El movimiento católico Comunión y Liberación desea unirse a la nota que el Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española ha publicado con motivo de la abdicación del Rey D. Juan Carlos I. Con los obispos españoles, deseamos agradecer a los Reyes “su entrega generosa y su contribución a la historia reciente de España, en particular a la instauración y a la consolidación de la vida democrática, con especial relevancia durante el período de la Transición política”.
El mismo Rey, en su mensaje a la nación, ha aludido a la necesidad de que una nueva generación, más joven, dé un paso adelante para “afrontar con renovada intensidad y dedicación los desafíos del mañana”. Hace treinta y nueve años una generación asumió su responsabilidad dejando atrás viejas divisiones y construyendo una convivencia basada en la consideración de que el otro no es un enemigo a eliminar. Del mismo modo, esta nueva generación está llamada a expresar una voluntad de convivencia real que excluya la dialéctica agresiva y estéril que ha erosionado nuestra democracia en los últimos años.
Esta es una decisión que hoy debemos renovar todos. Como en su día afirmó Benedicto XVI, “un progreso acumulativo sólo es posible en lo material”. Por el contrario, “en el ámbito de la conciencia ética y de la decisión moral, no existe una posibilidad similar de incremento, por el simple hecho de que la libertad del ser humano es siempre nueva y tiene que tomar siempre de nuevo sus decisiones. No están nunca ya tomadas para nosotros por otros; en este caso, en efecto, ya no seríamos libres. La libertad presupone que en las decisiones fundamentales cada hombre, cada generación, tenga un nuevo inicio” (Spe Salvi, 24).
Como en el inicio de la Transición política, también hoy la Iglesia quiere ser un factor de edificación social. El Papa Francisco llama a todos los cristianos “a preocuparse por la construcción de un mundo mejor. De eso se trata, porque el pensamiento social de la Iglesia es ante todo positivo y propositivo, orienta a una acción transformadora, y en este sentido no deja de ser un signo de esperanza que brota del corazón amante de Jesucristo” (Evangelii Gaudium, 183).
Los españoles estamos ante un “nuevo inicio”. Pedimos al Señor de la Historia que conceda a D. Felipe de Borbón y a Dña. Letizia la inteligencia, la capacidad de afecto y la responsabilidad necesarias para favorecer una convivencia real entre los españoles. Y que suscite en todos nosotros un deseo de afirmar radicalmente a la otra persona como un bien.
Comunión y Liberación se siente parte de esa nueva generación y desea contribuir con su experiencia a este nuevo inicio, especialmente a través de la educación en la fe de personas capaces de mirar la realidad en todos sus factores.
Comunión y Liberación
Madrid, 2 de junio de 2014