, no contamos sólo con nuestras fuerzas sino también con las de Jesús Resucitado que está con nosotros y en medio nuestro, y con muchos amigos de buena voluntad.
La jornada se inició con un saludo por parte de la presidenta, Doña Camino Cañón, y unas palabras de D. José Mazuelos, obispo de Jerez, miembro de las CEAS y responsable de acompañar al Foro de Laicos.
La primera intervención de la jornada ha estado a cargo de Doña Virginia Cagigal, directora de la Unidad de Intervención Psicosocial de la Universidad Pontificia de Comillas que ha desarrollado el tema de “Violencia y Familia”.
A continuación se ha mantenido una mesa redonda en la que han participado Rosalía Sánchez, presidenta de CEMI, y Jesús María Guisado, presidente de Scouts MSC. Han desarrollado las potencialidades y límites de la educación formal y no formal para el desarrollo de actitudes no violentas en los niños y adolescentes, así como la necesaria colaboración entre familia, escuela y otros agentes educativos.
La mañana ha finalizado con la exposición de Don Francisco Javier Sancho, carmelita, director del CITES (Ávila). Nos ha presentado una iniciativa de la Universidad de la Mística para ofrecer a los jóvenes un espacio de formación de la interioridad.
La tarde se ha dedicado al trabajo en grupos, centrados en tres temas: la familia, la educación formal y la educación no formal.
Nuestra reflexión sobre la familia recuperó ideas claves ofrecidas por Doña Virginia Cagigal: el cambio en el modelo y percepción de la familia, el problema de la falta de tiempo, la disparidad de criterios en la labor educativa de los padres… Constatamos la importancia de formar a los hijos para que sepan estar en sus ambientes y ser fermento donde estén, siendo el mejor medio el “hacernos uno con ellos” y compartir intereses y proyectos comunes. Resaltamos ante todo nuestra responsabilidad de incidir en la sociedad, en la opinión pública, cada uno desde nuestro lugar, ofreciendo nuestra propuesta cristiana en temas directamente relacionados con la familia como el del aborto.
Constatamos la importancia de una educación integral, en la que se valoren no sólo los conocimientos, sino también el desarrollo socioemocional, además de fomentar la cooperación más que la competitividad. En este aspecto, el testimonio cristiano con el modo de actuar propio y la educación en la interioridad y el diálogo íntimo puede situarse como un buen referente. No nos olvidamos de que la educación debe ser apoyada por la sociedad en general, tanto a nivel particular como a nivel general, desde las instituciones. Concretamente, la administración educativa y la propia legislación que la rige han de tener en cuenta que el pluralismo social y la conflictividad que se manifiesta a menudo en las aulas, están demandando mejorar en cantidad y calidad los recursos y, especialmente, la dotación de profesores.
En lo relativo a la educación no formal, consideramos que es importante subrayar los valores que los jóvenes tienen, ayudarles a descubrirlos y potenciarlos, haciéndoles protagonistas de su vida. Vemos que es vital el ejemplo, el testimonio y el acompañamiento como motor del proceso educativo, por lo que estas herramientas, además de la escucha abierta y activa y el diálogo, son los mejores medios para facilitarles el acceso al conocimiento de Dios.
En el tratamiento de cada una de las cuestiones se constató la necesidad de cooperar de manera fluida y con confianza entre familia, escuela y organizaciones de educación no formal en la que participan niños y adolescentes.
La jornada finalizó con la celebración de la Eucaristía presidida por D. Antonio Cartagena, consiliario del Foro de Laicos.
Madrid, 25 de abril de 2015.