Queridos asociados y simpatizantes de ASE:
Como sabéis, ASE-Acción Social Empresarial, forma parte de la Federación de Asociaciones de Empresarios y Directivos Cristianos establecida a nivel mundial en 1931, que se denomina UNIAPAC (www.uniapac.org)
UNIAPAC ha convocado la edición de 2019 del galardón de referencia, que otorgará diversos premios en diversas categorías geográficas.
Podéis ver las bases completas del concurso el siguiente vínculo:
https://somosase.es/premio-uniapac-2019-negocios-como-una-noble-vocacion/
Se pide a cada asociación federada a UNIAPAC, que proponga personas individuales que sean merecedoras de esa distinción empresarial, que hace posible la consideración de la empresa como una noble vocación.
El plazo de que ASE dispone para hacer llegar a UNIAPAC sus candidatos en cada una de las tres categorías contempladas, cada una de ellas referida a una de las características específicas que definen “la empresa como una noble vocación” es el día 15 de julio.
Os animamos a todos a quienes creáis que podéis proponer un candidato, a que lo hagáis enviándonos una pequeña comunicación (que luego deberá ser complementada con una breve memoria y currículum del candidato) antes del 7 de julio.
Sin perjuicio de lo que figura en el vínculo antes indicado, referimos aquí cual es el propósito del premio y las tres categorías en las que pueden presentarse candidaturas, que son las que figuran en documento que continúa estas líneas.
Animándoos a todos a colaborar, os hago llegar un cordial saludo.
Propósito
El propósito principal de este galardón es la identificación de líderes con buenas prácticas empresariales que puede servir para hacer visible el subyacente concepto de “La empresa como una noble vocación”.
El criterio esencial consiste en identificar empresarios concretos que han puesto en práctica uno o más de los tres aspectos que comprende el concepto de “La empresa como una noble vocación”, y que pueden llegar a ser modelos para inspirar a otros empresarios y directivos a seguir su mismo camino.
Estas prácticas pueden caer bajo una de las siguientes tres categorías:
A. Transformación personal
Conductas, actitudes, o acciones y efectivos casos empresariales que pueden demostrar que la determinación y los esfuerzos hechos por un líder empresarial para ser cuestionado por un sentido superior de la vida y consiguientemente buscando adoptar una más amplia visión de su papel en la sociedad y trascendiendo la búsqueda de beneficios a corto término, para llegar a ser constructor del bien común y promotor de un nuevo humanismo en el trabajo.
B. Más cultura humanista en las organizaciones.
Iniciativas y concretos logros en la organización dirigida por un empresario que reflejen la inquietud para crear una cultura basada en el principio del respeto de la dignidad humana. Con casos concretos de negocios que enseñan como el trabajo organizado en una manera conductiva a la admisión por todos los miembros de la empresa los principios de la solidaridad (asumir responsabilidades para el bienestar de los otros) y subsidiaridad (promocionando el espíritu de iniciativa e incrementando la competencia de los empleados considerados así co- emprendedores, co-empresarios). También casos de culturas de organizaciones donde queda evidente que el lugar de trabajo es una fuente real de florecimiento de desarrollo integral para todos.
C. Empresas orientadas al bien común.
Específicos casos de empresas que demuestran que la aplicación en el líder empresarial de un conjunto de prácticas y principios tales como el principio de atender a las necesidades del mundo con bienes que son auténticamente buenos y auténticamente sirven sin olvidar las necesidades de los pobres y los vulnerables; el principio de la creación sostenible de riqueza y su justa distribución entre los diferentes grupos de interés para el mejoramiento de la sociedad en su conjunto. En otras palabras, casos de “3Gs” en acción: buen trabajo; buenos productos; y buena riqueza.