- Durante la mañana todos los asistentes participaron de variadas mesas redondas llevadas a cabo en diferentes sedes, económicas y culturales, de la capital gallega.
- Los objetivos de la ACG para el próximo cuatrienio fueron debatidos y aprobados mayoritariamente por los asociados.
La tercera jornada de la III Asamblea General de Acción Católica, que se está llevando a cabo en Santiago de Compostela, ha estado dedicada a la presencia pública de los laicos y su compromiso con la santificación del mundo en sus realidades particulares.
Durante la mañana todos los asistentes han podido participar de variadas mesas redondas llevadas a cabo en diferentes sedes, económicas y culturales, de la capital gallega. El presente y futuro de la familia, el trabajo, la cultura y la política fueron los temas sobre los que giró la reflexión matinal.
En cada una de las mesas se subrayó la importancia de la presencia de cristianos comprometidos en medio del mundo, allá donde se toman las decisiones, y la necesidad de trabajar desde la más rotunda realidad social en la que nos encontramos. Todos y cada uno de los ponentes hicieron una llamada a repensar cómo observamos el mundo y cómo nos percibimos entre nosotros.
A lo largo de la tarde el trabajo por grupos estuvo centrado en los objetivos del próximo cuatrienio de la ACG, en su elaboración participaron todos los inscritos y fueron aprobados por unanimidad por los asociados.
Los objetivos son:
- ESPIRITUALIDAD: Desde la fuente parroquial y diocesana, cultivar y vivir, personal y comunitariamente, un encuentro con Cristo que lleve a una espiritualidad laical que forje discípulos misioneros.
- MISIÓN: Enraizados en la Parroquia, renovar en nuestras vidas un compromiso misionero, concreto, creativo, transformador de personas, ambientes y estructuras, encarnado de manera especial en los últimos, los pobres y alejados.
- FORMACIÓN: General procesos formativos e itinerarios sólidos adaptados a las distintas edades, que lleven a la misión y al compromiso asegurando acompañantes que conozcan dichos procesos. Trabajar juntos para conocer más a Jesús, y así ser capaces de ir cambiando nuestro mundo y compartirlo con los demás.
- ORGANIZACIÓN: Seguir construyendo una organización verdaderamente corresponsable y al servicio de la misión, con especial énfasis en la comunión cristiana de bienes y el protagonismo de los tres sectores.