Pensando que sea de interés, publicamos esta información que nos ha llegado de la diócesis de Madrid:
ACTO CONSTITUYENTE DE LA “COMISIÓN/MESA DIOCESANA POR LA COMUNIÓN” ECLESIAL EN LA ARCHIDIÓCESIS DE MADRID.
“Acojo con gran esperanza y tengo mucha ilusión en esta comisión que hoy inicia su andadura. La Iglesia nunca sería creíble sin asumir la comunión. Es necesario para esto ser pobre. Se trata de ver la belleza del otro. La Iglesia, como Cristo, es misión y comunión. Solo hay misión si existe comunión y comunión si hay misión.” (Palabras de D. Carlos en la reunión constituyente de la comisión por la comunión del 25 de Octubre de 2017) .
Es un gozo grande, muy grande, poder daros a conocer la gran noticia, esperada y trabajada por diferentes realidades eclesiales y animada por el entusiasta “grupo promotor ubuntu” (nacido del empuje humilde, carismático y profético de Vicente Morales –Brotes de Olivo /Comunidad Pueblo de Dios) durante más de dos largos años de gestación orante y discernimiento permanente, de la decisión del Consejo Episcopal de Madrid de constituir “la Comisión Diocesana por la Comunión Eclesial”, que el Cardenal Arzobispo con su Consejo Episcopal, a propuesta de la Vicaria de Pastoral Social e Innovación, ha aprobado unánimemente.
Todo ha sido gracia a la acción constante y el espíritu abierto del Vicario Episcopal de Innovación José luis Segovia, y la profundidad de la mirada de nuestro cardenal D. Carlos Osoro, que es el verdadero protagonista, junto al Señor, del don de la comunión, hacen posible hoy la puesta en marcha de esta pequeña herramienta eclesial, con el fin de promover en la Archidiócesis de Madrid el anhelo de la Espiritualidad de la Comunión.
El miércoles 25 de octubre de 2017 (el mismo día que D. Carlos cumple 3 años en que tomó posesión de la diócesis de Madrid) en la sede del arzobispado de Madrid se ha constituido de forma oficial la tan anhelada comisión, formada por un grupo plural de diez miembros elegidos por el cardenal y abierta a nuevas incorporaciones.
No es un órgano de representación de nada ni de nadie, sino vehículo de activación y contagio de la comunión a través de personas de muy diversas sensibilidades eclesiales, pero movidas por un mismo ANHELO y celo carismático: Servir para Unir. Su reto es explorar, cultivar, recomponer, ampliar, priorizar y visibilizar la Iglesia como “Casa y Escuela de la Comunión” (NMI 43), en todos los niveles y ámbitos del entramado de la vida diocesana, y hacerlo “Entre Todos, con todos y para todos” como nos indica el lema del Plan Diocesano de Evangelización.
Todo está en las manos de Dios. Y el poder de la fe de los pequeños y de toda su Iglesia hacen realidad que la búsqueda de Comunión pase a ser un objetivo de la vida pastoral de la Iglesia de Madrid.
Esta es una iniciativa única y singular (no existe un espacio parecido en ninguna Iglesia española) que puede ser referencia y anime a otras diócesis a dar pasos en esta línea de apostar por lo esencial, la Comunión en la Misión, que puede ser el gran acicate para que todo se renueve en unidad y concordia, en la conversión y la reconciliación de todos. De ahí su urgente y enorme trascendencia.
Damos gracias a Dios y lo ponemos todo en sus manos para que sea lo que Él quiera y como Él quiera. El siguiente paso como todo es obra del Espíritu. Que nos dejemos hacer.
Antonio García Rubio (Coordinador de la comisión)
Principios indispensables según la Evangelium Gaudium
“La UNIDAD es superior o prevalece al conflicto (EG 228), el tiempo es superior al espacio (EG 222), la realidad es más importante que la idea (EG 231-233), el todo es superior a la parte (EG 234) y la diversidad no amenaza la unidad (EG 117)”
Nuestro programa según la Novo Millenium Ineunte
(Según la carta de San Juan Pablo II al concluir el gran jubileo del año 2000 Novo Millenium Ineunte)
1º- “La comunión encarna y manifiesta la esencia misma del misterio de la Iglesia: La comunión es el fruto y la manifestación del amor de Dios Padre al hombre, que se derrama en nosotros a través del Espíritu que Jesús nos da (Rom 5,5), para hacer de todos nosotros “un solo corazón y una sola alma” (Hch 4,32). Solo “desde esta comunión de amor, la Iglesia se manifiesta como sacramento y signo e instrumento de la íntima unión con Dios y de la unidad del género humano” (LG 1). (NMI 42)
3º- “Hacer de la Iglesia la “CASA Y LA ESCUELA DE LA COMUNIÓN” es el gran desafío que tenemos ante nosotros en el milenio que comienza.
Antes de programar iniciativas concretas, hace falta promover una Espiritualidad de la comunión como principio educativo en todos los lugares donde se forma el hombre y el cristiano, donde se educan los ministros del altar, las personas consagradas y los agentes pastorales, donde se construyen las familias y las comunidades.
Espiritualidad de Comunión significa ante todo: Una mirada del corazón sobre todo hacia el misterio de la Trinidad que habita en nosotros, Capacidad de sentir al hermano de fe en la unidad profunda del Cuerpo místico y, por tanto, como <<uno que me pertenece>>, Capacidad de ver ante todo lo que hay de positivo en el otro, para acogerlo y valorarlo como regalo de Dios: un <<don para mi>>, y saber <<dar espacio>> al hermano, llevando mutuamente la carga de los otros.
No nos hagamos ilusiones: sin este camino espiritual, de poco servirían los instrumentos externos de la comunión. Se convertirían en medios sin alma, máscaras de comunión más que sus modos de expresión y crecimiento” (NMI 43)
4º- “Solo la Espiritualidad de la comunión da un alma a la estructura institucional,…Los espacios de comunión han de ser cultivados y ampliados día a día, a todos los niveles, en el entramado de la vida de cada Iglesia”. (NMI 45)
5º- “Esta Espiritualidad de comunión haría que no cayéramos en reducir las comunidades cristianas a agencias sociales, así como superar la tentación de una espiritualidad oculta e individualista”. (NMI 52)
NOTA DE PRENSA de Comisión por la K