Todo el movimiento salesiano y todos los grupos de la Familia Salesiana se embarcaron desde el pasado 16 de agosto en el trienio de preparación para la celebración del Bicentenario del nacimiento de Don Bosco. Su objetivo es vivir este tiempo como un “tiempo de gracia y renovación”, que se ofrece para que se conozca mejor el carisma de Don Bosco y se traduzca más fielmente en la vida personal y grupal.
El 31 de enero de 1995, Solemnidad de San Juan Bosco, Don Egidio Viganò, séptimo Sucesor de Don Bosco, nos dio la Carta de Comunión de la Familia Salesiana de Don Bosco. En la presentación escribe que ella delinea «los elementos fundamentales que construyen la unidad en el espíritu de Don Bosco. Se quiso comenzar por el alma de la Familia, porque el sentimiento de pertenencia a ella más que de reglas externas se nutre de la vitalidad del espíritu común». La aportación de reflexión sobre el espíritu salesiano, ofrecido por aquella primera Carta, ayuda a comprender que somos una Familia espiritual y por eso es el espíritu quien instaura nuestras relaciones mutuas.