Conocemos por el testimonio del P. Gonçalves de Cámara la afirmación de San Ignacio que “de cien personas muy dadas a la oración, noventa son ilusas”. Y luego, para “recalcar” la cosa, el mismo padre Gonçalves añadía que no se acordaba bien de “si decía noventa y nueve”. Para “maestro de la sospecha”, nuestro querido San Ignacio de Loyola… Y es que afirmando la verdad de la famosa afirmación de Karl Rahner: “El cristiano del futuro o será un “místico”, es decir, una persona que “ha experimentado” algo, o no será cristiano”, hay que reconocer también que esto de la “mística”, la “espiritualidad” y la “oración” no dejan de ser fuentes de autoevasiones o de confusión con métodos de pacificación y serenización internos, que son muy útiles, pero que no son lo mismo que el encuentro con el Dios Padre-Madre que se nos revela en Jesús, el Señor.
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