El movimiento de Acción Católica Mujeres Trabajadoras Cristianas, ante el día 8 de Marzo, “Día Internacional de la Mujer Trabajadora”, emite como cada año un manifiesto sobre algunas situaciones que evidencia la discriminación de la mujer, tanto en el plano laboral como social.
ALGUNAS REALIDADES:
- La mujer todavía tiene problemas para ser contratada, sobre todo en el tiempo en el que puede ser madre, o si ya está embarazada. Ello perjudica también la tasa de natalidad y retrasa la edad de la maternidad de la mujer en perjuicio de si misma y de la sociedad.
- Se está presentando como un logro para la mujer el aborto libre. Además de ser un atentado a la vida, que es sagrada, no se da a la mujer una información adecuada de los daños físicos y psíquicos que semejante atrocidad puede acarrear, quedando marcadas para toda la vida.
- No se valora lo suficiente a la mujer que decide cuidar del hogar. No solo es importante la mujer que tiene grandes objetivos profesionales, también es admirable la mujer que decide quedarse en casa al cuidado del hogar, de sus mayores y de sus hijos. Los hijos son el futuro de la sociedad y es importantísimo acompañarlos en su crecimiento, tanto moral como intelectual y ser responsables de su educación en colaboración con otras instancias educativas..
- La falta de trabajo y por lo tanto de ingresos económicos, el no llegar económicamente a fin de mes y no poder sufragar gastos básicos de las personas y del hogar, crea un ambiente de tensión, ansiedad, miedo y desesperación en las personas y en los hogares, que puede generar momentos de violencia y maltrato.
PEDIMOS A LOS DIRIGENTES POLITICOS:
- Que faciliten y pongan en marcha normas mas certeras y claras que no perjudiquen a los empresarios y les ayuden a no ser reacios a contratar a las mujeres que quieran ser madres y seguir trabajando, así como a apostar por horarios flexibles de trabajo compatibles con la vida familiar y social.
- Que no consideren el aborto una técnica de control de la natalidad y respeten la ética y la moral de la mujer, sin manipularla ni condicionarla hacia una decisión equivocada por la facilidad del aborto en la legislación actual.
- Leyes más concretas y eficaces de ayuda a las necesidades básicas del hogar y a las personas que cuidan dé el y de sus familiares.
- Que revisen las leyes ya existentes las actualicen y les den una aplicación justa para que toda persona hombre o mujer tenga un empleo digno y la oportunidad de realizarse como persona sociable y pacifica.
Como mujeres cristianas, comprometidas activamente en la sociedad, nos encomendamos a la Santísima Virgen María para que nos ayude a nosotros los cristianos a saber dar testimonio del amor de Dios a toda persona hombre o mujer, empezando por los que están mas necesitados. También le pedimos que ilumine a nuestros dirigentes políticos, para que gobiernen con sensatez y honradez nuestra sociedad y la conviertan en un mundo de paz y concordia para todos.