CVX: Ayuda para Filipinas

La Comunidad de Vida Cristiana de Filipinas nos invita a participar en las tareas de reconstrucción después del tifón Haiyan, ahora que la atención mediática ha pasado.

“Después de que el tifón Haiyan golpeara Filipinas, recibimos muchos mensajes, ofreciendo palabras de consuelo y aliento, especialmente con la devastación experimentada por nuestros compatriotas en varias partes del país. Los medios locales y extranjeros mostraron al mundo las consecuencias de las inundaciones del tifón en la vida de la gente común en Samar, Leyte, Cebú y Palawan.

También se vieron afectadas las familias de algunos miembros de CVX en Filipinas. Estamos agradecidos de que, a pesar de la tragedia, están en buenas condiciones y desde entonces han comenzado a reconstruir todo lo que han perdido.

El trabajo de rehabilitación es más difícil que la ayuda inmediata. En línea con los esfuerzos de nuestras comunidades locales, la CVX Filipinas apoya oficialmente los esfuerzos de rehabilitación en Daanbantayan, un pequeño pueblo de pescadores al norte de Cebú que fue severamente afectado por el tifón Haiyan, pero que no ha recibido tanta atención. CVX Filipinas está cursando donaciones a través de organizaciones de la Iglesia y ONGs, como el Proyecto Stella Maris y Amigos de la Arquidiócesis Santuario del Sagrado Corazón de Jesús en Cebú, en coordinación con el P. Ben Sim SJ y otros grupos locales de CVX en Cebú.

Más específicamente, este esfuerzo tiene por objeto permitir al pueblo recuperar los barcos de pesca para la subsistencia, techado para las escuelas públicas y el establecimiento de un centro comunitario.

Las comunidades de CVX Mundial que deseen donar cualquier cantidad, por favor póngase en contacto con nosotros a través de nuestra dirección de correo electrónico CVX: clcp@admu.edu.ph para detalles adicionales.

Los donantes podrán disponer de informes sobre el modo en que se han aplicado las donaciones. Para más fotos e información:https://www.facebook.com/50fiftyrebuild

Fuente: Facebook de CVX-E

Las 10 entradas más visitadas en 2013

Como suele ocurrir, el cambio de año viene acompañado de resúmenes y reflexiones referidos al año que acaba. Nosotros no queríamos ser menos y hemos preparado esta selección con las 10 noticias más populares en nuestro blog. Queremos animar de nuevo a todas las asociaciones y movimientos pertenecientes al Foro para que colaboren y anuncien sus iniciativas desde este portal.

Antes de reproducir estas 10 entradas, queríamos destacar como lo más visitado a nuestra página la Biblioteca del Foro de Laicos, y la página de Miembros del Foro de Laicos. Agradecemos esa confianza e interés en nuestra selección, así como nos alegra el interés por conocer más de todos y todas los que formamos el Foro de Laicos.

Dicho lo cual, las 1o entradas más visitadas son (pueden verlas a través del enlace):

  1. RCCE: XXXV Asamblea. “Proclama mi alma la grandeza del Señor”
  2. Salesianos Cooperadores: Carta de la Identidad Carismática de la Familia Salesiana
  3. RCCE: Retiro de Sanación y Liberación.
  4. RCCE: El Seminario de Vida en el Espíritu
  5. Carta Encíclica Lumen Fidei del Papa Francisco
  6. Cambios en la Comisión Permanente de la HOAC
  7. Nota de prensa XX Aniversario
  8. El Foro de Laicos en Últimas Preguntas
  9. Preparación XXI ASAMBLEA GENERAL ORDINARIA DEL FORO DE LAICOS
  10. Cursillos de Cristiandad: Conclusiones y Materiales del Encuentro Nacional de Responsables.

La XXI Asamblea General del Foro de Laicos en los medios de comunicación

DSC04165Aunque un poco más tarde de lo habitual, ya tenemos recopiladas todas las noticias que se hacen eco de la celebración de nuestra XXI Asamblea. Ofrecemos a continuación los correspondientes enlaces para que puedan consultarlos:

Reseña XXI Asamblea Ecclesia

Reseña XXI Asamblea Vida Nueva

Reseña XXI Asamblea MAS

También han reflejado esta reunión en varias webs de asociaciones y movimientos:

HOAC: https://www.hoac.es/2013/11/27/foro-de-laicos-xxi-asamblea-general

Justicia y Paz: Sin fraternidad no hay sociedad justa

Francisco: sin fraternidad es imposible una sociedad justa y en paz

Acaba de publicarse el Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, que celebraremos el 1 de enero de 2014, firmado por el Papa Francisco. Este año tiene como lema: “La fraternidad, fundamento y camino para la paz”.

Los Mensajes para la Jornada Mundial de la Paz son siempre una herramienta importante para la difusión, desarrollo y actualización de la doctrina social de la Iglesia y, por tanto, para la evangelización de la realidad social. Por eso, sería importante que estos mensajes fueran leídos y meditados por todos los creyentes, analizados y discutidos en grupo en todas las comunidades cristianas, y que permitieran encontrar la ocasión de poner a la Iglesia en situación “de salida” (en expresión el papa Francisco en su reciente exhortación “Evangelii Gaudium”) hacia la sociedad.

En su primer Mensaje para la Paz, Francisco retoma y continúa el magisterio social de sus predecesores, haciendo énfasis en algunas de las tesis y preocupaciones que se han convertido ya en ejes de su Pontificado.

La afirmación central del mensaje es muy clara: la construcción de una sociedad justa y de una paz estable y duradera es imposible sin la conciencia de fraternidad. La fraternidad es la conciencia de una dimensión esencial del ser humano, como es su carácter relacional, que nos lleva a tratar a cada persona como verdadero hermano y verdadera hermana. La fuente y el espacio básico para generar esta conciencia es la familia, llamada a “contagiar al mundo con su amor”.

Ahora bien, para salir al paso de comprensiones inadecuadas o insuficientes de la fraternidad, que no permiten generar vínculos auténticos, Francisco identifica cuál es la raíz de la fraternidad. La fraternidad proviene de la convicción y el reconocimiento de un Padre trascendente común de todos los humanos, como fundamento último, es decir, la paternidad de Dios, que ama de forma concreta, puntual y extraordinaria a cada ser humano (Mt. 6,25-30 ). Este amor, cuando es acogido, es el agente más poderoso de fraternidad, transforma la existencia y las relaciones con los demás y abre a las personas a la solidaridad y la reciprocidad. La fraternidad ha sido regenerada en y por Jesucristo con su muerte y resurrección, convirtiéndose en principio nuevo y definitivo para reconocernos como hermanos, hijos del mismo Padre.

Por todo ello, Francisco subraya que la fraternidad es el fundamento y camino para la paz. En efecto, la fraternidad no es una cuestión solamente entre personas sino que debe reinar entre los pueblos y las naciones y se concreta en los deberes de solidaridad, justicia social y caridad universal. Las relaciones fraternas entre personas y grupos y las políticas públicas eficaces basadas en la fraternidad son la vía adecuada para superar los grandes males de nuestro mundo denunciados por Francisco: la marginación, la soledad, la pobreza, la falta de acceso a servicios básicos, la exclusión social, las graves desigualdades de renta, las persistentes crisis económicas y financieras, causadas por la codicia y el empobrecimiento de las relaciones humanas. La fraternidad es la vía para poner fin a la guerra, la violencia y la proliferación del armamentismo. Y es la vía para superar el egoísmo que se desarrolla socialmente en múltiples formas de corrupción y crimen organizado: la lacra de la droga, la explotación laboral, el blanqueo de dinero, la especulación financiera, la prostitución, el tráfico de seres humanos, los abusos contra los niños, la esclavitud, el tráfico indigno con los inmigrantes o la devastación de la naturaleza, que perjudica la vida humana presente y la de las generaciones futuras.

Por ello, Francisco hace una llamada a descubrir, amar, experimentar, anunciar y testimoniar la fraternidad, que solo es posible con la apertura y acogida del amor dado por Dios. El realismo de la política y de la economía no pueden reducirse a un tecnicismo carente de ideales y de apertura a la dimensión trascendente, que empobrece las actividades humanas y reduce a las personas a ser simple objeto de explotación.

Concluye Francisco pidiendo a los cristianos que sepamos tejer un entramado de relaciones fraternas basadas en la reciprocidad, el perdón, el don total de uno mismo, según la amplitud y la profundidad del amor de Dios, ofrecido por Cristo muerto y resucitado, amándonos unos a otros como señal de que somos discípulos (Jn. 13, 34-35). Nos reclama, así, “un paso adelante, un ejercicio perenne de empatía, de escucha del sufrimiento y la esperanza de los demás”, poniéndonos en “actitud de servicio los unos de los otros, especialmente de los más lejanos y desconocidos”, dado que “el servicio es el alma de la fraternidad que edifica la paz”.

Eduard Ibáñez, presidente de la Comisión General de Justicia y Paz

Más información y archivos de descarga en: https://www.juspax-es.org/index.php/actividades/ver/id_actividad/269