Al empezar un nuevo curso os envío un saludo muy cercano y cordial. Saludo que es para todos, pero me gustaría que lo recibierais como dirigido a cada uno de vosotros, miembros y colaboradores de la ACdP comprometidos en vivir su espíritu y en llevar adelante sus obras, fines y tareas.
Estoy recordando estos días el texto evangélico de los odres viejos y nuevos, cuando el Señor nos previene sobre los odres viejos y nos apremia a poner el vino nuevo en odres nuevos (Mt 9, 17-18). Evoco esta imagen tan conocida, y os la ofrezco ahora, porque sin duda septiembre nos brinda un tiempo nuevo, una oportunidad nueva y un regalo de vida sin estrenar que se nos da para que vayamos entregándola a lo largo del curso en la misión que cada cual tenga confiada. Es una especie de vino nuevo que necesita odres nuevos, actitudes humanas y cristianas renovadas para reemprender el camino guiados por la fe, sostenidos por la esperanza y animados por un amor comprometido, vivo y operante; también se precisa nueva audacia evangelizadora, en fidelidad al carisma propio de nuestra ACdP, para dar respuesta a los retos y necesidades del tiempo presente.
En el Año Internacional de la Familia, con la celebración en octubre de la Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos sobre el tema de la familia, y la convocatoria del próximo XVI Congreso de Católicos y Vida Pública, que tiene por lema La familia siempre, desafíos y esperanza, os animo a recrear también –como odres nuevos- actitudes y valores de la familia cristiana en el seno de la propia Asociación. Actitudes como la convivencia armónica de distintas generaciones, la superación de diferencias en pro de la misión común, la fuerza de la unión para sostenerse y apoyarse mutuamente en la búsqueda de lo esencial…
Ponemos este comienzo de curso en manos de Dios y bajo la protección maternal de María. También nos encomendamos a los tres Beatos mártires, miembros de nuestra Asociación: Luis Campos Górriz, Ricardo Pla Espí y Alfonso Sebastiá Viñals. Ellos son los odres nuevos que rebosan el testimonio de la plena respuesta a los planes de Dios para bien de la Iglesia y de la humanidad.
Junto con nuestro Viceconsiliario y Director de Pastoral, D. Andrés Ramos Castro, os reitero mi saludo inicial y os deseo un curso 2014- 2015 santo y feliz.
+ Fidel Herráez Vegas
Consiliario Nacional de la ACdP
Madrid, 11 de septiembre de 2014