JUSTICIA Y PAZ: Jornada anual 2017

Jornada anual 2017 Comisión General de Justicia y Paz

La Comisión General de Justicia y Paz dentro del nuevo trienio temático y por segun año, articula sus jornadas en torno a la encíclica Laudato Si’ (LS) sobre el cuidado de la casa común, del papa Francisco. La primera jornada se celebró en Murcia, y este año las acoge Madrid.
Lugar: Fundación Pablo VI
Paseo de Juan XXIII, 3, 28040 Madrid

Leer más: https://www.juspax-es.org/products/jornada-anual-2017-comision-general-de-justicia-y-paz/

JUSTICIA Y PAZ: Jornada Internacional de Oración contra la Trata


No dejes pasar este día sin ser consciente de estas situaciones. Con el archivo adjunto, Justicia y Paz quiere compartir una oración que a su vez puede ser compartida con más gente si quieres y tienes la posibilidad… pero ya estamos UNID@S.
vigilia-de-oracion-contra-la-trata-2017

Las 10 de enero

Les dejamos las 10 entradas más vistas del mes de enero.  Agradecemos enormemente su continua participación con las noticias que nos hacen llegar y que son parte fundamental de nuestro blog.

  1. JMV: En el adiós de Camino Cañón y Sonia Manzano
  2. ENTREVISTA A CAMINO CAÑÓN: «La Iglesia cuenta con un gran tapiz de colores: los carismas»
  3. INSTITUCIÓN TERESIANA: La IT nos invita a seguir reflexionando juntos sobre migrantes y refugiados en el actual contexto europeo
  4. MOVIMIENTO CURSILLOS DE CRISTIANDAD: Enero-Diócesis de Burgos
  5. HERMANDADES DEL TRABAJO: XXVI Semana de Doctrina y Pastoral Social
  6. HERMANDADES DEL TRABAJO: Semana cultural-Centro de Madrid
  7. CECO: Catálogo de servicios
  8. HOAC: La HOAC se adhiere al llamamiento Para que no se mueran de frío

JUSTICIA Y PAZ: Jornada sobre el derecho humano a la libertad religiosa

Jornada sobre el derecho humano a la libertad religiosa

El viernes 3 de febrero celebramos una Jornada sobre el derecho humano a la libertad religiosa en el marco de la Semana Mundial de Armonía Interconfesional. Queremos crear un espacio para poner de relieve la necesidad imperiosa de diálogo de las distintas confesiones y religiones para que aumente la comprensión mutua, la armonía y la cooperación entre las personas y manifestar que los imperativos morales de todas las religiones, convicciones y creencias incluyen la paz, la tolerancia y la comprensión mutua.
Este acto cuenta con el apoyo de la Dirección General de Naciones Unidas y Derechos Humanos, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores.
La Jornada comienza a las 11.00 con la acogida y presentación a cargo del presidente de Justicia y Paz España, Eduard Ibáñez. A continuación, a las 12.30 la Directora de la Fundación Pluralismo y Convivencia, Rocío López González, hablará sobre la situación actual de la libertad religiosa en España.
El eje de la jornada se estructura en torno a dos mesas redondas con importantes representantes de las principales confesiones religiosas de nuestro país.
La mesa de la mañana se titula Miradas Culturales. Comenzará a la una de la tarde. El moderador, Ignacio María Fernández de Torres, consiliario de Justicia y Paz de Madrid, propondrá preguntas contrapuestas con diálogo para discernir caminos que permitan la gestión del hecho religioso, como un valor fundamental del ser humano y de la creación.
La mesa de la tarde se titula Camino Recorrido. Comenzará a las 16.30 horas. Bajo la moderación de Temir Naziri, Director de Programas Culturales de la Casa Turco y miembro de la Asociación Arco Fórum, los ponentes expondrán ejemplos de colaboración interconfesional e interreligiosa en nuestro país y su repercusión en la sociedad.
Clausurará la Jornada el presidente de Justicia y Paz de Madrid y vicepresidente de la Comisión General, Francisco Javier Alonso Rodríguez.
Te esperamos

Lugar: Ateneo de Madrid, sala Nueva Estafeta (calle Prado)

(entrada libre hasta completar aforo)

Programa

Cartel

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JUSTICIA Y PAZ: Nuevo cuaderno "La fiebre de los minerales: responsabilidades, regulaciones y resistencias"

Ya está disponible el nuevo cuaderno “La fiebre de los minerales: responsabilidades, regulaciones y resistencias” que expone la problemática que genera la extracción descontrolada de recursos naturales en todo el mundo. El libro está disponible en la página web #ConflictMinerals tanto en catalán como en español (una versión más amplia con dos artículos más incluidos). También existe una versión en formato e-pub para tabletas, al mismo tiempo que se puede adquirir en formato papel en la sede de Justícia i Pau Barcelona, por un precio simbólico de 5 euros.
El cuaderno es fruto de la investigación de Justícia i Pau Barcelona en la R.D. del Congo y de las aportaciones de personas y organizaciones de diversos lugares del mundo implicadas en la tarea de incidencia política, movilización ciudadana y ayuda a las poblaciones afectadas por la extracción de los recursos naturales de su entorno.
El texto pretende ser una herramienta de sensibilización y de consulta. Da respuesta a preguntas como: ¿Cuáles son los minerales 3TG o Minerales de Sangre? ¿Qué importancia tiene la ley Dodd Frank aprobada por el Congreso de los Estados Unidos de América en este negocio internacional? ¿Qué implica la demanda creciente del coltan por parte de Europa y los países asiáticos? ¿Qué papel tiene la ONU en este mercado global? ¿Cuáles son los impactos sociales, ambientales y políticos de la extracción entre la población local?
Esta publicación se enmarca dentro de la campaña #ConflictMinerals, que tiene el objetivo de dar a conocer y denunciar la relación entre los productos tecnológicos y los conflictos armados y violaciones de derechos humanos en los países donde se extraen los minerales necesarios para su fabricación.
Para alcanzar este objetivo, la campaña trabaja en distintas áreas:

  • La incidencia política a favor de una ley que obligue a las empresas a aprovisionarse de minerales de forma responsable;
  • La sensibilización y movilización de la ciudadanía para un consumo responsable y la exigencia de transparencia y respeto por los derechos humanos en las empresas implicadas, y:
  • La investigación en las zonas de extracción y comercialización de los #ConflictMinerals y en las cadenas globales de abastecimiento de las empresas de electrónica.  Enlace

JUSTICIA Y PAZ: La campaña «Si Cuidas el Planeta, Combates la Pobreza» destaca la importancia de nuestros hábitos de vida para un modelo de desarrollo justo, solidario y sostenible

NOTA DE PRENSA

La campaña «Si Cuidas el Planeta, Combates la Pobreza»
destaca la importancia de nuestros hábitos de vida
para un modelo de desarrollo justo, solidario y sostenible

Las entidades promotoras de la Campaña centrarán durante los dos primeros meses de 2017 su trabajo de sensibilización en el punto 3 del “Decálogo Verde”

Madrid, 9 de enero de 2016.- Siguiendo el calendario bimestral de sensibilización fijado dentro de la Campaña SI CUIDAS EL PLANETA, COMBATES LA POBREZA para impulsar el compromiso de los cristianos y la sociedad en general por un modelo de desarrollo justo, solidario y sostenible, durante los meses de enero y febrero de 2017 el foco va a situarse sobre el tercer principio del “Decálogo Verde” de la Campaña, que reza «Valorarás la importancia de tus comportamientos cotidianos».
Ante la sensación de que la tarea de transformar el mundo puede parecer utópica o irrealizable, las entidades promotoras de esta iniciativa –Cáritas, CONFER, Justicia y Paz, Manos Unidas y REDES (Red de Entidades para el Desarrollo Solidario)—, apuestan por reivindicar el valor de las pequeñas aportaciones personales a la hora de implicarse en la protección del mundo natural y social en el que vivimos, en el cuidado de las personas y en la lucha contra la pobreza.
En la encíclica Laudato si´, inspiradora de la Campaña, el papa Francisco es claro y contundente al respecto. “Junto a la importancia de los pequeños gestos cotidianos, el amor social –dice el pontífice— nos mueve a pensar en grandes estrategias (…) Un cambio en los estilos de vida podría llegar a ejercer una sana presión sobre los que tienen poder político, económico y social”.
Por eso, el tercer “principio verde” de la Campaña destaca la importancia que tienen nuestros hábitos de vida, porque, como se señala en los materiales preparados para este bimestre, “cuando somos capaces de atender a nuestros comportamientos cotidianos y de tratar de irlos ajustando a lo que creemos bueno, justo y solidario, podemos ir viendo cómo las cosas cambian a nuestro alrededor”. Para ello, es necesario “romper la lógica individualista, consumista y depredadora de recursos naturales, si queremos ser cuidadores del planeta y de los seres humanos que lo habitamos”.
¿Qué podemos hacer o dejar de hacer?
El inicio de un nuevo año es una buena ocasión para incorporar cambios responsables en nuestros comportamientos cotidianos que contribuyan al cuidado de la Creación.
Algunas de estas prácticas y gestos que están a nuestro alcance van desde pausar nuestro ritmo de vida o usar con preferencia el transporte público y la bicicleta y compartir el uso de los vehículos privados, a consumir siempre que sea posible más productos ecológicos y de Comercio Justo, hacer un uso racional del papel y del agua, o reciclar correctamente los desechos y aumentar el uso de elementos reutilizables. Asimismo, la Campaña propone optar por aparatos eléctricos con certificado energético y alargar al máximo su vida útil, impulsar el consumo doméstico de energías renovables o hacer un uso social y responsable de nuestro dinero.
Voces que claman
Como en los dos principios ya abordados en los cuatro últimos meses de 2016, también en esta ocasión se recurre a testimonios reales para visualizar la trascendencia que tiene cada una de las propuestas para avanzar en el cuidado de la Creación.
Para ilustrar el tercer “principio verde” se recoge el relato que Carmen Nango, presidenta de la organización indígena Uru Warmi de Puyo (Ecuador), hace de su padre, que “defendió  nuestro territorio, llamado Canelos, hace mucho tiempo, cuando tenía  24 años”.
“Le eligieron presidente de la comunidad –cuenta Carmen—. En ese momento  empresas extranjeras querían adueñarse de Canelos y mi padre pensó: ´Si yo destruyo esta comunidad, mis hijos, mis compañeros, mis amigos, ¿dónde van a ir?´.  Entonces dijo `no, yo tengo que luchar, defender mi territorio´. Le ofrecieron que vendiera las tierras y le daban a cambio plata y él sostuvo: ´¿De qué me sirve tener plata?, ¿a dónde  voy? Si me toca perder la vida por mi comunidad, así voy a dar más vida´. Luchó  y así logró mantener la comuna Canelos, donde ahora vivimos”.
Para esta líder indígena, “defender el territorio, tiene que ver con la naturaleza. Talar un árbol es talar una vida; por eso, cuando yo llegue a ser autoridad, voy a exigir eso, porque si sembramos un árbol, vamos a sembrar una vida. Conozco  los derechos que tengo, los derechos que tenemos todos y que podemos exigir, pero también sé que debemos cumplir lo que a nosotros nos toca”.
“Queremos salir adelante –afirma Carmen— como mujeres, con nuestros hijos, sin perder nuestras costumbres, enseñar a nuestros hijos nuestra cultura, cómo sembrar la yuca, porque yo he visto que no es necesario talar un  árbol ni  explotar petróleo”. Descargar Nota

JUSTICIA Y PAZ: Cáritas, CONFER y Justicia y Paz reclaman una política de fronteras basada en los principios humanitarios

Estas entidades expresan su dolor por los sucesos ocurridos el 1 de enero en la frontera de Ceuta
 
 
Las entidades de acción social de la Iglesia en España —Cáritas, CONFER y Justicia y Paz— que integramos la red intraeclesial “Migrantes con Derechos” y que estamos presentes en ambos lados  de la  frontera de Ceuta expresamos nuestro dolor por los sucesos ocurridos en la madrugada del 1 de enero en el perímetro de la valla fronteriza entre la Ciudad Autónoma de Ceuta y Marruecos.
Así, consideramos que las medidas y actuaciones adoptadas en torno a la frontera únicamente consiguen incrementar aún más si cabe el sufrimiento, dolor y muerte, de las personas migrantes y de los solicitantes de protección internacional.
Crece nuestra impotencia ante las esperanzas truncadas de estas personas, que, en su penosa travesía de miles de kilómetros por el corazón de África, llevan a sus espaldas un largo historial de abusos, agresiones y precariedad extrema mientras esperan la ocasión de llegar a Europa en busca de un futuro de dignidad y derechos para ellos y sus familias.
Necesitamos un modelo de gestión de fronteras que, no se centre únicamente en temas de seguridad, sino que también se comprometa con el respeto a la vida, la integridad personal y a los derechos humanos.
Es urgente, por ello, que todos nos preguntemos qué es lo que está fallando a la hora de articular una política de fronteras basada en los principios humanitarios y capaz de garantizar vías de acceso seguras a las personas que huyen de la miseria y la violencia que asola sus países.
Reiteramos nuestro rechazo a las devoluciones sumarias. Apelamos, en este sentido, al dictamen del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que ya en 2015 advirtió que la enmienda a la Ley de Extranjería aprobada en su día no avala las devoluciones automáticas, además de recordar el imperativo formulado para que España cumpla en esta materia sus obligaciones internacionales con el respeto a los derechos humanos.

No queremos acostumbrarnos al inmenso sufrimiento humano del que somos testigos a diario en las vidas de tantas personas que siguen llegando desde África y que intentan acceder a Europa en busca de una vida segura y digna. Hacemos un llamamiento a la comunidad cristiana y a toda la ciudadanía para mantenerse alerta ante las causas de esta sangrante realidad humana y trabajar juntos para evitar esta inhumanidad del alambre, y para que su dolor y sufrimiento no se conviertan en una rutina deshumanizadora.
Nuevamente recordamos la exhortación del Papa Francisco ante el Parlamento Europeo: “Europa será capaz de hacer frente a las problemáticas asociadas a la inmigración si es capaz de proponer con claridad su propia identidad cultural y poner en práctica legislaciones adecuadas que permitan tutelar los derechos de los ciudadanos europeos y de garantizar al mismo tiempo la acogida a los inmigrantes“.
 

JUSTICIA Y PAZ: Celebración por la Paz desde el Mensaje de 2017

Celebración por la paz desde el Mensaje de 2017

El grupo de Justicia y Paz de Segovia ha elaborado unos materiales para la celebración por la paz desde el Mensaje de 2017:«La no violencia: un estilo de política para la paz»
Presentación de diapositivas del Mensaje de la Paz

Esquema para una Eucaristía por la Paz
Además adjuntamos un recurso desde el Consejo Pontificio de Justicia y Paz para todas las Comisiones de Justicia y Paz, las Asociaciones y los Movimientos eclesiales, las capellanías universitarias y parroquias, con la esperanza de que pueda ser útil en la preparación de una misa, oración u Hora Santa para celebrar la Jornada Mundial de la Paz.

JUSTICIA Y PAZ: Los derechos humanos como herramienta contra la transgresión y el populismo

Declaración de Justicia y Paz de Europa con ocasión del Día Internacional de los Derechos Humanos (10 de diciembre)

 
Vivimos en un mundo lleno de disturbios en muchas áreas, ya sea la política, la economía, la social o la cultural. Cada vez más personas se sienten inseguras y están convencidas de que sus preocupaciones no se están tomando en serio. Aceptar las transgresiones de algunos colectivos públicos puede abrir la puerta a la intolerancia o incluso a los crímenes de odio.
 
Los descontentos producen temores. Debemos tomar en serio estos temores y escuchar atentamente a quienes los expresan. Los temores refuerzan la inclinación hacia el populismo, el racismo y la intolerancia. Es importante analizar y comprender las razones de esos temores.
 
Con motivo del Día de los Derechos Humanos, Justicia y Paz Europa desea llamar la atención sobre el hecho de que contamos con un conjunto importante de herramientas para contrarrestar estos descontentos y temores: los Derechos Humanos.
 
En lugar de cuestionar los Derechos Humanos, deberíamos abogar con el máximo vigor porque el compromiso con los Derechos Humanos se refleje en todas nuestras acciones tanto a nivel privado como público y esté presente en todas las esferas de la sociedad. Los Derechos Humanos deben convertirse en parte integrante de la educación desde una edad temprana hasta la formación universitaria y profesional. Debemos luchar por una genuina cultura de los Derechos Humanos, donde se trate de un compromiso generalizado en la sociedad para llegar a la defensa de aquellas personas cuyos derechos son violados.
 
En el contexto de estos tiempos de inquietud, queremos sobre todo sensibilizar sobre los Derechos Humanos que exponemos a continuación:
 
Abogamos por la abolición mundial de la pena de muerte; el derecho a la libertad y la seguridad; el derecho a la libertad de expresión y de religión; el derecho a la migración y el asilo, así como la protección en caso de traslado, expulsión o extradición; el respeto de la diversidad cultural y religiosa; y el desarrollo integral sostenible.
 
Nos comprometemos a combatir la discriminación, en particular la discriminación múltiple, la esclavitud moderna, todas las formas de racismo y el discurso del odio, especialmente en las los medios sociales.
 
Prestamos especial atención a la indivisibilidad de los derechos humanos, incluidos los derechos humanos sociales, que son de especial importancia en situaciones de creciente precariedad social y de necesidades sociales insatisfechas.
 
La red de Justicia y Paz en Europa está comprometida con el respeto y la promoción de los Derechos Humanos a fin de que cada persona y cada comunidad puedan vivir dignamente. Extraemos fuerza de nuestra fe cristiana común, así como de nuestra cooperación y solidaridad con todas las organizaciones e instituciones que mantienen los mismos objetivos y defienden los mismos valores. La transformación de los conflictos de forma no violenta es nuestro método.
 
Los derechos humanos no se dan ni garantizan para siempre; hay que lucharlos cada día. Este es nuestro deber. El actual clima de temor exige que cumplamos nuestros compromisos.
 
París, 4-5 de diciembre de 2016
El Comité Ejecutivo de Justicia y Paz de Europa

 
La Conferencia de Comisiones de Justicia y Paz de Europa (Justicia y Paz de Europa) es la alianza de 31 Comisiones europeas de Justicia y Paz, trabajando para la promoción de la justicia social, la paz y el respeto a la dignidad humana. Justicia y Paz de Europa contribuye a dar a conocer la Doctrina social de la Iglesia en las sociedades e instituciones europeas.

El Comité Ejecutivo de Justicia y Paz de Europa está compuesto por 9 miembros electos y su presidente es Mons. Jean-Claude Hollerich, arzobispo de Luxemburgo.

Leer más: https://www.juspax-es.org/news/recuperar-la-confianza-y-contrarrestar-el-miedo/

JUSTICIA Y PAZ: 50 Jornada Mundial de la Paz: «La no violencia: un estilo de política para la paz»

50 Jornada Mundial de la Paz: «La no violencia: un estilo de política para la paz»

1. Al comienzo de este nuevo año formulo mis más sinceros deseos de paz para los pueblos y para las naciones del mundo, para los Jefes de Estado y de Gobierno, así como para los responsables de las comunidades religiosas y de los diversos sectores de la sociedad civil. Deseo la paz a cada hombre, mujer, niño y niña, a la vez que rezo para que la imagen y semejanza de Dios en cada persona nos permita reconocernos unos a otros como dones sagrados dotados de una inmensa dignidad. Especialmente en las situaciones de conflicto, respetemos su «dignidad más profunda»[1] y hagamos de la no violencia activa nuestro estilo de vida.
Este es el Mensaje para la 50 Jornada Mundial de la Paz. En el primero, el beato Papa Pablo VI se dirigió, no sólo a los católicos sino a todos los pueblos, con palabras inequívocas: «Ha aparecido finalmente con mucha claridad que la paz es la línea única y verdadera del progreso humano (no las tensiones de nacionalismos ambiciosos, ni las conquistas violentas, ni las represiones portadoras de un falso orden civil)». Advirtió del «peligro de creer que las controversias internacionales no se pueden resolver por los caminos de la razón, es decir de las negociaciones fundadas en el derecho, la justicia, la equidad, sino sólo por los de las fuerzas espantosas y mortíferas». Por el contrario, citando Pacem in terris de su predecesor san Juan XXIII, exaltaba «el sentido y el amor de la paz fundada sobre la verdad, sobre la justicia, sobre la libertad, sobre el amor»[2]. Impresiona la actualidad de estas palabras, que hoy son igualmente importantes y urgentes como hace cincuenta años.
En esta ocasión deseo reflexionar sobre la no violencia como un estilo de política para la paz, y pido a Dios que se conformen a la no violencia nuestros sentimientos y valores personales más profundos. Que la caridad y la no violencia guíen el modo de tratarnos en las relaciones interpersonales, sociales e internacionales. Cuando las víctimas de la violencia vencen la tentación de la venganza, se convierten en los protagonistas más creíbles en los procesos no violentos de construcción de la paz. Que la no violencia se trasforme, desde el nivel local y cotidiano hasta el orden mundial, en el estilo característico de nuestras decisiones, de nuestras relaciones, de nuestras acciones y de la política en todas sus formas.
Un mundo fragmentado
2. El siglo pasado fue devastado por dos horribles guerras mundiales, conoció la amenaza de la guerra nuclear y un gran número de nuevos conflictos, pero hoy lamentablemente estamos ante una terrible guerra mundial por partes. No es fácil saber si el mundo actualmente es más o menos violento de lo que fue en el pasado, ni si los modernos medios de comunicación y la movilidad que caracteriza nuestra época nos hace más conscientes de la violencia o más habituados a ella.
En cualquier caso, esta violencia que se comete «por partes», en modos y niveles diversos, provoca un enorme sufrimiento que conocemos bien: guerras en diferentes países y continentes; terrorismo, criminalidad y ataques armados impredecibles; abusos contra los emigrantes y las víctimas de la trata; devastación del medio ambiente. ¿Con qué fin? La violencia, ¿permite alcanzar objetivos de valor duradero? Todo lo que obtiene, ¿no se reduce a desencadenar represalias y espirales de conflicto letales que benefician sólo a algunos «señores de la guerra»?
La violencia no es la solución para nuestro mundo fragmentado. Responder con violencia a la violencia lleva, en el mejor de los casos, a la emigración forzada y a un enorme sufrimiento, ya que las grandes cantidades de recursos que se destinan a fines militares son sustraídas de las necesidades cotidianas de los jóvenes, de las familias en dificultad, de los ancianos, de los enfermos, de la gran mayoría de los habitantes del mundo. En el peor de los casos, lleva a la muerte física y espiritual de muchos, si no es de todos.
La Buena Noticia
3. También Jesús vivió en tiempos de violencia. Él enseñó que el verdadero campo de batalla, en el que se enfrentan la violencia y la paz, es el corazón humano: «Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los pensamientos perversos» (Mc 7,21). Pero el mensaje de Cristo, ante esta realidad, ofrece una respuesta radicalmente positiva: él predicó incansablemente el amor incondicional de Dios que acoge y perdona, y enseñó a sus discípulos a amar a los enemigos (cf. Mt 5,44) y a poner la otra mejilla (cf. Mt 5,39). Cuando impidió que la adúltera fuera lapidada por sus acusadores (cf. Jn 8,1-11) y cuando, la noche antes de morir, dijo a Pedro que envainara la espada (cf. Mt 26,52), Jesús trazó el camino de la no violencia, que siguió hasta el final, hasta la cruz, mediante la cual construyó la paz y destruyó la enemistad (cf. Ef 2,14-16). Por esto, quien acoge la Buena Noticia de Jesús reconoce su propia violencia y se deja curar por la misericordia de Dios, convirtiéndose a su vez en instrumento de reconciliación, según la exhortación de san Francisco de Asís: «Que la paz que anunciáis de palabra la tengáis, y en mayor medida, en vuestros corazones»[3].
Ser hoy verdaderos discípulos de Jesús significa también aceptar su propuesta de la no violencia. Esta —como ha afirmado mi predecesor Benedicto XVI— «es realista, porque tiene en cuenta que en el mundo hay demasiada violencia, demasiada injusticia y, por tanto, sólo se puede superar esta situación contraponiendo un plus de amor, un plus de bondad. Este “plus” viene de Dios»[4]. Y añadía con fuerza: «para los cristianos la no violencia no es un mero comportamiento táctico, sino más bien un modo de ser de la persona, la actitud de quien está tan convencido del amor de Dios y de su poder, que no tiene miedo de afrontar el mal únicamente con las armas del amor y de la verdad. El amor a los enemigos constituye el núcleo de la “revolución cristiana”»[5]. Precisamente, el evangelio del amad a vuestros enemigos (cf. Lc 6,27) es considerado como «la charta magna de la no violencia cristiana», que no se debe entender como un «rendirse ante el mal […], sino en responder al mal con el bien (cf. Rm 12,17-21), rompiendo de este modo la cadena de la injusticia»[6].
Más fuerte que la violencia
4. Muchas veces la no violencia se entiende como rendición, desinterés y pasividad, pero en realidad no es así. Cuando la Madre Teresa recibió el premio Nobel de la Paz, en 1979, declaró claramente su mensaje de la no violencia activa: «En nuestras familias no tenemos necesidad de bombas y armas, de destruir para traer la paz, sino de vivir unidos, amándonos unos a otros […]. Y entonces seremos capaces de superar todo el mal que hay en el mundo»[7]. Porque la fuerza de las armas es engañosa. «Mientras los traficantes de armas hacen su trabajo, hay pobres constructores de paz que dan la vida sólo por ayudar a una persona, a otra, a otra»; para estos constructores de la paz, Madre Teresa es «un símbolo, un icono de nuestros tiempos»[8]. En el pasado mes de septiembre tuve la gran alegría de proclamarla santa. He elogiado su disponibilidad hacia todos por medio de «la acogida y la defensa de la vida humana, tanto de la no nacida como de la abandonada y descartada […]. Se ha inclinado sobre las personas desfallecidas, que mueren abandonadas al borde de las calles, reconociendo la dignidad que Dios les había dado; ha hecho sentir su voz a los poderosos de la tierra, para que reconocieran sus culpas ante los crímenes —¡ante los crímenes!— de la pobreza creada por ellos mismos»[9]. Como respuesta —y en esto representa a miles, más aún, a millones de personas—, su misión es salir al encuentro de las víctimas con generosidad y dedicación, tocando y vendando los cuerpos heridos, curando las vidas rotas.
La no violencia practicada con decisión y coherencia ha producido resultados impresionantes. No se olvidarán nunca los éxitos obtenidos por Mahatma Gandhi y Khan Abdul Ghaffar Khan en la liberación de la India, y de Martin Luther King Jr. contra la discriminación racial. En especial, las mujeres son frecuentemente líderes de la no violencia, como, por ejemplo, Leymah Gbowee y miles de mujeres liberianas, que han organizado encuentros de oración y protesta no violenta (pray-ins), obteniendo negociaciones de alto nivel para la conclusión de la segunda guerra civil en Liberia.
No podemos olvidar el decenio crucial que se concluyó con la caída de los regímenes comunistas en Europa. Las comunidades cristianas han contribuido con su oración insistente y su acción valiente. Ha tenido una influencia especial el ministerio y el magisterio de san Juan Pablo II. En la encíclica Centesimus annus (1991), mi predecesor, reflexionando sobre los sucesos de 1989, puso en evidencia que un cambio crucial en la vida de los pueblos, de las naciones y de los estados se realiza «a través de una lucha pacífica, que emplea solamente las armas de la verdad y de la justicia»[10]. Este itinerario de transición política hacia la paz ha sido posible, en parte, «por el compromiso no violento de hombres que, resistiéndose siempre a ceder al poder de la fuerza, han sabido encontrar, una y otra vez, formas eficaces para dar testimonio de la verdad». Y concluía: «Ojalá los hombres aprendan a luchar por la justicia sin violencia, renunciando a la lucha de clases en las controversias internas, así como a la guerra en las internacionales»[11].
La Iglesia se ha comprometido en el desarrollo de estrategias no violentas para la promoción de la paz en muchos países, implicando incluso a los actores más violentos en un mayor esfuerzo para construir una paz justa y duradera.
Este compromiso en favor de las víctimas de la injusticia y de la violencia no es un patrimonio exclusivo de la Iglesia Católica, sino que es propio de muchas tradiciones religiosas, para las que «la compasión y la no violencia son esenciales e indican el camino de la vida»[12]. Lo reafirmo con fuerza: «Ninguna religión es terrorista»[13]. La violencia es una profanación del nombre de Dios[14]. No nos cansemos nunca de repetirlo: «Nunca se puede usar el nombre de Dios para justificar la violencia. Sólo la paz es santa. Sólo la paz es santa, no la guerra»[15].
La raíz doméstica de una política no violenta
5. Si el origen del que brota la violencia está en el corazón de los hombres, entonces es fundamental recorrer el sendero de la no violencia en primer lugar en el seno de la familia. Es parte de aquella alegría que presenté, en marzo pasado, en la Exhortación apostólica Amoris laetitia, como conclusión de los dos años de reflexión de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia. La familia es el espacio indispensable en el que los cónyuges, padres e hijos, hermanos y hermanas aprenden a comunicarse y a cuidarse unos a otros de modo desinteresado, y donde los desacuerdos o incluso los conflictos deben ser superados no con la fuerza, sino con el diálogo, el respeto, la búsqueda del bien del otro, la misericordia y el perdón[16]. Desde el seno de la familia, la alegría se propaga al mundo y se irradia a toda la sociedad[17]. Por otra parte, una ética de fraternidad y de coexistencia pacífica entre las personas y entre los pueblos no puede basarse sobre la lógica del miedo, de la violencia y de la cerrazón, sino sobre la responsabilidad, el respeto y el diálogo sincero. En este sentido, hago un llamamiento a favor del desarme, como también de la prohibición y abolición de las armas nucleares: la disuasión nuclear y la amenaza cierta de la destrucción recíproca, no pueden servir de base a este tipo de ética[18]. Con la misma urgencia suplico que se detenga la violencia doméstica y los abusos a mujeres y niños.
El Jubileo de la Misericordia, concluido el pasado mes de noviembre, nos ha invitado a mirar dentro de nuestro corazón y a dejar que entre en él la misericordia de Dios. El año jubilar nos ha hecho tomar conciencia del gran número y variedad de personas y de grupos sociales que son tratados con indiferencia, que son víctimas de injusticia y sufren violencia. Ellos forman parte de nuestra «familia», son nuestros hermanos y hermanas. Por esto, las políticas de no violencia deben comenzar dentro de los muros de casa para después extenderse a toda la familia humana. «El ejemplo de santa Teresa de Lisieux nos invita a la práctica del pequeño camino del amor, a no perder la oportunidad de una palabra amable, de una sonrisa, de cualquier pequeño gesto que siembre paz y amistad. Una ecología integral también está hecha de simples gestos cotidianos donde rompemos la lógica de la violencia, del aprovechamiento, del egoísmo»[19].
Mi llamamiento
6. La construcción de la paz mediante la no violencia activa es un elemento necesario y coherente del continuo esfuerzo de la Iglesia para limitar el uso de la fuerza por medio de las normas morales, a través de su participación en las instituciones internacionales y gracias también a la aportación competente de tantos cristianos en la elaboración de normativas a todos los niveles. Jesús mismo nos ofrece un «manual» de esta estrategia de construcción de la paz en el así llamado Discurso de la montaña. Las ocho bienaventuranzas (cf. Mt 5,3-10) trazan el perfil de la persona que podemos definir bienaventurada, buena y auténtica. Bienaventurados los mansos —dice Jesús—, los misericordiosos, los que trabajan por la paz, y los puros de corazón, los que tienen hambre y sed de la justicia.
Esto es también un programa y un desafío para los líderes políticos y religiosos, para los responsables de las instituciones internacionales y los dirigentes de las empresas y de los medios de comunicación de todo el mundo: aplicar las bienaventuranzas en el desempeño de sus propias responsabilidades. Es el desafío de construir la sociedad, la comunidad o la empresa, de la que son responsables, con el estilo de los trabajadores por la paz; de dar muestras de misericordia, rechazando descartar a las personas, dañar el ambiente y querer vencer a cualquier precio. Esto exige estar dispuestos a «aceptar sufrir el conflicto, resolverlo y transformarlo en el eslabón de un nuevo proceso»[20]. Trabajar de este modo significa elegir la solidaridad como estilo para realizar la historia y construir la amistad social. La no violencia activa es una manera de mostrar verdaderamente cómo, de verdad, la unidad es más importante y fecunda que el conflicto. Todo en el mundo está íntimamente interconectado[21]. Puede suceder que las diferencias generen choques: afrontémoslos de forma constructiva y no violenta, de manera que «las tensiones y los opuestos [puedan] alcanzar una unidad pluriforme que engendra nueva vida», conservando «las virtualidades valiosas de las polaridades en pugna»[22].
La Iglesia Católica acompañará todo tentativo de construcción de la paz también con la no violencia activa y creativa. El 1 de enero de 2017 comenzará su andadura el nuevo Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, que ayudará a la Iglesia a promover, con creciente eficacia, «los inconmensurables bienes de la justicia, la paz y la protección de la creación» y de la solicitud hacia los emigrantes, «los necesitados, los enfermos y los excluidos, los marginados y las víctimas de los conflictos armados y de las catástrofes naturales, los encarcelados, los desempleados y las víctimas de cualquier forma de esclavitud y de tortura»[23].
En conclusión
7. Como es tradición, firmo este Mensaje el 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María. María es Reina de la Paz. En el Nacimiento de su Hijo, los ángeles glorificaban a Dios deseando paz en la tierra a los hombres y mujeres de buena voluntad (cf. Lc 2,14). Pidamos a la Virgen que sea ella quien nos guíe.
«Todos deseamos la paz; muchas personas la construyen cada día con pequeños gestos; muchos sufren y soportan pacientemente la fatiga de intentar edificarla»[24]. En el 2017, comprometámonos con nuestra oración y acción a ser personas que aparten de su corazón, de sus palabras y de sus gestos la violencia, y a construir comunidades no violentas, que cuiden de la casa común. «Nada es imposible si nos dirigimos a Dios con nuestra oración. Todos podemos ser artesanos de la paz»[25]. Enlace
Vaticano, 8 de diciembre de 2016
Francisco
 


[1] Exhort. ap. Evangelii gaudium, 228.
[2] Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1968.
[3] «Leyenda de los tres compañeros»: Fonti Francescane, n. 1469.
[4] Angelus (18 febrero 2007).
[5] Ibíd.
[6] Ibíd.
[7] Discurso al recibir el Premio Nobel de la Paz (11 diciembre 1979).
[8] Homilía en Santa Marta, «El camino de la paz» (19 noviembre 2015).
[9] Homilía en la canonización de la beata Madre Teresa de Calcuta (4 septiembre 2016).
[10] N. 23.
[11] Ibíd.
[12] Discurso, Audiencia interreligiosa (3 noviembre 2016).
[13] Discurso a los participantes al tercer Encuentro Mundial de los Movimientos Populares (5 noviembre 2016).
[14] Cf. Discurso en el Encuentro interreligioso con el Jeque de los musulmanes del Cáucaso y con representantes de las demás comunidades religiosas del país, Bakú (2 octubre 2016).
[15] Discurso, Asís (20 septiembre 2016).
[16] Cf. Exhort. ap. postsin. Amoris laetitia, 90-130.
[17] Ibíd., 133.194.234.
[18] Cf. Mensaje con ocasión de la Conferencia sobre el impacto humanitario de las armas atómicas (7 diciembre 2014).
[19] Carta Enc. Laudato si’, 230.
[20] Exhort. ap. Evangelii gaudium, 227.
[21] Cf. Carta Enc. Laudato si’, 16.117.138.
[22] Exhort. ap. Evangelii gaudium, 228.
[23] Carta apostólica en forma de «Motu Proprio» con la que se instituye el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral (17 agosto 2016).
[24] Regina Coeli, Belén (25 mayo 2014).
[25] Llamamiento, Asís (20 septiembre 2016).

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