FORO DE LAICOS: ENTREVISTA A BELÉN SANTAMARÍA

ENTREVISTA A LA NUEVA PRESIDENTA DEL FORO DE LAICOS, BELÉN SANTAMARÍA

Desde el pasado sábado -y la espera de confirmación por parte de la Conferencia Episcopal-, el Foro de Laicos de España tiene nueve presidente.

Se trata de Dña. María Belén Santamaría Eraña, burgalesa, residente en Salamanca, quien pertenece al Movimiento CVX. Concede su primera entrevista abordando varios temas con seguridad y precisión.

¿Qué opinión tiene del Foro y de lo realizado en estos años de existencia y de actividades?

Creo que desde el Foro se ha caminado en la dirección de mejorar el conocimiento mutuo de los distintos carismas y se han dado muchos pasos para la coordinación y la armonización del papel del laicado en la iglesia. La etapa que más conozco es esta última, desde el Congreso de laicos en 2020 y me brota una acción de gracias por el esfuerzo de hacer comunidad, de reflexión conjunta, de escucha del Espíritu y de apertura a la novedad que nos ha traído el Sínodo de la sinodalidad.

¿Qué le movió a aceptar el servicio de presidirlo?

El momento actual de la iglesia es especialmente retador e ilusionante. En este contexto, además, la Comunidad de Vida Cristiana (CVX), de la que formo parte, en su última asamblea nacional, en agosto de 2024, destacaba como compromiso para los próximos años nuestro crecimiento en vinculación, en disponibilidad y en amor a la iglesia. Desde ahí recibo la petición de ser la persona enviada a estar presente en el Foro de Laicos y aportar en la medida de mis posibilidades y con el acompañamiento de mi comunidad, en la labor de presidencia. Tras un discernimiento personal, siento que puedo estar disponible para esto y desde mi carisma concreto, ser un ingrediente más en el camino que está recorriendo el Foro, animar en clave sinodal la comunión de carismas y espiritualidades y poder contribuir a ser la iglesia en salida que nos recuerda Francisco (Evangelii Gaudium 20) y que el mundo necesita.

Llega a la presidencia del Foro de Laicos en un momento marcado por la realización de tres eventos muy importantes para el laicado en España: el Congreso de Laicos, el Encuentro sobre el Primer Anuncio y el Congreso de Vocaciones. En vista de ello, ¿qué prioridades destacaría que el Foro debe impulsar y estimular en relación a lo vivido y concluido en esos encuentros?

Creo que sería muy atrevido por mi parte, recién llegada, señalar prioridades. Me tengo que dar tiempo de conocer más y sobre todo escuchar, pero en mi cabeza, sin mucha concreción ni de forma estructurada, están las siguientes ideas:

– Seguir construyendo comunidad de comunión y hacerlo desde la armonía en la diversidad. Hacer visible el “sacramento de unidad” del que habla el documento final del Sínodo.

– Contribuir a la construcción de una iglesia de puertas abiertas: para estar en salida, realmente volcados hacia el mundo con sus luces y sombras y para dejar entrar y ser así una iglesia de todos.

– Profundizar en nuestra vocación laical, para que podamos contagiar y animar desde la autenticidad de nuestra vocación y ser así un regalo para el mundo.

A esto habrá que añadir las líneas de futuro que han surgido en esta asamblea de abril de 2025:

– crecer juntos en la conversión personal, relacional y misionera.

– desarrollar una corresponsabilidad propositiva como laicos en la iglesia.

El presidente de la Conferencia Episcopal, en la Asamblea de Episcopado de noviembre, señaló que hay cuatro problemas en la realidad española de nuestro tiempo: la crisis demográfica, el trabajo, la vivienda, los inmigrantes. ¿Qué deberá hacer el Foro ante esos retos?

Nada de lo que ocurre en la sociedad en la que vivimos y de la que formamos parte puede sernos ajeno. Ni como iglesia ni como laicos. Todo nos afecta, especialmente, lo que hace sufrir a las personas y estas cuatro realidades deben ser llamada para nosotros. Y digo especialmente como laicos, porque nuestra particular vocación nos hace estar presentes en el mundo, en la familia, en el lugar de trabajo, en el compromiso cívico o político, social o ecológico, y es en las realidades sociales, donde somos llamados a construir Reino: defendiendo el trabajo decente, el derecho a la vivienda como bien de primera necesidad, construyendo comunidades acogedoras con las personas migrantes y recordando que el cuidado a las personas más vulnerables debe ser nuestra forma de estar y es inherente a nuestra vocación laical.

Mirando más hacia dentro de la Iglesia, y de sus miembros… la crisis de Fe, la incoherencia entre Fe y vida, los abusos, el clericalismo… son temas que cuestionan al laicado. Ante esa problemática, ¿qué tienen que decir los laicos para ayudar a superarlos?

Los laicos, como pueblo de Dios en misión, no estamos exentos de estas dificultades y problemas. Son también nuestros. Pero estas dificultades, que hay que afrontar con valentía, no deben privarnos de mirar con ilusión horizontes nuevos. Tenemos la responsabilidad de hacer valer nuestra vocación específica viviéndola con autenticidad, y junto con otras vocaciones particulares, en clave de sinodalidad, trabajar juntos por transparentar y vivir los valores del Evangelio, en lo que decimos y sobre todo en cómo nos comportamos y en las relaciones que establecemos. Sólo así podemos ser creíbles y construir Reino.

En el documento conclusivo del Sínodo sobre la Sinodalidad se expresa que: “la formación sinodal compartida para todos los bautizados constituye el horizonte dentro del cual comprender y practicar la formación específica necesaria para los ministerios individuales y para los diversos estados de vida. Para ello es necesario que se realice como intercambio de dones entre las diversas vocaciones (comunión), en la perspectiva de un servicio a realizar (misión) y en un estilo de implicación y educación en la corresponsabilidad diferenciada (participación)”. ¿Que está llamado a aportar el Foro de Laicos para promover esa formación, siendo que según enseñaba Benedicto XVI “son las minorías creativas las que determinan el futuro”?

Es precioso reconocer la sinfonía de vocaciones, la variedad de carismas y espiritualidades, la necesidad de todas ellas en la construcción de la iglesia desde la diversidad. Tenemos mucho que aportar para la construcción de la comunión, sin desvirtuar nuestra vocación laical como una melodía necesaria en esta sinfonía. Para ello es necesario seguir animando y posibilitando la participación de todos los carismas, porque la misión es única, aunque nosotros seamos diversos y todos somos necesarios. Para algunos laicos y laicas esto puede resultar novedoso y retador: ponernos manos a la obra con otros, en relación sinodal, buscando juntos cómo la iglesia puede ser un regalo para el mundo. En este recorrido, vamos aprendiendo desde la práctica, más allá de lo que dicen los documentos, porque supone una novedad.

ad para todos y como Foro de laicos tenemos que posibilitar experiencias reales de sinodalidad, demostrar que es posible seguir creciendo desde ahí porque el proceso sinodal no ha concluido. Ahora es el momento de continuar nuestro camino cotidiano con una metodología sinodal, para que la conversión a esta forma particular de ser iglesia sea una realidad.

 

APOSTOLADO DE LA ORACIÓN: REVISTA Nº 28 ” REINO DE CRISTO”

Por el buen uso de las nuevas tecnologías

Papa Francisco: La tecnología no puede beneficiar solo a unos pocos

La intención de oración del Papa Francisco para el mes de abril está dedicada a las nuevas tecnologías: el pontífice pide oraciones “para que el uso de las nuevas tecnologías no reemplace las relaciones humanas, respete la dignidad de las personas, y ayude a afrontar las crisis de nuestro tiempo”. Se trata de un tema de gran actualidad que nos afecta a todos, especialmente a causa de la enorme difusión de las redes sociales y el vertiginoso desarrollo de la inteligencia artificial.

Tecnología al servicio de las personas

En el videomensaje que ilustra esta intención de oración, realizado por la Red Mundial de Oración con la ayuda -este mes- de Coronation media y en colaboración con el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, el Papa Francisco subraya que “la tecnología es fruto de la inteligencia que Dios nos ha dado”. Pero, si no se utiliza bien, puede producir efectos negativos. Entre ellos, el Papa alude al aislamiento y la falta de relaciones auténticas: “Si pasamos más tiempo con el móvil que con la gente, algo no funciona”. El ciberacoso y el odio en las redes sociales son otro riesgo importante: “La pantalla nos hace olvidar que detrás hay personas reales que respiran, ríen y lloran”. Asimismo, el Papa advierte que “la tecnología… no puede beneficiar solo a unos pocos mientras que otros quedan excluidos”; de lo contrario, aumentarán cada vez más las desigualdades económicas, sociales, laborales, educativas, etc.

A fin de evitar estos peligros, el Papa Francisco invita a poner la tecnología al servicio del ser humano, utilizándola para unir a las personas, ayudar a los necesitados, mejorar la vida de los enfermos y de quienes poseen capacidades diferentes, fomentar la cultura del encuentro y salvaguardar nuestro planeta.

Se trata, en definitiva, de que las nuevas tecnologías no nos alejen de los demás y de la realidad. Por eso, en su videomensaje, el Papa pide que miremos “menos las pantallas” y que “nos miremos más a los ojos”. De este modo, podremos descubrir “lo que realmente importa: que somos hermanos, hermanas, hijos del mismo Padre”, y obrar en consecuencia.

Un enfoque ético

El cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, se hace eco de las palabras del Papa Francisco: “Las nuevas tecnologías -afirma- son un importante recurso e instrumento al servicio de la familia humana. Para que sirvan a su desarrollo, su uso debe orientarse hacia el respeto de la dignidad y de los derechos fundamentales del hombre. Unámonos al llamamiento del Santo Padre, a fin de que el progreso digital constituya un don para la humanidad, en el respeto de la dignidad de cada persona, de la justicia y del bien común”.

La necesidad de un enfoque ético de las nuevas tecnologías también es subrayada por Coronation Media, la casa de producción estadounidense que ha colaborado en la realización del vídeo de este mes. “Coronation Media está orgullosa de apoyar El Video del Papa, continuando una década de servicio a la Iglesia Católica como premiado estudio de vídeo y animación”, aseguran sus cofundadores, Bill Phillips y Gary Gasse. “Esta colaboración representa un hito significativo en el compromiso continuo de la empresa de navegar por la intersección de la auténtica expresión humana con las nuevas tecnologías y medios de comunicación. Ha sido un profundo honor apoyar directamente el oportuno mensaje de Su Santidad a la comunidad eclesial mundial sobre el uso responsable de la tecnología. De un modo muy concreto, apoyar este mensaje supone reforzar nuestra dedicación al uso ético de las tecnologías emergentes para fomentar el desarrollo humano y para Coronar el Bien en nuestro trabajo”.

Los efectos de la tecnología en nuestras vidas

El Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, P. Cristóbal Fones, S.J., señala que, en el video, “el Papa Francisco desea recordarnos que usar responsablemente la tecnología implica ponerla al servicio de la persona humana y de la creación. Si se emplea de esta forma, es también un medio para dar gloria a Dios, ya que nuestras capacidades y nuestra creatividad provienen de Él. Por otra parte, el uso ético de las nuevas tecnologías ayuda a cuidar la creación, salvaguarda la dignidad del ser humano y mejora su vida”.

En este punto, el P. Fones menciona adelantos como la facilidad de acceso a una infinidad de recursos educativos en línea; la telemedicina, las aplicaciones dedicadas a la salud y los nuevos instrumentos de diagnósticos; las aplicaciones que mejoran la comunicación y que permiten mantener contactos alrededor del mundo e incluso trabajar en equipo a pesar de las distancias; las tecnologías de reciclaje y las energías renovables… “La tecnología puede ser una poderosa herramienta para abordar crisis globales como la pobreza o el cambio climático”, afirma.

Pero este uso ético de la tecnología “requiere, sobre todo, que miremos a los demás con los ojos del corazón, que establezcamos relaciones fraternas con ellos, que es a lo que nos invita el Papa -continúa el P. Fones-. El respeto a la dignidad de cada persona y el bien común son los principios que deben guiarnos a la hora de discernir cómo usar la tecnología y para qué”.

En definitiva, “el Papa Francisco nos exhorta a desarrollar una conciencia crítica sobre cómo usamos las nuevas tecnologías y sus efectos en nuestra propia vida y en la sociedad. Y nos anima a que hagamos y promovamos un uso responsable de las nuevas tecnologías que favorezca el desarrollo humano integral de todos, especialmente de los más desfavorecidos”.

La indulgencia del Jubileo 2025

En el marco del Año Santo 2025, cabe recordar que una de las condiciones necesarias para obtener las indulgencias concedidas con motivo del Jubileo es rezar por las intenciones del Sumo PontíficeEl Vídeo del Papa presenta y difunde, precisamente, estas intenciones.

FORO DE LAICOS: ENTREVISTA A DOLORES GARCÍA PI

ENTREVISTA A DOLORES GARCÍA PI, HASTA AHORA PRESIDENTA DEL FORO DE LAICOS

Al finalizar su servicio como Presidenta del Foro de Laicos de España, ¿cuáles son sus mayores satisfacciones mirando el camino recorrido y el trabajo realizado?

Comienzo con dos premisas que son válidas para todas las cuestiones que se me plantean en esta entrevista.

 Por un lado, el enorme agradecimiento a Dios, a la Iglesia y a tantos hermanos y hermanas por haberme permitido vivir estos años   de vibrante y enriquecedora experiencia. ¡¡Mirando atrás, nunca habría imaginado lo que iba a ser!!

 En segundo lugar, reconozco este tiempo como parte de una historia y, por lo tanto, somos herederos del rico patrimonio de los   años precedentes. Es importante tener presente esta mirada para situar cuanto se dirá a continuación.

 Si hablamos de “puertas para dentro”, diría que ha crecido el sentido de pertenencia al Foro de Laicos como espacio plural, que se crea y recrea por la comunión de sus miembros y donde las relaciones fraternas, el “rozarse”, hace que caigan esas “etiquetas” que, todavía y sin darnos cuenta, a veces nos aplicamos los unos a los otros. En este sentido, una de las principales experiencias que hemos tenido es la de descubrir la variedad de dones que el Espíritu ha derramado en beneficio de todos. Esta posibilidad de encuentro se ha fortalecido y potenciado, involucrando no sólo a los responsables de las asociaciones y movimientos – primeros protagonistas de la vida del Foro –, sino a otras muchas personas a través de diferentes convocatorias de reflexión e intercambio online. Reconozco que estos han sido momentos particularmente gozosos, porque se han creado espacios de confianza donde los participantes nos hemos expresado con apertura, sin tratar de esconder las diferencias y con mucha escucha recíproca.

Es significativo que, preguntados recientemente sobre la propia experiencia del Foro, algunas entidades miembros responden diciendo que se trata de un “espacio imprescindible para que los laicos puedan conocerse, intercambiar experiencias, reflexiones, búsquedas y avanzar para que su presencia sea más comprometida y evangélica”, o una “ventana abierta al inmenso panorama de la riqueza de la Iglesia y donde sentirnos y hacernos Iglesia” y los jóvenes lo identifican como “una mesa agradablemente compartida (…) donde las personas laicas son protagonistas”.

También hemos constatado una mayor vinculación con la Iglesia que peregrina en España y con la Iglesia universal, especialmente a raíz del proceso sinodal; la certeza de seguir creciendo, viviendo y respirando al “unísono”.

En distintos momentos y como ya era praxis adquirida, se ha tratado de fomentar la colaboración entre las distintas entidades y de abrir espacios de formación y reflexión que nos ayudasen a vivir nuestra vocación de presencia en el mundo.

Considerando el momento actual que vive la Iglesia, ¿cree Ud. que el laicado asociado responde a lo que se espera de él?

Es difícil responder a esta pregunta. Además de que, personalmente, creo que puede parecer presuntuoso por mi parte hacer una valoración general del compromiso del laicado asociado.

Por lo que he compartido en estos años, sí creo que existe un laicado maduro y coherente en su respuesta desde la fe.

Al mismo tiempo, he comprobado en muchos un creciente redescubrimiento de la dignidad bautismal y de la vocación laical con la que hemos sido regalados. En este sentido, hay que valorar muy positivamente el compromiso de muchos laicos y laicas en encarnar su opción evangélica, con sencillez, en el día a día.

 Asimismo, en este tiempo, he asistido al discernimiento de distintos movimientos y asociaciones para actualizar la propia especificidad y carisma en fidelidad y con creatividad. En algunos casos, ha sido una opción valiente y no exenta de incertidumbres.

Otro aspecto significativo es el avance en la integración del laicado asociado en las Iglesias locales o, por ser un poco más precisa, el reconocimiento de la presencia y de la aportación de personas vinculadas a movimientos y asociaciones, allí donde, habitualmente, junto con otras espiritualidades, se participa de la vida de la Iglesia.

Evidentemente queda mucho camino por recorrer para que el potencial del laicado asociado sea totalmente visible, por ejemplo, en cuanto a nuestra corresponsabilidad efectiva como miembros del único Pueblo de Dios o nuestra misión en el mundo especialmente hacia aquellos más vulnerables y desfavorecidos.

Nos reconocemos llamados a responder con gozo a la llamada de Dios de “ir a trabajar a su viña”, junto con los miembros de la vida consagrada y el ministerio ordenado, porque de todos nosotros el Señor espera una respuesta.

Hemos vivido en España tres acontecimientos que han marcado ruta: el Congreso de Laicos, el Encuentro sobre el Primer Anuncio y el Congreso de las Vocaciones. En los tres Ud. tuvo un papel importante y trabajó mucho. ¿Qué retos y qué itinerario quedan de esos tres acontecimientos eclesiales?

Considero que el primer gran reto es que crezca la conciencia de que no han sido tres acontecimientos distintos o desvinculados, sino que están perfectamente emparentados y son complementarios entre sí. En todos ellos se han puesto de relieve algunos binomios como vocación-misión o anuncio-testimonio, entendidos como las dos caras de una misma medalla.

El desafío es entenderlos como un proceso, de un camino que debemos recorrer todos juntos y de ahí la clave de la sinodalidad; una preciosa ocasión para poner en marcha buenas prácticas de todo cuanto se ha reflexionado durante el proceso sinodal junto a toda la Iglesia.

Además, son procesos para ser encarnados allí donde cada uno está y por eso es indispensable la clave del discernimiento comunitario.

Consecuencia del binomio anuncio-testimonio y tras profundizar el itinerario Primer Anuncio, ahora se va a comenzar con el de Presencia en la Vida Pública. A las dos palabras anteriores, se añade una tercera: transformación, y nos preguntaremos en qué medida el “estar” de cada uno de los bautizados en los diferentes ámbitos sociales, partiendo de nuestra propia conversión, provoca un cambio y cómo vivimos nuestra presencia en la sociedad, conscientes de que tenemos mucho que dar y también mucho que aprender.

Se trataría, usando palabras del Papa Francisco, de “iniciar procesos más que de poseer espacios (…) privilegiar las acciones que generan dinamismos nuevos en la sociedad e involucran a otras personas y grupos que las desarrollarán, hasta que fructifiquen en importantes acontecimientos históricos. Nada de ansiedad, pero sí convicciones claras y tenacidad” (EG 222).

Se habla mucho de falta de compromiso en los laicos que no pertenecen a movimientos o asociaciones. ¿Cómo motivarlos para que, sin alejarse de la vida parroquial, tengan más consciencia diocesana? ¿Qué papel juegan el Foro de Laicos y el Consejo Asesor de Laicos de la Conferencia Episcopal?

La falta de compromiso es un contravalor bastante presente hoy en día. Pero, como casi siempre, lo menos bueno se ve más que el paciente y callado trabajo de otras muchas personas.

Una de las características que mejor identifican a los movimientos y asociaciones es su impronta comunitaria. Confieso que uno de los mayores dones que he recibido en estos años, ha sido el palpar el valor de la comunidad, con formas y estructuras, “colores” y dinámicas muy distintas, pero todas ellas “familia de hijos e hijas de Dios”.

Recuperar o reavivar esto en las parroquias es un enorme desafío… y también dar gracias allí donde ya está, porque son muchas las comunidades parroquiales vivas, donde se celebra la alegría de la fe, se viven los Sacramentos, se escucha la Palabra, se encuentra y mantiene la propia vocación, se festeja y se comparte la vida en todos sus aspectos.

A ello pueden contribuir también los miembros de los movimientos, involucrados en sus parroquias, en la medida comparten el don comunitario que tienen.

Experimentar la “unidad en la diversidad” tal y como se vive en el Foro de Laicos, puede ser de acicate para trasladar a otro tipo de comunidades.

El Consejo Asesor de Laicos de la Conferencia Episcopal nace como fruto del Congreso de Laicos 2020 y está formado principalmente por los Delegados Diocesanos de Laicos, mediante una representación por las provincias eclesiásticas que componen la Iglesia en España. Además, está el Foro de Laicos, los laicos vinculados a congregaciones religiosas y otras personas designadas para el mismo. Hago este inciso, porque la mirada que se tiene es sobre y hacia todo el laicado.

Cuando comenzamos la preparación del Congreso de Laicos, se marcó un gran objetivo general: “Impulsar la conversión pastoral y misionera del laicado en el Pueblo de Dios, como signo e instrumento del anuncio del Evangelio de la esperanza y de la alegría, para acompañar a los hombres y mujeres en sus anhelos y necesidades, en su camino hacia una vida más plena”.

Las acciones que se emprenden y proponen desde el Consejo Asesor de Laicos van encaminadas a este fin: tomar conciencia de la propia vocación laical para responder a la llamada a ser discípulos misioneros.

Muchos comentan su capacidad de diálogo, de armonizar posiciones y de escucha. Ser presidente del Foro de Laicos le ha permitido tomar contacto con muchas realidades y carismas. Tomando eso en consideración ¿es la Iglesia española una iglesia viva, con dinamismo y con futuro?

Me siento honrada porque el Señor me ha regalado la oportunidad para compartir y conocer muchas realidades y carismas, incluyendo el contacto con varias Iglesias locales en las que he podido estar. Por eso, puedo decir que existe una enorme vitalidad en nuestra Iglesia. Claro que nos gustaría que fuera y se viera más, pero…

 La fase diocesana del proceso sinodal mostró el deseo de los laicos de participar activamente en la vida de la Iglesia, porque como dijo el Papa Francisco, “si falta una participación real de todo el Pueblo de Dios, los discursos sobre la comunión corren el riesgo de permanecer como intenciones piadosas” 1. Es verdad que hemos avanzado en este aspecto, pero pensando en el futuro todavía queda camino que recorrer, heridas que curar y visiones que compartir.

Mucho se ha hablado del futuro de la Iglesia. Me gusta la mirada profética que el Papa Ratzinger ya describió a finales de los años 60 del siglo pasado y que hoy se está demostrando cercana a la realidad, una visión que pasa por el crisol del dolor que toda transformación requiere.

Entre otras cosas, nos decía: “El futuro de la Iglesia, también en esta ocasión, como siempre, quedará marcado de nuevo con el sello de los santos… por quienes pueden ver más que los otros, porque su vida abarca espacios más amplios”2. Hoy diríamos “los santos de la puerta de al lado” y a muchos de ellos los he encontrado en estos años. ¡¡Gracias!!

1 Papa Francisco, Discurso en el momento de reflexión para el inicio del proceso sinodal, 9 de octubre de 2021.

2 Ratzinger, J., Fe y futuro, Ed. Desclée de Brouwer, Bilbao, 2017, pp. 103-104.

REGNUM CHRISTI: V INFORME VERDAD, JUSTICIA Y SANACIÓN

  • La Congregación de los Legionarios de Cristo en España recorre caminos de sanación con 12 víctimas a través del canal independiente de denuncia y escucha Eshmá, con 2 a través del canal institucional, y una víctima ha acudido a la Asociación Acogida Betania para su acompañamiento. 
  • Se ha podido apoyar en procesos de reparación económica a 4 víctimas desde 2022; dos procesos ya están cerrados y los otros dos, aún sin cerrar, han comenzado durante 2024. Se apoya a otras 3 víctimas con otras acciones de reparación (procesos terapéuticos y encuentros restaurativos). 
  • A nivel internacional, la Congregación está recorriendo caminos de sanación con 61 personas que fueron víctimas de abuso sexual siendo menores, y con 40 a través del canal independiente Eshmá. Han recibido algún tipo de ayuda 21 víctimas a través del programa de reparación económica y ayuda integral implementado en 2022.

 

ASE: ASEnfoque MARZO 2025: “EL FUTURO DEL TRABAJO: UNA AGENDA DE JUSTICIA SOCIAL PARA EUROPA”

ASEnfoque
Marzo 2025El futuro del trabajo: una agenda de justicia social para Europa

Os presentamos la nueva comunicación de ASE del mes de marzo:

Una breve opinión de ASE acerca de un tema de actualidad económica o empresarial desde una perspectiva cristiana.

El ASEnfoque del mes de marzo, que en esta ocasión hace referencia a las recomendaciones de la COMECE, la Comisión de los obispos de las Conferencias Europeas, tras una serie de encuentros y el informe final de los mismos.

Síguenos en nuestras redes sociales o web, y participa de ASEnfoque!!

El futuro del trabajo: una agenda de justicia social para Europa
Desde Acción Social Empresarial (ASE) acogemos con satisfacción las propuestas recogidas en el documento “The Future of Work – Looking towards 2030”, presentado por COMECE a las instituciones de la Unión Europea. Este documento, al que ASE ha contribuido activamente, ofrece una hoja de ruta para construir un futuro del trabajo más justo, sostenible y centrado en la persona, en sintonía con los principios de la Doctrina Social de la Iglesia.
Entre las propuestas destacadas figuran: garantizar una jornada semanal común de descanso (preferentemente el domingo), proteger el derecho a la desconexión digital, fortalecer la conciliación entre trabajo y familia, reconocer el valor del trabajo de cuidados, asegurar condiciones laborales dignas y salarios justos, combatir la precariedad laboral y reforzar la formación permanente. También se subraya la importancia de una gobernanza ética de la inteligencia artificial que respete la dignidad humana, así como la necesidad de valorar el trabajo humano, integrar de forma justa a los migrantes y promover una transición digital y ecológica al servicio de las personas y que no deje a nadie atrás.
Desde ASE animamos a empresarios y directivos cristianos a asumir con liderazgo esta agenda transformadora, impulsando políticas laborales que promuevan la dignidad de toda persona, el bien común y la sostenibilidad integral. Existen sobradas evidencias de que las empresas que mayores esfuerzos hacen en este sentido son a la larga las más sostenibles, rentables y competitivas.
Acción Social Empresarial