Este lunes 15 de febrero la Asociación de la Prensa de Madrid ha acogido el acto de presentación del Meeting de Rímini, que este verano celebrará su 31ª edición bajo el lema “Esa naturaleza que nos impulsa a desear cosas grandes es el corazón”. Emilia Guarnieri, presidenta del Meeting durante las tres últimas décadas, ha subrayado que, aunque los números del Meeting han llegado a ser muy altos (sólo el año pasado, 120 encuentros, 8 exposiciones más de 20 espectáculos, 7 salas, la más grande con una capacidad para 10.000 personas, 170.000 m2, más de 900 periodistas acreditados), “no son lo más interesante. Lo más importante del Meeting es que es una experiencia popular, la experiencia de un pueblo. Cada día miles de personas van al Meeting porque allí se está bien, se aprenden cosas, se ven cosas bellas, se conoce a gente interesante”.
Guarnieri, que trabaja en el Meeting de forma voluntaria ha relatado cómo nació la iniciativa de poner en marcha un encuentro de estas características. “Estábamos cansados de ideologías. Habíamos aprendido que lo que nos servía era una experiencia en acto. Ésta es la contribución que nuestra fe cristiana puede dar al mundo de hoy. Y es algo que nos hace estar tan alegres y agradecidos que deseamos hacerlo saber a todos. No para que los demás sean como nosotros, sino porque en el intento de cada uno hay un punto de verdad. Así el cristianismo se convierte en algo realmente universal y el encuentro con cada uno es para nosotros un motivo para aprender”.
Guarnieri ha subrayado que no le gusta que se asocie al Meeting con la palabra “diálogo”. “El Meeting no es un lugar de diálogo. Esa palabra no nos gusta porque parece que deja fuera la propia identidad. En cambio, el Meeting es el encuentro de eso que todos los hombres tienen en común: el gusto por la positividad”.
Junto a Emilia Guarnieri, han participado el diputado Eugenio Nasarre, el sacerdote y empresario Luis Lezama, y José Miguel Oriol, presidente de Ediciones Encuentro, quien ha destacado que el Meeting es fruto de “30 años de paciente educación en la contemporaneidad del Misterio de Cristo, en el redescubrimiento de la originalidad del cristianismo.
Eugenio Nasarre ha afirmado la importancia que el Meeting tiene en la construcción europea. “La pasión por la verdad produce en Rímini una formidable y rebosante experiencia de libertad. Es la libertad con la que hay que construir Europa y con la que Europa debe encontrarse a sí misma, recuperando la conciencia de su realidad histórica. Es ésta la batalla cultural que se libra en nuestro continente. Por eso Rímini, el Rímini vivo, el de los tres mil voluntarios, el del pueblo sujeto de la historia, el de tantos jóvenes y mayores, de todas las generaciones, que se encuentran, para escrutar la realidad, sin prejuicios, con realismo, es una necesidad para Europa”.
Por último, Lezama ha destacado la novedad que introduce el Meeting en el momento actual de crisis económica y en la dinámica del capitalismo empresarial. “Durante toda mi vida he conocido ferias en todo el mundo, desde Sevilla hasta Hong Kong, pero nunca he visto nada igual que el Meeting de Rímini. En un mundo donde los números acaban con los mitos, me encontré por primera vez con empresarios que no se miraban al bolsillo sino a los ojos. Fue un espectáculo indescriptible”. Lezama ha relatado cómo el encuentro con el Meeting fue para él ocasión de encuentro con “emprendedores que habían entendido el mensaje cristiano de una forma distinta a lo habitual. Ante este mundo perplejo en una crisis globalizada, el Meeting pone ante los ojos de todos miles de propuestas, productos nuevos, ideas, pensamientos para el debate, creando hilos de una tela de araza que se balancea en el abismo de este mundo”.