Al mes de su Partida La Comisión Permanente del Foro de Laicos de España, al cumplirse el primer mes del encuentro amoroso del papa emérito Benedicto XVI con Dios, uno y trino, quiere mostrar públicamente su doble sentimiento de pesar y alegría.
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Pesar porque toda desaparición física implica un desgarre, una tristeza, una separación. Alegría de saberlo ya en el gozo pleno de su Señor, a quien dedicó sus últimas palabras en un acto de amor profundo. Joseph Ratzinger fue un bautizado fiel creyente en Jesucristo, “amigo del esposo”, un sencillo cristiano. Su encuentro personal con el Señor marcó su vida y bien se puede decir que su fe fue la raíz y la fuerza de toda su existencia. Tuvo la humildad del sabio, y la sabiduría de quien en Cristo encontró la respuesta para todo. Continuó el diálogo fructífero entre Fe y razón. Escribió muchas páginas valiosas y valientes sobre la relación entre ética, economía y política. Comprendió el papel de los laicos. Confió en su papel dentro y fuera de la Iglesia. Apostó por el trabajo decente y la ecología integral. No dudó en enfrentar con la verdad los problemas más serios dentro y fuera de la Iglesia, con vigor y coraje. Y en el momento en que lo consideró oportuno y de acuerdo a su conciencia, dio un histórico paso al lado. Amó a España, que le supo corresponder durante sus visitas a nuestra patria, con el fervor propio que caracteriza nuestra manera de ser. Hoy al mirar hacia atrás, agradecemos al buen Dios, por el inmenso don que fue su Pontificado y enfrentamos el futuro sabiendo que él intercede por la Santa Iglesia de Dios. Madrid, 31 de enero de 2023 Comisión Permanente del Foro de Laicos de España
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