Las 44 diócesis en las que está presente la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) celebrarán el Día de la HOAC en torno al próximo 6 de mayo para proclamar que “los derechos sociales son un deber de justicia”, especialmente para con los más empobrecidos y castigados del mundo obrero y del trabajo.
El Día de la HOAC es una celebración anual en la que queremos compartir con la ciudadanía y con la comunidad eclesial la realidad actual del mundo obrero, este año, centrada en la defensa de los derechos de los trabajadores y trabajadoras como un deber de justicia.
Las políticas que se vienen practicando desde hace años, y las que se están aplicando con la crisis, están suponiendo un grave retroceso en el reconocimiento práctico de los derechos sociales. Los derechos sociales de las personas, de los trabajadores y trabajadoras, se están sacrificando en el altar de los beneficios inmorales de una minoría de muy poderosos económicamente que han impuesto su dictadura en las decisiones políticas. Frente a esta grave inmoralidad, como decía Juan Pablo II, es hora de decir, y de repetir cada día, bien alto, que “las necesidades de los pobres deben tener preferencia sobre los deseos de los ricos; los derechos de los trabajadores, sobre el incremento de los beneficio” (Toronto, 14 de septiembre de 1984). Es hora, sobre todo, de vivir y actuar en consecuencia con este principio básico de humanidad.
Los derechos sociales de las personas son una parte muy importante de los derechos humanos, vinculados a la dignidad de las personas. Todas las personas, sólo por el hecho de serlo, tienen derecho a la educación, a la sanidad, a una pensión digna para la vejez, a prestaciones sociales adecuadas a cada situación personal y familiar, a prestaciones suficientes en caso de desempleo, a unas condiciones dignas de trabajo, etc. Sin su reconocimiento práctico nos resulta más difícil realizar nuestra humanidad. Los derechos sociales son, además, una conquista, alcanzada con mucho esfuerzo y sacrificio. Una conquista lograda en la lucha por el reconocimiento de la dignidad de las personas.
El planteamiento de la Doctrina Social de la Iglesia sobre los derechos sociales de las personas es muy claro: su reconocimiento es fundamental para que la sociedad funcione humanamente, estando al servicio de la realización de las personas. Debe ser siempre una prioridad en razón del respeto a la dignidad de las personas y de la justicia debida a los empobrecidos.
En este sentido, Benedicto XVI, en “Caritas in veritate” hace un diagnóstico muy concreto de la actual situación. El funcionamiento de una economía profundamente desviada de su sentido humano y las decisiones políticas que se han tomado, están deteriorando las condiciones laborales y debilitando las redes de protección social, con“grave peligro para los derechos de los trabajadores, para los derechos fundamentales del hombre y para la solidaridad en las tradicionales formas del Estado social”. Es urgente modificar esta situación y, para ello, hace un llamamiento a recordar y poner en práctica un principio fundamental y básico de la ética social: “el primer capital que se ha de salvaguardar y valorar es el hombre, la persona en su integridad, pues el hombre es el autor, el centro y el fin de toda la vida económico-social” (n. 25).
En razón de nuestra fe en Jesucristo, a la comunidad cristiana la práctica de la caridad política se nos propone como camino de humanidad, en lo personal y en lo social: “El amor por el hombre, y en primer lugar por el pobre, en el que la Iglesia ve a Cristo, se concreta en la promoción de la justicia” (Juan Pablo II, Centesimus annus, 58). Vivir y proponer este camino de humanización es hoy fundamental.
Presentación Pública de la Campaña
Con tal motivo, la Comisión Permanente de la HOAC convocó el viernes 27 de abril unaRUEDA DE PRENSA en su sede situada en la Calle Alfonso XI, nº 4, 4ª planta, a las 12:00 horas, para dar a conocer los detalles de esta campaña.