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FORO DE LAICOS: ENTREVISTA A DOLORES GARCÍA PI
ENTREVISTA A DOLORES GARCÍA PI, HASTA AHORA PRESIDENTA DEL FORO DE LAICOS
Al finalizar su servicio como Presidenta del Foro de Laicos de España, ¿cuáles son sus mayores satisfacciones mirando el camino recorrido y el trabajo realizado?
Comienzo con dos premisas que son válidas para todas las cuestiones que se me plantean en esta entrevista.
Por un lado, el enorme agradecimiento a Dios, a la Iglesia y a tantos hermanos y hermanas por haberme permitido vivir estos años de vibrante y enriquecedora experiencia. ¡¡Mirando atrás, nunca habría imaginado lo que iba a ser!!
En segundo lugar, reconozco este tiempo como parte de una historia y, por lo tanto, somos herederos del rico patrimonio de los años precedentes. Es importante tener presente esta mirada para situar cuanto se dirá a continuación.
Si hablamos de “puertas para dentro”, diría que ha crecido el sentido de pertenencia al Foro de Laicos como espacio plural, que se crea y recrea por la comunión de sus miembros y donde las relaciones fraternas, el “rozarse”, hace que caigan esas “etiquetas” que, todavía y sin darnos cuenta, a veces nos aplicamos los unos a los otros. En este sentido, una de las principales experiencias que hemos tenido es la de descubrir la variedad de dones que el Espíritu ha derramado en beneficio de todos. Esta posibilidad de encuentro se ha fortalecido y potenciado, involucrando no sólo a los responsables de las asociaciones y movimientos – primeros protagonistas de la vida del Foro –, sino a otras muchas personas a través de diferentes convocatorias de reflexión e intercambio online. Reconozco que estos han sido momentos particularmente gozosos, porque se han creado espacios de confianza donde los participantes nos hemos expresado con apertura, sin tratar de esconder las diferencias y con mucha escucha recíproca.
Es significativo que, preguntados recientemente sobre la propia experiencia del Foro, algunas entidades miembros responden diciendo que se trata de un “espacio imprescindible para que los laicos puedan conocerse, intercambiar experiencias, reflexiones, búsquedas y avanzar para que su presencia sea más comprometida y evangélica”, o una “ventana abierta al inmenso panorama de la riqueza de la Iglesia y donde sentirnos y hacernos Iglesia” y los jóvenes lo identifican como “una mesa agradablemente compartida (…) donde las personas laicas son protagonistas”.
También hemos constatado una mayor vinculación con la Iglesia que peregrina en España y con la Iglesia universal, especialmente a raíz del proceso sinodal; la certeza de seguir creciendo, viviendo y respirando al “unísono”.
En distintos momentos y como ya era praxis adquirida, se ha tratado de fomentar la colaboración entre las distintas entidades y de abrir espacios de formación y reflexión que nos ayudasen a vivir nuestra vocación de presencia en el mundo.
Considerando el momento actual que vive la Iglesia, ¿cree Ud. que el laicado asociado responde a lo que se espera de él?
Es difícil responder a esta pregunta. Además de que, personalmente, creo que puede parecer presuntuoso por mi parte hacer una valoración general del compromiso del laicado asociado.
Por lo que he compartido en estos años, sí creo que existe un laicado maduro y coherente en su respuesta desde la fe.
Al mismo tiempo, he comprobado en muchos un creciente redescubrimiento de la dignidad bautismal y de la vocación laical con la que hemos sido regalados. En este sentido, hay que valorar muy positivamente el compromiso de muchos laicos y laicas en encarnar su opción evangélica, con sencillez, en el día a día.
Asimismo, en este tiempo, he asistido al discernimiento de distintos movimientos y asociaciones para actualizar la propia especificidad y carisma en fidelidad y con creatividad. En algunos casos, ha sido una opción valiente y no exenta de incertidumbres.
Otro aspecto significativo es el avance en la integración del laicado asociado en las Iglesias locales o, por ser un poco más precisa, el reconocimiento de la presencia y de la aportación de personas vinculadas a movimientos y asociaciones, allí donde, habitualmente, junto con otras espiritualidades, se participa de la vida de la Iglesia.
Evidentemente queda mucho camino por recorrer para que el potencial del laicado asociado sea totalmente visible, por ejemplo, en cuanto a nuestra corresponsabilidad efectiva como miembros del único Pueblo de Dios o nuestra misión en el mundo especialmente hacia aquellos más vulnerables y desfavorecidos.
Nos reconocemos llamados a responder con gozo a la llamada de Dios de “ir a trabajar a su viña”, junto con los miembros de la vida consagrada y el ministerio ordenado, porque de todos nosotros el Señor espera una respuesta.
Hemos vivido en España tres acontecimientos que han marcado ruta: el Congreso de Laicos, el Encuentro sobre el Primer Anuncio y el Congreso de las Vocaciones. En los tres Ud. tuvo un papel importante y trabajó mucho. ¿Qué retos y qué itinerario quedan de esos tres acontecimientos eclesiales?
Considero que el primer gran reto es que crezca la conciencia de que no han sido tres acontecimientos distintos o desvinculados, sino que están perfectamente emparentados y son complementarios entre sí. En todos ellos se han puesto de relieve algunos binomios como vocación-misión o anuncio-testimonio, entendidos como las dos caras de una misma medalla.
El desafío es entenderlos como un proceso, de un camino que debemos recorrer todos juntos y de ahí la clave de la sinodalidad; una preciosa ocasión para poner en marcha buenas prácticas de todo cuanto se ha reflexionado durante el proceso sinodal junto a toda la Iglesia.
Además, son procesos para ser encarnados allí donde cada uno está y por eso es indispensable la clave del discernimiento comunitario.
Consecuencia del binomio anuncio-testimonio y tras profundizar el itinerario Primer Anuncio, ahora se va a comenzar con el de Presencia en la Vida Pública. A las dos palabras anteriores, se añade una tercera: transformación, y nos preguntaremos en qué medida el “estar” de cada uno de los bautizados en los diferentes ámbitos sociales, partiendo de nuestra propia conversión, provoca un cambio y cómo vivimos nuestra presencia en la sociedad, conscientes de que tenemos mucho que dar y también mucho que aprender.
Se trataría, usando palabras del Papa Francisco, de “iniciar procesos más que de poseer espacios (…) privilegiar las acciones que generan dinamismos nuevos en la sociedad e involucran a otras personas y grupos que las desarrollarán, hasta que fructifiquen en importantes acontecimientos históricos. Nada de ansiedad, pero sí convicciones claras y tenacidad” (EG 222).
Se habla mucho de falta de compromiso en los laicos que no pertenecen a movimientos o asociaciones. ¿Cómo motivarlos para que, sin alejarse de la vida parroquial, tengan más consciencia diocesana? ¿Qué papel juegan el Foro de Laicos y el Consejo Asesor de Laicos de la Conferencia Episcopal?
La falta de compromiso es un contravalor bastante presente hoy en día. Pero, como casi siempre, lo menos bueno se ve más que el paciente y callado trabajo de otras muchas personas.
Una de las características que mejor identifican a los movimientos y asociaciones es su impronta comunitaria. Confieso que uno de los mayores dones que he recibido en estos años, ha sido el palpar el valor de la comunidad, con formas y estructuras, “colores” y dinámicas muy distintas, pero todas ellas “familia de hijos e hijas de Dios”.
Recuperar o reavivar esto en las parroquias es un enorme desafío… y también dar gracias allí donde ya está, porque son muchas las comunidades parroquiales vivas, donde se celebra la alegría de la fe, se viven los Sacramentos, se escucha la Palabra, se encuentra y mantiene la propia vocación, se festeja y se comparte la vida en todos sus aspectos.
A ello pueden contribuir también los miembros de los movimientos, involucrados en sus parroquias, en la medida comparten el don comunitario que tienen.
Experimentar la “unidad en la diversidad” tal y como se vive en el Foro de Laicos, puede ser de acicate para trasladar a otro tipo de comunidades.
El Consejo Asesor de Laicos de la Conferencia Episcopal nace como fruto del Congreso de Laicos 2020 y está formado principalmente por los Delegados Diocesanos de Laicos, mediante una representación por las provincias eclesiásticas que componen la Iglesia en España. Además, está el Foro de Laicos, los laicos vinculados a congregaciones religiosas y otras personas designadas para el mismo. Hago este inciso, porque la mirada que se tiene es sobre y hacia todo el laicado.
Cuando comenzamos la preparación del Congreso de Laicos, se marcó un gran objetivo general: “Impulsar la conversión pastoral y misionera del laicado en el Pueblo de Dios, como signo e instrumento del anuncio del Evangelio de la esperanza y de la alegría, para acompañar a los hombres y mujeres en sus anhelos y necesidades, en su camino hacia una vida más plena”.
Las acciones que se emprenden y proponen desde el Consejo Asesor de Laicos van encaminadas a este fin: tomar conciencia de la propia vocación laical para responder a la llamada a ser discípulos misioneros.
Muchos comentan su capacidad de diálogo, de armonizar posiciones y de escucha. Ser presidente del Foro de Laicos le ha permitido tomar contacto con muchas realidades y carismas. Tomando eso en consideración ¿es la Iglesia española una iglesia viva, con dinamismo y con futuro?
Me siento honrada porque el Señor me ha regalado la oportunidad para compartir y conocer muchas realidades y carismas, incluyendo el contacto con varias Iglesias locales en las que he podido estar. Por eso, puedo decir que existe una enorme vitalidad en nuestra Iglesia. Claro que nos gustaría que fuera y se viera más, pero…
La fase diocesana del proceso sinodal mostró el deseo de los laicos de participar activamente en la vida de la Iglesia, porque como dijo el Papa Francisco, “si falta una participación real de todo el Pueblo de Dios, los discursos sobre la comunión corren el riesgo de permanecer como intenciones piadosas” 1. Es verdad que hemos avanzado en este aspecto, pero pensando en el futuro todavía queda camino que recorrer, heridas que curar y visiones que compartir.
Mucho se ha hablado del futuro de la Iglesia. Me gusta la mirada profética que el Papa Ratzinger ya describió a finales de los años 60 del siglo pasado y que hoy se está demostrando cercana a la realidad, una visión que pasa por el crisol del dolor que toda transformación requiere.
Entre otras cosas, nos decía: “El futuro de la Iglesia, también en esta ocasión, como siempre, quedará marcado de nuevo con el sello de los santos… por quienes pueden ver más que los otros, porque su vida abarca espacios más amplios”2. Hoy diríamos “los santos de la puerta de al lado” y a muchos de ellos los he encontrado en estos años. ¡¡Gracias!!
1 Papa Francisco, Discurso en el momento de reflexión para el inicio del proceso sinodal, 9 de octubre de 2021.
2 Ratzinger, J., Fe y futuro, Ed. Desclée de Brouwer, Bilbao, 2017, pp. 103-104.
CEAAAEC: NOTA DE PRENSA 2024-01
CVX: LA COP 28, EL PAPA, Y LO QUE PODEMOS HACER, HUMILDEMENTE, LAS PERSONAS
Para algunos, hablar de la COP empieza a ser ya un clásico del otoño, como lo puede ser Halloween o el Black Friday. Escuchamos las noticias y muchos desconectan pensando: eso del calentamiento global no tiene remedio. O bien: la solución solo está en manos de los políticos, yo no puedo hacer nada. También los hay que opinan que es un cuento, mientras que para otros no hay que ponerse nerviosos pues la tecnología también nos sacará de esta. Incluso puede que los algoritmos que nos filtran lo que nos gusta ver en el móvil, ya ni nos muestren este aburrido asunto.
JUSTICIA Y PAZ: BOLETÍN 61 “DIGNIDAD, LIBERTAD Y JUSTICIA PARA TODAS LAS PERSONAS”
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Nos encontramos en el 75º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH), en el que la Comisión General de Justicia y Paz cumple 55 años. |
El lema del Día Internacional de los Derechos Humanos de este año es “Dignidad, libertad y justicia para todas las personas”, ya que estos derechos han servido de base hacia un sistema de protección que sigue en uso y sirve de guía hacia los colectivos vulnerables que surgen, a la vez que se incorporan los constantes avances tecnológicos que nos hacen vivir de forma más global y generan nuevos marcos de desigualdad. Por ello, se necesita la adaptación y expansión de la DUDH con un ánimo de universalidad. El desafío continuo de la guerra representa uno de los ejemplos de la necesidad del marco de los derechos humanos. Asistimos con tristeza al reinicio de la guerra entre Israel y Palestina, con su secuela de muerte y destrucción, especialmente en el territorio de Gaza. Ojalá que la tregua que vivimos hoy dé paso a un período mayor de paz. Afirmamos con el papa Francisco que «toda guerra es una derrota». El cambio climático constituye otro gran desafío hacia la dignidad e igualdad de todos los pueblos, que se abordará en la COP28 de Dubai del 30 de noviembre al 12 de diciembre, donde se necesitan acuerdos ambiciosos y vinculantes. Desde el llamamiento de la Iglesia en «Laudate deum» se incide en la urgencia de frenar el calentamiento global, que ya experimenta una única generación, y en la causa humana del problema que busca el máximo beneficio con el menor coste. El derecho al trabajo es nuclear para la realización personal y está en profundo cambio. Así, “El mundo cambiante del trabajo – un tema transversal de justicia-” ha focalizado las jornadas de Justicia y Paz Europa, celebradas en La Valeta (Malta) del 10 al 13 de noviembre. En España la red Iglesia por el Trabajo Decente se ha centrado en 2023 en el trabajo saludable como expresión del trabajo decente y los aspectos tratados han girado en torno a los accidentes laborales, los trabajos feminizados y sus consecuencias, y la salud mental. La Segunda Reunión de Estados Parte del Tratado de Prohibición de Armas Nucleares (TPAN) tiene lugar en Nueva York, del 27 de noviembre al 1 de diciembre, y las distintas tradiciones religiosas nos unimos a fin de hacer un llamamiento a los Estados y que se adhieran al TPAN, a la vez que denunciamos la disuasión nuclear como una falsa ideología que viola los compromisos más sagrados y condenamos el uso y pruebas de las armas nucleares por inmorales. Dentro del programa de “Migrantes con derechos” se celebró el X Encuentro Frontera Sur, en Málaga, el 15 de noviembre, bajo el lema “Libres de elegir si migrar o quedarse”. El objetivo se entronca en continuar fortaleciendo el trabajo que como Iglesia se realiza a ambos lados de la frontera sur. Cada año, el 18 de octubre, se celebra el “Día Europeo contra la Trata de Personas”. Desde “Tejiendo redes contra la Trata” se organizó un acto de sensibilización con la Iglesia protestante. En Justicia y Paz realizamos la Jornada anual en Murcia el primer fin de semana de noviembre, abordando la ética en la acción política. Seguiremos trabajando por la paz en 2024. |
FORO DE LAICOS: NOTA DE LA ASAMBLEA “CAMINAR JUNTOS PARA CRECER COMO IGLESIA”
“Caminar juntos para crecer como Iglesia” – XXIX Asamblea Foro de Laicos
En la sede madrileña de la Institución Teresiana y bajo el lema “Caminar juntos para crecer como Iglesia” se celebró la XXIX Asamblea General del Foro de Laicos de España. Participaron en doble modalidad (presencial y online) 72 personas de 28 asociaciones y movimientos nacionales de Apostolado Seglar, junto con el Obispo auxiliar de Barcelona y encargado del Foro, Mons. Sergi Gordo y D. Luis Manuel Romero, director del secretariado de la Comisión Episcopal de Laicos, Familia y Vida.
En este enlace se pueden ver algunas imágenes de nuestra Asamblea anual.
FORO DE LAICOS: EN CAMINO SINODAL
En el marco del calendario habitual del Foro de Laicos, el pasado sábado 20 de noviembre se llevó a cabo una convocatoria que fue presentada como “un sencillo acto de apertura del Sínodo” en este ámbito eclesial. Estaban representadas 25 realidades laicales, miembros del Foro.
Al inicio del acto, Mons. Sergi Gordo, obispo auxiliar de Barcelona y responsable del Foro, recordó a todos los presentes las palabras del Papa Francisco a los fieles de Roma el 18 de septiembre: “¿a qué estamos más inclinados a custodiar las cenizas de la Iglesia, es decir, de vuestra asociación, de vuestro grupo, o a custodiar el fuego… a custodiar el fuego del Espíritu?”. Una llamada impelente a entender este proceso sinodal como un evento del Espíritu, que pasa por la conversión personal y colectiva.
Después tomó la palabra Luis Manuel Romero, director del secretariado de la Comisión Episcopal para Laicos, Familia y Vida y consiliario del Foro de Laicos, el cual subrayó que para “caminar juntos tenemos que estar juntos” y que debemos desterrar la idea de que nos encontramos ante una mera cuestión organizativa, sino más bien subrayar la comunión y el deseo de vivir el sueño misionero de Jesús.
Alfredo Losada, laico de Santiago de Compostela, miembro de la HOAC y coordinador del equipo sinodal de su diócesis, compartió con todos algunas reflexiones y pistas sobre el proceso sinodal: su importancia para el hoy y el futuro de la Iglesia, la novedad que el mismo supone, porque por primera vez en la historia se abre un proceso de escucha de todos los bautizados. En sus palabras hizo especial hincapié en nuestra relación con las personas que están en los márgenes de la Iglesia y en que, “como laicos y laicas, tenemos un deber inexcusable en la sociedad, en el mundo del trabajo, de la política, de la sanidad, en nuestros barrios – crecer en el servicio y en la escucha”. Terminó señalando actitudes y valores que subrayar en este proceso, así como tentaciones que evitar, especialmente la idea de “cubrir el expediente”, cuando lo importante es “compartir, escuchar, favorecer la participación, tender puentes, ser humildes”.
La convocatoria de este acto nace de un deseo profundo de los miembros de la Comisión Permanente del Foro de Laicos de participar activamente en el proceso sinodal. El Foro nace como espacio de confluencia de las realidades laicales de nuestra Iglesia en España y siempre ha tenido como primer objetivo el de crear y re-crear comunión entre sus miembros. Por este motivo, como explicó Dolores García, actual presidenta del mismo, “entendemos que la propuesta del Sínodo toca los cimientos de nuestro Foro”.
La propuesta compartida el pasado sábado, y que será enviada próximamente a todos los miembros del Foro, es la de crear algunos grupos sinodales formados por personas de distintos movimientos y asociaciones donde hacer un ejercicio de escucha y diálogo, preguntarnos lo que Dios nos pide para aportar a la Iglesia y a la sociedad, con un deseo de crecer en corresponsabilidad efectiva (no como concesión, sino por nuestra condición de bautizados). Es una iniciativa ofrecida desde la confianza fraterna y la absoluta libertad para que cada entidad la asuma o no y también como complementaria a la implicación ya en acto de muchos en los grupos puestos en marcha en las diócesis a muy diversos niveles. Seguidamente se presentó la metodología de trabajo y la programación para llevarla a cabo.
Como laicos lo que deseamos es, en palabras del Papa, “hacer que germinen sueños, suscitar profecías y visiones, hacer florecer esperanzas, estimular la confianza, vendar heridas, entretejer relaciones, resucitar una aurora de esperanza, aprender unos de otros, y crear un imaginario positivo que ilumine las mentes, enardezca los corazones, dé fuerza a las manos”.
FORO DE LAICOS: EL EQUIPO SINODAL EN LA CEE COMIENZA SUS TRABAJOS

XXVIII ASAMBLEA GENERAL ORDINARIA
EL FORO DE LAICOS CELEBRA SU XXVIII ASAMBLEA GENERAL CON EL DIÁLOGO Y LA FRATERNIDAD COMO PROTAGONISTAS