Mientras los países hacen la guerra, las empresas se benefician: ¡Es hora de un Tratado Vinculante de Derechos Humanos y Empresas sólido! Las empresas y otros actores privados hacen negocios en zonas afectadas por conflictos para obtener beneficios económicos. Pero su implicación también puede contribuir a mantener, empeorar o prolongar un conflicto, apuntalar regímenes represivos o deslegitimar movimientos soberanistas
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