Hoy se ha clausurado la XXXII Asamblea Nacional de la RCCE que más de 2.000 hermanos hemos celebrado los días 2 al 4 de julio en el auditorio del Parque de Atracciones de Madrid, bajo el lema “¿Qué quieres que haga por ti?” (Mc 10, 51)”.
Damos gracias a Dios por todos los dones derramados, por su bendición, por el amor que tiene a su pueblo. ¡Señor, quiero ver, quiero ver! gritábamos más de dos mil almas a pleno pulmón a la pregunta que el Señor nos hacía.
El mayor regalo, su presencia viva y manifiesta en medio de su pueblo. La predicación del P. Raniero Cantalamessa, un hombre santo y ungido por Dios, nos llevó a proclamar las mujeres a los hombres, los hombres a las mujeres, los laicos y consagrados a los sacerdotes y diáconos, el pueblo reunido al mundo entero, “¡¡¡Hermano, hermana, Jesús está vivo!!!”, reconociendo que “¡¡¡Si proclamas que Jesús es el Señor y reconoces que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo!!!”.
Disfrutamos con los jóvenes y la consagración que hicimos todas las regiones de España a Nuestra Madre María y comprobamos que Jesucristo tenía especial predilección por los niños y cómo ellos son capaces de transmitir al ese Jesús que es Amor y su vivencia de fe con su cantos y su intercesión por toda la Asamblea.
En breve podremos disfrutar de los testimonios, de las fotos y de las reseñas de esta Asamblea Nacional en la revista Nuevo Pentecostés y en la web.
Gracias a todos los que han hecho posible que hayamos podido vivir este encuentro personal y comunitario con Dios nuestro Rey y Señor. ¡¡¡Gloria a Dios!!! Amén.