En el marco del calendario habitual del Foro de Laicos, el pasado sábado 20 de noviembre se llevó a cabo una convocatoria que fue presentada como “un sencillo acto de apertura del Sínodo” en este ámbito eclesial. Estaban representadas 25 realidades laicales, miembros del Foro.
Al inicio del acto, Mons. Sergi Gordo, obispo auxiliar de Barcelona y responsable del Foro, recordó a todos los presentes las palabras del Papa Francisco a los fieles de Roma el 18 de septiembre: “¿a qué estamos más inclinados a custodiar las cenizas de la Iglesia, es decir, de vuestra asociación, de vuestro grupo, o a custodiar el fuego… a custodiar el fuego del Espíritu?”. Una llamada impelente a entender este proceso sinodal como un evento del Espíritu, que pasa por la conversión personal y colectiva.
Después tomó la palabra Luis Manuel Romero, director del secretariado de la Comisión Episcopal para Laicos, Familia y Vida y consiliario del Foro de Laicos, el cual subrayó que para “caminar juntos tenemos que estar juntos” y que debemos desterrar la idea de que nos encontramos ante una mera cuestión organizativa, sino más bien subrayar la comunión y el deseo de vivir el sueño misionero de Jesús.
Alfredo Losada, laico de Santiago de Compostela, miembro de la HOAC y coordinador del equipo sinodal de su diócesis, compartió con todos algunas reflexiones y pistas sobre el proceso sinodal: su importancia para el hoy y el futuro de la Iglesia, la novedad que el mismo supone, porque por primera vez en la historia se abre un proceso de escucha de todos los bautizados. En sus palabras hizo especial hincapié en nuestra relación con las personas que están en los márgenes de la Iglesia y en que, “como laicos y laicas, tenemos un deber inexcusable en la sociedad, en el mundo del trabajo, de la política, de la sanidad, en nuestros barrios – crecer en el servicio y en la escucha”. Terminó señalando actitudes y valores que subrayar en este proceso, así como tentaciones que evitar, especialmente la idea de “cubrir el expediente”, cuando lo importante es “compartir, escuchar, favorecer la participación, tender puentes, ser humildes”.
La convocatoria de este acto nace de un deseo profundo de los miembros de la Comisión Permanente del Foro de Laicos de participar activamente en el proceso sinodal. El Foro nace como espacio de confluencia de las realidades laicales de nuestra Iglesia en España y siempre ha tenido como primer objetivo el de crear y re-crear comunión entre sus miembros. Por este motivo, como explicó Dolores García, actual presidenta del mismo, “entendemos que la propuesta del Sínodo toca los cimientos de nuestro Foro”.
La propuesta compartida el pasado sábado, y que será enviada próximamente a todos los miembros del Foro, es la de crear algunos grupos sinodales formados por personas de distintos movimientos y asociaciones donde hacer un ejercicio de escucha y diálogo, preguntarnos lo que Dios nos pide para aportar a la Iglesia y a la sociedad, con un deseo de crecer en corresponsabilidad efectiva (no como concesión, sino por nuestra condición de bautizados). Es una iniciativa ofrecida desde la confianza fraterna y la absoluta libertad para que cada entidad la asuma o no y también como complementaria a la implicación ya en acto de muchos en los grupos puestos en marcha en las diócesis a muy diversos niveles. Seguidamente se presentó la metodología de trabajo y la programación para llevarla a cabo.
Como laicos lo que deseamos es, en palabras del Papa, “hacer que germinen sueños, suscitar profecías y visiones, hacer florecer esperanzas, estimular la confianza, vendar heridas, entretejer relaciones, resucitar una aurora de esperanza, aprender unos de otros, y crear un imaginario positivo que ilumine las mentes, enardezca los corazones, dé fuerza a las manos”.