Queremos vivir y ahondar en el Misterio Pascual fijando nuestros ojos en el Señor, en su pasión, muerte y resurrección, que marcan el camino de nuestra Esperanza.
Queremos conocerle como es, vivir como él vive, orar como él ora, querer con su mismo querer, decir las palabras de su voz, llorar con sus lágrimas, reír con su risa, aprender su modo de amar.
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