Reflexiones con motivo del día de las Naciones Unidas de las Personas Refugiadas.
La mera pronunciación de estos nombres nos traslada a escenarios de sufrimiento, de brutalidad, de impunidad, de violaciones de derechos humanos, de fracaso de la solidaridad. No hay semana que no traiga consigo su saldo de víctimas. No hay semana que no se escuchen las mismas disculpas, que no se vea a los mismos gobernantes que se encogen de hombros cuando se les pregunta qué van a hacer para detener esta situación y terminan decidiendo lo mismo que decidieron hace cinco, diez, quince años… más vallas, más policía, más fragatas en el Mediterráneo, más externalizaciones de fronteras, más criminalización hacia quienes ayudan. Más muerte, más lágrimas…
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Cuando el dolor hace callo. Claves para no mirar (una vez más) a otro lado (juspax-es.org)