Comunión y Liberación: Es bueno que tú existas.

Reproducimos el manifiesto publicado por Comunión y Liberación con motivo del debate generado por el Anteproyecto de Ley para la Protección de la Vida del Concebido y de los Derechos de la Mujer Embarazada. El manifiesto se presentará en Madrid el próximo jueves 13 de marzo, con la participación de Benigno Blanco, presidente del Foro Español de la Familia; Eva Martínez Cid de Riera, médico de familia y colaboradora del Proyecto Miriam; e Ignacio Carbajosa, responsable de CL en España. El acto tendrá lugar a las 20.30 horas en la Fundación Pablo VI.

Es bueno que tú existas

1. “¿Podré ser feliz con un hijo inesperado? ¿Puedo rehacer mi vida con un hijo que no he deseado? ¿Seré capaz de afrontar el sacrificio y las dificultades que implica? ¿Seguiré siendo libre?”. Son preguntas que muchas mujeres se plantean ante un embarazo imprevisto.
Ante estas preguntas, muchas veces la mujer está sola, abandonada a su suerte. No encuentra un contexto humano que la abrace y que valore positivamente la vida que lleva en su seno. La sociedad quiere “desembarazarse” del problema y deja a la mujer sola, abocándola al aborto. Y se trata de una soledad profunda, pues nace de la ausencia de significado. Dar a luz es introducir en la vida y para ello se necesita un porqué.
Lo que más desea una mujer, su primer “derecho”, no es “quitarse de encima” una vida molesta sino amar y ser amada, de tal modo que pueda acoger con el mismo amor el hecho imponente de una nueva vida que crece en su seno. Cuanto más se subraya abstractamente el derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo, más se la abandona a una soledad contraria a su misma naturaleza. Nuestra experiencia nos dice que somos libres cuando amamos y somos amados, es decir, cuando estamos necesitados y dependemos del afecto de otro.

2. La discusión en torno al Anteproyecto de Ley Orgánica para la protección de la vida del concebido y de los derechos de la mujer embarazada está sacando a la luz una fragilidad preocupante en nuestra sociedad. En nuestras discusiones usamos una razón que se ejercita abstractamente, sin partir de la experiencia real, y que censura sistemáticamente datos del problema.
Continuamente se habla de los derechos de la mujer sin considerar el drama de la persona embarazada. ¿De verdad creemos que el aborto soluciona el drama humano de una mujer que afronta un embarazo no deseado? Por otro lado, se censura sistemáticamente el hecho de que ya existe una nueva vida en su seno. Tengamos el coraje de mirar a la cara todos los datos. Una sociedad que no ayude o eduque a afrontar toda la realidad, sin censurar ninguno de sus factores, es una sociedad que sufrirá gravemente los reveses de la vida, aquellos en los que el problema no se puede eliminar.
Es preocupante el recorrido que la sociedad española ha realizado desde la primera discusión pública sobre el aborto, en 1983. Entonces se produjo un intenso debate, marcado por las evidencias científicas sobre la naturaleza del feto humano. La ley que entró en vigor en 1985 seguía reconociendo el aborto como un drama, manteniéndolo en el código penal y despenalizándolo sólo en algunos supuestos.
La Ley “Aído” de 2010 situó el aborto en el campo de los derechos, contraviniendo la doctrina del Tribunal Constitucional, algo muy grave en democracia, aunque todavía hubo espacio para discutir sobre la naturaleza del embrión. Hoy, sin embargo, la argumentación se focaliza en los derechos de la mujer, omitiendo casi por completo la discusión sobre la vida humana del feto, en nuestros días más evidente que hace tres décadas. En todos estos años la sociedad española, argumentando sobre el aborto, se ha ido alejando paulatinamente del contacto con la realidad. Son proféticas las palabras de María Zambrano que hace años intuyó esta fragilidad de nuestra sociedad al afirmar: “lo que está en crisis es este misterioso nexo que une nuestro ser con la realidad, algo tan profundo y fundamental, que es nuestro íntimo sustento”.
En este sentido, el Anteproyecto de Ley del ministro Ruiz-Gallardón debe ser bienvenido como un importante paso adelanteporque suprime el aborto como derecho y vuelve a poner todos los datos encima de la mesa, hablando del no nacido(protegiéndolo de acuerdo con lo establecido en la sentencia del Tribunal Constitucional) y de la mujer embarazada y afrontando el problema, como mínimo, en la clave del conflicto de intereses.

3. ¿Cuál es el valor de la vida? ¿Por qué debe ser defendida desde su concepción? “Un ser humano”, ha afirmado el Papa Francisco, “es siempre sagrado e inviolable, en cualquier situación y en cada etapa de su desarrollo. Es un fin en sí mismo y nunca un medio para resolver otras dificultades (…). No es progresista pretender resolver los problemas eliminando una vida humana”.
Partamos de la propia experiencia para reconocer el valor infinito de nuestra vida y de las personas que amamos. Cuando somos mirados así respiramos y, en cambio, nos ahogamos cuando alguien nos trata de forma interesada, pisando el valor único de nuestra vida. Sin embargo, ¿quién es capaz de estar ante el drama de un embarazo producto de una violación o de un hijo que llega con malformaciones? ¿Quién puede acoger una vida así? “Hemos hecho poco”, continúa el Papa, “para acompañar adecuadamente a las mujeres que se encuentran en situaciones muy duras, donde el aborto se les presenta como una rápida solución a sus profundas angustias, particularmente cuando la vida que crece en ellas ha surgido como producto de una violación o en un contexto de extrema pobreza. ¿Quién puede dejar de comprender esas situaciones de tanto dolor?” (Evangelii Gaudium 213-214).

4. Para recuperar la confianza en la vida y, por tanto, la capacidad de acogerla y respetarla desde el mismo instante en que surge,necesitamos encontrar un amor incondicional, el amor de alguien que abrace nuestra vida con todas sus preguntas y dificultades. Como hizo Jesús de Nazaret que supo acompañar la soledad de una madre viuda y devolverle a su hijo muerto con estas palabras: “Mujer, no llores”.
Desde hace 2000 años, la experiencia cristiana ha ayudado a abrir los ojos al mundo para reconocer el valor de la persona y fomentar su defensa. Los cristianos no tenemos nada que imponer a nuestra sociedad. Más bien, comienza para nosotros unanueva responsabilidad histórica, marcada por el abrazo a todas las necesidades de nuestros hermanos: a la mujer embarazada, a las personas que no tienen qué comer, a los niños sin familia, a los inmigrantes, a los parados, a los enfermos y a tantas personas que a nuestro lado viven tristes, sin encontrar sentido a la vida. La gran noticia es que esta caridad, eco de aquella mirada del hombre de Nazaret, ya está en medio de nosotros. Nuestra existencia es un abrazo incondicional a todas las personas, sea cual sea su situación, para decirles: “es bueno que tú existas”.

 

Comunicado de la JOC y la HOAC en el Día de la Mujer Trabajadora

En 1911 se celebró por primera vez el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, una jornada de reivindicación que nació a favor del derecho al voto, al trabajo, a la no discriminación laboral, familiar y social.

En este 8 de marzo queremos tener presente a todas las mujeres trabajadoras, especialmente a las que día a día luchan contra la incertidumbre económica y vital a la que llamamos crisis, y que viene sirviendo de excusa para precarizar nuestras condiciones de vida y de trabajo, mientras se prioriza dedicar los recursos económicos a la rentabilidad económica de unos pocos creando más pobreza y más desigualdad (INFORME FOESSA 2013 Cáritas, una sociedad fracturada a causa del aumento severo de la desigualdad).

Nosotras, mujeres y hombres de la HOAC y la JOC, vemos como el actual modelo social, político y económico, patriarcal y capitalista, nos sigue sometiendo a las personas, y especialmente a las mujeres:

  •  A nivel mundial, la crisis incrementó la disparidad entre las tasas de desempleo de hombres y mujeres y destruyó 13 millones de empleos para las mujeres en todo el mundo, según la OIT (Organización Internacional del Trabajo).
  • Además, las mujeres representamos las dos terceras partes de la población mundial en situación de pobreza, sufriendo una mayor desventaja en el acceso a la tierra, a la educación, al empleo, a la vivienda, a la cuantía de las pensiones y muriendo más por enfermedades curables. Las mujeres sufrimos el hambre en el mundo de manera más sangrante.
  • El 2013, España cerró el año con una tasa de paro femenino del 26,9% (EPA), siendo uno de los países de Europa con más desempleo entre las mujeres. Pero los datos son más espeluznantes entre los grupos de edad más jóvenes: la cifra de paro alcanza el 75,6% en las mujeres entre 16 y 19 años, y es del 50,5% en las mujeres entre 20 y 24 años.

Las mujeres trabajadoras sufrimos doblemente las consecuencias de esta situación, por la propia situación que afecta al conjunto del mundo obrero y del trabajo, y por nuestra condición de mujer. Las mujeres con poca cualificación, pertenecientes a familias de barrios obreros, muchos de exclusión social, con empleos poco remunerados y sin derechos, con importantes responsabilidades familiares, muchas de ellas inmigrantes, son el eslabón más débil y que soporta mayor discriminación y mayor explotación por ser mujeres trabajadoras y trabajadoras pobres. Además nuestra sociedad todavía no ha dado respuesta al rechazo de la maternidad o paternidad al que hoy día asistimos, ni a la contradicción entre el sistema productivo y la estructura familiar.

La liberación de la mujer de toda forma de abuso y de dominio tiene un mensaje de perenne actualidad, el cual brota de la actitud misma de Cristo hacia las mujeres. ¿Y qué dice la Iglesia ante estas situaciones?

  • Ante los recortes que ya han dejado a unas 136.000 personas sin la posibilidad de cotizar a la seguridad social por cuidar un familiar, y de las cuales la gran mayoría son mujeres. El Papa Francisco recuerda que: “entre las mujeres encontramos constantemente los más admirables gestos de heroísmo cotidiano en la defensa y el cuidado de la fragilidad de sus familias”(Evangelii Gaudium, (EG) 212).
  • Ante la menor representación en los órganos de decisión sociales y eclesiales, nos dice que «el genio femenino es necesario en todas las expresiones de la vida social; por ello, se ha de garantizar la presencia de las mujeres también en el ámbito laboral» y en los diversos lugares donde se toman las decisiones importantes, tanto en la Iglesia como en las estructuras sociales(EG, 103).
  • Ante los asesinatos sufridos por razón de nuestro sexo. “Doblemente pobres son las mujeres que sufren situaciones de exclusión, maltrato y violencia, porque frecuentemente se encuentran con menores posibilidades de defender sus derechos”(EG, 212).

Hoy persisten muchas formas de discriminación que ofenden la dignidad y vocación de la mujer en la esfera del trabajo, por lo que hemos de seguir luchando en pro de la igualdad y la justicia, desde nuestra fe, recordando a todas las mujeres, muchas anónimas, que entregaron su vida para que la situación de la mujer y de la sociedad avanzara, liberándonos de muchas de nuestras esclavitudes. “Mujeres, que han sido y son todavía olvidadas en sus anhelos, marginadas frecuentemente e incluso reducidas a esclavitud” (Compendio DSI, 236). Las reivindicaciones de los legítimos derechos de las mujeres nos plantean, a la Iglesia y a la sociedad, profundas preguntas que nos desafían y que no se pueden eludir superficialmente.

La HOAC y la JOC, como cristianos y cristianas, sensibles a las condiciones de vida y de trabajo opuestas al Proyecto de Dios y que atentan contra la dignidad de toda mujer y de toda persona, hacemos una llamada a la reflexión, la acción, el compromiso y a la denuncia profética. Y lo hacemos desde la capacidad que las personas tenemos para organizar la vida social desde la igualdad y desde el respeto a la diversidad de cada hombre y mujer.

Queremos vivir todas estas situaciones con ilusión y esperanza, desde la corresponsabilidad en esta tarea. Así, la JOC y la HOAC queremos seguir dando pasos para cumplir nuestra misión de acercar más Iglesia y Mundo Obrero. Jesús siempre estuvo atento a las personas, en especial a quienes menos contaban, desde el amor y la cercanía, buscando devolver a cada persona su dignidad negada.

Grupo de trabajo sobre la Mujer

“Cuando veo mujeres que hacen cosas de servidumbre, es que no se entiende bien lo que debe hacer una mujer. ¿Qué presencia tiene la mujer en la Iglesia? ¿¿Puede ser mayormente valorada? Es una realidad que me interesa especialmente”

Papa Francisco.

El Foro de Laicos ha decidido recoger esta petición de trabajo explícito acerca del papel de la mujer en la Iglesia. Por eso, hemos creado este GRUPO DE TRABAJO SOBRE LA MUJER. El objetivo es recoger diferentes aportaciones sobre este tema de indudable actualidad, unos materiales de trabajo que permitan ofrecer unas bases de debate para profundizar en este tema y abrir un diálogo para enriquecer esta realidad.

Esta comisión, abierta a todos los miembros del Foro que se quieran unir, se reunirá los terceros lunes de cada mes a las 7 p.m. en la sede del Foro. Las siguientes fechas son: 17 de febrero, 17 de marzo, 21 de abril, 19 de mayo y 16 de junio.

Para dudas y preguntas, no duden en consultar en forodelaicos@telefonica.net

Movimiento de los Focolares: Entrevista a Maria Voce. La dignidad de la mujer.

Reproducimos a continuación la entrevista traducida al castellano, que publican en su web el Movimiento de los Focolares, a su presidenta, Maria Voce. Publica la entrevista del diario italiano Corriere della Sera

Al preguntarle si le disgusta el hecho de no poder ser sacerdote, ella, que es una de las mujeres más influyentes de la Iglesia, ríe discretamente: «Mira, conozco pastoras evangélicas vinculadas al mo-vimiento, amigas y mujeres excepcionales que hacen mucho bien en sus Iglesias, pero nunca se me ha ocurrido que la posibilidad de ser sacerdote aumentase la dignidad de la mujer. Sería sólo un ser-vicio añadido. Porque la cuestión es otra: las mujeres, a lo que debemos aspirar, me parece a mí, es a ver que se nos reconoce la misma dignidad, la igualdad de oportunidades en la Iglesia Católica. Servicio y no servidumbre, como dice el propio papa Francisco…». Maria Voce lidera desde 2008 a los Focolares, con dos millones y medio de miembros en 182 países, el único movimiento liderado, según su estatuto, por una mujer. Sucedió a su fundadora, Chiara Lubich, que la llamaba Emmaus, y que está enterrada a poca distancia, en la pequeña capilla del centro mundial de Rocca di Papa, con una cristalera desde donde se ve su casa entre los pinos y, enfrente de la lápida, un mosaico que representa a María como Madre de la Iglesia. El 7 de diciembre se cumplirán 70 años de la consagra-ción a Dios de Chiara. Una mujer laica que anticipó diversos temas del Concilio. «La Iglesia como apertura, comunión, amor recíproco…».

¿Qué papel tienen hoy las mujeres en la Iglesia, y cuánto se las escucha?

«El mismo papel que cualquier ser humano, hombre o mujer, que pertenece a la Iglesia como Cuerpo Místico de Cristo. Cómo lo consideren los demás, eso ya es otra cosa. Me parece que las mujeres aún no tienen mucha voz ni voto. Muchas veces se les reconocen valores como la humildad, la docilidad, la flexibilidad, pero se aprovechan un poco de esto. Además, el Santo Padre ha dicho que le da pena ver a la mujer sometida, no la mujer al servicio: el servicio es una palabra clave de su pontificado, pero en cuanto servicio de amor. No en el sentido de servicio porque te consideran inferior y por lo tanto sumisa. En esto creo que todavía queda por hacer».

El Papa ha dicho que hay que pensar en una «teología de la mujer». ¿Qué significa para usted?

«Yo no soy teóloga. Pero el Papa ha dado el titular: “María es más grande que los apóstoles”. Es hermoso que lo diga, es muy fuerte. Pero de aquí tiene que surgir la complementariedad. La partici-pación también en el magisterio, en cierto sentido…».

¿En qué sentido?

«Chiara pensaba en María como el cielo azul que contiene el sol, la luna y las estrellas. Con esta visión, si el sol es Dios y las estrellas son los santos, María es el cielo que los contiene, que también contiene a Dios, por voluntad precisamente de Dios, que se encarnó en su seno. La mujer en la Igle-sia es esto, debe tener esta función, que solo puede darse en complementariedad con el carisma petrino. No puede ser solo Pedro quien guíe la Iglesia, sino que tiene que ser Pedro con los apóstoles y apoyado y rodeado por el abrazo de esta mujer-madre que es María».

Según Francisco, debemos reflexionar sobre el lugar de la mujer «incluso donde se ejerce la autoridad». ¿Cómo se podría hacer?

«Las mujeres podrían liderar distintos dicasterios de la Curia, por decir algo, no veo ninguna dificultad. No entiendo por qué, por ejemplo, al frente de un departamento sobre la familia tiene que haber necesariamente un cardenal. Podría muy bien haber una pareja de laicos que viven cristiana-mente su matrimonio y, con todo respeto, sin duda están más al corriente de los problemas de la fa-milia que un cardenal. Lo mismo podría valer para otros dicasterios. Me parece normal».

¿Qué más?

«Pienso en las Congregaciones generales previas al cónclave. Podrían participar las madres generales de grandes congregaciones, tal vez representantes elegidos de las diócesis. Si la asamblea fuese más amplia, incluso ayudaría al futuro Papa. Por otra parte, ¿por qué debe consultar solo a los demás cardenales? Es una limitación».

¿Se puede aplicar también al grupo de cardenales que ha querido Francisco como consejo?

«Por supuesto. No me imagino que se añada un grupo formado solo por mujeres. Sería más útil un organismo mixto, con mujeres y otros laicos que, junto con los cardenales, pueden ofrecer la infor-mación necesaria y otras perspectivas. Esto me entusiasmaría».

Y ¿las mujeres cardenales? Se habló de la Madre Teresa, ¿cómo lo habría visto?

«¡Quisiera saber cómo se habría visto ella! Una mujer cardenal podría ser un signo para la humanidad, pero no para mí ni para las mujeres en general, creo. No me interesa. Sería una persona excep-cional a la que se ha nombrado cardenal. De acuerdo, ¿y luego? Ya se ha valorado a grandes figuras, santas y doctoras de la Iglesia. Pero es la mujer como tal la que no encuentra su lugar. Lo que hace falta reconocer es el genio femenino en la cotidianidad».

La famosa complementariedad…

«Eso es. Hablaba de carisma petrino y carisma mariano. Pero en general diría entre hombre y mujer, la complementariedad ínsita en el designio de Dios. El hombre a imagen de Dios –“hombre y mujer los creó”– no se puede realizar de otro modo. Vale también para los consagrados: aunque uno renuncie a la relación sexual, no puede renunciar a la relación, a la relación con el otro».

Extraida dehttps://www.focolare.org/espana/es/news/2013/12/24/dignidad-de-la-mujer/?utm_source=wysija&utm_medium=email&utm_campaign=MVoce_Dignidaddelamujer

Mov. Focolar: María Voce, Mujer e Iglesia.

La Presidenta del Movimiento de los Focolares responde en un modo original y audaz a una serie de cuestiones sobre la mujer en la Iglesia. En diciembre aparecerá publicada en Ciudad Nueva; en Ciutat Nova lo hará el año próximo. Adelantamos una larga entrevista –concedida originalmente a la revista italiana Città Nova- en la que María Voce augura papeles más decisivos para las mujeres.

Durante la misma, Maria Voce constata la gravedad de un prejuicio: «La mujer es escasamente considerada en su contribución de pensamiento». Deduce que el trato y el estilo del papa Francisco son los resultados de «contactos profundos y auténticos con las mujeres» y espera que «se confíe en estos, hoy, para sacar lo mejor de las mujeres en la Iglesia». «La mujer debe ser reconocida primero como mujer, no como sacerdote u obispo, porque no es eso lo que nos interesa». «¿Una emancipación que tome espacios a los hombres? Sería un desastre para las mujeres». ¿Las mujeres sacerdotes? «Esto significaría un papel de servicio». ¿Y cuotas color rosa? «No me entusiasma para nada».

El cardenalato sería un título honorífico, mientras que para Maria Voce se requiere “entrar en los órganos de consulta, de pensamiento o de decisión”. Y llega a imaginar no un G8 «exclusivamente femenino, sino un órgano del tipo que sea en el que estén representados hombres y mujeres, porque cada uno posee su peculiaridad, y es esa peculiaridad la que es útil para la Iglesia». En realidad, «hace falta que todo el conjunto eclesial esté dispuesto a aceptar la autoridad moral de las mujeres allí donde se toman las decisiones más importantes de la Iglesia».

Lee la entrevista completa

Manos Unidas: Día de la Mujer.

Mañana, viernes día 8, se celebra el Dia Mundial de la Mujer. Son varias las asociaciones y movimientos del Foro de Laicos que quieren hacerse eco de esta celebración, utilizada sobre todo para reivindicar aquellos asuntos en los que la mujer aún está en situación desigual o desfavorecida.
Pueden ver el comunicado conjunto de HOAC y JOC en la entrada anterior y hoy queremos presentarles el trabajo de Manos Unidas, que pueden ver aquí: https://www.manosunidas.org/dia-la-mujer-2013
Nos han ido mostrando a lo largo de esta semana 7 razones para celebrar a la mujer, homenajearla y significarla. ¡No te lo pierdas!

HOAC y JOC: Dia de la mujer trabajadora 2013

Celebramos nuevamente el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora. En esta fecha recordamos a tantas mujeres anónimas que han construido nuestra historia, muchas veces con sangre y sacrificio. Mujeres que han entregado su vida para que la situación de la mujer y de la sociedad avanzara en pro de la justicia, la igualdad, la paz y el desarrollo. Su lucha no fue en vano y hoy podemos ver sus frutos y sentimos «admiración hacia esas mujeres de buena voluntad que se han dedicado a defender la dignidad de su condición femenina mediante la conquista de fundamentales derechos sociales, económicos y políticos, y han tomado esta valiente iniciativa en tiempos en que este compromiso suyo era considerado un acto de transgresión, un signo de falta de femineidad, una manifestación de exhibicionismo, y tal vez un pecado» (Carta a las mujeres, 2 Juan Pablo II 1995).
A pesar de ello observamos cómo el patriarcado y el capitalismo siguen sometiendo a la mujer de diferentes formas: convirtiendo su vida en mercancía, dando menos oportunidades por razón de su sexo, con trabajos precarios y mal pagados, asignándole un papel de cuidadora y de sumisión por «naturaleza». Además en nuestra sociedad mercantilizada, el trabajo oculto del hogar y de los cuidados realizado tradicionalmente por las mujeres, necesario para sostener la propia vida y realizado desde la gratuidad, no es valorado ni considerado trabajo. Solo se reconoce cuando se le pone precio, cuando se convierte en empleo y es sometido a la lógica del mercado. Por ello, es necesario apreciar el trabajo del hogar y de los cuidados realizado por hombres y por mujeres.
A pesar de lo mucho que se ha avanzado en materia de igualdad entre hombres y mujeres en el plano normativo, constatamos que las mujeres siguen sin estar adecuadamente representadas en muchos ámbitos sociales, laborales, políticos y eclesiales. Por lo que son aún necesarios avances en la igualdad de oportunidades en el ámbito laboral y la representación democrática, en la eliminación de estereotipos o en la erradicación de esa lacra que es la violencia de género.

Al recordar esta fecha nos duele ver cómo se van degradando los derechos sociales. Estamos en un momento muy delicado para el presente y el futuro de esos derechos, porque en el actual modelo económico los recursos necesarios para atenderlos se dedican al nuevo ídolo de la rentabilidad económica y al pago de la deuda.
Sin el reconocimiento justo de estos derechos se trastorna la justicia social y la democracia se rompe. Pero es más, ese reconocimiento es camino de humanización y libertad, de realización personal y desarrollo de la propia identidad. En el caso de las mujeres, por ejemplo, a ser madres. La realidad de muchas mujeres del mundo obrero es que no tienen capacidad de vivir esa dimensión de su vida desde la libertad porque la manera de concebir el trabajo y la economía se la roba.
Las políticas emprendidas en los últimos años (recortes sociales, reformas laborales, supresión de las ayudas a la dependencia…) han generado una precarización y flexibilización del trabajo, especialmente en las mujeres, que nos hace retroceder hasta épocas que pensábamos superadas, sobre todo en la economía sumergida. El paro no cesa de aumentar; España finalizó el año 2012 con la tasa de desempleo femenina más elevada de Europa, el 26,55% (EPA). Así mismo la tasa de desempleo juvenil, es alarmante, supera el 50% y más de la mitad se da entre las mujeres. Ante esta situación, entendemos que la educación es una de las principales claves para la erradicación a largo plazo de las desigualdades todavía existentes entre mujeres y hombres.
Por otra parte, no avanzaremos en justicia global si no hay personas que nos planteemos la vida teniendo presente, cada día, el empobrecimiento y la falta de protección social que sufren miles de millones de hermanos y hermanas nuestras, sobre todo las mujeres, que representan más del 70% de la población mundial en situación de pobreza. Y es precisamente en los países del Sur donde más sufren las mujeres esta falta de justicia social global.
El hambre y sed de justicia de las bienaventuranzas de Jesús de Nazaret se traduce en hambre de una vida liberada e íntegra, libre de cualquier forma de dominación, liberada para amar, gozar y crear más vida. Solo el reconocimiento de la igual dignidad del hombre y la mujer nos permitirá construir un mundo más justo y el pleno desarrollo de todos y todas. Como militantes de la HOAC y de la JOC, como miembros de la Iglesia, queremos seguir abriendo cauces a la corresponsabilidad de las mujeres en la sociedad y en la Iglesia y mostrando el rostro materno de Dios.
Madrid, 8 Marzo de 2013
HOAC y JOC

Comunicado de JOC y HOAC ante el día de la Mujer trabajadora.

La Juventud Obrera Cristiana y la Hermandad Obrera de la Acción Católica nos hace llegar un comunicado ante el día de la mujer trabajadora que se celebra el próximo 8 de marzo. En él. llaman a “la reflexión, la acción y el compromiso para lograr la igualdad entre mujeres y hombres en nuestra sociedad” y denuncian que la evolución del papel de la mujer en la sociedad está en peligro.
Pueden encontrar el comunicado a través del siguiente enlace: https://www.hoac.es/wp-content/uploads/2012/03/8marzo2012.pdf

Ante el Día de la Mujer Trabajadora 8 de marzo: Centrar la mirada en las mujeres

Comunicado Mujeres Trabajadores Cristianas en el día de la Mujer Trabajadora.

Desde la Comisión Nacional de Mujeres Trabajadoras Cristianas desean hacernos llegar el comunicado del 8 de marzo “Día Internacional de la Mujer Trabajadora”. Consideran que “es nuestra pequeña aportación a que este día no pase desapercibido  y nos ayude a tomar conciencia y reflexionar para seguir avanzando en la mejora de un mundo mas justo e igualitario para todos y en especial para la mujer“. Lo reproducimos a continuación:

 

El Día 8 de marzo de 1911 se inicia una tradición de lucha en pro de la igualdad, la justicia y los derechos laborales de la mujer.

Un año mas el movimiento de Mujeres Trabajadoras Cristianas de Acción Católica nos solidarizamos con aquellas mujeres para destacar algunos de los problemas y dificultades que todavía hoy estamos viviendo.
• Como mujeres y como cristianas denunciamos el gran obstáculo con el que nos encontramos las mujeres en el ámbito laboral, al resultarnos muy difícil acceder a ocupaciones que concilien la vida familiar, laboral, social y espiritual. La bajada continua del índice de la natalidad va en detrimento de la familia creando una sociedad demasiado mayor y sin jóvenes para sostenerla.
• La crisis que vivimos en estos momentos pone de relieve la importancia de la incorporación de la mujer al mercado laboral. Hoy, pocas familias trabajadoras mantienen un nivel de vida aceptable si no disponen de empleo los dos miembros de la pareja. El trabajo de la mujer ha pasado, de ser un valioso punto de apoyo, a convertirse en el pilar imprescindible de la economía familiar.
• Somos conscientes del alto índice de desempleo que existe en estos momentos en todas las categorías profesionales y en todos los perfiles de trabajador, pero especialmente es preocupante el índice de desempleo de aquellas mujeres mayores de 45 o 50 años que tienen tan difícil acceder al mundo laboral, ya que en estos momentos se valora más la juventud que la experiencia.
• También constatamos toda una generación de jóvenes, tan sumamente preparados que tienen que emigrar a otros países para poder trabajar, con el perjuicio personal y social que esto supone. En nuestro país se realiza la inversión económica de formar trabajadores cualificados, recibiendo sin embargo otros Países los beneficios intelectuales de nuestro esfuerzo económico.
La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad durante su primera comparecencia ante la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados el 10 / 02 / 2012 anunció un Plan Nacional de Empleo para Mujeres. Entre otras cosas, anunció que la Reforma Laboral recogerá nuevos incentivos para la contratación de mujeres y de mujeres jóvenes y que la Ley de Emprendedores tendrá medidas específicas para mujeres. También anunció que habrá un Plan Especial para la No Discriminación Salarial y se impulsará un Plan Nacional de Guarderías Laborales.
Este anuncio nos esperanza y le pedimos a los gobernantes que no se queden en meras palabra si no que aprueben las leyes y las pongan en practica apoyándose unos a otros para atender las necesidades básicas y fundamentales de las mujeres, en aras de la igualdad en el mundo laboral y para el crecimiento y el bien de la sociedad.

Pedimos a María Santísima, Madre de Jesús Obrero y madre nuestra, nos fortalezca espiritualmente, para que cada año que pase sea un año mas de logros en defensa de la mujer, en todos los ámbitos de su vida; familiar, profesional, social y espiritual.

Comunicado JOC y HOAC por el día de la Mujer Trabajadora.

El 8 de marzo es un día para rememorar el pasado y ser agradecidos y agradecidas; para observar el presente y hacernos eco de la realidad; y también para mirar al futuro y lanzarnos valientemente hacia él.

8 de marzo de 1911: el pasado que construyó el presente

Fue en 1911 cuando se celebró por primera vez el Día Internacional de la Mujer Trabajadora con una reivindicación a favor del derecho al voto, el derecho al trabajo y la no discriminación laboral. La elección del 8 de marzo tuvo su origen en los hechos sucedidos en la misma fecha del año 1908. 146 mujeres, trabajadoras de la fábrica textil Cotton, de Nueva York, murieron calcinadas en un incendio provocado por las bombas incendiarías que les lanzaron como respuesta ante la negativa de abandonar el encierro en el que protestaban por los bajos salarios y las infames condiciones de trabajo que padecían.
Con aquel primer Día Internacional de la Mujer Trabajadora se inicia una tradición que cumple 100 años de lucha en pro de la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo. Nuestra admiración, por tanto, hacia las mujeres que han luchado por defender su dignidad de mujeres y de trabajadoras, y que han conseguido la conquista de fundamentales derechos sociales, económicos y políticos.

8 de marzo de 2011: una acentuación de las desigualdades sociales

Nuestras sociedades occidentales han conseguido grandes avances y el lugar de la mujer en la sociedad ha mejorado notablemente, pero no así en el conjunto del planeta, donde las mujeres representan el 70 % de la población mundial en situación de pobreza; donde una mujer muere cada minuto en algún lugar del mundo a consecuencia de las complicaciones de su embarazo o de su parto; donde existen profundas desigualdades en el reparto de las tareas del hogar y del cuidado de los hijos; y donde las mujeres, si pueden acceder al trabajo, lo hacen en las categorías inferiores de las escalas laborales y con peor retribución que los hombres.

La injusticia y la discriminación contra la mujer persiste, y su peor cara se manifiesta en la violencia. Hasta el 70% de las mujeres en el mundo sufren la violencia en sus vidas. En nuestro país, el año 2010 murieron 88 mujeres asesinadas a manos de su pareja o expareja.

El acceso a derechos como un salario digno, una vivienda, un empleo, educación, salud, etc., ya estaban hipotecados antes de la crisis. Pero ésta ha agravado notoriamente esta situación, especialmente en mujeres, jóvenes, inmigrantes y paradas de larga duración.

La recién aprobada reforma de las pensiones afectará negativamente a toda la clase trabajadora, pero tendrá un impacto especial en las mujeres, que son las perceptoras de las pensiones más bajas, y que, con esta reforma, verán reducidas sus pensiones al ampliarse los períodos de referencia. Mujeres que pueden llegar a ver perder, incluso, su pensión de jubilación, al estar muchas de ellas sometidas a una larga vida laboral de precariedad y temporalidad, contratos a tiempo parcial y largas interrupciones en su carrera laboral como consecuencia de la dedicación al cuidado de la familia.

En este Día Internacional de la Mujer Trabajadora, la JOC y la HOAC, movimientos especializados de Acción Católica en el mundo obrero, nos comprometemos en nuestra tarea a un esfuerzo pastoral, en consonancia con la Doctrina Social de la Iglesia, para trabajar por el sueño de la igualdad de derechos, igualdad de oportunidades y progreso para todos y todas: “hoy más que nunca, la Iglesia es consciente de que su mensaje social se hará creíble por el testimonio de las obras, antes que por su coherencia y lógica interna” (Juan Pablo II en la encíclica Centesimus annus)

Invitamos también al conjunto de la sociedad a no permanecer impasible ante las situaciones de deshumanización y empobrecimiento de tantas mujeres. Este día es una llamada al compromiso y a la denuncia profética, a la reflexión y a la acción, sabedores y sabedoras de nuestra capacidad para organizar la vida social desde la igualdad y desde el respeto a la diversidad de cada hombre y mujer.

JOC (Juventud Obrera Cristiana)

HOAC (Hermandad Obrera de la Acción Católica)